14 de febrero de 2012
Claudio Lozano 2012
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MAPA DEL TALENTO 2023 de Cotec e Instituto Valenciano de Investigaciones Econ...
Debate sobre subsidios energéticos y política petrolera argentina
1. 14 de febrero de 2012
Buenos Aires para Todos.
Subsidios en el sector energetico y peleas con las petroleras verdades y mitos
A fin de poder debatir sobre la quita de subsidios y la discusión entre el gobierno
nacional y las petroleras, vale la pena hacer algunas precisiones, ya que aunque el
discurso oficial lo niegue ambos temas llevan a una discusión más profunda: la política
energética en nuestro país.
En primer lugar la decisión de achicar el gasto público no hace más que explicitar el
déficit fiscal hasta ahora negado y encubierto por transferencias de fondos del ANSeS
(que debieran mejorar la situación de nuestros jubilados) y otros recursos (BCRA y
Banco Nación, PAMI) y que de seguir la tónica llevada hasta el momento superaría este
año los 50.000 millones de pesos.
Sabemos gracias a la información oficial que los subsidios eliminados en esta primera
etapa y que alcanzan a $ 4.600 millones beneficiaron a grandes empresas y barrios de
alto poder adquisitivo, mientras el 47% de los hogares carece de cloacas, el 44% de gas
por red y el 22% de agua corriente. Un sinsentido total ya que frente a la presencia de
recursos la justicia en la asignación del gasto público fue a todas luces la de Hood
Robin y lleva a dudar que frente a la falta de estos recursos los ahorros, producidos
tengan por destino resolver estas inequidades.
Por otra parte de los más de $80.000 millones destinados a subsidios durante el año
2011 el 85% se justifica por los rubros energía y transporte lo que explica la particular
forma en que está organizado el complejo petrolero y energético del país.
Así las cosas vale la pena precisar que entrarle a la discusión sobre la quita de subsidios
sin considerar la estructura de costos y por consiguiente las estructuras tarifarias
vigentes y marcos regulatorios vigentes desde el menemismo, no solo es limitado sino
que camina hacia la inequidad más absoluta, ya que las rentas extraordinarias del
complejo hidrocarburífero alimentadas por los subsidios, frente a la eliminación de los
mismos será alimentada por el bolsillo de los usuarios. Vale aclarar que este complejo
directamente no solo explica el valor de los combustibles tanto para el transporte, el
uso industrial y doméstico, sino que dada la irracional matriz energética de nuestro país,
explica casi el 90% de la generación eléctrica.
Para ser precisos cuando hablamos de renta extraordinaria de este sector hablamos de un
promedio anual entre el 2003 y 2009 de algo más de 12.000 millones de dólares. La
magnitud de semejante renta tiene su explicación precisamente en la estructura de
costos a la que hacíamos referencia. En efecto al año 2009 el costo de extracción de un
barril de petróleo alcanzaba los 12U$S (reconocido por las empresas), al tiempo que en
el mercado interno cotiza a 52U$S. Cabe aclarar que en nuestro país la presencia de gas
2. en yacimientos esta asociada a la de petróleo, es decir, cuando se extrae gas se extrae
petróleo, por lo tanto los costos están plenamente vinculados, siendo considerado en el
caso del gas muchas veces residual. Renta que se ve incrementada por las exportaciones
del sector y la venta de insumos derivados a otros sectores, como fertilizantes, que se
lleva a cabo a precio internacional.
Es decir desentrañar esta madeja de subsidios que favorecieron grupos empresarios y
sectores acomodados sin descargar los costos sobre los sectores más postergados
requiere, más que declaraciones de pobreza de quienes lo necesitan, segmentar
adecuadamente a los usuarios a fin de determinar quiénes deben ser asistidos, y avanzar
sobre las rentas extraordinarias de este complejo . En este camino, derogar los decretos
menemistas de desregulación y libre disponibilidad del crudo, fijar su estructura de
precios de acuerdo a los costos internos de producción y a partir de los mismos, los
cuadros tarifarios que se desprenden resulta imprescindible si de progresismo se quiere
hablar.
ACERCA DEL DEBATE CON LAS PETROLERAS
Hoy se trata de presentar el debate entre el gobierno nacional y las petroleras como
parte de una epopeya nacional y esta discusión merece algunas precisiones. En primer
lugar y aunque resulte ocioso tal vez, aclaramos que impulsamos la reconstrucción de
una Empresa Estatal de Hidrocarburos como paso fundamental para recuperar la
soberanía enérgetica.
Dicho esto la actual discusión se enmarca sobre un aspecto ya tratado en el punto
anterior el creciente rojo de las cuentas fiscales. Entran aquí en la discusión la estrechez
de la balanza comercial y la consiguiente falta de divisas alimentada no solo por la
remisión de divisas del sector al exterior (9 de las 10 empresas más grandes son
extranjeras) así como por la necesidad de aumentar la importación de combustibles dada
la caída de la producción de petróleo y gas ante la falta inversión durante años en
exploración e incorporación de reservas del sector. Es decir la expoliación de nuestros
hidrocarburos instalada durante el menemismo ha sido profundizada desde el 2003 a la
fecha. Esto más allá que REPSOL haya hecho oídos sordos a la no remisión de
utilidades formulada a fines del año pasado.
En este debate que desde algunos sectores se valora como el camino a la
renacionalización de YPF, no está de más aclarar que la venta del 25% del paquete
accionario de Repsol al grupo Esquenazi también fue presentado hace muy poco
tiempo como parte de la misma gesta, y parece no haber dado los resultados esperados,
lo que merece algunas precisiones.
En primer lugar, porque al no revertir la política imperante desde los 90 el petróleo y el
gas siguen considerándose como commodities. Es decir como simples mercancías que
cotizan a precios de mercados y no como bienes estratégicos para el desarrollo nacional
y esto va mas allá del origen de los capitales que las exploten (recordemos que
Petrobras, la segunda en facturación en el año 2010 es una empresa estatal, claro
3. Brasilera)*. Por lo tanto la derogación de los decretos de desregulación y libre
disponibilidad vuelven a tomar un sentido estratégico a fin de iniciar el camino de la
recuperación de la política de recuperación de reservas y autoabastecimiento.
Repetimos: la derogación de decretos, está en manos de una decisión política del
gobierno.
Así mismo la falta de cumplimiento en la reposición de reservas en las distintas áreas,
habilita a la reversión de contratos de concesión de las mismas. Esto permitiría al estado
ejercer su soberanía sobre este recurso y obligar al sector empresario a mejorar el
horizonte de reservas. Lo señalado en el párrafo anterior y este es indispensable si se
quiere retornar al camino del autoabastecimiento.
Pero avanzando más aún y en el camino de la reconstrucción de la empresa estatal de
hidrocarburos, ha sido sobradamente demostrado lo fraudulento de la privatización de
YPF: Subvaluación de las acciones se entregaron a U$S19 y luego de adquirido pasaron
a más de 40 (por subestimación de reservas, por parte de la consultora que participó en
el proceso privatizador), exceso de áreas concesionadas, no cumplimiento de las
obligaciones ambientales y así de suyo hoy se tienen herramientas para avanzar, por
parte del Estado, en la recuperación de este patrimonio y reconstruir una verdadera
petrolera estatal que garantice la soberanía sobre este recurso estratégico.
Es decir discutir en profundidad subsidios, tarifas, sector energético relación con las
petroleras, balance comercial del sector parecen tener un común denominador: Una
política que desande el camino que se está llevando desde los 90 y profundizado del
2003 a la fecha, es la única posibilidad de que restituyendo grados de soberanía
garantice herramientas para un desarrollo nacional, y no descargue el peso de rentas
extraordinarias sobre el bolsillo de los consumidores. La actual pelea pública con
REPSOL no es más que un apriete, con mucho de mediático y que más parece destinado
a llegar a un acuerdo, para que vía la menor remisión de utilidades y algún retoque en
la inversión mejoren las cuentas públicas. Pero no significa en modo alguno un
replanteo del modelo extractivista que comparten el gobierno y el sector. Cabe también
enfatizar que frente a voces que hoy plantean llevar adelante una estatización pagando
el valor de REPSOL no sería más que premiar la expoliación de nuestros
hidrocarburos, ya hicimos referencia a lo fraudulenta y violatoria del marco legal que
fue la entrega de YPF.
Por eso decimos:
REPLANTEO DEL MARCO REGULATORIO
REVISION DE LAS CONCESIONES Tanto en su legalidad, como en el cumplimiento
de los contratos y reversión de las mismas
ATADO AL PUNTO ANTERIOR, EXTRICTO CONTROL AMBIENTAL DE LA
ACTIVIDAD
CREACION DE UNA NUEVA PETROLERA ESTATAL
4. Otras estrategias pueden aliviar cuentas fiscales, pero de gesta nacional, o mejora
progresiva en la distribución del ingreso, poco tienen.
* Vale esta aclaración, ya que según algunas informaciones periodísticas un camino en
estudio para saldar la disputa con Repsol, y al mismo tiempo hacer frente a una abultada
deuda con Venezuela por importación de combustibles, es retirar áreas a la primera por
sus incumplimientos y transferirlas a PDVSA. En esto hay que ser claros lo que define
el comportamiento de las empresas es el marco regulatorio que se les impone, mas allá
del origen de sus capitales