11. Todos, cuando entrenamos o
competimos sostenemos un dialogo
interior, un continuo flujo de mensajes.
12. A veces, este dialogo se inunda de
“mensajes negativos”, provocados por
tiempos o desarrollos que no nos
gustan, por condiciones físicas o, incluso,
por mensajes externos.
13. Intentamos suplir estos
mensajes con “mensajes
positivos”, metiéndonos
en una lucha, en muchos
casos estéril, que
mediatiza nuestra prueba