El parque natural de Barbate es el autentico tesoro ecológico de la zona. Es un bosque artificial ya que nació gracias a una reforestación realizada a finales del siglo XIX con el fin de retener unas tierras arenosas y secas.
1. Salida desde el inicio del "Sendero del acantilado" hacia la
"Torre del Tajo"; desde ahí partiremos hacia el área recreativa
"Majales del Sol"; posteriormente, atravesando el "Arboreto de
eucaliptos" llegaremos a la "Torre de Meca", desde la que
continuaremos para finalizar la ruta en Caños de Meca..
• http://senderolabrenademeca.blogspot.com/
El Pirata está ubicado a pie de playa resultando el lugar idóneo
para comer y relajarnos mirando al mar después del camino.
Especialidad en pescaito frito.
Rosa Rubio, José Luís Rodríguez, Natividad Cabra, Lino
Fernández, Víctor Galán, Gema Moreno, Milagros
González, Gregorio Carrillo, Mª Elena Ramírez, Felisa
Barquero , José Luís Peña, Nuria Berraquero, María
Matas
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2. En Los Caños de Meca, iniciaremos nuestro itinerario
desde la base del Acantilado ascendiendo y atravesando
una espesa banda de vegetación caracterizada por la
presencia de pinos carrascos, lentiscos, zarzas, madroños
e hiedras, hasta alcanzar la base del acantilado. En la
pared del acantilado, aparece implantada una pajarera
utilizada por garcillas bueyeras, gaviotas patiamarillas,
garcetas y en menor cantidad, palomas bravías, grajillas y
estorninos negros.
Llegaremos hasta la Torre del Tajo
descubriéndose el impresionante escarpe modelado en la
roca por filtraciones de agua. El mirador de la Torre nos sorprenderá con una panorámica espectacular
de la costa desde donde se divisa la ensenada de Barbate, el Cabo de
Gracia y en frente África.
De ahí nos adentraremos en un frondoso pinar con abundante
sotobosque donde encontraremos gran cantidad de pequeños pájaros
como verdecillos, agateadores, abubillas, carboneros, jilgueros,
herrerillos comunes y capuchinos. Entre los retamares se puede hallar el
escaso camaleón común; insectos, que forman uno de los grupos
faunísticos más interesantes que pueblan el Parque Natural; reptiles
como las lagartijas colirroja y colilarga, el imponente lagarto ocelado o
las culebras bastarda y de herradura e incluso pequeños mamíferos.
Hasta llegar al área recreativa de Majales del Sol.
Antiguamente Los Majales del Sol por ser un lugar de pasto para
los animales, donde incluso existia una laguna. Actualmente es una área de descanso que dispone de un
pequeño bar. Tras dejarlos atrás, encontraremos los restos de un Arboretum de eucaliptos plantado entre
1963 y 1965: se trata de una colección que incluye hasta once especies diferentes de este exótico grupo
de plantas.
Al llegar a la Torre de Meca se nos descubrirá un paisaje
inesperado al mar, dominado por la presencia de la almenara.
Antes de llegar a Caños de Meca, nos adentramos en un
frondoso pinar con abundante sotobosque donde encontraremos gran
cantidad de pequeños pájaros como verdecillos, agateadores,
abubillas, carboneros, jilgueros, herrerillos comunes y capuchinos.
Entre los retamares se puede hallar el escaso camaleón común;
insectos, que forman uno de los grupos faunísticos más interesantes
que pueblan el Parque Natural; reptiles como las lagartijas colirroja y
colilarga, el imponente lagarto ocelado o las culebras bastarda y de
herradura e incluso pequeños mamíferos.
AUTORA: Rosa Rubio
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3. Barbate es un municipio de la provincia de Cádiz, situado en la costa atlántica andaluza, entre las localidades de Vejer y Tarifa,
a 1 hora en coche de Cádiz capital y de Algeciras y a unas 2 de Sevilla.
El municipio de Barbate se compone del pueblo de
Barbate y de varias pedanías entre las que se
encuentran Los Caños de Meca, Zahora y Zahara
de los Atunes. Así, puntos turísticos tan importantes y
conocidos como los mencionados entran dentro de la
Administración del Ayuntamiento de Barbate aunque
constituyen "productos turísticos" muy diferenciados
y con realidades muy distantes entre sí:
a)Zahara de los Atunes como tal es una
pedanía barbateña aunque se encuentra
justo al borde del límite con Tarifa a la
que pertenece ya Atlanterra y Los
Alemanes. Existe un movimiento popular que trata de independizar Zahara de Barbate. Es un encantador
pueblecito marinero lleno de sabor y tipismo andaluz, con playas vírgenes que conservan la riqueza natural intacta.
Aquí se encuentra el Castillo de la Almadraba, levantado por los Duques de Medina Sidonia para servicio de las
almadrabas.
c)Zahora, hacia el lado contrario, es limítrofe con el municipio de Vejer y su playa del Palmar.
b) Los Caños de Meca, entre Zahora y Barbate, es un pequeño núcleo vacacional de gran afluencia turística.
El gentilicio de Barbate es "barbateños", de Zahara "zahareños" y de Los Caños de Meca no se conoce... "¿cañeros?".
Se enclava en pleno Parque Natural de la Breña y Marismas de Barbate. El Parque junto con los terrenos militares
entre Barbate y Zahara son en gran parte los responsables de la virginidad de esta zona, con múltiples posibilidades para el ocio.
En el parque natural existen itinerarios equipados y señalizados para disfrutar de su belleza paisajística y riqueza ecológica. Se
puede practicar senderismo, cicloturismo, paseos a caballo y deportes de montaña.
Situada en el entorno que los griegos denominaron “Columnas de Hércules”, esta villa blanca y luminosa está ligada
desde antiguo al mar y a la pesca, disponiéndose alrededor de su pintoresco puerto pesquero.
Con numerosas huellas prehistóricas (Cuevas de Fuente Santa y la Mojama, con restos de pintura esquemática;
sepulturas antropomórficas y los dólmenes del Caño Arado), fueron los fenicios quienes hicieron de Barbate un puerto
exportador, al implantar el sistema de almadraba que se ha perpetuado hasta hoy. Con el Imperio romano la localidad vive su
etapa de mayor esplendor, convirtiéndose en un próspero enclave debido a la industria pesquera y de salazón.
De la época visigoda guarda la Ermita de San Ambrosio, situada en los alrededores. Según se puede leer en una de sus
columnas, fue consagrada en el s. VII. Interesante resulta la visita al Palomar de la Breña, hacienda del s. XVIII convertida en
establecimiento hotelero, por albergar uno de los tres palomares más grandes de Europa (con 7.700 hornillas).
Las playas son paradisíacas e ideales para el baño y los deportes náuticos. La playa del Carmen está situada junto al
puerto (en el interior del pueblo), posee un gran paseo marítimo y es usual en ella la práctica de la pesca con caña y el windsurf.
Los Caños de Meca es una extensa franja de arena y aguas muy claras, con grutas naturales y acantilados y donde puede
practicarse nudismo (al igual que en la de Zahora). La de Yerbabuena destaca por su estado salvaje, mientras que Zahara de
los Atunes conecta con la de Atlanterra.
En el cabo de Trafalgar, también en el municipio de Barbate, ocurrió en 1805 la famosa batalla de Trafalgar.
Las Torres Vigía del Tajo, de Trafalgar y de la Meca fueron construidas en los ss. XV-XVI como defensa ante los
ataques piratas que sufría la zona. En un principio se dotaron de artillería, pero como no resultó eficaz se convirtieron en torres
vigía. Se comunicaban entre ellas mediante señales de humo.
AUTORA: Rosa Rubio
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4. En la costa atlántica de la provincia de Cádiz, en los términos
municipales de Barbate y Vejer de la Frontera, se sitúa el Parque
marítimo-terrestre de La Breña y Marismas del Barbate. La miscelánea
de ecosistemas marinos, acantilados, pinares, marismas y dunas hacen de
este enclave un destino obligado para el turista que viene en busca de sus
paradisíacas playas.
Los acantilados de Barbate, comúnmente conocidos por los locales como
“el Tajo”, constituyen uno de los hitos más emblemáticos del Parque
Natural. Con unos 6 kilómetros de longitud y unos 100 metros de altura,
presentan numerosos elementos de interés. Es el caso del enebro costero,
cuya población en cuanto a conservación y tamaño es la segunda más importante en Andalucía. Además, las paredes rocosas del
acantilado son utilizadas como lugar de cría de distintas aves. Gaviotas, garcillas bueyeras, algunas garcetas, grajillas y
estorninos han encontrado en las grietas y cornisas un buen lugar
para habitar. También ha sido el lugar elegido para la cría por alguna
pareja de Ibis eremita—en peligro crítico de extinción—procedente
de los programas de reintroducción (desde el 2008).
La cima del acantilado está colonizada por un bosque de pino
piñonero, una repoblación antropológica que tuvo lugar a principios
del siglo XX. Actualmente desarrolla un papel fundamental como
protector de los suelos y fijador de las dunas sobre las que se asienta.
Además, la recolección de piña es su mayor aprovechamiento.
En la zona más oriental del Parque, desemboca el río Barbate y es ahí
donde por sedimentación de sus depósitos aluviales se formaron las
marismas que le dan nombre. Estos lugares contribuyen a la riqueza y variedad del Parque gracias a sus particularidades
geomorfológicas, biológicas y paisajísticas.
Las marismas son zonas de descanso e invernada para numerosas aves:
gaviotas, algunos limícolas, garzas y garcetas. Destacan la cada vez más
presente águila pescadora y la nutria. Para visitar estas marismas hay que
tomar la carretera A- 314 que une la Barca de Vejer con Barbate y acceder a
un sendero que se inicia en el kilómetro 2,2 a mano izquierda.
La visita al Parque Natural La Breña y marismas del Barbate nos obliga
conocer lugares emblemáticos y de gran valor histórico. Tal es el caso del
Monumento Natural Tómbolo de Trafalgar. Fueron las aguas frente al Faro
de Trafalgar en 1805 el escenario de un hecho que marcaría la historia de España: la batalla de Trafalgar que enfrentó a la
escuadra franco- española con la británica. El acceso a este lugar es mediante el
camino que lleva al faro y está perfectamente indicado al llegar al pueblo.
Si observamos el cerro y el acantilado que asoma a la costa, veremos
dos torres almenaras que nos indican la presencia de ataques piratas en las
costas barbateñas: la Torre del Tajo y la Torre de Meca, ambas restauradas en
1993. La Torre del Tajo, también conocida como de la Tembladera, se
encuentra en el punto más alto del acantilado. Construida en el siglo XVI,
comunicaba hacia el este con el Castillo de Barbate (ahora inexistente) y al
oeste con la Torre de Trafalgar, junto al faro citado anteriormente. Parece ser
que la visibilidad entre estas dos torres era limitada, por lo que se construyó la Torre de Meca ya en el siglo XIX. El acceso a
estas almenaras tiene lugar a través de la red de senderos del Parque.
Para visitar la Torre de Meca, iniciaremos el camino en las proximidades de Los Caños de Meca,
tomando la carretera que une con Barbate y a mano izquierda. También es posible tomar otra ruta
que comienza en el área recreativa El Jarillo, situada en esta misma carretera a unos 6 kilómetros
de Barbate. Desde este mismo punto es posible llegar al Palomar de la Breña. Desde esta Torre se
obtienen unas vistas panorámicas de Caños de Meca, Cabo de Trafalgar, los campos de cultivo de
Vejer de la Frontera y la costa africana. El acceso a la Torre del Tajo se encuentra en el kilómetro
19.5 de la carretera que une Los Caños y Barbate.
De gran belleza y envidiado estado de conservación son las playas que bañan la costa del Parque:
las tranquilas playas de Mangueta y Zahora, junto con la playa de Los Caños de Meca son
conocidas generalmente por ese encanto tan preciado que nos invade cuando nos tendemos en sus
interminables arenas blancas o nos adentramos en sus frescas y limpias aguas. En la playa de Los
Caños podemos contemplar los caños de agua que afloran en los acantilados a pie de playa, debido
a la alta permeabilidad de estas paredes y la formación de pequeños acuíferos, de ahí ese característico nombre.
AUTORES: Nati Cabra y José Luís Rodríguez
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5. El parque natural de acantilado y pinar de Barbate es un autentico tesoro ecológico
Las rocas del acantilado dan cobijo a numerosas colonias reproductoras de aves. Encontramos a la zarcilla bueyera,
a la garceta común, a la gaviota argéntea, al
cernícalo común y al halcón peregrino, entre
otras especies. la avoceta, la cigüeñuela, el
chorlitejo patinegro y el flamenco.
Para más información visita la presentación de
aves en el blog.
http://senderolabrenademeca.blogspot.com
VEGETACIÓN: Si bien el pinar de la
Breña es fruto de una repoblación durante
décadas de pino piñonero, se ha generado
un sotobosque de lentiscos, palmitos y
coscojas de forma espontánea, y ya en el
acantilado podremos ver pinos carrascos,
jaras blancas, acebuches, torviscos,
romeros, enebros y sabinas. En la playa
veremos juncos, hinojos marinos,
barrones, alhelíes de mar, silenes y
clavellinas.
Para más información visita la
presentación de aves en el blog.
http://senderolabrenademeca.blogspot.com
El Río Barbate establece un sistema de marismas en su desembocadura de suma importancia
como área de descanso y de anidada de numerosas aves migratorias que pasan cada año entre
Europa y África. Hoy las marismas se recuperan de la desecación que sufrieron en los años 60
y contribuyen a la riqueza económica de la zona
tanto pesquera, como ganadera. Los pinares de
repoblación han contribuido a la estabilización de
los sistemas de dunas móviles y han creado un
refugio para numerosas especies de fauna y algunas
especies de flora de alto valor ecológico.
Para más información visita la presentación de aves en el
blog.
http://senderolabrenademeca.blogspot.com
AUTORA: María Matas
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6. Entre los meses de Abril y Agosto tiene lugar el paso por el Estrecho de Gibraltar de
las poblaciones de atunes (Thunus thynnus) que, tras haber permanecido durante el
invierno en el Circulo Polar Ártico y en las costas noruegas, emprenden un largo
viaje hacia el Mar Mediterráneo, donde las altas temperaturas, la elevada salinidad y
las corrientes marinas facilitan la movilidad del esperma durante el proceso de
fertilización de los huevos y por tanto favorecen la reproducción.
Durante este viaje marchan a la cabeza los ejemplares mayores, que llegan a alcanzar
los 3 metros de longitud y más de 700 kilogramos de peso, y tras ellos vendrán
individuos más jóvenes y de menores dimensiones. Para capturarlos aprovechando
estos movimientos migratorios, tanto el de ida (temporada de derecho) como el de
vuelta (temporada de revés) se instala la almadraba, que es un arte de pesca de los
más antiguos de la historia de la humanidad.
La almadraba se sitúa aproximadamente a tres kilómetros de la costa y tiene 34 metros de fondo, presentando una complicada estructura
formada por un gran esqueleto de cables sobre el que se asientan las redes, sujetas al fondo mediante plomos y cadenas y sostenidas por corchos
o flotadores en la parte superior.
El copo es la parte principal de la almadraba y en él quedan aprisionados los atunes. Toda ella tiene una longitud total de 352 metros y una
anchura entre 52 y 54 m y sus principales partes son la cámara, el buche, el
bordonal y el copo.
Entre la cámara y el buche se encuentra la boca, por la que penetran los atunes y
quedan retenidos. El bordonal es el compartimiento que sigue al buche, entre ellos
existe una red caída al fondo que al ser izada aísla uno de otro (puerta del
bordonal), al igual que ocurre entre el bordonal y el copo (puerta del copo).
Ambas puertas se sujetan mediante unos cables de acero flotantes que reciben el
nombre de mojarcios.
Para conseguir que los atunes pasen de la cámara al buche, del buche al bordonal
y finalmente al copo se disponen dos embarcaciones, cada una de ellas en el
extremo del cuadro. Estas embarcaciones echan una red, denominada colador, que
es arrastrada a lo largo del cuadro obligándolos a pasar de unos compartimientos a
otros hasta hacerlos llegar al copo, que es la única parte que posee red en el fondo.
Una vez que los atunes están ya en el copo se realiza la levantada. Se coloca una
embarcación junto al mojarcio del copo llamada sacada, en la que se halla el
capitán de la almadraba; desde ésta los almadraberos van jalando la red situada en el fondo hasta dejar a los atunes sin apenas agua, para ser
capturados fácilmente por los barcos copejadores situados alrededor del copo.
Además del atún se capturan también otros peces como bacoretas, bonitos, melvas, peces espada, etc.
Se tienen noticias de que en el año 1.558 se llegaron a coger 140.152 atunes y según cita de un escritor del siglo XVII había años en que se
capturaban en estas costas hasta 60.000.
En este siglo hay referencias que el año en que más atunes se cogieron fue 1.949,
durante el que se capturaron 43.500 ejemplares.
Sin embargo, estas cantidades han ido disminuyendo paulatinamente debido
principalmente a su captura por parte de barcos atuneros y que las mejores pescas se
realizan durante la temporada de derecho, justo antes de que se efectúe la puesta y
fecundación de los huevos, lo que no contribuye a una posible regeneración de la
especie.
AUTORA: Milagros González
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7. Situación.
La torre de Meca se encuentra en el término municipal de Barbate, provincia de Cádiz.
Historia.
El duque de Medina-Sidonia, en su reconquista, la zona pasó a ser fronteriza con el reino de
Granada. Durante los siglos
XV y XVI, en que la zona
perteneció al ducado de los
Medina-Sidonia, se
construyeron las torres
vigías de Meca y del Tajo,
que servían para avisar de la
llegada de corsarios
moriscos de los cercanos
puertos de Asilah, Larache,
Tetuan y Sale; era la época
de no hay moros en la costa.
La torre de Meca fue
construida en el siglo XVII
reedificada en el siglo XIX.
Descripción.
La torre de Meca Tiene casi
11 metro de altura y se
levanta a 164 metros sobre
el nivel del mar, a 2,5
kilómetros de la torre de
Trafalgar y a 4 kilómetros de la del Tajo. Es troncocónica y su interior abovedado, con acceso a
la parte superior, Su entrada está en el lado contrario al mar.
Estado de conservación.
Ha sido restaurada y se encuentra en buen estado.
Visitas.
Es de acceso libre. Aunque no a su interior.
Protección.
Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley
16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español. En el año 1993 la Junta de Andalucía otorgó el
reconocimiento especial a los castillos de la Comunicad Autónoma de Andalucía.
AUTOR: José Luis Peña
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8. Situación.
La torre de Meca se encuentra en el término municipal de Barbate, provincia de Cádiz.
Historia.
El duque de Medina-Sidonia, en su
reconquista, la zona pasó a ser
fronteriza con el reino de Granada.
Durante los siglos XV y XVI, en que la
zona perteneció al ducado de los
Medina-Sidonia, se construyeron las
torres vigías de Meca y del Tajo, que
servían para avisar de la llegada de
corsarios moriscos de los cercanos
puertos de Asilah, Larache, Tetuan y
Sale; era la época de no hay moros en la
costa. La torre de Meca fue construida
en el siglo XVII reedificada en el siglo
XIX.
Descripción.
La torre de Meca Tiene casi 11 metro de
altura y se levanta a 164 metros sobre el
nivel del mar, a 2,5 kilómetros de la
torre de Trafalgar y a 4 kilómetros de la
del Tajo. Es troncocónica y su interior
abovedado, con acceso a la parte
superior, Su entrada está en el lado
contrario al mar.
Estado de conservación.
Ha sido restaurada y se encuentra en buen estado.
Visitas.
Es de acceso libre. Aunque no a su interior.
Protección.
Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley
16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español. En el año 1993 la Junta de Andalucía otorgó el
reconocimiento especial a los castillos de la Comunicad Autónoma de Andalucía.
AUTOR: José Luis Peña
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9. Laguna
La laguna de La Janda era una gran laguna que se situaba en la zona norte del término municipal de Tarifa (Cádiz), auténtico paraíso
para las aves migratorias. Su desecación, considerada como uno de los mayores desastres ecológicos acaecidos en la península ibérica,
fue debida en los años 60 a los intereses económicos para disponer de buenas tierras agrícolas.
Los ríos Barbate, Almodovar, Celemín y otros de menos importancia, vertían sus aguas en el complejo lagunar -que se situaba sobre
una depresión de origen tectónico (situada al norte de la carretera N-340 (E-5) entre Vejer de la Frontera y Tahivilla -punto kilométrico
55-). Además cuando el año era especialmente lluvioso, la laguna se encharcaba formando el humedal más grande de la Península
Ibérica y el más importante de toda Europa, con 50 Km² de extensión y muy poca profundidad. También la época seca se
disgregaba en numerosas lagunas y charcos formando la de mayor extensión La Janda de 4000 Has. y a la que se asociaban en su
alrededor otras, conocidas como: Rehuelga, Espartinas, Cabrahigos, Alcalá, Jandilla, El Torero, Tapatanilla y la Haba.
Continuando un proyecto anterior, en los años 1940 y 1950, se realizaron por el Instituto de Reforma Agraria, el embalsamiento de las
aguas del río Barbate y del río Celemín y canalización con colectores y el asentamiento del poblado de Tahivilla.
Aún después de la desecación, en los lluviosos años 1989, 1995 y 1996 y de nuevo durante las intensas lluvias de comienzos de este
año 2010, se ha vuelto en parte a inundar durante algunos días dejando entrever la reversibilidad de los humedales.
La proximidad de las marismas mareales de Barbate, el agua dulce y la densa vegetación de estos humedales; propiciaban una zona
húmeda con numerosos atractivos y diversidad de ambientes, que hacían crecer el interés ecológico; también, por su estratégica
situación geográfica (al extremo meridional de Europa en el sur de la provincia de Cádiz y muy próximo al continente africano)
convirtiéndola así en lugar obligado de descanso para las miles de aves que anualmente pasan por el Estrecho de Gibraltar en su vuelo
migratorio.
Aunque el medio natural ha sufrido y sigue sufriendo intensas transformaciones desde la desecación con fines agrícolas, el área de la
Janda sigue teniendo una muy especial relevancia para las aves albergando importantes poblaciones de especies de aves amenazadas
tanto residentes como migratorias que encuentran refugio y alimento en los escasos retazos del humedal que aún persisten y en los
sistemas agrícolas y forestales que los circundan. Así, y tan solo a modo de ejemplo, diremos que invernan aquí cada año alrededor de
2000 grullas, tienen su área de campeo media docena de juveniles de águila imperial ibérica, subsiste la población de avutardas y
sisones más meridional de Europa, descansan en sus migraciones centenares de cigüeñas negras y miles de cigueñas blancas, rapaces
y se reproducen millares de anátidas, ardeidas y otras aves acuáticas.
La historia guarda cantidad de reseñas y testimonios de la importancia que para
las aves tenía este humedal. Por las cuevas naturales de las sierras que rodean
La Janda encontramos pinturas rupestres paleolíticas de grullas, flamencos,
avutardas, ánsares, cisnes. También numerosos escritores de los siglos XIX y
XX y viajeros como Ponz o Agustín de Orozco pasaron a papel el interés
ornitológico de estas lagunas.
La importancia ornitológica de este área es ampliamente reconocida y así lo
avala el hecho de que Birdlife International haya incluido a la Janda en su lista
de áreas importantes para las aves (IBA's) en España (Área nº 257) así como a sus dos parques naturales de la comarca: Parque del
Estrecho, y La Breña-Marismas de Barbate.
Pero pese a este reconocimiento internacional y a las múltiples amenazas que hacen peligrar su futuro La Janda carece hoy en
día de figuras legales de protección por parte de las administraciones competentes. Es por ello que la ONG Asociación de Amigos de
la Laguna de La Janda ha iniciado una campaña cuyo objetivo prioritario es conseguir su declaración como Zona de Especial
Protección para las Aves (ZEPA) y la adopción de medidas urgentes de manejo y conservación de sus características ambientales
primitivas. para las aves de toda Europa. (Más información sobre La Laguna de La Janda en www.lagunalajanda.org
AUTORA: Rosa Rubio
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10. El topónimo Trafalgar proviene del árabe andalusí t(a)ráf al-(a)gárr,
traducido como “el cabo blanco brillante”. Con anterioridad, parece ser que
fue la voz Beca, derivada del céltico “el pico”, lo que designó al accidente
geográfico que los árabes denominaron Trafalgar.
Autores como Avieno, en su Ora marítimas, o Mela, en su Chorografia,
citan al Promontorium lumonis, lugar que se identifica con el cabo de
Trafalgar y en el que existió un templo dedicado a la diosa Juno, del que no
se conservan restos, aunque algunos buceadores aseguran haber visto restos
de construcciones en aguas próximas al cabo. En cambio, si se conservan
restos de una factoría romana de salazones, yacimiento arqueológico datado
entre la segunda mitad del siglo I antes de Cristo y la primera mitad del
siglo II después de Cristo. Esta factoría de salazones estaría formada por
dos núcleos, con una separación entre ambos de seiscientos metros.
El primero de ellos está situado en la costa este del cabo, a unos cinco
metros sobre el nivel del mar. El segundo núcleo, en la actualidad
sepultado, se encuentra a seiscientos metros en dirección norte-noreste del
primero, y a cincuenta metros de la playa.
Esta fábrica de salazones representaría un hito más en la serie de factorías
de las que se tiene constancia en el litoral andaluz, si bien le otorgan cierta
singularidad las características de su segundo núcleo (emplazamiento,
estructura, etc.).
Justo en el extremo del cabo observamos dos construcciones de singular interés, los restos de una torre y un faro.
Comencemos por aquella, conocida como la torre de Trafalgar, si bien su nombre primitivo fue el de torre de
Meca. El duque de Medina Sidonia mandó construirla a mediados del siglo XVI con la finalidad fundamental de
proteger sus importantes pesquerías en la zona (algunos autores remontan su antigüedad a época árabe). A
comienzos del siglo XIX ya se encontraba en ruinas, siendo derribada en 1860 para aprovechar sus materiales en la
construcción del faro. Durante todo el siglo XX y hasta nuestros días no han cesado el proceso de deterioro y el
abandono de los restos de la torre.
La torre de Trafalgar, tal y como se conserva en la actualidad, es una edificación de planta cuadrangular y con
potente alambor que se asienta sobre zapata de sillería. Ésta sustenta unos gruesos muros construidos con
mampuestos, salvo en las esquinas, donde se utilizan sillares colocados a soga y tizón. A nivel de suelo
encontramos la puerta de acceso, que da paso a una estancia rectangular. Probablemente esta estancia constituyese
uno de los dos pisos abovedados con los que contaba la torre en su origen, según indica un documento de 1815. En
ella se aprecian los restos del arranque de la bóveda, no quedando ninguno de la escalera que comunicaba ambos
pisos. Otro aspecto sobre el que también existen dudas es el de la puerta de acceso, pues cabe la posibilidad de que
la entrada primitiva estuviese en alto, habiéndose abierto la que hoy conocemos con posterioridad.
Pero si hay un elemento característico de la fisonomía de Trafalgar ese es su imponente faro. La traza original del
mismo se debe a Eduardo Saavedra Moragas (1829-1912). Autor también del proyecto del faro de Chipiona, en
colaboración con Rafael Navarro, Antonio de Palacio y Manuel García, alumnos de la Escuela de Caminos. Las
obras se llevaron a cabo entre 1860 y 1862 y en ellas, como ya hemos comentado, se aprovecharon los materiales
de la torre almenara, situada a escasos metros.
Saavedra proyectó un faro de treinta y cuatro metros de altura cuyo elemento más señalado era el fuste, un cuerpo
de forma troncocónica de veintinueve metros y medio construido con sillares vistos. Sobre él, otro cuerpo, esta vez
cilíndrico y de ciento ochenta y cinco centímetros, sostenía la linterna. Este era el aspecto original del faro hasta
que la instalación en 1926 de una nueva luminaria hizo necesaria su modificación.
En efecto, ante el mayor peso de la maquinaria hubo de reforzarse la torre, pues peligraba una estabilidad ya de por
sí precaria debido a los temporales de viento. Las obras se llevaron a cabo en 1929, siguiendo un proyecto del
ingeniero Carlos Iturrate, quien optó por adosarle contrafuertes que se unían en su parte superior mediante actos
apuntados. Desde entonces quedó configurada, más o menos, la imagen que en la actualidad presenta, rebosante de
plasticidad y nitidez, gracias, respectivamente, a los claroscuros causados por los contrafuertes y al encalado final.
El faro, que hoy en día sigue funcionando como tal, se iluminó por primera vez el quince de julio de 1862. Su luz,
con un alcance aproximado de diecinueve millas, la producía un aparato óptico de segundo orden, el cual, tras unas
modificaciones realizadas en 1936, se convirtió en un aparato de primer orden, hecho que supuso un notable
aumento en el alcance de su haz luminoso, en torno a las cuarenta millas (75km).
AUTORES: Nati Cabra y José Luís Rodríguez
10
11. El 21 de Octubre de 1805, una flota británica
comandada por Horacio Nelson venció a una escuadra
combinada franco-española, frente al cabo de
Trafalgar –lugar que dio su nombre a la batalla—entre
Cádiz y Tarifa. El comandante británico Nelson murió,
a bordo de su buque insignia HMS Victory, a
consecuencia de las heridas recibidas en los albores del
combate, lo que convirtió en triste a aquel día para
ambas marinas: para la franco-española, por la muerte
de muchos de sus almirantes, y por su propia
destrucción; para la inglesa porque, a pesar de lograr
una fabulosa victoria, perdía a uno de sus líderes
militares más carismáticos y respetados de toda su
historia.
Desde un principio, todo estuvo mal planteado del lado franco-español. Villeneuve –
comandante de las fuerzas franco-españolas- decidió salir de Cádiz, donde estaba refugiada –y a
salvo—la flota, en contra de los consejos de los almirantes españoles, que eran conscientes del
peligro que suponía Nelson. Las noticias de que su sustituto al frente de la flota, enviado por un
Napoleón que estaba harto de su inactividad, se dirigía a Cádiz, le hicieron salir del puerto de
esta forma arriesgada, contra el consejo de sus expertos, buscando una última hazaña que le
asegurara en el puesto. Una vez encontradas ambas flotas, la manera de presentar batalla
planteada por Villeneuve tampoco fue la más apropiada. Nelson atacó por la retaguardia, y
desarboló rápidamente la flota rival, que equivocó también las maniobras de giro. Cuando la
batalla alcanzaba su momento trascendental, el francés Dumanoir decidió abandonar, junto con
otras cuatro naves, lo que terminó de decantar la balanza y precipitar el desastre. Al final de la
contienda sólo se salvaron cinco navíos españoles, y en un estado verdaderamente precario. Las
bajas fueron cuantiosas: la flota franco-española perdió a dos mil ochocientos hombres, más de
dos mil de ellos españoles, mientras que los ingleses sólo tuvieron que lamentar cuatrocientas
bajas. Otros muchos, sin duda alguna, murieron poco después en los hospitales, y muchos de
ellos hubieron de perecer en los naufragios posteriores. Porque el destino de muchos barcos fue
más triste aún: casi todos los barcos españoles capturados por los ingleses se hundieron por una
tormenta desencadenada poco después de la batalla.
Para los españoles la derrota significó que todos los esfuerzos de Godoy, encaminados a dotar a
España de una poderosa marina de guerra, se iban al traste. Para Francia, la derrota significó
una pérdida incalculable: su renuncia, definitiva y explícita, a una eventual invasión del Reino
Unido. Para los británicos, en cambio, supuso el triunfo la consolidación de su dominio de los
océanos, sustituyendo definitivamente a España en esa posición.
AUTORES: Nati Cabra y José Luis Rodríguez
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12. El Palomar de La Breña es, como su nombre indica, un palomar del s. XVIII que se sitúa en el corazón del Parque Natural de La
Breña y Marismas de Barbate, en el Cortijo de La Porquera. Hoy está convertido en un hotel rural de dos estrellas, pero su
construcción fué motivada por asuntos militares,
tales como utilizar las palomas como mensajeros y
utilizar su guano para la fabricación de pólvora.
Se trata de uno de los tres palomares más
grandes de Europa, aunque el tamaño va siempre
en relación con el de la finca. El tamaño de los
nidos (hornillas) tiene que ser suficientemente
espaciosa para que macho y la hembra puedan
resguardarse juntos, estableciéndose el mínimo de
35 centímetros.
Las razones que llevan a una paloma torcaz a
retornar al nido son todavía hoy un misterio. Lo que
sí está claro es lo bien que el hombre ha aprovechado esta circunstancia a la hora de convertir estas aves en mensajeras.
Otras utilidades tradicionales que han tenido el palomar consiste en el aprovechamiento de las deyecciones de las palomas,
llamadas palominas, como abono de cultivos exigentes en nitrógeno y ácido fosfórico como el cáñamo y el tabaco. Por otro
parte, este estiércol se batía con el mayal para hacerlo polvo, con el fin de arrojarlo sobre el campo en tiempos de lluvia, donde
se diluía y evitaba que los cultivos se quemaran. Otro uso del excremento de paloma consistía en la producción de nitrato para
hacer pólvora de fusil.
Antes de la aparición de los abonos químicos, la importancia de la palomina era tal en algunas regiones que su valor se
estipulaba en los contratos de arrendamiento, pudiendo hasta figurar también en los de matrimonio como parte de la dote.
El Palomar de la Breña tiene 7.700 nidos y casi 400 m2 de superficie. En el palomar pudo haber hasta 10.000 palomas adultas a
las que habría que añadirles las crías. Las palomas se caracterizan por su gran capacidad de reproducción, de uno a dos
pichones, cada tres semanas. Así cada mes, el palomar podría tener 15.000 palomas (10.000 adultas y 5.000 crías) Con tal
cantidad de paloma, es fácil imaginar tal cantidad de caquitas de palomas: Una paloma produce de dos a tres kilos al año, por lo
que el palomar de La Breña tenía que producir entre 10 y 15 toneladas de palomino al año. Otro subproducto del palomar era
la carne de paloma: producto de distinción social y de supervivencia para armadores y navegantes. El palomar surtía a las
expediciones navales desde Cádiz con carne fresca de palomas vivas llevadas
en jaulillas.
No os aterroricéis con tal cantidad de caquitas. Nada queda. Ni siquiera
palomas. Entrar en palomar es asombroso. Estrechos pasillos, sin techo,
de altas paredes repletos de hornillas (los nidos) y pequeños huecos por donde
pasar de un lado a otro acentúa la sensación de estar en un sitio único.
Cualquier ángulo es bueno para una fotografía. Hoy todo está limpio para las
visitas turísticas pero cómo sería aquel lugar con tanta paloma.
La tipología arquitectónica del palomar se basa en lo funcional, y todo detalle va encaminado al fin de criar las palomas en las
mejores condiciones. La del palomar de La Breña la forma una estructura sin tejado y en calles paralelas. Sus muros son gruesos
y altos (11 metros), y presentan nidos por ambas caras, lo que multiplica por dos la cantidad de nidos por metro cuadrado de
muro construido. La presencia del patio permite a las palomas posarse sobre los dos grandes paños de tejado, de suave
pendiente, mientras que los baños en el canal central hacen su función quedando perfectamente protegidos del viento y de los
predadores.
En la actualidad, el Cortijo de La Porquera es un hotel rural y el acceso al palomar es libre. Solo es necesario indicar al
recepcionista que vienes a ver el Palomar. Una vez dentro todo está limpio. Ya no hay palomas en el palomar. Hay varias
rutas que nos llevan hasta el palomar. Desde Vejer de la Frontera tenemos la ruta R.I.4 y desde Barbate la R.I.5 pasa junto
al Cortijo de La Porquera ( a 1.5 Km. de la ruta). La visita a uno de los 3 palomares más grande de Europa merece la pena.
AUTORA: Rosa Rubio
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13. La zona de Trafalgar parece ser una zona caliente
en materia de misterios, y es que una costa por la
que han pasado decenas de civilizaciones, han
muerto cientos de marineros ahogados y que se
encuentra en un punto estratégico a nivel mundial
no es un lugar cualquiera. Estas son las historias
más enigmáticas de las playas de Trafalgar.
Ovnis y luces en el cielo
Las crónicas de OVNIS son un clásico de la costa
de Cádiz. No hay que olvidar que uno de los casos
más célebres de aterrizaje y avistamiento de humanoides tuvo lugar a pocos kilómetros, en la playa de
los Bateles de Conil.
El conocido como "caso Conil" tuvo lugar en 1989, a mediados del mes de septiembre. Un grupo de
amigos observó en el horizonte una conjunto de luces realizando movimientos anómalos. Las
observaciones se prolongaron durante semanas y tuvieron su momento culminante a final de mes,
cuando el grupo de jóvenes presenció luces cercanas y posteriormente la presencia de dos figuras de tipo
humano que salían de la orilla y que tras sufrir una increíble metamorfosis se convertían en un hombre y
una mujer de tipo nórdico que se adentraban en el pueblo perdiéndose en sus calles.
Algunos dicen que es uno de los casos más claros de "infiltrados". Otros achacan la historia a la
confusión de los jóvenes que creyeron ver OVNIS donde lo que había eran unas maniobras militares.
Aún hoy persiste la historia de los humanoides de Conil y algunos investigadores y los propios testigos
se niegan a pensar que lo que vieron eran simples militares en maniobras.
Otro caso OVNI de la zona fue el llamado por algunos "Roswell de Barbate".
En 1996 muchos testigos de la zona de Caños de Meca, Barbate y Vejer pudieron observar una enorme
luz multicolor que caía en el interior del parque natural de la Breña, cerca de la zona de San Ambrosio.
Nunca se encontró resto de meteorito alguno , ni incendio, ni crater ni nada relacionado con el objeto.
Los insistentes rumores de la población y la cercanía de la zona militar del Retín levantaron teorías de
todo tipo. Había personas que declararon observar extraños movimientos militares en la zona en los días
posteriores. La ola de comentarios y rumores tuvo tal calado que llegaron incluso al Congreso de los
Diputados. El diputado de Izquierda Unida Willy Meyer, interpeló al Ministerio de Defensa en relación
con el siniestro, obteniendo la respuesta de que no había constancia de movimientos algunos del ejercito
español o americano por la zona en esos días.
Investigadores del tema todavía sostienen que los movimientos militares provenían del ejercito
americano y que lo se recogió en la zona pudo ser un artefacto artificial, ¿extraterrestre tal vez?.
De lo que no tenemos dudas (y nos consta fehacientemente) es que algo muy grande calló aquella noche
en los pinares de San Ambrosio.
AUTORA: Nati Cabra y José Luís Rodríguez
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14. Las leyendas de fantasmas en estas playas son antiguas. En la zona del Tajo de Barbate
existe la leyenda de una dama blanca que algunos marineros observan en el borde del
acantilado. Dicen que podría ser el espíritu de una joven que se suicidó por amor a principios
del siglo XX.
El Cabo de Trafalgar es otro lugar de poder. De hecho los romanos situaron junto al faro nada
menos que un templo a la diosa Juno, reina del Olimpo. No hay que olvidar que en 1805 cientos
de marineros murieron ahogados en la Batalla de Trafalgar.
Todavía hoy algunos creen oir en las noches cerradas sin luna los sonidos de la batallas y los
gritos de los desgraciados marineros que se confunden con el viento.
AUTORES: Nati Cabra y José Luís Rodríguez
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15. Proponemos el siguiente juego didáctico para el recorrido:
Concurso de fotografía.
FOTOGRAFÍAS DE LA VEGETACIÓN, FAUNA Y PAISAJE DE LA ZONA
BASES
a) PARTICIPANTES
• Todos los que hagan la ruta, tanto profesores del curso como acompañantes.
b) NORMAS
1. Cada autor puede presentar un máximo de 3 fotografías, ( jpg ) una por cada tema.
2. No se aceptarán fotografías de crías, nidos y en general ninguna que para su realización se haya podido
perjudicar o molestar al animal o plantas.
3. Las fotografías deberán ser inéditas y no haber sido publicadas o premiadas.
4. Cada participante deberá mandar las fotos hasta el día 15 de mayo a ( sendero4@yahoo.es )
c) PREMIOS
• La vegetación
• La fauna ( Aves, reptiles, insectos, etc)
• El paisaje
d) JURADO
• El jurado estará formado por el GRUPO LA BREÑA y LA COORDINADORA Y COORDINADOR DEL CEP
e) FALLO DEL JURADO
El fallo del jurado se hará público en
EL BLOG http://senderolabrenademeca.blogspot.com/
Cualquier hecho no previsto en estas Bases, o duda sobre la interpretación de
las mismas, será resuelto en el lugar el día 8 de mayo.
f) DERECHOS
Los autores de las fotografías por el hecho de participar en este concurso, ceden los siguientes
derechos en exclusiva a la organización, CEP Sevilla los derechos de uso, difusión,
distribución, comunicación pública, exhibición y reproducción que respondan a fines
educativos, culturales del CEP, debiendo siempre indicar el nombre del autor de la fotografía.
Grupo la Breña
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16. SALIDA, LA VIA VERDE DE CORIPE
LAS MASCOTAS DEL CURSO
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