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Los valientes de David 1
1. Los valientes de David
Pr José Luis Ojeda Cereceda
Texto: “También algunos hombres de Gad se pasaron a David, a la fortaleza
del desierto; hombres de guerra muy valientes para pelear, diestros con escudo y
lanza. Tenían aspecto de leones, y ligeros como gacelas monteses” (1 Crónicas 12:
8).
Introducción
Dios necesita hijos valientes que se mantengan firmes en su posición
mientras los demás huyen.
En la vida cristiana ¿Cómo se es valiente para enfrentar las luchas del mal?
¿Dónde se obtiene la fuerza? ¿Se lograrán las victorias espirituales luchando solo?
¿Quiénes fueron Joseb, Eleazar y Sama?
Los valientes de David
Leamos el texto de 2 Samuel 23: 8-12, “Estos son los nombres de los
valientes de David: Joseb Basebet el tacmonita, el jefe de los tres, que blandió su
lanza contra ochocientos hombres, y los mató en un solo combate. Después
Eleazar hijo de Dodo de Ahohi. Fue uno de los tres valientes que estaban con
David, cuando desafiaron a los filisteos que se habían juntado en Damim. Los
israelitas habían retrocedido, pero él se mantuvo firme, e hirió a los filisteos hasta
que su mano se cansó y quedó contraída a la espada. Aquel día el Eterno obró una
gran victoria, y el ejército volvió sólo para juntar el botín. Después de éste fue
Sama, hijo de Age, ararita. Los filisteos se juntaron en Lehi. Había ahí un terreno
sembrado de lentejas. El ejército había huido ante los filisteos. Pero él se paró en
medio de aquel terreno y lo defendió. Hirió a los filisteos y el Eterno otorgó una
gran victoria”.
¿Cuál era el trío de valientes de David? Joseb Basebet, era el jefe de los
tres. Solo con su lanza luchó y mató en una sola batalla a ochocientos hombres.
Eleazar, fue de los tres que no retrocedió ante la amenaza de los filisteos. La
2. Biblia dice que “él se mantuvo firme”. Peleó tanto contra los filisteos que su mano
quedo pegada a su espada. Sama, fue el único que quedo del resto del ejército
hebreo, de lo que fue la batalla del sembrado de lentejas, ya que los demás había
huido ante la amenaza de los filisteo. El relato dice que “él se paró en medio de
aquel terreno y lo defendió”.
Siendo que en los tres casos se presenta el valor de Joseb Basebet, Eleazar
y el de Sama, la batalla era de Dios. Ellos pelearon con Dios de su lado. De otra
forma hubiera sido imposible. La Biblia dice que “el eterno otorgó una gran
victoria”.
Nuestras peleas son las peleas del Señor. Con él podemos hacer posible lo
imposible. Pero la victoria la da el Señor.
Mientras los demás pueden retroceder, hoy siguen habiendo personas que
no ceden como Joseb, Eleazar y Sama.
El Señor quiere hacer mucho por su obra a través de líderes como Joseb,
Eleazar y Sama.
En 2 Samuel 23:13-17 leemos “Y Tres de los treinta jefes descendieron al
comienzo de la siega y fueron a reunirse con David en la cueva de Adulam,
mientras los filisteos estaban en el valle de Refaim. Entonces David estaba en la
fortaleza, y la guarnición de los filisteos en Belén. David dijo con vehemencia:
"¡Quién me diera a beber del agua de la cisterna de Belén, que está a la puerta!
Entonces los tres valientes atravesaron el campamento filisteo, sacaron agua de la
cisterna de Belén, que estaba a la puerta, y la trajeron a David. Pero él no la quiso
beber, sino que la derramó ante el Eterno diciendo: Lejos de mí, oh Eterno, que
yo haga tal cosa. ¿He de beber la sangre de los varones que fueron con peligro de
su vida?" Y no la quiso beber. Los tres varones hicieron esto”.
Los tres valientes de David estaban dispuestos a dar todos, incluso dar su
vida, por David y su pueblo. Cuando supieron que su rey tenía sed y soñaba con
el agua de belén, ellos sin dudarlos fueron a costa de su vida por el riesgo que
esto implicaba a cumplir el sueño de su rey.
¿Necesita Dios este mismo tipo de valentía? A través de la historia
cristiana del pueblo de Dios, siempre ha habido hombres y mujeres que han
dado todo, hasta su propia vida, por lograr o mantener el sueño de su Rey.
3. Estos hijos e hijas de Dios lo han dado todo por él. Han sido capaces de no
retroceder ni un milímetro en esta batalla espiritual. Han sido capaces de no cede
ni un milímetro de terreno a Satanás. Han sido capaces de blandir la espada de la
Palabra de Dios en su mano.
Ha peleado la batalla de la fe y de la verdad contra cualquiera o cuantos
sean que se levanten contra Dios.
¿Somos capaces de darlo todo por cumplir el sueño de nuestro Rey?
¿Damos solo lo que no altera lo que tenemos? ¿Avanzamos o retrocedemos?
¿Nos mantenemos firmes o nos caemos?
Sigamos repasando la valentía de los hombres de David. Busquemos en 2
Samuel 21:15-22, “Volvieron los filisteos a hacer la guerra a Israel, y descendió
David y sus siervos con él, y pelearon con los filisteos; y David se cansó. E Isbi-
benob, uno de los descendientes de los gigantes, cuya lanza pesaba trescientos
siclos (3,4 kg) de bronce, y quien estaba ceñido con una espada nueva, trató de
matar a David; mas Abisai hijo de Sarvia llegó en su ayuda, e hirió al filisteo y lo
mató. Entonces los hombres de David le juraron, diciendo: Nunca más de aquí en
adelante saldrás con nosotros a la batalla, no sea que apagues la lámpara de
Israel. Otra segunda guerra hubo después en Gob contra los filisteos; entonces
Sibecai husatita mató a Saf, quien era uno de los descendientes de los gigantes.
Hubo otra vez guerra en Gob contra los filisteos, en la cual Elhanán, hijo de
Jaareoregim de Belén, mató a Goliat geteo, el asta de cuya lanza era como el
rodillo de un telar. Después hubo otra guerra en Gat, donde había un hombre de
gran estatura, el cual tenía doce dedos en las manos, y otros doce en los pies,
veinticuatro por todos; y también era descendiente de los gigantes. Este desafió a
Israel, y lo mató Jonatán, hijo de Simea hermano de David. Estos cuatro eran
descendientes de los gigantes en Gat, los cuales cayeron por mano de David y por
mano de sus siervos”.
Según este relato David estuvo a punto de morir en batalla. Pero sus
valientes lo socorrieron y lucharon por él. Entre ellos están: Abisai, ¿Quién fue
este hombre? Bueno, Abisaí peleo contra un gigante llamado Isbi-benob; cuya
lanza pesaba 3,4 kilos y lo mató. El segundo hombre que se menciona es Sibecai.
¿Quién fue este hombre? Bueno, Sibecai peleó en la batalla de Gob y mató a un
gigante llamado Saf. El tercer valiente que aquí se menciona es el de Elhanán.
¿Quién fue este hombre? Bueno, Elhanán peleó en la tercera guerra contra los
filisteos en Gob y mató a un gigante llamado Goliat. El cuarto valiente de David
4. está Jonatán. ¿Quién era este hombre? Bueno, Jonatán en una cuarta guerra
contra los filisteos mató a un gigante que tenía doce dedos en las manos y doce
dedos en los pies.
Tanto Abisai, Sibecai, Elhananá y Jonatán lucharon contra gigantes.
Hombres muchos más grandes que ellos. Hombres preparados en la guerra.
Hombres más fuertes que ellos. Pero no les tuvieron miedo. Los enfrentaron y
ganaron.
¿Necesitará Dios de estos mismos tipos de hombres y mujeres para este
tiempo? Sin lugar a dudas en estos tiempos hay gigantes que parecieran difíciles
de vencer. Gigantes que a veces atemorizan a los hijos de Dios. Pero no hay
gigante en esta vida que pueda vencer a la alianza humano divina cuando se
trata de la salvación de las almas.
Los valientes diestros
Leamos lo que dice 1 Crónicas 12:1-3, “Estos son los que vinieron a David
cuando él estaba aún en Siclag, fugitivo por causa de Saúl hijo de Cis. Y fueron los
valientes que ayudaron en la guerra. Estaban armados de arcos, y usaban ambas
manos para tirar piedras con la honda, y saetas con el arco. De los hermanos de
Saúl de Benjamín, el principal era Ahiezer, después Joás, hijos de Semaa
gabaatita. Jeziel y Pelet, hijos de Azmavet, y Beraca y Jehú anatotita”.
En este relato bíblico se agrega una segunda característica de los hijos de
Dios, eran hombres diestros para la batalla. ¿Cómo es eso? La Biblia lo dice, eran
diestros porque usaban ambas manos en la batalla.
En Jueces 20:16 se nos habla de los benjamitas que eran muy famosos por
lo siguiente que menciona “Entre toda aquella gente había setecientos hombres
selectos, que eran zurdos, y tiraban una piedra con la honda a un cabello, y no
erraban”.
Eran tan diestros estos hombres que tenían buenísima puntería. Eran 700
especialistas en su área. Expertos en lo que tenía que hacer. Tan expertos que no
erraban.
La Biblia dice “tiraban una piedra con la honda a un cabello, y no erraban”.
Esta expresión sólo implica la extrema precisión con que disparaban. En épocas
5. posteriores, los benjamitas tenían fama de ser diestros honderos (1 Crónicas 12:
2). En la historia secular se registra de hombres que fueron tan expertos en el arte
de arrojar piedras, que éstas iban con tanta fuerza como si hubieron sido lanzadas
por una catapulta, y atravesaban escudos y cascos.
No erraban, en Hebreo ‘jata’. Esta es la misma palabra que en casi todas la
veces que aparece (más de 200), se traduce "pecar". El significado básico del
verbo es "errar el blanco". Cuando se usa la palabra para indicar "pecado",
describe un acto que yerra el blanco divino que Dios ha establecido para su
pueblo: la meta de la perfección definida en la ley de Dios.
Los valientes y diestros de Dios
Elena de White escribió: “Que la verdad para este tiempo sea recibida
cordialmente y se constituya en la base del carácter, y produzca firmeza de
propósitos, que no puedan influenciar las atracciones del placer, las veleidades de
la moda, el desprecio de los amadores del mundo, y los mismos clamores de
complacencia propia que eleva el corazón. . . Tenemos ilustraciones notables del
poder sustentador del principio religioso firme. Ni aun el temor a la muerte podía
obligar al desfalleciente David a beber del agua de Belén, para obtener la cual
varios valientes habían arriesgado la vida. Los feroces leones no podían impedir
que Daniel continuara con sus oraciones cotidianas, ni tampoco pudo el horno
de fuego inducir a Sadrac y sus compañeros a arrodillarse delante del ídolo que
había erigido Nabucodonosor. Los jóvenes de principios firmes menospreciarán
el placer, desafiarán al dolor, y harán frente incluso al foso de los leones y al
horno de fuego recalentado, antes que ser desleales a Dios”.
¿Cuáles son los valientes para los días de hoy? Así como los registros
bíblicos Dios necesita hombre valiente y diestros, usted y yo solo tendremos la
valentía de luchar contra enemigos más poderosos que nosotros si colocamos a
Dios como nuestro aliado. Entonces, errar el blanco es desviar nuestra vista de
Dios.
Conclusión
Los valientes de Dios se mantienen firmes en su posición mientras los
demás huyen. Joseb, blandió su lanza. Eleazar, se le cansó su mano. Sama no
6. retrocedió. Los tres fueron capaces de arriesgar su vida por ir a buscar agua en
terreno enemigo. Dios quieres que seas valiente como los soldados de David.
Dios quiere que seas un valiente de Jesús.
Llamado
En esta iglesia Dios quiere valientes que no retrocedan ante el pecado y
sean valientes para denunciar el pecado, valientes para ir donde Dios manda
¿Quieres ser uno de los valientes que hoy necesita Dios?