Las ruinas del Monasterio de San Francisco son las más importantes de la ciudad de Santo Domingo. El monasterio estuvo integrado por tres edificios unidos pero arquitectónicamente independientes: la iglesia, el convento y la capilla de la Tercera Orden, organizados en torno a un claustro central. Construido sobre un altozano que domina la ciudad, el conjunto monumental ofrece un aspecto de grandiosidad y fuerza a pesar de encontrarse en ruinas.