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TEOLOGÍA SIN EDIFICIO, ES IDEOLOGÍA ANODINA
1. TEOLOGÍA DESVERTEBRADA, ES IDEOLOGÍA ANODINA
Cristian Camilo Cárdenas Aguirre*
Al principio de la historia cristiana, la Teología se dedicó a ser de corte
apologética; es decir tuvo una suma dedicación a explicar, defender y motivar la
fe, frente a las distintas herejías que surgían en la época. En nuestros tiempos se
enfrenta a un proceso de ruptura con aquellos que han seguido otras corrientes
de pensamiento que buscan ingeniar nuevos tipos de teología o más aún aquellos
que son indiferentes frente a un tema tan exquisito para ahondar.
Frente a esta preocupación grave nos encontramos con un pensador teólogo de
la época actual como lo es Juan José Tamayo**, quien citando a Karl Barth en su
libro Introducción a la Teología Evangélica dice: “El trabajo teológico no puede
continuar el edificio sobre unos fundamentos que ya han sido colocados… Si la
teología no quiere precipitarse en la arterioesclerosis, en el aburrimiento ergotista,
su trabajo de ningún modo puede ser rutinario, no puede realizarse en función de
un automatismo” y concluye diciendo: “Algunos teólogos, además de
arterioesclerosis, padecen de tortículis de tanto mirar, girar el cuello hacia el
vaticano”1
Que utopía tan grande, el pensar que no se tiene que hacer teología sin un
fundamento preexistente, es lo ilógico de lo real que se palpa a la puerta de un
pensamiento indiscutible y a su vez discurrido en toda la historia.
La teología al hacerse sin fundamento sería la anodines de un creer que se
progresa cuando lo que hace es crear un tipo de agnosia en el pensamiento
mismo de la teología.
El desconocer la historia, es querer armar un mundo cerrado convertido en un
mundo propio que no ocupe ni lugar ni tiempo, y si de eso se trata sería caer en lo
absoluto. Por tanto, lo que permite hacer teología es el hecho de ver que Dios
mismo se ha revelado en la historia y en el tiempo.
*
Estudiante de Teología en el Seminario Misionero del Espíritu Santo en convenio con la
Universidad Católica de Oriente en la Ceja Antioquia. Estudiante en la Licenciatura de Filosofía y
educación Religiosa por la Universidad Católica de Oriente de Rionegro Antioquia. Obtuvo el título
de Bachiller Filosófico por el Seminario Misionero del Espíritu Santo, 2011. Es actualmente el
Académico general del mismo Seminario.
**
Licenciado en Teología por la Universidad Pontificia de Comillas, 1971. Doctor en Teología por
la Universidad Pontificia de Salamanca, 1976. Diplomado en Ciencias Sociales por el Instituto
León XIII, 1972. Licenciado (1983) y doctor en Filosofía y Letras por la Universidad Autónoma de
Madrid, 1990. Director de la Cátedra de Teología y Ciencias de las Religiones “Ignacio Ellacuría”,
Universidad Carlos III de Madrid (España).
1
TAMAYO A, Juan José. (2005). Teología y Sujeto. Revista Theologica Xaveriana 153
2. Esta revelación conlleva a que se beban de unas fuentes primordiales como es la
Sagrada Escritura y la Tradición de la Iglesia que sabiamente interpreta, custodia
y transmite lo que el mismo Señor quiere.2
Así que hacer teología como él mismo dice, sin mirar al vaticano es distanciarse
de lo que es en sí teología cristiana pues si fuese así, sufriría el mismo (Juan José
Tamayo) de tortículis pues en sus escritos se encuentran referencias de otros
autores, como de la misma Iglesia para al menos oponerse o estar a favor de la
misma.
Comúnmente se dice que el Padre de la Teología Cristiana es el Doctor Angélico
Santo Tomás de Aquino, que con su pensamiento versado nos ha dejado un gran
legado, el cual, el magisterio y el pensamiento teológico bebe. De igual manera
este mismo autor aunque muy brillante fue, tuvo sus fuentes en Aristóteles, San
Agustín, San Anselmo de Aosta, entre otros. Pero aunque haya tomado de ellos,
no quiere decir que sufrió de tortículis ni mucho menos de un endurecimiento en
su pensar, sino que dejó el campo abierto para que se continuara reflexionando
sobre un tema que a pesar de que fue revelado no deja de ser misterioso.
Es conveniente resaltar uno de los pensamientos de Tamayo cuando dice: “una
manera de hacer teología es en diálogo con otros saberes” 3. Es importante tener
de realce este postulado ya que la misma teología por su misma naturaleza no se
queda aislada, sino que toca lo concreto del mundo y la humanidad; tal razón hay
en que la teología beba de otras fuentes principalmente de la filosofía como de
otras ciencias, lo cual permite vislumbrar un panorama abierto y no anquilosado
en la nada ni mucho menos en un vacío sin existencia.
Es bueno crear pensamiento, pero también es bueno sustentar dicho
pensamiento; la misma ciencia aunque investigue, quiera descubrir nuevas cosas
siempre tiene que basarse en lo que ya está descubierto, de lo contrario se vería
girando en un ángulo de 360° al que nunca se le encuentra salida ya que el
mismo sujeto que la gira no se da cuenta que no hay ninguna frontera que le
permita salir de su propia esfera, es como caminar sin saber que se camina,
avanzar sin sospechar en lo mínimo que no se encuentra en movimiento, es como
si se repitiera la historia de Aquiles que por más que quiera dar alcance a la
tortuga, esta nunca será alcanzada4
Es importante por ende siempre dar un vuelto atrás y percibir lo que la Iglesia ha
dicho por medio del Magisterio basado en la Sagrada Escritura y la Tradición,
pues de alguna forma sería querer ver la forma de lo que se busca plantear
dejando a un lado el fondo a buscar5.
2
Cfr. http://www.conocereisdeverdad.org/website/index.php?id=86 Mayo 01 2012
3
Ibíd., p. 94
4
CÁRDENAS AGUIRRE, Cristian Camilo. (2011) La filosofía Antigua hoy. Tesis no publicada. Seminario
Misionero del Espíritu Santo. La Ceja Antioquia P. 57
5
Fondo y Forma. Son las premisas de la Psicología Gestalt. Cfr. PRADA, José Rafael. Escuelas Psicológicas y
Psicoterapéuticas. Bogotá. San Pablo. P. 160
3. Desde que exista el hombre siempre se va a hacer teología, en cuanto a la
experiencia que cada Cristiano haya tenido con su Creador o en el discurrir del
pensamiento asentado en lo ya descubierto por otros.
Tal razón tiene Tamayo cuando dice que “La teología no agota la reflexión sobre
Dios”6. Es preciso saber que el misterio no agota la reflexión, a su vez la reflexión
eleva a conocer una parte de ese misterio; es por ello que el misterio se deja
desvelar por el Pleroma* de la Trinidad, que es causa del Teólogo indagar sobre
ello y tener una aproximación al misterio.
Como corolario se puede percibir que no es posible la teología sin la
fundamentación del vaticano como lo denomina Tamayo, pues ni para hacer
filosofía se puede dejar de un lado las bases necesarias para crearlas. Teología e
Iglesia van íntimamente unidas: La teología esclarece el misterio encarnado en
Cristo por medio de su Iglesia, como la Iglesia fundamenta la Teología para que el
misterio sea cognoscible no holísticamente sino de acuerdo a lo vivido de cada
quien que lo inquiere.
6
TAMAYO A, Juan José. Óp. Cit., p. 99
*
Entiéndase Pleroma como Plenitud en la Trinidad