Colombia aborda el problema del consumo de drogas adoptando un enfoque de salud pública después de décadas de guerra contra el narcotráfico. El alcalde de Bogotá propuso la creación de centros para el consumo controlado de drogas duras, pero su idea de proveer drogas gratuitas a los adictos generó muchas críticas. Mientras tanto, las nuevas políticas colombianas se enfocan en tratamientos y prevención en lugar de simplemente distribuir drogas, aunque aún enfrentan desafíos como la falta de
Colombia, Consumo de Drogas tras la larga Guerra del Narcotrafico - JulianTamayo19.
1. Colombia aborda problema de consumo de droga tras larga
guerra al narcotráfico.
Los Gobiernos de Colombia y de Bogotá han dado nuevos pasos
contra el problemadel consumo de estupefacientes,después de haber
centrado durante décadas la guerra contra las drogas en el combate
militar al narcotráfico.
El Ejecutivo nacional, que preside Juan Manuel Santos, optó por una
herramienta legislativa y sancionó el pasado 31 de julio la primera ley
colombiana que reconoce la adicción como un problema de salud
pública, al tiempo que obliga a las sociedades médicas a cubrir la
rehabilitación de los adictos que quieran recuperarse.
Esta iniciativa, según dijo el sociólogo y director de la organización
Acción Andina, Ricardo Vargas, "no supone ninguna revolución" pero
abre una salida al drama social de la droga.
En cualquier caso, esta medida del Gobierno de Colombia, país en el
que actualmente está prohibido el porte y consumo de drogas superior
a la dosis mínima (máximo 1 gramo de cocaína y 20 gramos de
2. marihuana), es "menos comprometida" y polémicaque la abordada por
la Alcaldía de Bogotá, aseguró.
El burgomaestre capitalino, el izquierdista Gustavo Petro, irrumpió con
el anuncio de la creación de centros de expendio y consumo
controlado para adictos a drogas duras, al estilo de los que ya existen
en ciudades como Madrid, Barcelona, Vancouver o Berna.
Pero la "vuelta de tuerca" del alcalde Petro fue barajar la posibilidad de
proveer gratuitamente la droga a los adictos cuando atraviesan el
síndrome de abstinencia.
Esto atrajo una lluvia de críticas, incluso del Gobierno nacional, cuyo
aval sería imprescindible para la puesta en práctica de la iniciativa.
La ministra de Salud y de la Protección Social, Beatriz Londoño,
descartó la idea al indicar que por acuerdos internacionales Colombia
no puede entregar drogas ilícitas a los ciudadanos y añadió que solo
en cinco ciudades del país se puede suministrar metadona a los
adictos a la heroína.
Entre tanto, el procurador General, Alejandro Ordóñez, llegó a tildar la
iniciativa de inconstitucional, pues la Carta Magna de 1991 "establece
que en Colombia el adicto no es un delincuente sino un enfermo para
el que se debendiseñar políticas públicas para efectos terapéuticos",y
la intención de Petro, a su juicio, no tiene esa finalidad.
En principio, estos Centros de Atención Médica para Adictos a las
Drogas (CAMAD) o "narcosalas" estarían destinados a los 7.000
consumidoresde "bazuco" (pasta base de coca adulterada) de Bogotá
y se ubicarían alrededor de las "ollas", como se conocen en Colombia
a los zonas urbanas donde se vende y consume droga.
Pero, según advirtió Vargas, "hay vacíos de investigación en torno al
'bazuco' o 'paco' que limita la posibilidad de aplicar tratamientos como
es la metadona para la heroína y se centran en paliativos".
3. Por eso, consideró que la iniciativa de Petro quedaría "coja" y debería
"enmarcarse en una perspectiva estratégica con otras políticas
sociales de prevención y reducción de daños que propulsara la
Alcaldía".
Petro se justificó al asegurar que "no es un salto al vacío" y mostrarse
convencido de la eficacia que tendría este sistema para "aislar la
juventud del crimen, quitar el consumo de las calles y debilitar las
bandas del narcotráfico dedicadas al microtráfico".
Aunque precisó que no pondrá en marcha la estrategia si el Gobierno
no la aprueba, recordó que contempla una atención integral, es decir,
que irá de la mano con una política de salud que busque la prevención
y que intente disminuir los daños del consumo.
Vargas descartó que las recientes medidas colombianas estén en la
línea de lo que está sucediendo en Uruguay, donde el Parlamento
estudia un plan gubernamental para convertirse en el primer país del
mundo que produzca y venda marihuana y así disminuir el avance de
la delincuencia y arrebatar el negocio al narcotráfico.
El informe "Dinámica de Expendio y Consumo de Drogas en Bogotá",
realizado por el Centro de Estudio y Análisis en Convivencia y
Seguridad Ciudadana, dependiente de la Alcaldía, señala que de los
1.632 homicidios registrados en la ciudad entre enero y diciembre de
2011, 252 (15,4 %) estuvieron relacionados con los estupefacientes.