2. Dedicado a nuestros padres por
siempre apoyarnos en todo, a
nuestra maestra por el apoyo
brindado para la realización de
este nuestro trabajo.
JOEL LIMACHE
KEVIN ULLOA
3. Era una mañana nublada soleada, las calles estaban
contenidas de charcos de agua, había llovido ayer. Las formas de todas las
personas no se podían observar nítidamente por la densa niebla. Las
personas salían a trabajar desde muy temprano, algunos llegaban después
de una tranquera, otros se quedaban a dormir en el parque, y otros ni se
acordaban de despertarse.
Enrique y Efraín después de haber dormido pocas horas son despertados
por Don Eustaquio con una voz como si el mismo diablo les estuviera
llamando, él tipo era feo, arrugado, tuerto de un ojo; los niños, inocentes,
no tienen con que vestirse tenían una ropa lleno de agujeros, estaban
desnutridos, tenían ocho años, ocho años de constante maltrato, ocho
años sin protección.
Cuando despertaron se lavaron la cara, cogieron sus bolsas de caramelos,
y siguieron la rutina diaria. Les tocaba vender por la calle Real, no les fue
bien, solo lograron vender una bolsa. Regresaron a su casa (si se podría
llamar así), Don Eustaquio los recibió de mala manera les dejo sin
comer.
JOEL LIMACHE
KEVIN ULLOA
4. Pasaban los días y se acercaba Navidad, los niños lo esperaban con
ansias tenían la esperanza de que esta fuera diferente y que pudieran
recibir un regalo, en cambio el Viejo no le tenía importancia a esto, solo
le importaba el generar más dinero explotando a los niños.
El 23 de diciembre, después de ser golpeados de una manera salvaje por
su abuelo, los niños cansados de mucho maltrato deciden abandonar la
casa. Salieron muy temprano sin hacer ruido, abrieron la puerta y al salir
sentían que eran libres sin saber que les esperaría el otro mundo .Don
Eustaquio al despertar fue donde dormían los niños y fue grande su
sorpresa porque no los encontró.
Efraín y Enrique habían estado en la calle por varias horas, ya sentían
hambre. Ellos se pusieron en medio de toda la multitud a pedir limosna
para así poder alimentarse; las horas pasaban pero el dinero que habían
recibido de muchas personas no fue de mucha ayuda. Ya que vino un
ladrón y les robo todo lo recolectado en casi medio día. Los niños sentían
que se iban a morir por no comer, así que Enrique llevo a Efraín a un
restaurant cerca y pidieron que les inviten algo, el dueño se compadeció y
les hizo sentar en una mesa. Les sirvió lo que había en la cocina, ver a los
niños comer era algo asombroso, porque se acabaron la comida en un
par de minutos.
JOEL LIMACHE
KEVIN ULLOA
5. Los niños agradecidos por la comida recibida siguieron deambulando por
las calles sin rumbo alguno, hasta que llegaron al parque Huamanmarca,
había un espectáculo de payasos, Efraín le dijo a Enrique –siempre he
querido ver un espectáculo de los payasos- y Enrique le responde-yo
también-.Así que ambos se quedaron a mirar los malabares, chistes y bailes
que realizaban los payasitos.
Y así llego la noche y ellos no sabían dónde dormir así que se quedaron en
el parque a dormir en el frio, corría mucho viento, y estaba a punto de
llover. Los chiuches tenían mucho frio, tanto que se abrazaron y se
pusieron a dormir en los bancos de aquel parque.
Al día siguiente a vísperas de la navidad, la policía los encuentra en el
parque durmiendo y deciden llevárselos a la comisaría para después ser
llevados al albergue. Enrique y Efraín se negaban a ir al albergue,
entonces uno de los policías les dijo –ahí pasan la navidad de lo mejor, ¿no
les gustaría pasar una navidad feliz? Entonces otro prosiguió –Dicen que
ahí siempre va santa Claus- Los niños entusiasmados se fueron al albergue
deseando pasar su primera navidad felices. Llega la medianoche y
todos recibieron regalos, entonces Enrique exclamó – ¿Y santa Claus?
JOEL LIMACHE
KEVIN ULLOA
6. No veo a santa Claus, a mí me dijeron que él me iba a entregar mi
regalo- todos los niños internados en el albergue se empezaron a reír.
Efraín también exclamó –Es verdad yo tampoco veo a santa Claus,
tampoco veo que este nevando-.Sin ninguna palabra más los niños
decidieron irse a sus cuartos desilusionados y tristes.
Entonces algo inexplicable pasó, Santa Claus había llegado y fue a
despertar a los niños, estos estaban asombrados porque pensaban que
santa Claus no existía. Santa Claus les dijo – ¿Porque están tristes? -
ambos respondieron –porque no está nevando; tampoco tenemos una
familia- Santa Claus respondió -Si está cayendo nieve-. Los niños
fueron hacia afuera y era cierto estaba nevando, junto a la puerta
estaban los renos de santa Claus. Después de un rato Santa se despidió
de todos y les prometió a Enrique y Efraín que tendrían una familia
nueva. Efectivamente días después de navidad Efraín y Enrique fueron
adoptados por unos padres maravillosos. Lo primero que hicieron fue ir
a comprarles ropa. Estos se sentían bien porque Santa cumplió lo que
les prometió. Sin duda era su mejor navidad.
Los padres prometieron que harían lo imposible para que los niños
tengan una buena educación y sean profesionales.
JOEL LIMACHE
KEVIN ULLOA
7. Al año siguiente los niños fueron matriculados a la escuela “José
Carlos Mariátegui” en donde fueron destacados y premiados por
ocupar los primeros puestos. Terminado la primaria, fueron
matriculados en el colegio “José Carlos Mariátegui” en donde se les
puso en la sección “A”, donde están los alumnos más destacados. De
igual manera con el apoyo de sus padres pudieron terminar
satisfactoriamente la secundaria y a la vez haber ingresado a la
Universidad Nacional del Centro del Perú. Enrique ingresó a la
facultad de Ing. Eléctrica y Efraín a la facultad de Administración de
Empresas.
Aquellos que fueron niños pobres, sin nada en el bolsillo,
abandonados y desnutridos, después de varios años, gracias al apoyo
de sus padres adoptivos y a Santa Claus, viven con todas las
comodidades, pero no perdieron la humildad, así que cada año junto a
sus padres dan donativos a los albergues…
JOEL LIMACHE
KEVIN ULLOA