El documento discute cómo la tecnología ha cambiado la forma en que los estudiantes se involucran en el aula. Ahora los estudiantes usan sus celulares y otras herramientas digitales con frecuencia durante la clase, lo que puede distraerlos pero también motivarlos y permitirles participar de manera más activa y colaborativa. Algunos maestros se resisten a incorporar estas herramientas debido a limitaciones de tiempo, habilidades tecnológicas o preferencias personales.