El documento discute la importancia de que las empresas adopten las redes sociales. Explica que las críticas a las empresas ya se están dando en redes sociales y pueden dañar su reputación si no participan. También señala que lo que comienza como una pequeña crítica en redes sociales puede volverse viral rápidamente. Concluye diciendo que si las empresas no se sumergen en la "vorágine" de las redes sociales 2.0, corren el riesgo de volverse obsoletas y perder espacio frente a empresas más dinámicas.
Redes sociales en la empresa... to be or not to be... 2.0
1. Redes Sociales en la Empresa… to be or
not to be… 2.0
En nuestra labor como “consultor” en redes sociales, interactuamos con una gran variedad de
ejecutivos de distintos tipos de empresas: mineras, médicas, gubernamentales, financieras,
legales, tecnológicas, etc. y una de los más irónicos cuestionamientos que plantean a la creación
de redes sociales corporativas, es que si estas organizaciones las crean, se verán expuestas a
severas críticas, y que por lo tanto, es mejor no crear estos ambientes sociales… o al menos, no
por ahora…
Lo que no saben, o al menos, si lo saben, parecen quererlo olvidar, es que estas críticas, si
existen, ya se están dando, y probablemente, estén ya afectando seriamente su reputación,
la de sus funcionarios, la de sus marcas y las de sus productos. Por el contrario, al decidir
ignorar la nueva web 2.0, no descubrirán estas críticas, que muy probablemente estén
ocurriendo como conversaciones en algún ambiente social como Facebook o Twitter, hasta
que ya sea demasiado tarde, cuando aparezcan en los diarios o los noticieros
convencionales y donde ya no les quede más que pasar a hacer control de daños.
Lo que no logran entender estos brillantes empresarios (usualmente Baby Boomers e
incluso algunos miembros de mi generación: La generación X) es que lo que en redes
sociales empieza como una simple crítica o un rumor en un post, puede rápidamente
convocar adeptos, crecer como una bola de nieve y transformar lo que antes era un
murmullo casi inaudible en rugidos que se harán luego incontenibles.
Algo que tampoco logran entender muchos líderes empresariales, es que no se trata de dos
ambientes distintos: No hay un mundo virtual y un mundo real… ¡No! Hay un único
mundo con múltiples canales de conversación que interactúan entre sí de forma simbiótica,
sólo que ninguno es tan rápido, tan viral como el que se expresa en la nueva web 2.0, y
2. éste, les guste o no, es el de más rápido crecimiento, es el que más está usando la gente, es
al que más le cree el público y es el que está transformándose muy rápidamente en el más
viral y poderoso de todos.
Lo que realmente está sucediendo es que la aparición de este nuevo modelo
comunicacional, ha sido tan disruptiva que ha pasado por debajo del radar de las estrategias
de PR y marketing de muchas de estas empresas. Es por esto que no se discute en su
directorios, no es entendida por sus súper ejecutivos ni por los líderes de gobierno y de este
modo están despreciando la que es ya considerada la más importante revolución cultural del
siglo XXI. Les guste o no, adopten o no las redes sociales, el mundo ya cambió, es un
nuevo mundo 2.0, profundamente social y conversacional y sus organizaciones no sólo no
están participando de estas conversaciones, es probable que se estén condenando, de este
modo, a desaparecer:
• Primero, no están escuchando, por lo tanto, no saben qué se dice de ellas.
• Segundo, al no escuchar, no están aprendiendo, por lo tanto están reaccionando tarde y
mal ante las necesidades de un público cada vez más exigente y cada vez más conciente de
su derecho a ser escuchado y a que sus demandas determinen las características de los
productos y servicios que desea consumir.
• Tercero, no están co-innovando: En un mundo profundamente competitivo, la innovación,
y sobre todo, la innovación que se logra con nuestro entorno de stakeholders, es la que
genera las máximas ventajas competitivas.
• Cuarto, estas empresas están pasando rápidamente a volverse anacrónicas, pues la nueva
sociedad 2.0 reconocerá en ellas a modelos de comportamiento que rechazamos como
consumidores y como sociedad: falta de transparencia, egocentrismo, desprecio por
escuchar al consumidor, falta de innovación, etc.
• Quinto, están dejando espacios que antes controlaban a otras empresas más dinámicas,
modernas y consecuentes con los tiempos que se viven en la primera década del siglo XXI,
que sí entienden que el mundo ya cambió, que sí conversan, que sí se centran en el
consumidor, que sí se conectan emocionalmente con él, que sí lo escuchan, que sí lo
consideran importante cuando se trata de diseñar productos y servicios.
Si cree que la revolución de la web social le incomoda, le es difícil de entender o no aplica
a su empresa está en serios problemas. No se trata de una revolución tecnológica, no se
trata de algo que está sucediendo en la web. Se trata de una revolución informacional,
social, económica, política, e histórica que está ocurriendo a escala global y a todo su
alrededor y si no logra percibirlo, definitivamente está profundamente adormecido, tanto
usted, como su empresa…
¿Qué hacer? Evolucionar o extinguirse. En tiempos de cambio tan radicales como los
actuales corresponden medidas extremas: Si no participa de la web 2.0 ¡hágalo ya! Tanto
usted como su empresa y sus empleados deben crear cuentas en Twitter, Facebook y
LinkedIn y sumergirse en la vorágine del la nueva web social. Contrate a expertos 2.0 para
3. que lo asesoren, desarrolle una agresiva estrategia de modernización de su empresa y
transfórmela en una verdadera empresa 2.0 y no perderá el tren de la historia. No se
arrepentirá (aún está a tiempo) ☺