El documento discute los peligros de confiar en el corazón propio para determinar la verdad espiritual, citando pasajes bíblicos que describen al corazón como engañoso y perverso. Advierte que incluso profetas y pastores pueden estar equivocados o engañados. Sin embargo, la Biblia también provee una forma de discernir la verdad mediante comparar las enseñanzas con la Torá de Dios. El documento concluye que la obediencia a los mandamientos de Dios es una señal de un corazón nuevo bajo
1. LA TORÁ, EL CORAZÓN Y EL ENGAÑO
Al probar cómo determinar la
verdad y el error de asuntos
espirituales y en decisiones
fundamentales, con frecuencia la
gente hace declaraciones como la
siguiente:
Yo sólo sigo mi corazón
Siento en mi corazón que esto
está bien
Sigo lo que me dice mi corazón;
Confío en mi corazón
Hago lo que siento en el corazón
El corazón es el que manda
El Señor me ha puesto en el
corazón...
Tales declaraciones le suenan bien a
la mayoría de la gente. Pero la Biblia
declara con franqueza en Mishlè/
Prov.28:6:
“El que confía en su corazón es
necio.”
¿Por qué es necedad confiar en el
corazón de uno mismo?
¿No nos dirá nuestro corazón lo que
es correcto?
Yrmiyahu/ Jeremías (17:9) nos
dice: “Engañoso es el corazón más
que todas las cosas, y
desesperadamente perverso; ¿quién
lo conocerá?”
2. LA TORÁ, EL CORAZÓN Y EL ENGAÑO
Yrmiyahu/ Jeremías (17:9) nos
dice: “Engañoso es el corazón
más que todas las cosas, y
desesperadamente perverso;
¿quién lo conocerá?” .
Si la Biblia tan sólo dijera que
nuestro corazón es engañoso,
eso sería suficientemente grave.
Pero dice más: el corazón es
engañoso “más que todas las
cosas.”
Si “todas las cosas” verdaderamente
incluye todas las cosas, entonces
nuestro corazón es más engañoso
que el mismo Diablo, cual es idea
escalofriante.
Igualmente, si la Biblia tan sólo dijera
que nuestro corazón es perverso, eso
sería suficientemente grave.
Pero dice más: el corazón
es “desesperadamente perverso.”
3. LA TORÁ, EL CORAZÓN Y EL ENGAÑO
“lleno de mal, y de
enloquecimiento” (Kohelet/
Eclesiastés 9:3).
Yrmiyahu/ Jeremías termina
este verso con la
pregunta “¿quién lo
conocerá?”
Nuestro corazón perverso es tan
desesperado para continuar
gobernando nuestros pensamientos y
nuestra vida que irá a cualquier y
todo lugar para mantenerse sin
exponerse por lo que es.
En su desesperación para
sobrevivir, nuestro corazón está
dispuesto a disfrazarse como
cualquier cosa, hasta como un
corazón creyente
lavado-con-la-sangre,
nacido-de-nuevo, enamorado con
el Salvador.
Esta diagnosis del corazón
también debería relacionar a
cualquiera quien toma seriamente
a la Biblia con el temor de
Elohim.
4. LA TORÁ, EL CORAZÓN Y EL ENGAÑO
Tesalonikim Bet/ II
Tesalonicenses 2:7-12
“Elohim les enviará una fuerza de
engaño para que crean la
mentira.”
Otro pasaje que da mucho que
pensar. Leemos lo que sucede a
aquellos que rechazan la verdad.
Si estamos engañados por 1. el
Diablo, o 2. en nuestro corazón.
Pero si Elohim Mismo es el que
manda el engaño, como juicio de
nuestro rechazo de la verdad, ¿qué
esperanza existe para salvarnos de
tal engaño?
¿Quién puede salvarnos de un
engaño fuerte cual haya mandado
Elohim? El problema con el engaño
es que la persona engañada
absolutamente no tiene idea que está
engañada.
¡Si supiera que esta engañada,
entonces no está engañada!
5. LA TORÁ, EL CORAZÓN Y EL ENGAÑO
En Matitiahu/ Mat. 7:21-23,
“No todo el que me dice:
Señor, Señor, entrará en el
reino de los cielos: mas el que
hiciere la voluntad de mi Padre
que está en los cielos.
Muchos me dirán en aquel día:
Señor, Señor, ¿no
profetizamos en tu nombre, y
en tu nombre lanzamos
demonios, y en tu nombre
hicimos mucho milagros? Y
entonces les protestaré: Nunca
os conocí; apartaos de mí,
obradores de maldad.”
( Transgresores e la Torah,
gente sin ley)
Yashúa describe una multitud de
gente quienes no verán su engaño
hasta que para ellos sea demasiado
tarde:
Taducido del griego anomia:
[los que obran sin
Torá,obradores de maldad (o,
iniquidad) ;esto es literalmente
en castellano sin Toràh]
6. LA TORÁ, EL CORAZÓN Y EL ENGAÑO
En Matitiahu/ Mat. 7:21-23,
“No todo el que me dice:
Señor, Señor, entrará en el
reino de los cielos: mas el que
hiciere la voluntad de mi Padre
que está en los cielos.
Muchos me dirán en aquel día:
Señor, Señor, ¿no
profetizamos en tu nombre, y
en tu nombre lanzamos
demonios, y en tu nombre
hicimos mucho milagros? Y
entonces les protestaré: Nunca
os conocí; apartaos de mí,
obradores de maldad.”
( Transgresores e la Torah,
gente sin ley)
Dos cosas de este pasaje deberían de
motivar a que examinen su fe los
cristianos/católicos quienes creen en la
Biblia.
1. La primera cosa es el hecho de que las
personas aquí descritas no son ateos,
hindúes, ni musulmanes.
Son personas de la iglesia involucradas
dentro de actividades de la iglesia,
haciendo lo que aparentan ser buenas
obras en el nombre de Jesús.
Hasta le llaman “Señor,” y totalmente
esperan heredar la vida eterna mediante
su relación con Él.
Por esto es que quedan atónitos hallarse
excluidos del Reino.
7. LA TORÁ, EL CORAZÓN Y EL ENGAÑO
En Matitiahu/ Mat. 7:21-23,
“No todo el que me dice:
Señor, Señor, entrará en el
reino de los cielos: mas el que
hiciere la voluntad de mi Padre
que está en los cielos.
Muchos me dirán en aquel día:
Señor, Señor, ¿no
profetizamos en tu nombre, y
en tu nombre lanzamos
demonios, y en tu nombre
hicimos mucho milagros? Y
entonces les protestaré: Nunca
os conocí; apartaos de mí,
obradores de maldad.”
( Transgresores e la Torah,
gente sin ley)
2. lo otro que da mucho que pensar es la
palabra “muchos.”
Este no es un grupo pequeño de líderes
de sectas y profetas falsos; es una
multitud que el Señor describe como
ser “muchos.”
Esto debería levantar algunas preguntas
atemorizadores para el creyente:
¿Cómo sé que no me cuento entre esta
multitud de personas engañadas?
¿De verdad soy nacido del cielo y
comprado-con-la-sangre, o tan solo es mi
corazón engañoso, en acto de
desesperación, que está fingiendo amar
al Señor?
¿Cómo sé que mi experiencia de
salvación no fue solo una experiencia
imaginaria, un fuerte engaño mandado del
Señor como juicio de mi rechazo de
aceptar su verdad?
8. LA TORÁ, EL CORAZÓN Y EL ENGAÑO
En Matitiahu/ Mat. 7:21-23,
“...... Nunca os conocí;
apartaos de mí, obradores de
maldad.” ( Transgresores e la
Torah, gente sin ley)
Sabemos de las Escrituras que a nuestro
corazón no se le puede confiar decirnos,
si sí o si no estamos engañados.
Y mientras más quedamos arraigados
dentro de nuestro engaño, más fuertes
serán estos sentimientos.
¿Si no podemos confiarle a nuestro
propio corazón para que nos diga si
estamos engañados, con quién podemos
confiar?
¿Un pastor, sacerdote, o profeta?
Pueda que un pastor, sacerdote, o profeta
nos de las palabras de confianza y
consuelo, pero, ¿cómo sabemos que ellos
no están engañados?
9. LA TORÁ, EL CORAZÓN Y EL ENGAÑO
La Biblia está repleta de advertencias
sobre pastores y profetas falsos.
Elohim le dijo a Yehezkel/ Ezequiel (14:9)
que “el profeta, cuando fuere engañado y
hablare palabra, yo, el SEÑOR, engañé al
tal profeta.”
Yshayahu/ Isa.8:20
“¡A la Toràh y al testimonio! Si no
dijeren conforme a esto, es porque
no les ha amanecido.”
¡Así, aún un profeta puede contar entre
aquellos quienes el Señor manda gran
engaño!
Afortunadamente, no hay necesidad de
desesperarse.
La misma Biblia que nos advierte de
engaño y enseñanzas falsas también nos
dice cómo discernir entre la verdad y lo
falso.
En los días de Yishayahu/ Isaías el
engaño en Israel andaba desenfrenado, y
el Señor dio una formula sencilla para
discernir la verdad del error.
Toda creencia y enseñanzas verdaderas
estarán en acuerdo con la Torá (La Torà
que Elohim dio a Moshè); cualquier
creencia o enseñanzas que se oponen o
contradicen estos mandamientos no son
de la Luz, mas si son de las tinieblas.
10. LA TORÁ, EL CORAZÓN Y EL ENGAÑO
En Matitiahu/ Mat. 7:21-23,
“No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará
en el reino de los cielos: mas el que hiciere la
voluntad de mi Padre que está en los cielos.
Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor,
¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre
lanzamos demonios, y en tu nombre hicimos
mucho milagros? Y entonces les protestaré:
Nunca os conocí; apartaos de mí, obradores de
maldad.” ( Transgresores e la Torah, gente sin
ley)
Tesalonikim Bet/ II Tesalonicenses 2:7-12,
donde leemos tocante lo que le sucede a
aquellos quienes rechazan la verdad:
“Elohim les enviará una fuerza de engaño para
que crean la mentira.”
Yshayahu/ Isa.8:20
“¡A la Toràh y al testimonio! Si no dijeren
conforme a esto, es porque no les ha
amanecido.”
NUESRA ACTITUD ANTE LA TORAH
Si nos fijamos en el contexto de estos pasajes
veremos que el engaño es, también en estos
casos, relacionado con nuestra actitud hacia la
Toràh de Elohim.
Cuando el Mesías le dice a la multitud de los
engañados de la iglesia que se le aparten, se
dirige a ellos como “ustedes quienes no
practican la Toràh.”
Igualmente, la advertencia de Shaul/ Pablo del
engaño que Elohim manda se presenta dentro
del contexto de nuestra actitud hacía la Toràh
de Elohim.
Este pasaje habla del “misterio de la iniquidad”
[aquí una vez más, obradores de maldad (o,
iniquidad) esto se traduce desde el griego,
literalmente al castellano sin Toràh)], cual ya
estaba “obrando” en los dìas de Shaul/ Pablo.
Dos veces en este pasaje Shaul/ Pablo
menciona al “inicuo” (hombre quien evita la ley/
Torá).
11. LA TORÁ, EL CORAZÓN Y EL ENGAÑO
EL NUEVO PACTO
Yrmiyahu/ Jeremías (31:31-34):
“Pondré Mi Ley (Torá) en su interior y la
escribiré en sus corazones.”
Yehezkel/ Ezequiel 11:19: “para que
anden según mis estatutos y guarden mis
decretos y los pongan por obra.”
Yehezkel/ Isa. 36:27 :
“Pondré mi Espíritu dentro de vosotros y
haré que andéis según mis leyes, que
guardéis mis decretos y que los pongáis
por obra.”
De acuerdo a Yehezkel/ Ezequiel, siendo
movido a obedecer la Torá de Elohim es
evidencia del haber recibido al Ruaj
Hakodesh/ Espíritu del Santo.
Dentro de la muy conocida profecía del
pacto nuevo el Señor describe su
intención dentro de las vidas de todos
aquellos quienes aceptan a los términos
del pacto nuevo.
Este nuevo corazón con la Torá de
Elohim escrita en él también fue
profetizado en Ezequiel .
Aquí, el Señor describe los resultados de
recibir un corazón nuevo. Seguir las
leyes, guardarlas y ponerlas por obra .
La Observancia de la Torá no se aprende
de la noche al día, mas si un creyente no
está siendo MOVIDO hacia una
orientación de obediencia a la Torá,
debería de averiguar el por qué no.
12. LA TORÁ, EL CORAZÓN Y EL ENGAÑO
LA OBEDIENCIA EN LAS ESCRITURAS
APOSTOLICAS
Yojanan Alef/ 1 Jn.2:3-4
“en esto sabemos que nosotros le hemos
conocido, si guardamos sus
mandamientos. El que dice: Yo le he
conocido, y no guarda sus mandamientos,
el tal es mentiroso, y no hay verdad en
él.”
Yohanan Alef/ 1 Jn.3:5
“Porque este es el amor de Elohim, que
guardemos sus mandamientos; y sus
mandamientos no son gravosos.”
También existen muchos versos en el Brit
Hadashà/ NT que apuntan hacia la
observancia de la Torá como la señal de
creyentes del pacto nuevo.
Corintim Alef/ 1 Cor. 7:19
“Lo que cuenta es la observancia de las
mandamientos de Elohim.”
En Revelaciòn/ Apocalipsis 12:17, el
remanente fiel de Elohim se describe
como aquellos “que guardan los
mandamientos de Elohim, y tienen el
testimonio de Yashúa.”
En Revelaciòn/ Apocalipsis
14:12, “santos” se define como “los que
guardan los mandamientos de Elohim y la
fe de Yashúa.”
13. LA TORÁ, EL CORAZÓN Y EL ENGAÑO
LA OBEDIENCIA EN LAS ESCRITURAS
APOSTOLICAS
Mishlè/ Proverbios 28:9
dice, “El que aparta su oído
para no oír la Toràh, su
oración también será
abominable.”
Tehilim/ Sal. 51:17
“al corazón contrito y humillado no
despreciarás tú, oh Elohim.”
No debemos tener un oído sordo hacia la
Torá.
Cualquier creyente quien siente cualquier
hostilidad hacia la Toràh de Elohim
seriamente debería de considerar la
posibilidad de que puede estar bajo un
fuerte engaño, y pedirle a Elohim perdón
por su falta de amor por la verdad.
Debería de pedirle a Elohim que lo suelte
del misterioso poder de iniquidad.
Si Elohim le ha mandado a alguien, fuerte
engaño por rechazar el amar a la verdad,
Elohim puede desengañar al corazón
arrepentido que este de acuerdo en
abrazar a la Torá cual anteriormente
ignoraba o despreciaba.
Publicado por Comunidad Judío
Mesiánica Menoráh.-Edición: Jaime L
Quiroz. D.R.A. 2012