Cuando eran chicos, Juan y Pedro solían jugar juntos todos los días después de la escuela. Pasaban horas jugando en el parque cerca de sus casas o en el patio trasero de una de sus casas. Aunque ahora son mayores y no pueden jugar tanto como antes, aún recuerdan con cariño esos días de su infancia en los que pasaban horas divirtiéndose juntos.