Escritura Musical Gregoriana: La notación neumática
1. Escritura Musical Gregoriana
La notación neumática gregoriana es el sistema de notación musical usado a partir del siglo XI para
indicar los desarrollos melódicos del repertorio de canto de la Liturgia romana. Inicialmente la notación
musical servía solo como una ayuda mnemotécnica para cantores y lectores, que aprendían de memoria
cada desarrollo melódico. No se pretendía, así, que la notación fuera musicalmente precisa, sino que
dibujara un esquema básico de la melodía.
Esto es una notación neumática, donde cada signo representa un sonido o grupo de sonidos que han de
articularse con un texto. Los ejemplos más antiguos de esta notación aparecen como anotaciones para
los textos que se cantaban, en forma que cada neumas iban escritos sin línea indicadora de tono). Se
trataba de una notación cuya finalidad era más la de indicar el carácter expresivo que la de señalar la
altura de las notas.
Posteriormente, se añade una línea para señalar la tónica, y una indicación inicial que refería el modo.
Finalmente, Guido D'Arezzo elaboró un sistema silábico de representación del tono a partir del himno
de las vísperas de la fiesta de San Juan Bautista organizando lo que sería más tarde los nombres de las
notas musicales.
A partir de esta escala, desarrolla el tetragrama, cuatro líneas de las cuales una sería amarilla para
indicar el Ut (la actual nota do) y una línea roja para el fa.
Las mejoras introducidas por la escritura gótica, unida a la influencia de la notación aquitana, darían
origen a la que actualmente conocemos como notación gregoriana.