Este poema describe una cita romántica entre dos personas. Se encuentran en un restaurante a las diez de la noche, con dos velas y copas, mirándose a los ojos mientras la noche se llena de silencio, sonrisas y caricias. Salen a bailar abrazados con pasión, dándose cariños y besos hasta el amanecer, cuando la luna los bendice antes de irse a dormir.
4. Ofreciendo los ojos a los ojos hicimos que la noche se llenara de burbujas de vino y de silencio, de sonrisas en labios de manzana, de erupciones de piel interminables y bocas en ausencia de palabras.
5. Salimos a bailar y al abrazarnos lo hicimos con la fuerza de las brasas. Como juego de manos, mil caricias, como hiedras del cuerpo, dos tenazas, y por hilo de amor un sentimiento sin resquicios ni grietas ni distancias.
6. Desgranando los besos como espigas recorrimos la noche hasta gastarla. Una luna muy alta nos bendijo y empujó nuestros cuerpos hacia el alba.