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Chinua Achebe (Nigeria, 1930)
El ocaso de un guerrero Ibo (fragmento)
" Entonces Okonkwo animó a los niños a sentarse con él en su choza y les contó historias de la tierra, historias
masculinas de violencia y sangre. Mwaye sabía que lo correcto era ser varonil y violento, pero en cierto modo prefería
las historias que le contaba su madre y que sin duda continuaría contándoles a los niños más pequeños historias de la
tortuga y sus mañas y del pájaro enekenti-oka.
(...)
Luego de haber hablado con sencillez, Okoye expresó la media docena de frases siguientes en proverbios. Entre los Ibo
el arte de la conversación es tenido en mucha estima y los proverbios son el aceite de palma con el cual se aliñan las
palabras. "




              Biografía


Oscar Acosta (Honduras, 1933)
El nombre de mi patria
" Mi patria es altísima.
No puedo escribir una letra sin oír
el viento que viene de su nombre.
Su forma irregular la hace más bella
porque dan deseos de formarla, de hacerla
como a un niño a quien se enseña a hablar,
a decir palabras tiernas y verdaderas,
a quien se le muestran los peligros del mundo.

Mi patria es altísima.
Por eso digo que su nombre se descompone
en millones de cosas para recordármela.
Lo he oído sonar en los caracoles incesantes.
Venía en los caballos y en los fuegos
que mis ojos han visto y admirado.
Lo traían las muchachas hermosas en la voz
y en una guitarra.

Mi patria es altísima.
No puedo imaginármela bajo el mar
o escondiéndose bajo su propia sombra.
Por eso digo que más allá del hombre,
del amor que nos dan en cucharadas,
de la presencia viva del cadáver,
está ardiendo el nombre de la patria. "




              Biografía


Jorge Enrique Adoum (Ecuador, 1926)
Tras la pólvora, Manuela (fragmento)
" Duermes dorada y desguarnecida, sitio
de mi próxima batalla. Igual duerme
el continente: el amor en reposo, lomo
animal en la espuma.
(Si esa noche -melosa
hamaca la noche de Jamaica- la cuchillada a ciegas
me hubiera hallado de perfil el corazón, no te habría
encontrado, y solo habría sido decepcionante
cadáver incompleto, mitad de asesinado).
Pero esta noche, tú bocabajo -yegua al galope
arrancándole al sometimiento los frenos en pedazos-
me abandonas tu dura rosa hendida, no hay
peligro, y mi destino en ti tiene lugar.
Tú bocarriba -nave que arremete
su proa contra el viento injusto-
me confías tu tajamar de pelo, y no hago la paz:
yo sé que ambos, continente y muchacha, no están
en retirada: acumulan revueltas bajo el sueño,
sedes sin prisa por saciarse, sangres maniatadas,
y estallarán pidiendo más combate al desayuno.
(...)
Afuera sigue la ciudad y yo renuncio
a su fulgor debajo de tu lengua. Parezco
triunfador y rehén tu campamento: allí
se me adhiere tu venda de muslo fiel
y urgente, y me muerde tu llama:
ocupación de un adiós en vacaciones.
La historia se quedó en el traje, tirada
por la noche en una silla, pero desnudos
sólo quiero ese nombre que te oigo con la boca,
sólo la intermitente estatua a dos ombligos
y ese mapa de venas donde no me extravío.
Contemos en la mañana las condecoraciones
que nos dejó la noche con sus mordeduras,
cúbrelas con el despojo usual de mi camisa,
vísteme de solitario, de viudo, de soltero,
y devuélveme a los demás (anoche me olvidé
de su abstinencia al entrar en tus anillos),
y niéguenme tus abras, écheme
tu forma, rehágase con una sola espalda.
Y que pueda yo salir -lunes de cada día- a completar
la libertad entre los dos, cópula apenas comenzada. "




               Biografía


James Agee (EEUU, 1919-1955)
Elogiemos ahora a hombres famosos (fragmento)
" En una novela, una casa o una personalidad deben su significado, su existencia, exclusivamente al escritor. Aquí, una
casa o una persona solo tiene su significado mas limitado a través de mi: su verdadero significado es mucho mas vasto.
Es porque existe, vive realmente, como usted y yo, y como no puede existir ningún personaje de la imaginación. Su
gran peso, misterio y dignidad residen en este hecho. En cuanto a mí, solo puedo contar en ella lo que vi, con la
exactitud de que soy capaz en mis términos: y esto a su vez tiene su categoría principal, no en cualquier capacidad
mía, sino en el hecho de que yo también existo, no como obra de ficción, sino como un ser humano. Debido a su peso
inconmensurable en la existencia real, y debido al mío, cada palabra que digo de ella tiene inevitablemente una
especie de inmediatez, una especie de significado, en absoluto necesariamente 'superior' al de la imaginación, sino de
una clase tan diferente, que una obra de la imaginación (por muy intensamente que la extraiga de la Vida) solo puede
como máximo imitar débilmente una mínima parte de ella. "




               Biografía


Delmira Agustini (Uruguay, 1886-1914)
Visión, de Los cálices vacíos
" ¿Acaso fue en un marco de ilusión,
en el profundo espejo del deseo,
o fue divina y simplemente en vida
que yo te vi velar mi sueño la otra noche?

En mi alcoba agrandada de soledad y miedo,
taciturno a mi lado apareciste
como un hongo gigante, muerto y vivo,
brotado en los rincones de la noche
húmedos de silencio,
y engrasados de sombra y soledad.

Te inclinabas a mí supremamente,
como a la copa de cristal de un lago
sobre el mantel de fuego del desierto;
te inclinabas a mí, como un enfermo
de la vida a los opios infalibles
y a las vendas de piedra de la Muerte;
te inclinabas a mí como el creyente
a la oblea de cielo de la hostia…
gota de nieve con sabor de estrellas
que alimenta los lirios de la Carne,
chispa de Dios que estrella los espíritus.
Te inclinabas a mí como el gran sauce
de la Melancolía
a las hondas lagunas del silencio;
te inclinabas a mí
de mármol del Orgullo,
minada por un monstruo de tristeza,
a la hermana solemne de su sombra…
te inclinabas a mí como si fuera
mi cuerpo la inicial de tu destino
en la página oscura de mi lecho;
te inclinabas a mí como al milagro
de una ventana abierta al más allá

¡Y te inclinabas más que todo eso!

Y era mi mirada una culebra
apuntada entre zarzas de pestañas,
al cisne reverente de tu cuerpo.
Y era mi deseo una culebra
glisando entre los riscos de la sombra
¡a la estatua de lirios de tu cuerpo!

Tú te inclinabas más y más…y tanto,
y tanto te inclinaste,
que mis flores eróticas son dobles,
y mi estrella es más grande desde entonces.
Toda tu vida se imprimió en mi vida…

Yo esperaba suspensa el aletazo
del abrazo magnífico; un abrazo
de cuatro brazos que la gloria viste
de fiebre y de milagro, será un vuelo!
Y pueden ser los hechizados brazos
cuatro raíces de una raza nueva.

Y esperaba suspensa el aletazo
del abrazo magnífico…
¡y cuando
te abrí los ojos como un alma, y vi
que te hacías hacia atrás y te envolvías
en yo no sé qué pliegue inmenso de la sombra! "




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Ana Akhmatova (Ucrania, 1889-1966)
Cuando la luna es de melón
" Cuando la luna es de melón una tajada en la ventana
y en redor es la calina cerrada la puerta y la casa encantada
por las azules ramas de glicinas y en la fuente de arcilla hay agua fría
y la nieve del paño y arde una bujía de cera
tal que en la niñez, mariposas zumban
la calma, que no oye mi palabra, retumba
entonces de lo negro de rincones rembrandtianos algo se ovilla de pronto
y se esconde allí a mano, pero no me estremezco, ni me asusto siquiera...
la soledad en sus redes me hizo prisionera
el gato negro el alma me mira, como ojos centenarios
y en el espejo mi doble es tal vez mi contrario.
Voy a dormir dulcemente, buenas noches, noche."

El Poeta
" Piensas que es esto trabajo, esta vida despreocupada
escuchar a la música algo y decirlo tuyo como si nada.
Y el ajeno scherzo juguetón meterlo en versos mañosos
jurar que el pobre corazón gime en campos luminosos.
Y escucharle al bosque alguna cosa y a los pinos taciturnos ver
mientras la cortina brumosa de niebla se alza por doquier.
Tomo lejos o a mi vera, sin sentir culpa a mi turno
un poco de la vida artera y el resto al silencio nocturno."
N.V.N.
" Hay en la intimidad humana una línea de veda
que no traspasan amoríos ni pasiones
bien que en miedo silente boca en boca se queda
y el corazón se rompe de cariño de porciones.
La amistad aquí es impotente y los años de felicidad sublime y amorosa
cuando el alma en vuelo extraño se cierne ante la languidez voluptuosa.
Quien la anhela es demente y el que la alcanza sucumbe a su tristeza
ahora comprendes sin duda por qué bajo tu mano mi corazón no aceza."




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Edward Albee (EEUU, 1928)
Quién teme a Virginia Woolf (fragmento)
" Marta: El gran problema de Jorge con respecto al pequeño... iJa, ja, jl, JA!... con respecto a nuestro hijo, nuestro
magnífico hijo, es que en lo más profundo de su naturaleza más íntima no está del todo seguro de que sea su hijo.
Jorge (profundamente serio): ¡Dios mío, qué perversa eres!
Marta: Y eso que te dije muchas veces que sólo quería concebir contigo... lo sabes muy hien, mi amor.
Jorge: Estás llena de perversidad.
Honey ( en plena borrachera, pero triste ): ¡ Dios mio, Dios mio!
Nick: No me parece un tema para...
Jorge: Marta miente. Quiero que lo sepan: Marta miente. ( Marta se ríe). Son muy pocas cosas en este mundo de las
cuales estoy seguro... Ios limites del país, el nivel del océano, las alianzas políticas, los principios morales... no pondría
mi mano en el fuego por nada de eso... pero de la única cosa de la que estoy realmente seguro es de mi participación
en la creaci6n de nuestro... hijo), de ojos rubios y pelo azul
(...)
Jorge: No has sabido respetar las reglas, querida. Hablaste de él hablaste de él con otra persona.
Marta (Can lágrimas): No hablé. Nunca hablé.
Jorge: Si, hablaste.
Marta: ¿Con quién? ¿CON QUIEN?
Honey (llorando): Conmigo. Usted me habló de él.
Marta (llorando) ¿ME OLVIDE! A veces me olvido, . .. cuando es de noche... cuando es muy tarde... y todo el mundo
está... conversando, me olvido. . ., y necesito hablar de él, pero siempre ME CONTENGO... Me contengo... aunque sólo
yo sé cuántas voces he querido hacerlo...
(...)
Jorge: Esa oportunidad se presenta una vez per mes, Marta. Estoy acostumbrado. Una vez por mes aparece Marta, la
incomprendida, 1a niña dulce, la niña pequeña que vuelve a florecer bajo una caricia y yo lo he creído más veces de las
que quiero acordarme, porque no; quiero pensar que soy un imbécil. Pero ahora no te creo... simplemente no te creo.
Ahora ya no hay ninguna posibilidad de que podamos tener un minuto de felicidad... los clos juntos.
Marta (agresiva): Quizá tengas razón, querido. Entre tú y yo ya no hay posibilidad de nada... ¡porque tú no eres nada!
¡ZAS! ¡Saltó el resorte esta noche en la fiesta de papá! ( Con intenso desprecio, pero también con amargura). Yo estaba
allí sentada... Mirándote... luego miraba a los hombres que te rodeaban... más jóvenes... hombres que llegarán a ser
algo. Te miraba y de pronto descubrí que tú ya no existías. ¡En ese momento se rompió el resorte! (Finalmente se
rompió! Y abora lo voy a gritar a los cuatro vientos, lo voy a aullar, y no me importa lo que hagas. Y voy a provocar un
escándalo como jamás has visto.
Jorge (muy calmo): Ese juego me apasiona. Comienza y verás como te mato el punto.
Marta (esperanzada): ¿Es un desafio, Jorge?
Jorge: Es un desafío, Marta.
Marta: Vas a perder, querido.
Jorge: Ten cuidado, Marta... te voy a hacer trizas.
Marta: No eres lo bastante hombre para eso...te faltan agallas.
Jorge: ¿Guerra a muerte?
Marta: A muerte.
Hay un silencio. Los dos parecen aliviados y exaltados. "




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Rafael Alberti (España, 1902-1999)
Pamplinas
" De lona y níquel, peces de las nubes,
bajan al mar periódicos y cartas.
(Los carteros no creen en las sirenas
ni en el vals de las olas, sí en la muerte.
  Y aún hay calvas marchitas a la luna
y llorosos cabellos en los libros.
Un polisón de nieve, blanqueando
las sombras, se suicida en los jardines.
  ¿Qué será de mi alma, que hace tiempo
bate el récord continuo de la ausencia?
¿Qué de mi corazón, que ya ni brinca,
picado ante el azar y el accidente?
  Exploradme los ojos, y, perdidos,
os herirán las ansias de los náufragos,
la balumba de nortes ya difuntos,
el solo bamboleo de los mares.
  Cascos de chispa y pólvora, jinetes
sin alma y sin montura entre los trigos;
basílicas de escombros, levantadas
trombas de fuego, sangre, cal, ceniza.
  Pero también, un sol en cada brazo,
el alba aviadora, pez de oro,
sobre la frente un número, una letra,
y en el pico una carta azul, sin sello.
  Nuncio -la voz, eléctrica, y la cola-
del aceleramiento de los astros,
del confín del amor, del estampido
de la rosa mecánica del mundo.
  Sabed de mí, que dije por teléfono
mi madrigal dinámico a los hombres:
¿Quién eres tú, de acero, estaño y plomo?
-Un relámpago más, la nueva vida. "




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Ignacio Aldecoa (España, 1925-1969)
Parte de una historia (fragmento)
" Del clorofílico cielo de la amanecida, sobre el perfil del acantilado, pende un nubarrón orondo, cárdeno y frutal.
Desprendido rodaría por las laderas, machucándose y esparciendo zumo, hasta las playas de nuestra isla. El río de mar,
en la turbiedad de la penumbra, parece canecido y mate. Las mujeres vierten los bacines en las aguas sin despertar de
La Caleta, donde moran las falúas; y corren niños madrugadores, camaradas de perros, hacia el espigón del muelle,
repeluznando a algún gato tránsfuga y alborotando a las gallinas, que picotean pulcramente en las basuras de la baja
marea. Cantando hermosos quiquiriquíes y ahuecando las alas, el muecín de los gallos convoca al sol desde el alminar
de una roca solitaria, dominante. En la vacilación de la mañana van a llegar las barcas de la pesca nocturna. He salida
descalzo y camino con inseguridad, con aprensión. Pronto me acostumbraré, pero ahora la debilidad de las plantas de
mis pies vence a mi voluntad, y mi andar entre cauteloso y circense atrae las miradas de todos. Los hombres sonríen
gozosamente, y bajo los pañuelos que casi cubren los rostros de las mujeres sé que hay sonrisas picaras, como hay
miradas cómplices por ía diversión que les ofrezco. Me heriré antes de llegar a las piedras del muelle y haré un paso de
pirueta que pondrá lágrimas de risa en los ojos de los chiquillos y atragantará de risas contenidas, elementalmente
pudorosas, a las mujeres; risas que serán de alegre tutela en los hombres para el amigo bobo, para el amigo forastero,
que cree sentirse de la isla y se desmiente de una manera tan sencilla. No han tenido suerte. He defraudado un poco a
todos. Evidentemente, camino con más garbo porque mi publico me abandona. Roque está apoyado en una cuba de sal,
de la que caen granos que lanza al agua, turbando la pastura de los cardumenes de pequeños paces de puerto que a
veces son como una llama acuaria. Sonriendo, muestra los lechosos dientes postizos. "




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Ciro Alegría (Perú, 1909-1967)
La serpiente de oro (fragmento)
" Por donde el Marañon rompe las cordilleras en voluntarioso afán de avance, la tierra peruana tiene una bravura de
puma acosado. Con ella en torno, no es cosa de estar al descuido. Cuando el río carga, brama contra las peñas
invadiendo la amplitud de las playas y cubriendo el pedrerío. Corre burbujeando, rugiendo en las torrenteras y recodos,
ondulando en los espacios llanos, untuosos y ocres de limo fecundo en cuyo acre hedor descubre el instinto rudas
potencialidades germinales. Un rumor profundo que palpita en todos los ámbitos, denuncia la creciente máxima que
ocurre en febrero. Entonces uno siente respeto hacia la correntada y entiende su rugido como una advertencia
personal. Nosotros, los cholos del Marañón, escuchamos su voz con el oído atento. No sabemos donde nace ni donde
muere este río que nos mataría si quisiéramos medirlo con nuestras balsas, pero ella nos habla claramente de su
inmensidad. "




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Vicente Aleixandre (España, 1896-1984)
Unidad en ella
" Cuerpo feliz que fluye entre mis manos,
rostro amado donde contemplo el mundo,
donde graciosos pájaros se copian fugitivos,
volando a la región donde nada se olvida.

Tu forma externa, diamante o rubí duro,
brillo de un sol que entre mis manos deslumbra,
cráter que me convoca con su música íntima, con esa
indescifrable llamada de tus dientes.

Muero porque me arrojo, porque quiero morir,
porque quiero vivir en el fuego, porque este aire de fuera
no es mío, sino el caliente aliento
que si me acerco quema y dora mis labios desde un fondo.

Deja, deja que mire, teñido del amor,
enrojecido el rostro por tu purpúrea vida,
deja que mire el hondo clamor de tus entrañas
donde muero y renuncio a vivir para siempre.

Quiero amor o la muerte, quiero morir del todo,
quiero ser tú, tu sangre, esa lava rugiente
que regando encerrada bellos miembros extremos
siente así los hermosos límites de la vida.

Este beso en tus labios como una lenta espina,
como un mar que voló hecho un espejo,
como el brillo de un ala,
es todavía unas manos, un repasar de tu crujiente pelo,
un crepitar de la luz vengadora,
luz o espada mortal que sobre mi cuello amenaza,
pero que nunca podrá destruir la unidad de este mundo. "

Mirada final (Muerte y reconocimiento)
" La soledad, en que hemos abierto los ojos.
La soledad en que una mañana nos hemos despertado, caídos,
derribados de alguna parte, casi no pudiendo reconocernos.
Como un cuerpo que ha rodado por un terraplén
y, revuelto con la tierra súbita, se levanta y casi no puede reconocerse.
Y se mira y se sacude y ve alzarse la nube de polvo que él no es, y ve aparecer sus miembros,
y se palpa: «Aquí yo, aquí mi brazo, y este mi cuerpo, y esta mi pierna, e intacta está mi cabeza»;
y todavía mareado mira arriba y ve por dónde ha rodado,
y ahora el montón de tierra que le cubriera está a sus pies y él emerge,
no sé si dolorido, no sé si brillando, y alza los ojos y el cielo destella
con un pesaroso resplandor, y en el borde se sienta
y casi siente deseos de llorar. Y nada le duele,
pero le duele todo. Y arriba mira el camino,
y aquí la hondonada, aquí donde sentado se absorbe
y pone la cabeza en las manos; donde nadie le ve, pero un cielo azul apagado parece lejanamente contemplarle.
Aquí, en el borde del vivir, después de haber rodado toda la vida como un instante, me miro.
Esta tierra fuiste tú, amor de mi vida? ¿Me preguntaré así cuando en el fin me conozca, cuando me reconozca y
despierte,
recién levantado de la tierra, y me tiente, y sentado en la hondonada, en el fin, mire un cielo piadosamente brillar?

No puedo concebirte a ti, amada de mi existir, como solo una tierra que se sacude al levantarse, para acabar cuando el
largo rodar de la vida ha cesado.
No, polvo mío, tierra súbita que me ha acompañado todo el vivir.
No, materia adherida y tristísima que una postrer mano, la mía misma, hubiera al fin de expulsar.
No: alma más bien en que todo yo he vivido, alma por la que me fue la vida posible
y desde la que también alzaré mis ojos finales
cuando con estos mismos ojos que son los tuyos, con los que mi alma contigo todo lo mira,
contemple con tus pupilas, con las solas pupilas que siento bajo los párpados,
en el fin el cielo piadosamente brillar. "
Biografía


Dante Alighieri (Italia, 1265-1321)
La Divina Comedia (fragmento)
" Y cuál cortado y cuál roto su miembro
mostrase, vanamente imitaría
de la novena bolsa el modo inmundo.
Una cuba, que duela o fondo pierde,
como a uno yo vi, no se vacía,
de la barbilla abierto al bajo vientre;
por las piernas las tripas le colgaban,
vela la asadura, el triste saco
que hace mierda de todo lo que engulle.
Mientras que en verlo todo me ocupaba,
me miró y con la mano se abrió el pecho
diciendo: ¡Mira cómo me desgarro!
y mira qué tan maltrecho está Mahoma!
Delante de mí Alí llorando marcha,
rota la cara del cuello al copete.
Todos los otros que tú ves aquí,
sembradores de escándalo y de cisma
vivos fueron, y así son desgarrados.
Hay detrás un demonio que nos abre,
tan crudamente, al tajo de la espada,
cada cual de esta fila sometiendo. "




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Isabel Allende (Chile, 1942)
La casa de los espíritus (fragmento)
" La memoria es frágil y el transcurso de una vida es muy breve y sucede tan deprisa que no alcanzamos a ver la
relación entre los acontecimientos, no podemos medir la consecuencia de los actos... por eso mi abuela Clara escribía
en sus cuadernos, para ver las cosas en su dimensión real. "

Eva Luna (fragmento)
" Elaboraba la sustancia de sus propios sueños y con esos materiales fabricó un mundo para mí. Las palabras son gratis,
decía y se las apropiaba, todas eran suyas. Ella sembró en mi cabeza la idea de que la realidad no es sólo como se
percibe en la superficie, también tiene una dimensión mágica y, si a uno se le antoja, es legítimo exagerarla y ponerle
color para que el tránsito por esta vida no resulte tan aburrido.
(...)
De mí dependía la existencia de todo lo que nacía, moría o acontecía en las arenas inmóviles donde germinaban mis
cuentos. Podía colocar en ellas lo que quisiera, bastaba pronunciar la palabra justa para darle vida. "

Paula (fragmento)
" Tu abuela ruega por ti a su dios cristiano, y yo lo hago a veces a una diosa pagana y sonriente que derrama bienes,
una diosa que no sabe de castigos, sino de perdones, y le hablo con la esperanza de que me escuche desde el fondo de
los tiempos y te ayude. . . Pienso en mi bisabuela, en mi abuela clarividente, en mi madre, en ti y en mi nieta que
nacerá en mayo, una firme cadena femenina que se remonta hasta la primera mujer, la madre universal. Debo
movilizar esas fuerzas nutritivas para tu salvación.
(...)
Soy el vacío, soy todo lo que existe, estoy en cada hoja del bosque, en cada gota de rocío, en cada partícula de ceniza
que el agua arrastra, soy Paula y también soy yo misma, soy nada y todo lo demás en esta vida y en otras vidas,
inmortal. "




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Almafuerte (Argentina, 1854-1917)
Avanti
" AVANTI!
Si te postran diez veces, te levantas
otras diez, otras cien, otras quinientas...
No han de ser tus caídas tan violentas ni tampoco, por ley, han de ser tantas!
Con el hambre genial con que las plantas asimilan el humus avarientas,
deglutiendo el rigor de las afrentasse formaron los santos y las santas.
Obsesión casi asnal, para ser fuerte,nada más necesita la criatura;
y en cualquier infeliz se me figura que se rompen las garras de la suerte...
Todos los incurables tienen cura cinco segundos antes de su muerte!

II PIU AVANTI!
No te sientas vencido ni aun vencido,no te sientas esclavo ni aun esclavo;
trémulo de pavor, piénsate bravo, y acomete feroz, ya malherido.
Ten el tesón del clavo enmohecido que ya viejo y ruin, vuelve a ser clavo;
no la cobarde intrepidez del pavo,que amaina su plumaje al primer ruido.
Procede como Dios, que nunca llora: o como Lucifer, que nunca reza;
o como el robledal, cuya grandeza precisa del agua y no la implora...
Que muerda y vocifere vengadora, ya, rodando en el polvo, tu cabeza!

III MOLTO PIU AVANTI!
Los que vierten sus lágrimas amantes sobre las penas que no son sus penas;
los que olvidan el son de sus cadenas, para limar las de los otros antes;
Los que van por el mundo, delirantes, repartiendo su amor a manos llenas:
caen, bajo el peso de sus obras buenas,
sucios, enfermos, trágicos...! Sobrantes!
Ah! Nunca quieras remediar entuertos; nunca sigas impulsos compasivos!
Ten los garfios del Odio siempre activos,
y los ojos del juez siempre despiertos!...
Y al echarte en la caja de los muertos menosprecia los llantos de los vivos!

IV MOLTO PIU AVANTI ANCORA!
El mundo miserable es un estrado donde todo es estólido y fingido,
donde cada anfitrión guarda escondido su verdadero ser, tras el tocado.
No digas tu verdad ni al más amado; no demuestres temor ni al más temido;
no creas que jamás te hayan querido por más besos de amor que te hayan dado:
Mira como la nieve se deslíe sin que apostrofe al sol su labio yerto;
cómo ansía las nubes el desierto sin que a ninguna su ansiedad confíe...
Trema como el Infierno, pero ríe! Vive la vida plena, pero muerto!
V MOLTISSIMO PIU AVANTI ANCORA!
Si en vez de las estúpidas panteras y los férreos estúpidos leones,
encerrasen dos flacos mocetones en esa frágil cárcel de las fieras,
no habrían de yacer noches enteras en el blando pajar de sus colchones,
sin esperanzas ya, sin reacciones,lo mismo que dos plácidos horteras.
Cual Napoleones, pensativos, graves, no como el tigre sanguinario y maula,
escrutarían palmo a palmo su aula, buscando las rendijas, no las llaves...
Seas el que tú seas ya lo sabes: a escrutar las rendijas de tu jaula! "




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Joao de Almeida Garrett (Portugal, 1799-1854)
Camoes (fragmento)
" Tiernas ninfas del tranquilo Mondego, vosotras que el dulce gemir de los enamorados, gemidos de placer oisteis por la
selva. Que ocultó tanto amor, tanta ventura en tiempos de más dicha; que escuchastes los afligidos suspiros de
nostalgia, cuando ausente de aquel por quien vive, sola, gemidora rueda, va deshervando la ausencia de su bien, de su
amado, y a los montes, a las hierbas enseñando el nombre que en el pecho escrito tiene, que después, recordando una
muerte oscura largo tiempo de unas cristalinas solitarias lágrimas hermosas derramastes.
(...)
Con sus hijitos, en vano bañada en llanto, suplicante implora a los bárbaros. El hierro empapa crueles en el pecho
cristalino; y las vivas rosas que de las mejillas huyen, por la herida a borbotones se desvanecen con sus inocentes hijos
abrazada. No gime, no suspira; a besos arranca, una a una, las facciones, que tanto vivamente las del querido amante
le retratan. Ahora por los labios finalmente huye la última vida, el último soplo en besos, todo amor, todo ternura, los
ojos ya de hermosa luz se extinguen. "




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Dámaso Alonso (España, 1898-1990)
Mujer con alcuza (fragmento)
" Y esta mujer se ha despertado en la noche,
y estaba sola,
y ha mirado a su alrededor,
y estaba sola,
y ha buscado al revisor, a los mozos del tren,
a algún empleado,
a algún mendigo que viajara oculto bajo un asiento,
y estaba sola,
y ha gritado en la oscuridad,
y estaba sola,
y ha preguntado en la oscuridad,
y estaba sola,
y ha preguntado
quién conducía,
quién movía aquel horrible tren.
Y no le ha contestado nadie,
porque estaba sola,
porque estaba sola.
Y ha seguido días y días,
loca, frenética,
en el enorme tren vacío,
donde no va nadie,
que no conduce nadie.
(...)
¿O es que como esos almendros
que en el verano estuvieron cargados de demasiada fruta,
conserva aún en el invierno el tierno vicio,
guarda aún el dulce álabe
de la cargazón y de la compañía,
en sus tristes ramas desnudas, donde ya ni se posan los pájaros? "




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Peter Altenberg (Austria, 1859-1919)
Cavilaciones de un revolucionario (fragmento)
" Los debilitamientos trágicos: comer cuando no se tiene hambre. Beber cuando no se tiene sed. Moverse cuando se
necesita descanso. Copular cuando se carece de amor. ¡Sabiamente nos conduce la naturaleza! Cuando tenemos
hambre, al pan. Cuando tenemos sed, al agua. Cuando estamos cansados, al sueño. Cuando estamos llenos de amor, a
la mujer. No tomarse la propia vida más en serio que una pieza de Shakespeare! ¡Pero tampoco menos! Dejar que la
vida se apodere de uno como en el teatro. El teatro de la vida. ¡Ser el espectador ideal de uno mismo! ¡Estar del todo
concentrado y, sin embargo, saber salir luego de los embrollos e intrigas al aire fresco de la noche! ¡Haber vivido lo
que no se ha vivido y no haber vivido lo que se ha vivido! ¡Así te purificas de ti mismo! Y tus "propias tragedias" te
proporcionan la sonrisa…de la sabiduría. "




               Biografía


Manuel Altolaguirre (España, 1905-1959)
Preguntas
" Sentidos ignorados del Universo:
¿adónde lleváis las sensaciones
que adquirís de la nada?
¿En qué visceras yo, Dios mío, estoy?

¿La tierra un corazón?
Esta entraña secreta en donde estamos
bajo los aires músculos:
¿qué oficio tiene?

La luna, el sol, los astros,
los pulmones oscuros de la noche:
¿bajo qué piel, qué tacto viven?
¿Es tu cuerpo, Dios mío, el Universo?

¿Estás en lo creado
como el alma en la carne
o tienes la arboleda de tu sueño
alborotada, fuera de tu frente,
en la Nada infinita,
igual que yo en tu mundo? "




              Biografía


Jorge Amado (Brasil, 1912-2001)
Capitaes da Areia (fragmento)
" Solamente los dos vigilantes de la policía bahiana que se lustraban las botas frente al puesto policial fueron fusilados
por los cangaçeiros, pero fue antes de haber descubierto el carrusel en la plaza central. De lo contrario, quizá hasta a
los vigilantes de la policía bahiana hubiera perdonado Lampiâo en esa noche de suprema felicidad para su banda de
cangaçeiros. Entonces se portaron como niños, gozaron de una felicidad que antes nunca habían gozado, ni en su
infancia de hijos de campesino: montar en el caballo de madera de un carrusel, mientras sonaba la música de una
pianola y las luces ofrecían todos los colores: azules, verdes, amarillas, violetas y rojas, como la sangre que sale de los
cuerpos de los asesinados."
Martin Amis (Gran Bretaña, 1949)
La capacidad de pensar, de Los monstruos de Einstein (fragmento)
" Ellas están allí y yo aquí -ellas son inertes, yo estoy vivo-, y sin embargo me producen ganas de vomitar, me revuelven
el estómago; me siento como si un hijo mío hubiera estado fuera de casa mucho tiempo y comenzara a oscurecer. Es
una práctica buena y apropiada. Porque lo haré montones de veces, vomitaré muchísimo, si las armas caen y yo
sobrevivo. Todas las mañanas, seis días a la semana, salgo de mi casa y recorro en coche una milla hasta el
apartamento donde trabajo. Durante siete u ocho horas estoy solo. Cada vez que oigo en el aire un gemido súbito o uno
de los más atroces impactos de la vida ciudadana, o sirvo de huésped a cierto tipo de pensamientos indeseados, no
puedo evitar preguntarme cómo sería. Supongamos que sobrevivo. Supongamos que no se me derriten los ojos en la
cara, que no me toca el huracán de misiles secundarios en que hormigón, metal y cristal se han convertido
bruscamente; supongamos todo esto. Me veré obligado (y es lo último que tendré ganas de hacer) a desandar la larga
milla que me separa de mi hogar a través de la tormenta de fuego, los restos de los vientos de mil millas por hora, los
átomos descarriados, los muertos envilecidos. Luego -Dios mediante, en caso de que todavía me queden fuerzas y, por
supuesto, de que aún estén vivos- tendré que encontrar a mi mujer y mis hijos y tendré que matarlos. "

Campos de Londres (fragmento)
" Estudiada en su conjunto -y tomando en consideración los destrozos que dejaba a su paso, crisis de nervios, carreras
destrozadas, intentonas de suicidio, matrimonios rotos (y escandalosos divorcios)-, la facultad de Nicola para leer el
futuro le había enseñado un par de cosas muy claras: que nadie la amaría nunca lo suficiente, y que quienes la amaran
no serían lo suficientemente dignos de ser amados. "

El tren de la noche (fragmento)
" En mi época, llegué a presenciar las secuelas de quizás unas mil muertes sospechosas, las mayorías de las cuales
resultaron ser suicidios o accidentes, o simplemente, gente abandonada. Así que he visto todas las clases: saltarines,
mutilados, sumergidos con un peso, zambullidos, desangrados, flotadores, baleados, reventados. He visto los cadáveres
muertos a golpes de bebés de un año. Los de nonagenarias violadas por pandillas. He visto cadáveres abandonados por
tanto tiempo después de su muerte que la única posibilidad de deducir la fecha del deceso era el tamaño de los
gusanos. Pero de todos los cuerpos que he visto, ninguno se me ha quedado grabado en mis entrañas como el cadáver
de Jennifer Rockwell. "
Biografía


H. Christian Andersen (Dinamarca, 1805-1875)
El caracol y el rosal (fragmento)
" -Nada ha cambiado -dijo-. No se advierte el más insignificante progreso. El rosal sigue con sus rosas, y eso es todo lo
que hace. Pasó el verano y vino el otoño, y el rosal continuó dando capullos y rosas hasta que llegó la nieve. El tiempo
se hizo húmedo y hosco. El rosal se inclinó hacia la tierra; el caracol se escondió bajo el suelo. Luego comenzó una
nueva estación, y las rosas salieron al aire y el caracol hizo lo mismo.
-Ahora ya eres un rosal viejo -dijo el caracol-. Pronto tendrás que ir pensando en morirte. Ya has dado al mundo cuanto
tenías dentro de ti. Si era o no de mucho valor, es cosa que no he tenido tiempo de pensar con calma. Pero está claro
que no has hecho nada por tu desarrollo interno, pues en ese caso tendrías frutos muy distintos que ofrecernos. ¿Qué
dices a esto? Pronto no serás más que un palo seco... ¿Te das cuenta de lo que quiero decirte?
-Me asustas -dijo el rosal-. Nunca he pensado en ello.
-Claro, nunca te has molestado en pensar en nada. ¿Te preguntaste alguna vez por qué florecías y cómo florecías, por
qué lo hacías de esa manera y de no de otra?
-No -contestó el caracol-. Florecía de puro contento, porque no podía evitarlo. ¡El sol era tan cálido, el aire tan
refrescante!... Me bebía el límpido rocío y la lluvia generosa; respiraba, estaba vivo. De la tierra, allá abajo, me subía
la fuerza, que descendía también sobre mí desde lo alto. Sentía una felicidad que era siempre nueva, profunda
siempre, y así tenía que florecer sin remedio. Tal era mi vida; no podía hacer otra cosa.
-Tu vida fue demasiado fácil -dijo el caracol.
-Cierto -dijo el rosal-. Me lo daban todo. Pero tú tuviste más suerte aún. Tú eres una de esas criaturas que piensan
mucho, uno de esos seres de gran inteligencia que se proponen asombrar al mundo algún día.
-No, no, de ningún modo -dijo el caracol-. El mundo no existe para mí. ¿Qué tengo yo que ver con el mundo? Bastante
es que me ocupe de mí mismo y en mí mismo.
-¿Pero no deberíamos todos dar a los demás lo mejor de nosotros, no deberíamos ofrecerles cuanto pudiéramos? Es
cierto que no te he dado sino rosas; pero tú, en cambio, que posees tantos dones, ¿qué has dado tú al mundo? ¿Qué
puedes darle?
-¿Darle? ¿Darle yo al mundo? Yo lo escupo. ¿Para qué sirve el mundo? No significa nada para mí. Anda, sigue cultivando
tus rosas; es para lo único que sirves. Deja que los castaños produzcan sus frutos, deja que las vacas y las ovejas den su
leche; cada uno tiene su público, y yo también tengo el mío dentro de mí mismo. ¡Me recojo en mi interior, y en él voy
a quedarme! El mundo no me interesa.
Y con estas palabras, el caracol se metió dentro de su casa y la selló.
-¡Qué pena! -dijo el rosal-. Yo no tengo modo de esconderme, por mucho que lo intente. Siempre he de volver otra vez,
siempre he de mostrarme otra vez en mis rosas. Sus pétalos caen y los arrastra el viento, aunque cierta vez vi cómo una
madre guardaba una de mis flores en su libro de oraciones, y cómo una bonita muchacha se prendía otra al pecho, y
cómo un niño besaba otra en la primera alegría de su vida. Aquello me hizo bien, fue una verdadera bendición. Tales
son mis recuerdos, mi vida.
Y el rosal continuó floreciendo en toda su inocencia, mientras el caracol dormía allá dentro de su casa. El mundo nada
significaba para él. Y pasaron los años. El caracol se había vuelto tierra en la tierra, y el rosal tierra en la tierra, y la
memorable rosa del libro de oraciones había desaparecido... Pero en el jardín brotaban los rosales nuevos, y los nuevos
caracoles se arrastraban dentro de sus casas y escupían al mundo, que no significaba nada para ellos. ¿Empezamos otra
vez nuestra historia desde el principio? No vale la pena; siempre sería la misma. "




                Biografía
Vicent Andrés Estellés (Valencia, 1924-1993)
Tot açó que ja no pot ser
" Et besaria lentament,
et soltaria els cabells,
t'acariciaria els muscles,
t'agafaria el cap
per a besar-te dolçament,
estimada meua, dolça meua,
i sentir-te, encara més nina,
més nina encara sota les mans,
dessota els péls del meu pit
i sota els péls de l'engonal,
i sentir-te sota el meu cos,
amb els grans ulls oberts,
més que entregada confiada,
feliç dins els meus abraços.
Et veuria anar, tota nua,
anant i tornant per la casa,
tot açó que ja no pot ser.
Sóc a punt de dir el teu nom,
sóc a punt de plorar-lo
i d'escriure'l per les parets,
adorada meua, petita.
Si em desperte, a les nits,
em desperte pensant en tu,
en el teu daurat i petit cos.
T'estimaria, t'adoraria
fins a emplenar la teua pell,
fins a emplenar tot el teu cos
de petites besades cremants.
es un amor total i trist
el que sent per tu, criatura,
un amor que m'emplena les hores
totalement amb el record
de la teua figura alegre i ágil.
No deixe de pensar en tu,
em pregunte on estarás,
voldria saber qué fas,
i arribe a la desesperació.
Com t'estime! Em destrosses,
t'acariciaria lentament,
amb una infinita tendresa,
i no deixaria al teu cos
cap lloc sense la meua carícia,
petita meua, dolça meua,
aliena probablement
a l'amor que jo sent per tu,
tan adorable! T'imagine
tébia i nua, encara innocent,
vacil.lant, i ja decidida,
amb les meues mans als teus muscles,
revoltant-te els cabells,
agafant-te per la cintura
o obrint-te les cames,
fins a fer-te arribar, alhora,
amb gemecs i retrocessos,
a l'espasme lent del vici;
fins a sentir-te enfollir,
una instantánia follia:
tot açó que ja no pot ser,
petita meua, dolça meua.
Et recorde i estic plorant
i sent una tristesa enorme,
voldria ésser ara al llit,
sentir el teu cos prop del meu,
el cos teu, dolç i fredolic,
amb un fred de col.legiala,
encollida, espantada; vull
estar amb tu mentre dorms,
el teu cul graciós i dur,
la teua adorable proximitat,
fregar-te a penes, despertar-te,
despertar-me damunt el teu cos,
tot açó que ja no pot ser.
Et mire, i sense que tu ho sápies,
mentre et tinc al meu davant
i t'estrenyc, potser, la má,
t'evoque en altres territoris
on mai havem estat;
contestant les teues paraules,
visc una égloga dolcíssima,
amb el teu cos damunt una catifa,
damunt els taulells del pis,
a la butaca d'un saló
de reestrena, amb la teua má
petita dintre la meua,
infinitament feliç,
contemplant-te en l'obscuritat,
dos punts de llum als teus ulls,
fins que al final em sorprens
i sens dubte em ruboritzes,
i ja no mires la pantalla,
abaixes llargament els ulls.
No és possible seguir així,
jo bé ho comprenc, peró ocorre,
tot açó que ja no pot ser.
Revisc els dolços instants
de la meua vida, peró amb tu.
es una flama, és una mort,
una llarga mort, aquesta vida,
no sé per qué t'he conegut,
jo no volia conéixer-te...
A qualsevol part de la terra,
a qualsevol part de la nit,
mor un home d'amor per tu
mentre cuses, mentre contemples
un serial de televisió,
mentre parles amb una amiga,
per teléfon, d'algun amic;
mentre que et fiques al llit,
mentre compres en el mercat,
mentre veus, al teu mirall,
el desenvolupament dels teus pits,
mentre vas en motocicleta,
mentre l'aire et despentina,
mentre dorms, mentre orines,
mentre mires la primavera,
mentre espoles les estovalles,
mor un home d'amor per tu,
tot açó que ja no pot ser.
Que jo me muir d'amor per tu. "

Els amants, de El llibre de les maravelles (en catalán)
" No hi havia a València dos amants com nosaltres.
Feroçment ens amàvem del matí a la nit.
Tot ho recorde mentre vas estenent la roba.
Han passat anys, molt anys; han passat moltes coses.
De sobte encara em pren aquell vent o l'amor
i rodolem per terra entre abraços i besos.
No comprenem l'amor com un costum amable,
com un costum pacífic de compliment i teles
(i que ens perdone el cast senyor López-Picó).
Es desperta, de sobte, com un vell huracà,
i ens tomba en terra els dos, ens ajunta, ens empeny.
Jo desitjava, a voltes, un amor educat
i en marxa el tocadiscos, negligentment besant-te,
ara un muscle i després el peço d'una orella.
El nostre amor es un amor brusc i salvatge
i tenim l'enyorança amarga de la terra,
d'anar a rebolcons entre besos i arraps.
Què voleu que hi faça! Elemental, ja ho sé.
Ignorem el Petrarca i ignorem moltes coses.
Les Estances de Riba i les Rimas de Bécquer.
Després, tombats en terra de qualsevol manera,
comprenem que som bàrbars, i que aixòno deu ser,
que no estem en l'edat, i tot això i allò.
No hi havia a València dos amants com nosaltres,
car d'amants com nosaltres en son parits ben pocs. "




               Biografía


Ivo Andric (Yugoslavia, 1892-1975)
Ex-Ponto (fragmento)
" No hay otra verdad que el dolor; no hay otra realidad que el sufrimiento; dolor y sufrimiento en toda gota de agua,
toda hoja de hierba, en cada sonido de voz viviente, en sueño y vigilia, en vida, antes de la vida y tal vez después de la
muerte. "




               Biografía
Guillaume Apollinaire (Francia, 1880-1918)
El cuarto poema secreto, de Poemas a Madeleine
" Mi boca tendrá ardores de averno,
mi boca será para ti un infierno de dulzura,
los ángeles de mi boca reinarán en tu corazón,
mi boca será crucificada
y tu boca será el madero horizontal de la cruz,
pero qué boca será el madero vertical de esta cruz.
Oh boca vertical de mi amor,
los soldados de mi boca tomarán al asalto tus entrañas,
los sacerdotes de mi boca incensarán tu belleza en su templo,
tu cuerpo se agitará como una región durante un terremoto,
tus ojos entonces se cargarán
de todo el amor que se ha reunido
en las miradas de toda la humanidad desde que existe.

Amor mío
mi boca será un ejército contra ti,
un ejército lleno de desatinos,
que cambia lo mismo que un mago
sabe cambiar sus metamorfosis,
pues mi boca se dirige también a tu oído
y ante todo mi boca te dirá amor,
desde lejos te lo murmura
y mil jerarquías angélicas
que te preparan una paradisíaca dulzura en él se agitan,
y mi boca es también la Orden que te convierte en mi esclava,
y me da tu boca Madeleine,
tu boca que beso Madeleine. "

Porvenir, de El vigía melancólico
" Cuando tiemblen de pánico los poderosos ricos
cuando en señal de miedo levanten sus manos
serenas ante el fuego las casas se derrumben
los desnudos cadáveres tirados por los caminos
iremos a contemplar la sonrisa de los muertos
caminaremos muy lentamente con los ojos cautivados
registrando con los pies bajo los patíbulos de las mandrágoras
sin pensar en los heridos sin lamentar sus vidas.
Correrá la sangre y sobre los rojos pantanos
inclinados contemplaremos serenamente nuestros rostros
miraremos en los trágicos espejos la muerte de los amantes y la caída de las casas
tendremos mucho cuidado en conservar puras nuestras manos
y de noche lo mismo que Nerón admiraremos el incendio de las ciudades
el desplome de los muros
y como él con indolencia cantaremos
cantaremos el fuego la nobleza de las fraguas
la fuerza de los zagales
los gestos de los ladrones
la muerte de los héroes
y la gloria de las antorchas
que forman una aureola alrededor de cada frente
la belleza de la primavera y los amores fecundos
la dulzura de los ojos azules que la sangre satisface
el alba que despunta y el frescor de las olas
la dicha de los niños y la eterna existencia.
Pero no cantaremos más
ni el mirto de las viudas
ni el honor de obedecer
ni el son de los cañones
ni el pasado
pues la claridad del nuevo día, no hará que vibre siquiera la estatua de Memmon
luego bajo el sol se pudrirán los cadáveres
y muchos otros hombres que morirán en libertad
el sol y los muertos en las tierras que se siembran darán la belleza rubia y la fecundidad
y más tarde cuando la peste haya purificado la tierra
en dulce paz viviremos los bienaventurados hombres, apacibles y puros
pues los lagos y los mares serán suficientes para lavar la sangre de las manos. "




                Biografía


Louis Aragon (Francia, 1897-1982)
Persona Pálida
" Más mísero que las piedras
triste a más no poder
el hombre escuálido con el atril
hubiera querido aniquilarse.
Qué frío el viento penetra
en el lugar de las hojas muertas
cómo patear para ahuyentar el frío
con qué pie iniciar la semana.
Un silencio que nunca acaba
ni una palabra tierna para engañar al invierno
la sombra del alma del amigo
la escritura, tan sólo las señas.
Mi sangre daría una sola vuelta
los sonidos se perderían en el espacio
como dedos congelados.
Soy un patín abandonado en el hielo
traspasado por el amanecer. "

Los viajeros de la Imperial (fragmento)
" Todos nos vemos arrastrados hacia esa horrible fatalidad en un gigante autobús que está, en sí mismo, condenado a la
destrucción, en tanto que nosotros nos conservamos inconscientes del movimiento que lo anima o del motor que lo
impulsa. Recuerdo haber atravesado cierta noche París en el preciso momento en que eran encendidos los faroles
callejeros, en uno de esos trepidantes vehículos que nadaba como una enorme ballena a través de las sombras que se
espesaban. Era una noche en que yo me sentía particularmente turbado y triste y en que mi cerebro barajaba nombres
de títulos y acciones, cotizaciones bursátiles y cifras de las cuales dependía mi libertad, como una pobre alma errante
poseída por los demonios del cálculo. De pronto, todo me pareció extraño, los cafés, los bulevares, las tiendas.
Comencé a mirar a mis vecinos del piso de arriba, el imperial del autobús, y no me parecieron ya casuales compañeros
de travesía cuyos espíritus se levantarían al acercarse el fin del viaje, sino mas bien viajeros misteriosamente escogidos
para atravesar la vida conmigo. Y pensé con horror que todos nosotros, extraños el uno para el otro, estábamos
amenazados en el mismo grado por un posible accidente a tal punto que todo lo que ocurriera allá abajo entre los
caballos y la calle, y de lo cual nada sabíamos en absoluto, tendía a crear entre nosotros una profunda unidad, una
intimidad más terrible que la intimidad del amor, la intimidad de una tumba común... Pensé que aquel imperial o
mejor dicho el propio autobús, era poco más o menos la imagen de la vida. Porque existen en el mundo dos clases de
individuos, los que, a semejanza de la gente del imperial son trasladados sin conocimiento alguno de las máquinas que
habitan y los que saben lo que hace girar las ruedas, los que manipulan la maquinaria del monstruo. "




              Biografía


Reinaldo Arenas (Cuba, 1943-1990)
El mundo alucinante (fragmento)
" El verano. Los pájaros derretidos en pleno vuelo, caen, como plomo hirviente, sobre las cabezas de los arriesgados
transeúntes, matándolos al momento.
El verano. La isla, como un pez de metal alargado, centellea y lanza destellos y vapores ígneos que fulminan.
El verano. El mar ha comenzado a evaporarse, y una nube azulosa y candente cubre toda la ciudad.
El verano. La gente, dando voces estentóreas, corre hasta la laguna central, zambulléndose entre sus aguas caldeadas y
empastándose con fango toda la piel, para que no se le desprenda el cuerpo.
El verano. Las mujeres, en el centro de la calle, empiezan a desnudarse, y echan a correr sobre los adoquines que
sueltan chispas y espejean.
El verano. Yo, dentro del morro, brinco de un lado a otro. Me asomo entre la reja y miro al puerto hirviendo. Y me
pongo a gritar que me lancen de cabeza al mar.
El verano. La fiebre del calor ha puesto de mala sangre a los carceleros que, molestos por mis gritos, entran a mi celda
y me muelen a golpes. Pido a Dios que me conceda una prueba de su existencia mandándome la muerte. Pero dudo que
me oiga. De estar Dios aquí se hubiera vuelto loco.
El verano. Las paredes de mi celda van cambiando de color, y de rosado pasan a rojo, y de rojo al rojo vino, y de rojo
vino a negro brillante... el suelo empieza también a brillar como un espejo, y del techo se desprenden las primeras
chispas. Solo dándole brincos me puedo sostener, pero en cuanto vuelvo a apoyar los pies siento que se me
achicharran. Doy brincos. Doy brincos. Doy brincos.
El verano. Al fin el calor derrite los barrotes de mi celda, y salgo de este horno al rojo, dejando parte de mi cuerpo
chamuscado entre los bordes de la ventana, donde el aceite derretido aun reverbera.
(…)
Pero las revoluciones no se hacen en las cárceles, si bien es cierto que generalmente allí es donde se engendran. Se
necesita tanta acumulación de odio, tantos golpes de cimitarra y redobles de bofetadas, para al fin iniciar este
interminable y ascendente proceso de derrumbe.
(…)
Las manos son lo mejor que indica el avance del tiempo.
Las manos, que antes de los veinte años empiezan a envejecer.
Las manos, que no se cansan de investigar ni darse por vencidas.
Las manos, que se alzan triunfantes y luego descienden derrotadas.
Las manos, que tocan las transparencia de la tierra.
Que se posan tímidas y breves.
Que no saben y presienten que no saben.
Que indican el límite del sueño.
Que planean la dimensión del futuro.
Estas manos, que conozco y sin embargo me confunden.
Estas manos, que me dijeron una vez: -tienta y escapa-.
Estas manos, que ya vuelven presurosas a la infancia.
Estas manos, que no se cansan de abofetear a las tinieblas.
Estas manos, que solamente han palpado cosas reales.
Estas manos, que ya casi no puedo dominar.
Estas manos, que la vejez ha vuelto de colores.
Estas manos, que marcan los límites del tiempo.
Que se levantan y de nuevo buscan el sitio.
Que señalan y quedan temblorosas.
Que saben que hay música aun entre sus dedos.
Estas manos, que ayudan ahora a sujetarse.
Estas manos, que se alargan y tocan el encuentro.
Estas manos, que me piden, cansadas, que ya muera. "

Antes que anochezca (fragmento)
" Oh Luna! Siempre estuviste a mi lado, alumbrándome en los momentos más terribles; desde mi infancia fuiste el
misterio que velaste por mi terror, fuiste el consuelo en las noches mas desesperadas, fuiste mi propia madre,
bañándome en un calor que ella tal vez nunca supo brindarme; en medio del bosque, en los lugares más tenebrosos, en
el mar; allí estabas tu acompañándome; eras mi consuelo, siempre fuiste la que me orientaste en los momentos más
difíciles. Mi gran diosa, mi verdadera diosa, que me has protegido de tantas calamidades; hacia ti en medio del mar;
hacia ti junto a la costa; hacia ti entre las costas de mi isla desolada. Elevaba la mirada y te miraba; siempre la misma;
en tu rostro veía una expresión de dolor, de amargura, de compasión hacia mí; tu hijo. Y ahora, súbitamente, luna,
estallas en pedazos delante de mi cama. Ya estoy solo. Es de noche. "

The Parade Ends
" Paseos por las calles que revientan,
pues las cañerías ya no dan más
por entre edificios que hay que esquivar,
pues se nos vienen encima,
por entre hoscos rostros que nos escrutan y sentencian,
por entre establecimientos cerrados,
mercados cerrados,
cines cerrados,
parques cerrados,
cafeterías cerradas.
Exhibiendo a veces carteles (justificaciones) ya polvorientos,
CERRADO POR REFORMAS,
CERRADO POR REPARACIÓN.
¿Qué tipo de reparación?
¿Cuándo termina dicha reparación, dicha reforma?
¿Cuándo, por lo menos,
empezará?
Cerrado...cerrado...cerrado...
todo cerrado...
Llego, abro los innumerables candados, subo corriendo la improvisada escalera.
Ahí está, ella, aguardándome.
La descubro, retiro la lona y contemplo sus polvorientas y frías dimensiones.
Le quito el polvo y vuelvo a pasarle la mano.
Con pequeñas palmadas limpio su lomo, su base, sus costados.
Me siento, desesperado, feliz, a su lado, frente a ella,
paso las manos por su teclado, y, rápidamente, todo se pone en marcha.
El ta ta, el tintineo, la música comienza, poco a poco, ya más rápido
ahora, a toda velocidad.
Paredes, árboles, calles,
catedrales, rostros y playas,
celdas, mini celdas,
grandes celdas,
noche estrellada, pies
desnudos, pinares, nubes,
centenares, miles,
un millón de cotorras
taburetes y una enredadera.
Todo acude, todo llega, todos vienen.
Los muros se ensanchan, el techo desaparece y, naturalmente, flotas,
flotas, flotas arrancado, arrastrado,
elevado,
llevado, transportado, eternizado,
salvado, en aras, y,
por esa minúscula y constante cadencia,
por esa música,
por ese ta ta incesante. "

Mi amante el mar (fragmento)
" Sólo el afán de un náufrago podría
remontar este infierno que aborrezco.
Crece mi furia y ante mi furia crezco
y solo junto al mar espero el día. "




               Biografía


Pietro Aretino (Italia, 1492-1556)
La cópula, de Sonetos lujuriosos
" (Hombre): Follemos, vida mía, follemos ya
pues todos nacimos para follar,
y si tú el pene adoras, yo el coño amo, y el mundo
una mierda sin esto sería.

Y si post mortem follar se pudiera
diría: así follemos hasta morir,
pues tanto follaron Adán y Eva
que la muerte les pareció harto injusta.

(Mujer): Y es verdad, que si los muy tunantes
no hubiesen comido aquel fruto engañoso,
bien se hubieran saciado los amantes.

Más dejémonos de historias, y hasta el corazón
híncame el pene, y ahí reviente
el alma que vive y muere por él.

(Hombre): Y, si es posible, fuera
del coño no me dejes los testículos,
de todo placer gozado, testigos. "




               Biografía


Alcides Arguedas (Bolivia, 1879-1946)
Raza de bronce (fragmento)
" El lago, desde esa altura, parecía una enorme brasa viva. En medio de la hoguera saltaban las islas como manchas
negras, dibujando admirablemente los más pequeños detalles de sus contornos; y el estrecho de Tiquina, encajonado al
fondo entre dos cerros que a esa distancia fingían muros de un negro azulado daba la impresión de un río de fuego
viniendo a alimentar el ardiente caudal de la encendida linfa. La llanura, escueta de árboles, desnuda, alargábase
negra y gris en su totalidad. Algunos sembríos de cebada, ya amarillentos por la madurez, ponían manchas de color
sobre la nota triste y opaca de ese suelo casi estéril por el perenne frío de las alturas. Acá y allá, en las hondonadas,
fulgían de rojo los charcos formados por las pasadas lluvias, como los restos de un colosal espejo roto en la llanura. "




                Biografía


José María Arguedas (Perú, 1911-1969)
El barranco (fragmento)
" Las mulas se animaron en el camino, sacudiendo sus cabezas; resoplando las narices, entraron a carrera en la
quebrada, las madrineras atropellaron por delante. Atorándose con el polvo, los becerritos se arrimaron al cerroé
algunos pudieron volverse y corrieron entre la piara. La mula nazqueña de don Garayar levantó sus dos patas y clavó sus
cascos en la frente del "Pringo". El "Pringo" cayó al barranco, rebotó varias veces entre los peñascos y llegó hasta el
fondo del abismo. Boqueando sangre murió a la orilla del riachuelo. "




               Biografía


Ludovico Ariosto (Italia, 1474-1533)
Orlando Furioso (fragmento)
" Un fructífero riachuelo, alimentado por un manantial límpido,
Envuelve, a su alrededor, ese espacio fértil.
La tierra de Venus, la verdad sea dicha
Lugar efímero de alegria y de encanto:
Para cada doncella y esposa, que allí se engendra,
Es a lo largo y ancho del mundo, inigualada en gracia:
Y Venus desea, que hasta que tañan sus últimas horas,
El Amor caldee sus pechos, jovenes y viejos. "




               Biografía


Roberto Arlt (Argentina, 1900-1942)
El jorobadito (fragmento)
" Retorcerle el pescuezo al jorobadito ha sido de mi parte un acto más ruinoso e imprudente para mis intereses, que
atentar contra la existencia de un benefactor de la humanidad. Se ha echado sobre mí la policía, los jueces y los
periódicos. Y ésta es la hora en que aún me pregunto (considerando los rigores de la justicia) si Rigoletto no estaba
llamado a ser un capitán de hombres, un genio, o un filántropo. De otra forma no se explican las crueldades de la ley
para vengar los fueros de un insigne piojoso, al cual, para pagarle de su insolencia, resultaran insuficientes todos los
puntapiés que pudieran suministrarle en el trasero, una brigada de personas bien nacidas. No se me oculta que sucesos
peores ocurren sobre el planeta, pero ésta no es una razón para que yo deje de mirar con angustia las leprosas paredes
del calabozo donde estoy alojado a espera de un destino peor. "
Los siete locos (fragmento)
" Sí, llegará un momento en que la humanidad escéptica, enloquecida por los placeres, blasfema de impotencia, se
pondrá tan furiosa que será necesario matarla como a un perro rabioso...Será la poda del árbol humano... una vendimia
que sólo ellos, los millonarios, con la ciencia a su servicio, podrán realizar. Los dioses, asqueados de la realidad,
perdida toda ilusión en la ciencia como factor de felicidad, rodeados de esclavos tigres, provocarán cataclismos
espantosos, distribuirán las pestes fulminantes... Durante algunos decenios el trabajo de los superhombres y de sus
servidores se concretará a destruir al hombre de mil formas, hasta agotar el mundo casi... y sólo un resto, un pequeño
resto, será aislado en algún islote, sobre el que se asentarán las bases de una nueva sociedad. "




               Biografía


Matthew Arnold (Gran Bretaña, 1822-1888)
Desaliento, de Empedocles en Etna
" Los pensamientos que llueven su constante fulgor como estrellas sobre la fría existencia del mar, y que otros conocen,
o dicen conocer, nunca brillaron para mí, los pensamientos alumbran como centellas el cielo de mi espíritu, pero no se
quemarán conmigo, una vez que iluminen, presurosos huirán y jamás regresarán de nuevo."

A Margarita, de Empedocles en Etna
" Sí, en el mar del vivir aislados, con resonantes estrechos que nos separan, punteando el acuático páramo sin costas,
nosotros, millones de mortales, vivimos solos. Las islas sienten cómo las corrientes las unen, aprendiendo los eslabones
que sin fin las atan. Pero cuando la luna alumbra los vacíos, y un bálsamo primaveral las barre, en los collados
ruiseñores cantan divinamente bajo noches estrelladas, y primorosos acordes vierten a través de ruidos y canales, de
orilla a orilla. Entonces una nostalgia como desesperación llega hasta las cavernas más apartadas, porque,
seguramente, entonces se presiente que parte fuimos de un solo continente. Hoy la llanura acuosa, rodeándonos se
extiende; si pudieran nuestras márgenes de nuevo encontrarse. ¿Quién dispuso que este fuego de ansias debiera
enfriarse tan pronto como se inflama? ¿Quién devuelve vacío tan hondo deseo? Un dios ordenó tanta separación, un
dios, y entre orillas impuso el salado, insondable mar que nos aparta."




               Biografía


Hans Arp (Francia, 1887-1966)
Violetas rojas
" Las flechas se mustian en su vuelo
las alas se pierden hacia el mundo de las hojas
alas y hojas se confunden
las estrellas sirven de lunares
al cielo profundo como tus ojos
el patio de las flores grajea y ríe
en una luz arrodillada
la cadena de los espejismos se rompe
en la nube incrustada de besos
una jornada embalsamada
cae de una joroba de frutas
las garras sueltan un pequeño hurto
una nube verde danza con dos piernas de relámpagos
luego las violetas crecen más deprisa
niños hermosos como violetas
danzan como nubes
pequeños más pequeños que de costumbre
charlan con un pequeño invisible
yo olvido mi cuerpo
lo vivo se junta con lo muerto
los juegos se desunen
niños hermosos como violetas
danzan como olas
aceleran sus saltos
danzan con fuerza y vigor exasperado
vuelcan lo hendido y lo virgen
todo gira rueda se precipita
las violetas se vuelven rojas
el día se acuna en sus fluideces
sus coronas de luz
sus follajes imperecederos
la noche me tiende una estrella
y Sophie agita la flor del sueño
en la campana del cielo. "


Fernando Arrabal (España, 1932)
Pateando paraísos (fragmento)
" No puedo explicarte lo que es el mono, aunque me lo pides. Es inexplicable e inconcebible para quien no se lo ha
apechugado. Es la tortura y el castigo hechos a la medida de la infamia del vicio. La nariz se te forra de murciélagos.
Te salen litros de moquillo líquido que sabe a rayos. La saliva te llena la boca de un caldo de orín fermentado con ácido
sulfúrico. Todo te duele con diez tanques. Los riñones se te infestan de ratas que te carcomen los nervios. En las
articulaciones de las rodillas, de las muñecas, de los codos, de los tobillos, para qué contarte? En cuanto te mueves y
en cuanto no te mueves... da igual... Se te mete la cremallera de pinchos para arriba y para abajo. Se te ponen los
nervios de rejones. Tienes un cabreo de sesión continua. La cabeza cencerrea y se te rompe la crisma erre que erre. El
insomnio te encapota 24 horas por día. Ni soñar con dormir. Las noches son peores que los días, y viceversa. Se me
olvidaba decirte que los ojos se te salpimentan solos y con chile negro. Lagrimeas vinagre y bilis sin poder llorar. Desde
la punta de la cebolleta hasta la campana de la molondra se te pone la carne de gallina sin necesidad de condiciones
atmosféricas. "




               Biografía


Juan José Arreola (México, 1918-2001)
Bestiario (fragmento)
" Los abismos atraen. Yo vivo a la orilla de tu alma. Inclinado hacia ti, sondeo tus pensamientos, indago el germen de
tus actos. Vagos deseos se remueven en el fondo, confusos y ondulantes en su lecho de reptiles. ¿De que se nutre mi
contemplacion voraz? Veo el abismo y tu yaces en lo profundo de ti misma. Ninguna revelacion. Nada que se parezca al
brusco despertar de la conciencia. Nada sino el ojo que me devuelve implacable mi descubierta mirada. Narciso
repulsivo, me contemplo el alma en el fondo de un pozo. A veces el vertigo desvia los ojos de ti. Pero siempre vuelvo a
escrutar en la sima. Otros, felices, miran un momento tu alma y se van. Yo sigo a la orilla, ensimismado. Muchos seres
se despeñan a lo lejos. Sus restos yacen borrosos, disueltos en la satisfaccion. Atraido por el abismo, vivo la
melancolica certeza de que no voy a caer nunca. "
Biografía


Antonin Artaud (Francia, 1896-1948)
Poeta negro
" Poeta negro, un seno de doncella
te obsesiona
poeta amargo, la vida bulle
y la ciudad arde,
y el cielo se resuelve en lluvia,
y tu pluma araña el corazón de la vida.

Selva, selva, hormiguean ojos
en los pináculos multiplicados;
cabellera de tormenta, los poetas
montan sobre caballos, perros.

Los ojos se enfurecen, las lenguas giran
el cielo afluye las narices
como azul leche nutricia;
estoy pendiente de vuestras bocas
mujeres, duros corazones de vinagre. "

Noche
" Los mostradores del cinc pasan por las cloacas,
la lluvia vuelve a ascender hasta la luna;
en la avenida una ventana
nos revela una mujer desnuda.

En los odres de las sábanas hinchadas
en los que respira la noche entera
el poeta siente que sus cabellos
crecen y se multiplican.

El rostro obtuso de los techos
contempla los cuerpos extendidos.
Entre el suelo y los pavimentos
la vida es una pitanza profunda.

Poeta, lo que te preocupa
nada tiene que ver con la luna;
la lluvia es fresca,
el vientre está bien.

Mira como se llenan los vasos
en los mostradores de la tierra
la vida está vacía,
la cabeza está lejos.

En alguna parte un poeta piensa.
No tenemos necesidad de la luna,
la cabeza es grande,
el mundo está atestado.

En cada aposento
el mundo tiembla,
la vida engendra algo
que asciende hacia los techos.

Un mazo de cartas flota en el aire
alrededor de los vasos;
humo de vinos, humo de vasos
y de las pipas de la tarde.

En el ángulo oblicuo de los techos
de todos los aposentos que tiemblan
se acumulan los humos marinos
de los sueños mal construidos.

Porque aquí se cuestiona la Vida
y el vientre del pensamiento;
las botellas chocan los cráneos
de la asamblea áerea.

El Verbo brota del sueno
como una flor o como un vaso
lleno de formas y de humos.

El vaso y el vientre chocan:
la vida es clara
en los cráneos vitrificados.

El areópago ardiente de los poetas
se congrega alrededor del tapete verde,
el vacío gira.

La vida pasa por el pensamiento
del poeta melenudo.

En la calle sólo una ventana,
las cartas batidas suenan.
En la ventana la mujer sexuada
somete su vientre a discusión. "




               Biografía


Isaac Asimov (EEUU, 1920-1992)
Sueños de robot (fragmento)
" Después de cientos de miles de millones de años pensó en él, de pronto, como Ames. No en la combinación de
longitud de onda que, a través del universo, era ahora el equivalente de Ames, sino en el sonido en sí. Le volvía un leve
recuerdo de ondas sonoras que ya no oía y ya no podía oír. El nuevo proyecto aguzaba su recuerdo de tantas y tantas
cosas de eones y eones de antigüedad. Redujo el vórtex de energía que sumaba el total de su individualidad y sus líneas
de energía se tendieron hasta más allá de las estrellas.
(...)
Y Ames vio también y recordó que en tiempos había sido un hombre. La fuerza de su vórtex partió la cabeza por la
mitad, y escapó por las galaxias siguiendo la huella energética de Brock... de regreso al infinito destino de la vida. Y los
ojos de la destrozada cabeza de materia seguían brillando con la humedad que Brock había puesto allí para representar
las lágrimas. La cabeza de materia hizo aquello que los seres-energéticos ya no podían hacer. Y lloró por toda la
humanidad y por la frágil belleza de los cuerpos de los que en tiempos se habían desprendido, hacía millones de años. "

Yo robot (fragmento)
" (El robot QT-1 Cutie, duda sobre su existencia y responde a Donovan y Powell)
Fíjate en ti. No lo digo con ánimo de desprecio, pero fíjate bien. El material del que estás hecho es blando y flojo,
carece de resistencia, y su energía depende de la oxidación ineficiente del material orgánico.
(...)
Entráis periódicamente en coma, y la menor variación de temperatura, presión atmosférica, la humedad o la intensidad
de radiación afecta a vuestra eficiencia. Sois alterables.Yo, por el contrario, soy un producto acabado. Absorbo energía
eléctrica directamente y la utilizo con casi un ciento por ciento de eficiencia. Estoy compuesto de fuerte metal,
permanezco consciente todo el tiempo y puedo soportar fácilmente los más extremados cambios ambientales. Estos son
hechos que, partiendo de la irrefutable proposición de que ningún ser puede crear un ser más perfecto que él, reduce
vuestra tonta teoría a la nada. "




               Biografía


Miguel Angel Asturias (Guatemala, 1899-1974)
Invierno
" En rodillas de viento, galgo y huella
fuí tras de ti, mujer en mi presencia
transportado por ágil luz de estrella
de sentido en sentido hasta la ausencia.
Atravesaste, amor, los egoísmos
que en sílice de lágrimas desvelo
yuxtaponiendo abismos sobre abismos
en mi insoluble soledad de hielo.
La gran araña de la lluvia teje
con agua y viento telarañas móviles
¿qué mañana serán cuando despeje?
Superficie de vidrio sin quebranto,
como serán mis ojos cuando inmóviles
hayan llorado ya todo su llanto. "

El señor presidente (fragmento)
" Los pordioseros se arrastraban por las cocinas del mercado, perdidos en la sombra de la Catedral helada, de paso
hacia la Plaza de Armas, a lo largo de calles tan anchas como mares, en la ciudad que se iba quedando atrás íngrima y
sola. La noche los reunía al mismo tiempo que a las estrellas. Se juntaban a dormir en el Portal del Señor sin más lazo
común que la miseria, maldiciendo unos de otros, insultándose a regañadientes con tirria de enemigos que se buscan
pleito, riñendo muchas veces a codazos y algunas con tierra y todo, revolcones en los que, tras escupirse, rabiosos, se
mordían.
(...)
Una aldea vino, anduvo por allí y se fue por allá, una aldea al parecer deshabitada, una aldea de casas de alfeñique en
tuza de milperíos secos entre iglesia y cementerio. ¡Que la fe que construyó a la iglesia sea mi fe, la iglesia y el
cementerio; no quedaron vivos más que la fe y los muertos! Pero la alegría del que se va alejando se le empañó en los
ojos. Aquella tierra de asidua primavera era su tierra, su ternura, su madre, y por mucho que resucitara al ir dejando
atrás aquellas aldeas, siempre estaría muerto entre los vivos, eclipsado entre los hombres de los otros países por la
presencia invisible de sus árboles en cruz y de sus piedras para tumbas. "




               Biografía


Margaret Atwood (Canadá, 1939)
Eurídice
" El ha venido a buscarte y está aquí,
canción que te llama y quiere que vuelvas,
canción de dicha y de pesar
a partes iguales, promesa
hecha canción, promesa
de que todo será, allá arriba, distinto
a la última vez...
Hubieras preferido seguir sintiendo nada,
vacío y silencio; la estancada paz
del mar más hondo,
al ruido y la carne de la superficie,
acostumbrada a estos pasillos pálidos y en sombras,
y al rey que pasa por tu lado
sin pronunciar palabra.
El otro es diferente
y casi lo recuerdas.
Dice que canta para ti
porque te ama,
no como eres ahora,
tan fría y diminuta: móvil
y a la vez quieta, como blanca cortina
o soplo en la corriente
de una ventana a medio abrir
junto a una silla donde nadie se sienta.
Te quiere "real",
un cuerpo opaco,
sentir cómo se espesa
(tronco de árbol o ancas)
y el golpe de la sangre tras los párpados
al cerrarlos
la llamarada solar...
sin tu presencia no podrá sentir
este amor suyo...
Mas la súbita revelación
de tu cuerpo enfriándose en la tierra
fue saber que le amas en cualquier lugar
hasta en este sitio sin memoria,
este reino del hambre.
Como una semilla roja en la mano
que olvidaste que aprietas,
llevas tu amor...
El necesita ver para creer
y está oscuro.
Atrás, atrás..., le susurras,
pero quiere que vuelvas
a alimentarlo, Eurídice,
puñado de tul, pequeña venda,
soplo de aire frío,
no se llamará Orfeo
tu libertad... "

Orfeo
" Delante mío caminabas,
atrayéndome
hacia la verde luz que alguna vez
me asesinó con sus colmillos.
Insensible te seguí,
como un brazo dormido y obediente
pero no fui yo quien quiso
volver al tiempo
Había llegado a amar el silencio,
pero mi antiguo nombre era una cuerda
o un susurro tendido
entre nosotros.
Y estaba tu amor,
las viejas riendas de tu amor,
tu voz corpórea...
Ante tus ojos mantenías
la imagen de tu deseo, que era yo,
viva otra vez.
Y por esta esperanza tuya continué,
y así fui
tu alucinación, floral
y oyente
tú me creabas
al cantarme y una piel nueva me crecía
en mi otro cuerpo, envuelto en niebla,
y tenía ya sed, y manos sucias,
y veía ya,
perfilados contra la boca de la gruta,
el perfil de tu cabeza y de tus hombros
cuando te diste vuelta para llamarme
y me perdiste...
Así que no llegué a ver tu rostro,
sólo un ovalo oscuro,
y a pesar de sentir todo el dolor
de tu derrota, debí rendirme,
como se rinden las mariposas de la noche.
Tú creíste
que sólo fui el eco
de tu canto. "

Poema nocturno
" No hay nada que temer,
es sólo el viento
que ahora sopla hacia el este, es sólo
tu padre..........el trueno
tu madre..........la lluvia
En este país de agua
con su luna ocre y húmeda como un champiñón,
sus muñones ahogados y sus pájaros largos
que nadan, donde crece el musgo
por todo el tronco de los árboles
y tu sombra no es tu sombra
sino un reflejo,
tus padres verdaderos desaparecen
al bajar la cortina
y quedamos los otros,
los sumergidos del lago
con nuestras cabezas de oscuridad
de pie ahora y en silencio junto a tu cama...
Venimos a arroparte
con lana roja,
con nuestras lágrimas y susurros distantes.
Te meces en los brazos de la lluvia,
el arca fría de tu sueño,
mientras aguardamos, tu padre
y madre nocturnos,
con las manos heladas y una linterna muerta,
sabiendo que somos solamente
las sombras vacilantes que proyecta
una vela, en este eco
que oirás veinte años más tarde. "

Sin nombre
" Una pesadilla te asalta con frecuencia:
llega un hombre herido, por la noche,
a tu casa
-situas el agujero en el pecho, a la izquierda...
Su sangre al brotar mancha
tu puerta, al apoyarse,
casi desvaneciéndose...
Quiere que le dejes entrar.
Es como el alma de un amante
muerto y resucitado
hambriento aún
sólo que no está muerto. Y aunque el vello en tus brazos
se eriza y un aire frío
que de él proviene
cruza tu umbral,
no has visto a nadie más vivo que él
cuando te toca, apenas roza tu mano
con la izquierda suya, su mano limpia,
y un "por favor" susurra,
en cualquier idioma...
Tú no eres médico ni nada parecido.
Has llevado una vida normal,
lo que un observador llamaría "sin tacha".
Detrás, en la mesa,
hay un cuenco con fruta,
una silla, un cuchillo,
un plato con pan...
Es primavera, y el viento de la noche
huele, húmedo, a marga removida
y a flores tempranas.
La luna irradia su belleza
que como belleza ves al fin,
tan cálida y ofreciéndolo todo.
... Sólo hay que tomarlo.
Oyes ladrar perros distantes.
La puerta está entreabierta
o entrecerrada:
así permanece y tú no puedes despertar. "




                Biografía


Bernardo Atxaga (España, 1951)
Las gaviotas
" Todas las tardes
se reunen las gaviotas
frente a la estación del tren:
Allí repasan sus amores.

En su libro de memorias
dos flores de sándalo:
una señala la página de los puentes,
otra la de los suicidas.

Y tambien guardan una fotografía
del mendigo que, hace tiempo, transportaba
los despojos del mercado.

Pero su pequeño corazón
-que es el de los equilibristas-
por nada suspira tanto
como por esa lluvia tonta
que casi siempre trae el viento,
que casi siempre trae el sol.

Por nada suspira tanto
como por el inacabable
(cabalé, cabalá),
continuo mudar
del cielo y de los días. "




                 Biografía


Max Aub (España, 1903-1972)
La verdadera historia de los peces blancos de Pátzcuaro (fragmento)
" En aquel tiempo los chinos creían que los peces eran almas fugadas. Inmóviles, los miraban hora tras hora. Y si un pez
atravesaba su imagen reflejada tenían el convencimiento de que aquel animal era parte de su propio ser. "

Diarios (fragmento)
" Fuimos entrando en la bodega del Sidi Aicha, encadenados de dos en dos... anduvimos seis metros, ciegos,
anonadados por la luz estallante de la lechada de los muros, el azul dorado del mar, el morado lejano de los Pirineos:
España al alcance de las manos... Debían avistarse las costas españolas; hubiésemos dado parte de nosotros mismos por
verlas. Yo sentía el azar de la tierra por mi costado, roto el mar por la vertedera de las bordas: Rosas, Cadaqués,
Puerto de la Selva, y entre humos, lejos, Barcelona. "




               Biografía


Wystan Hugh Auden (Gran Bretaña, 1907-1973)
Leyenda
" Entra con él estas leyendas amor, para él asumen cada una, formas diversas de la leyenda nativa, como una extraña
leyenda, para que pueda hacer lo que éstas requieren, sé, amor, como él, fiel a la leyenda. Cuando él, para aliviar la
enfermedad de su corazón, tenga que cruzar apenado mares corrosivos, como van los delfines, como el zorro astuto se
orienta entre las rocas, dile al oído la frase común requerida para agradar a los guardianes de allá, y cuando a través
del libido pantano persiga grandes aves, sé fiel de nuevo. Entre sus muslos álzate como un pony y, veloz como el viento
llévatelo, hasta que los gritos y ellos queden atrás. Pero cuando al final, pasados estos peligros, su aumentado deseo de
leyenda se agote, entonces, amor, en pie al final de la leyenda, exige su recompensa, somete tu cuello a la caricia
desagradecida de su reacia espada, que, al empezar su regreso sus ojos puedan mirar con asombro otra persona,
encontrar que lo que deseaba es fiel también aunque esté desencantado, el amor como amor."

Mientras paseaba una tarde
" Mientras paseaba una tarde caminando Bristol Street abajo, las multitudes que cubrían el pavimento eran campos de
trigo listos para la cosecha, y abajo, junto al crecido río, escuché cantar a un enamorado bajo una arcada de la vía
férrea: El amor no tiene fin, te amaré, querida, te amaré hasta que China y Africa se unan, y el río salte sobre la
montaña y los salmones canten por las calles, te amaré hasta que el océano esté plegado y colgado a secar y las siete
estrellas corran graznando como gansos por el cielo, los años correrán como conejos, porque en mis brazos sostengo la
flor de las eras y el primer amor del mundo. Pero todos los relojes de la ciudad comenzaron a vibrar y a sonar, ¡Oh! No
permitáis que el tiempo os engañe, el tiempo no puede conquistarse, en las madrigueras de la pesadilla dónde desnuda
está la justicia, el tiempo vigila desde las sombras y tose cuando queréis besaros, a base de dolores de cabeza
vagamente la vida se nos escurre y el tiempo hará su capricho mañana u hoy, en muchos valles verdes se introduce la
terrible nieve, el tiempo rompe las hilvanadas danzas y el brillante arco iris del somormujo. ¡Oh! Hundid vuestras
manos en agua, hundidlas hasta la muñeca, fijad, fijad la mirada en la palangana y preguntaros qué os habéis perdido,
el glaciar golpea en el armario, el desierto suspira en la cama y la grieta de la taza de té abre un camino hasta la tierra
de los muertos (…) ¡Oh! Poneos, poneos junto a la ventana mientras abrasan las lágrimas y comienzan a fluir, amaréis a
vuestro retorcido vecino con vuestro retorcido corazón, era tarde, tarde anochecida, los amantes habían partido, los
relojes habían dejado de sonar, y el profundo río seguía fluyendo."




               Biografía


Sri Aurobindo (India, 1872-1950)
Liberación
" Me libero
de la danza giratoria
de mi mente
y me suspendo
en el Espíritu libre del silencio.
Criatura más allá
del tiempo
y de la muerte
de mi propia eternidad
vislumbro el centro.
Me he escapado
y el pequeño ego está muerto,
soy perpetuo,
solo e inefable.
He salido del universo que cree,
he crecido sin nombre y sin mesura.
Calla mi mente
en la luz infinita
y se deleita en paz
mi solitario corazón.
Mis sentidos sin lazos por el tacto,
los sonidos,
la Visión;
mi cuerpo
es un punto
entre blancos infinitos.
Soy la Gracia pura e inmóvil
en el Uno:
Nadie Soy, Aquél que Todo Es. "

El pájaro azul
" Soy pájaro del Hacedor
en su azul más primigenio
-divinamente alto y claro-
canto dulces notas, verdaderas
para los oídos de Dios y sus Serafines.

De la tierra mortal
me yergo como una flama
hacia un cielo sin desgracias
y vierto en la afligida tierra
de su nacimiento
semillas de éxtasis,
de fuego.

Mis credos sobrevuelan
el tiempo y el espacio
hacia una luz inextinguible;
traigo la felicidad
de la cara del Eterno
y la bendición
de la Visión del Ser.

Instaurado en las ramas
del Árbol del saber,
mesuro los mundos
con ojos de rubí
aglomerado con lo que cerne
por los torrentes de la eternidad.

Nada se esconde
a mi vehemente corazón,
mi mente inmóvil
carece ya de costa,
mi canto
es el místico arte del arrobo,
mi vuelo...
un inmortal deseo. "




               Biografía


Jane Austen (Inglaterra, 1775-1817)
Orgullo y prejuicio (fragmento)
" Hoy es el día en que disfruto el placer de triunfar sobre un ánimo dispuesto a rechazarme ya armado de prejuicios
contra mis acciones anteriores. "




               Biografía


Paul Auster (EEUU, 1947)
La habitación cerrada, de Trilogía de Nueva York (fragmento)
" Vagabundeé mentalmente durante varias semanas, buscando la manera de empezar. Toda vida es inexplicable me
repetía. Por muchos hechos que cuenten; por muchos datos que se muestren, lo esencial se resiste a ser contado. Decir
que fulanito nació aquí y fue allá; que hizo esto y aquello, que se casó con esta mujer y tuvo estos hijos, que vivió, que
murió, que dejo tras sí estos libros o esta batalla o ese puente, nada de eso nos dice mucho. Todos queremos que nos
cuenten historias, y las escuchamos del mismo modo que las escuchábamos de niños. Nos imaginamos la verdadera
historia dentro de las palabras y para hacer esto sustituimos a la persona del relato, fingiendo que podemos entenderle
porque nos entendemos a nosotros mismos. Esto es una superchería. Existimos para nosotros mismos, quizá, y a veces
incluso vislumbramos quiénes somos, pero al final nunca podemos estar seguros, y mientras nuestras vidas continúan;
nos volvemos cada vez más opacos; más y más conscientes de nuestra propia incoherencia. Nadie puede cruzar la
frontera que lo separa del otro por la sencilla razón de que nadie puede tener acceso a si mismo. "

Desapariciones
" Salido de la soledad, comienza de nuevo como si fuera la última vez que respirara y por eso, es ahora que respira por
primera vez más allá de la comprensión de lo singular. El está vivo, y por eso no es más que lo que se ahoga en el
agujero insondable de su ojo, y aquello que ve es todo lo que él no es: una ciudad del indescifrado suceso, y por lo
tanto, un lenguaje de piedras, ya que sabe que a lo largo de la vida una piedra dará lugar a otra piedra para construir
una pared y sabe que todas esas piedras edificarán la abrumadora suma de detalles. "




               Biografía


Francisco Ayala (España, 1906)
Interpretaciones (fragmento)
" El arte, como proceso espiritual, como actuación, consiste en desprender de la realidad una apariencia orientada por
la brújula del sentido estético, no de otro modo que la máquina del fotógrafo desprende una apariencia exactísima, y,
sin embargo, independiente, de los objetos colocados en su campo. El toque del arte consiste en herir a la Naturaleza
en su talón de Aquiles, en ese punto vulnerable, sensible, cuyo contacto -así también en la mujer; así en la caja de
caudales- basta a lograr la apertura de su entraña estética.
(...)
Nos ha tocado a nosotros sondar el fondo de lo humano y contemplar los abismos de lo inhumano, desprendernos así de
engaños, de falacias ideológicas, purgar el corazón, limpiar los ojos, y mirar al mundo, con una mirada que, si no
expulsa y suprime todos los habituales prestigios del mal, los pone al descubierto y, de ese modo sutil, con sólo su
simple verdad, los aniquila. "




                Biografía


José Martínez Ruiz, Azorín (España, 1873-1967)
El escritor (fragmento)
" Absolutamente nada. Nada que se salga del carril cotidiano. La vida fluye incesable y uniforme; duermo, trabajo,
discurro por Madrid, hojeo al azar un libro nuevo, escribo bien o mal -seguramente mal- con fervor o con desmayo. De
rato en rato me tumbo en un diván y contemplo el cielo, añil y ceniza. ¿ Y por qué había de saltar de improviso el
evento impensado? Trabajemos día tras día ¿Dónde está nuestro Leteo? En el afán diario. O acaso, a través de la obra
hacemos ese dolor más delicado. ¡ Cincuenta años escribiendo... Desde los tres quinquenios con la pluma en la mano.
Impetu, fervor, perseverancia, entusiasmo... Ha pasado mucho tiempo y los años cargan sobre mis hombros... Todo lo
que asciende, desciende... Cuando podemos ya esperar, habiendo visto correr tanto tiempo lo ciframos en la obra
cumplida. "




               Biografía


Mariano Azuela (México, 1873-1952)
Los de abajo (fragmento)
" (Demetrio Macías) - Pos cuál causa defendemos nosotros ?
Alberto Solís respondió : Me preguntará por que sigo entonces en la revolución. La revolución es el huracán, y el
hombre que se entrega a ella ya no es el hombre, es la miserable hoja seca arrebatada por el vendaval. "


Isaac Babel (Rusia, 1894-1941)
La Sal, de Caballería Roja (fragmento)
" No es de los judíos de lo que estamos hablando, pérfida ciudadana. Nada tienen que ver aquí los judíos. Aunque, por
cierto, de Lenin no puedo decirlo, pero Troski es el hijo rebelde del gobernador de Tambov y, aunque es de cuna
distinta, se ha puesto del lado de la clase obrera. Como condenados cautivos, ambos hombres, Lenin y Troski, nos
arrastran hacia el libre camino de la vida. En cambio usted, pérfida ciudadana, es más contrarrevolucionaria que aquel
general blanco que con su sable afilado nos amenaza montado en su precioso caballo. Pero a este general lo vemos
desde todas partes y los trabajadores acarician la idea de cortarle el cuello. A usted, en cambio, deshonesta
ciudadana, con sus curiosas criaturas, que ni pan piden ni aguas hacen, a usted no se la ve, como a la pulga, pero si
pica, pica y pica.... "
Biografía


Gaston Bachelard (Francia, 1884-1962)
El agua y los sueños (fragmento)
" Todo un lado de nuestra alma nocturna se explica por el mito de la muerte concebida, como una partida en el agua.
Para el soñador, las inversiones entre esa partida y la muerte son continuas. Para ciertos soñadores, el agua es el
movimiento nuevo que nos invita a un viaje nunca realizado. Esa partida materializada nos arranca a la materia de la
tierra. Qué asombrosa grandeza tiene ese verso de Baudelaire, cómo llega al corazón de nuestro misterio esta imagen
súbita: ¡Oh! Muerte, viejo capitán, ya es tiempo! ¡Levemos anclas! "

La poética del espacio (fragmento)
" Poseo el mundo tanto más cuanta mayor habilidad tenga para miniaturizarlo. Pero de paso hay que comprender que
en la miniatura los valores se condensan y se enriquecen. No basta una dialéctica platónica de lo grande y de lo
pequeño para conocer las virtudes dinámicas de la miniatura. Hay que rebasar la lógica para vivir lo grande que existe
dentro de lo pequeño. "




               Biografía


James Baldwin (EEUU, 1924-1987)
El blues de Sonny, de Al encuentro del hombre (fragmento)
" Y lo devolvía, como todo debe ser devuelto, de tal modo que, pasando a través de la muerte, pudiera vivir para
siempre. Vi de nuevo el rostro de mi madre y sentí por primera vez como las piedras del camino que ella había
transitado habían herido sus pies. Vi el camino iluminado por la luna en que había muerto el hermano de mi padre. Y
esto me trajo al recuerdo algo más, me llevó más allá de él, vi a mi hijita de nuevo y sentí las lágrimas de Isabel, y
sentí mis propias lágrimas que empezaban a brotar. Y fui consciente de que esto era sólo un momento, que el mundo
esperaba afuera, hambriento como un tigre, y que el tumulto se extendía sobre nosotros, más extenso que el cielo. "




               Biografía


Honoré de Balzac (Francia, 1799-1850)
El cura de Tours (fragmento)
" La duración de la obra en que inscribo vuestro nombre, dos veces ilustre en este siglo, es muy problemática; mientras
que vos grabáis el mío en el bronce, que sobrevive a las naciones aunque no haya sido batido mas que por el vulgar
martillo del monedero. ¿No se verán confusos los numismáticos al hallar en vuestro taller tantas cabezas coronadas,
cuando descubran entre las cenizas de París esas existencias por vos perpetuadas hasta más allá de la vida de los
pueblos, y en las cuales se les antojará adivinar dinastías? Vuestro es ese divino privilegio; a mí me corresponde la
gratitud.
(...)
¿No sería erróneo creer que el tiempo sólo pasa rápido para los corazones embriagados con vastos proyectos que
conturban la vida y la hacen tumultuosa? Las horas del abate Birotteau corrían tan animadas, huían cargadas de
pensamientos tan graves, estaban tan rizadas por las esperanzas y las desesperaciones como las crueles horas del
ambicioso, el jugador, el amante. Sólo Dios está en el secreto de la energía que nos cuestan los triunfos que
ocultamente alcanzamos sobre los hombres, sobre las cosas y sobre nosotros mismos. No siempre sabemos a dónde
vamos, pero harto conocemos las fatigas del viaje. Pero si permitís al historiador apartarse del drama que está
narrando para ejercer un momento el papel de los críticos, si os invita a echar una ojeada sobre las existencias de
aquellas solteronas y de los dos abates a fin de buscar en ellos la causa de la desventura que los viciaba en su esencia,
tal vez veáis demostrado que el hombre necesita experimentar ciertas pasiones para que se desenvuelvan en él las
cualidades que ennoblecen su vida al ensanchar su esfera y adormecen el egoísmo propio de todas las criaturas. "




               Biografía


Manuel Bandeira (Brasil, 1886-1968)
El último poema
" Así querría yo mi último poema.
Que fuese tierno diciendo las cosas más simples
y menos intencionadas,
que fuese ardiente como un sollozo sin lágrimas,
que tuviese la belleza de las flores casi sin perfume,
la pureza de la llama en que se consumen
los diamantes más límpidos,
la pasión de los suicidas que se matan sin explicaciones. "




               Biografía


Arturo Barea (España, 1897-1957)
La forja de un rebelde, La ruta (fragmento)
" Aquellos muertos que íbamos encontrando, después de días bajo el sol de África, que vuelve la carne en vivero de
gusanos en dos horas; aquellos cuerpos mutilados, momias cuyos vientres explotaron. Sin ojos o sin lengua, sin
testículos, violados con estacas de alambrada, las manos atadas con sus propios intestinos, sin cabeza, sin brazos, sin
piernas, serrados en dos. ¡Oh, aquellos muertos! "




               Biografía


Djuna Barnes (EEUU, 1892-1982)
El bosque de la noche (fragmento)
" En el segundo piso del hotel (uno de esos alojamientos de segunda clase que se encuentran en cualquier rincón de
París, ni malos ni buenos, pero tan típicos que no sorprenderían a nadie aunque los cambiaran de lugar todas las
noches) se abría una puerta que exhibía un piso alfombrado de rojo y, al fondo, dos ventanas que daban a la plaza. En
un lecho, rodeada por una maraña de plantas en tiestos, palmeras exóticas y flores en jarrones, entre las débiles notas
emitidas por pájaros invisibles que parecían olvidados (como si su dueño no los hubiese cubierto con la funda habitual,
semejante al paño de las urnas funerarias, que las buenas amas de casa ponen sobre sus jaulas para callarlos), yacía la
muchacha, inerte y desgreñada, más allá de los almohadones de los cuales había apartado la cabeza en un instante de
amenazada lucidez. "




               Biografía


Pío Baroja (España, 1872-1956)
El mayorazgo de labraz (fragmento)
" La ciudad apareció a lo lejos, con su caserío agrupado en la falda de una colina, destacándose en el cielo su color
amarillento, con traza humilde y triste; algunas torres altas y negruzcas se perfilaban enhiestas entre la masa parda de
sus tejados torcidos y roñosos. Fui acercándome a Labraz por una carretera empinadísima, llena de pedruscos, que
subía primero y rodeaba después el recinto amurallado de la población, los restos de los baluartes que aún se
conservaban en pie, las antiguas fortificaciones derruidas que iban subiendo y bajando por los desniveles de las lomas,
por los riscos y barrancos que circundaban la ciudad. Pasado el puente se hallaba la puerta, de una sola pieza, de
madera ya carcomida, que se deslizaba de arriba abajo entre dos ranuras y que tenía como refuerzo clavos de hierro y
enormes cerrojos. El portal concluía en un pasillo estrecho y lleno de aspilleras en las paredes... a la mitad del pasillo
había otra puerta de tablas... Era Labraz un pueblo terrible, un pueblo de la Edad Media. "

La busca (fragmento)
" A oscuras anduvieron el Bizco y Manuel de un lado a otro, explorando los huecos de la Montaña, hasta que una línea
de luz que brotaba de una rendija de la tierra les indicó una de las cuevas. Se acercaron al agujero; salía del interior un
murmullo interrumpido de voces roncas. A la claridad vacilante de una bujía, sujeta en el suelo entre dos piedras, más
de una docena de golfos, sentados unos, otros de rodillas, formaban un corro jugando a las cartas. En los rincones se
esbozaban vagas siluetas de hombres tendidos en la cama. Un vaho pestilente se exhalaba del interior del
agujero....Manuel pensó haber visto algo parecido en la pesadilla de una fiebre.
(...)
Era la Corrala un microcosmos, se decía que puestos en hilera los vecinos llegarían desde el arroyo de Embajadores a la
plaza del Progreso; allí había hombres que lo eran todo y que no eran nada: medio sabios, medio herreros, medio
carpinteros, medio albañiles, medio comerciantes y medio ladrones.
(...)
Era, en general, toda la gente que allí habitaba gente descentrada, que vivía en el continuo aplanamiento producido
por la eterna o irremediable miseria; muchos cambiaban de oficio, como un reptil de piel; otros no lo tenían; algunos
peones de carpintero, de albañil, a consecuencia de su falta de iniciativa, de comprensión y de habilidad, no podían
pasar de peones, había también gitanos, esquiladores de mulas y de perros, y no faltaban cargadores, barberos
ambulantes y saltimbanquis. "

Mala hierba (fragmento)
" El barrio de las Injurias se despoblaba, iban saliendo sus habitantes hacia Madrid...Era gente astrosa: algunos,
traperos; otros, mendigos; otros, muertos de hambre; casi todos de facha repulsiva. Era una basura humana, envuelta
en guiñapos, entumecida por el frío y la humedad, la que vomitaba aquel barrio infecto. Era la herpe, la lacra, el color
amarillo de la terciana, el párpado retraído, todos los estigmas de la enfermedad y la miseria. "

Aurora roja (fragmento)
" Sería una aurora sangrienta en donde a la luz de los incendios crujirá el viejo edificio social, sustentado en la
ignominia y en el privilegio, y no quedaría de él ni ruinas, ni cenizas, y sólo un recuerdo de desprecio por la vida
abyecta de nuestros miserables días. Sería el barro negro de las Injurias y de las Cambroneras, que ahogaría a los ricos,
la venganza justa contra las clases directoras, que hacían del Estado una policía para salvar sus intereses, obtenidos por
el robo y la explotación, que hacían del Estado un medio de calmar a tiros el hambre de los desesperados. "

El árbol de la ciencia (fragmento)
" Uno tiene la angustia, la desesperación de no saber qué hacer con la vida, de no tener un plan, de encontrarse
perdido. Andrés se inclinaba a creer que el pesimismo de Schopenhauer era una verdad casi matemática. El mundo le
parecía una mezcla de manicomio y de hospital; ser inteligente constituía una desgracia, y sólo la felicidad podía venir
de la inconsciencia y de la locura. "




               Biografía


Carlos Barral (España, 1928-1989)
Usuras y figuraciones (fragmento)
" Y tú amor mío, ¿agradeces conmigo
las generosas ocasiones que la mar
nos deparaba de estar juntos? ¿Tú te acuerdas,
casi en el tacto, como yo,
de la caricia intranquila entre dos maniobras,
del temblor de tus pechos
en la camisa abierta cara al viento?

Y de las tardes sosegadas,
cuando la vela débil como un moribundo
nos devolvía a casa muy despacio...
Éramos como huéspedes de la libertad,
tal vez demasiado hermosa.

El azul de la tarde,
las húmedas violetas que oscurecían el aire
se abrían
y volvían a cerrarse tras nosotros
como la puerta de una habitación
por la que no nos hubiéramos
atrevido a preguntar.

Y casi
nos bastaba un ligero contacto,
un distraído cogerte por los hombros
y sentir tu cabeza abandonada,
mientras alrededor se hacía triste
y allá en tierra, en la penumbra
parpadeaban las primeras luces. "




               Biografía


Elizabeth B. Browning (Inglaterra, 1806-1861)
Sonetos del portugués (VII)
" El mundo me parece tan distinto
desde que oí los pasos de tu alma
muy leves, sí, muy leves, a mi lado,
en la orilla terrible de la muerte
donde yo iba a anegarme, y me salvó
el amor descubriéndome una vida
hecha música nueva. Aquellas hieles
destinadas por Dios quiero beber,
cantando su dulzura, junto a ti.
Los nombres de lugar son diferentes
porque estás o estarás aquí o allá.
Y ese don de cantar que yo amé tanto
(los ángeles lo saben) me es querido
sólo porque hace resonar tu nombre. "




               Biografía


James Barrie (Gran Bretaña, 1860-1937)
Peter Pan (fragmento)
" Los niños a lo único que piensan que tienen derecho cuando se le acercan a uno de buena fe es a un trato justo.
Después que uno haya sido injusto con ellos seguirán queriéndolo, pero después nunca volverán a ser los mismos. Nadie
supera la primera injusticia: Nadie salvo Peter. (...) Las estrellas son hermosas, pero no pueden participar activamente
en nada, tienen que limitarse a observar eternamente. Es un castigo que les fue impuesto por algo que hicieron hace
tanto tiempo que ninguna estrella se acuerda ya de lo que fue. Por ello, las pequeñas todavía sienten curiosidades. "

Ogilvy (fragmento)
" El horror de mi infancia era que yo sabia que se acercaba el tiempo en que deberia renunciar a mis juegos y eso me
parecia intolerable. Entonces resolvi seguir jugando en secreto. "




               Biografía


Georges Bataille (Francia, 1897-1962)
El erotismo (fragmento)
" En medio de un enjambre de muchachas, desnuda Madame Edwarda sacaba la lengua. Ella era, para mi gusto,
encantadora. La elegí: ella se sentó cerca de mí. Apenas tuve tiempo de responder al mozo: tomé a Edwarda que se
abandonó: nuestras bocas se juntaron en un beso enfermo. La sala estaba abarrotada de hombres y de mujeres y tal
fue el desierto donde el juego se prolongó. Un instante su mano se deslizó, y yo me quebré de pronto como un vidrio, y
temblé en mis pantalones; sentí a Madame Edwarda, de quien mis manos contenían las nalgas, ella misma al mismo
tiempo desgarrada; y en sus ojos más grandes, dados vueltas, el terror, en su garganta un largo estrangulamiento. Me
acordé que había deseado ser infame o, más bien, que hubiera sido necesario, de toda fuerza, que eso ocurriera.
Adivinaba risas a través del tumulto de las voces, las luces, el humo. Pero nada contaba ya. Apreté a Edwarda en mis
brazos, ella me sonrió: enseguida, transido, volví a sentir en mí un nuevo choque, una suerte de silencio cayó sobre mí
de lo alto y me heló. Era elevado en un vuelo de ángeles, que no tenían cuerpos ni cabezas, hechos de deslizamientos
de alas, pero era simple: me volví desgraciado y me sentí abandonado como lo estás en presencia de Dios. Era peor y
más loco que la embriaguez. Y ante todo sentí una tristeza ante la idea de que esta grandeza, que caía sobre mí, me
robaba los placeres que yo contaba con Edwarda. Me encontré absurdo: Edwarda y yo habíamos cambiado dos palabras.
Experimenté un instante de gran malestar. No hubiera podido decir nada de mi estado: ¡en el tumulto y las luces, la
noche caía sobre mí! Quise atropellar la mesa, tirarlo todo: la mesa estaba empotrada, fijada en el suelo. Un hombre
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El poder de la palabra

  • 1. Chinua Achebe (Nigeria, 1930) El ocaso de un guerrero Ibo (fragmento) " Entonces Okonkwo animó a los niños a sentarse con él en su choza y les contó historias de la tierra, historias masculinas de violencia y sangre. Mwaye sabía que lo correcto era ser varonil y violento, pero en cierto modo prefería las historias que le contaba su madre y que sin duda continuaría contándoles a los niños más pequeños historias de la tortuga y sus mañas y del pájaro enekenti-oka. (...) Luego de haber hablado con sencillez, Okoye expresó la media docena de frases siguientes en proverbios. Entre los Ibo el arte de la conversación es tenido en mucha estima y los proverbios son el aceite de palma con el cual se aliñan las palabras. " Biografía Oscar Acosta (Honduras, 1933) El nombre de mi patria " Mi patria es altísima. No puedo escribir una letra sin oír el viento que viene de su nombre. Su forma irregular la hace más bella porque dan deseos de formarla, de hacerla como a un niño a quien se enseña a hablar, a decir palabras tiernas y verdaderas, a quien se le muestran los peligros del mundo. Mi patria es altísima. Por eso digo que su nombre se descompone en millones de cosas para recordármela. Lo he oído sonar en los caracoles incesantes. Venía en los caballos y en los fuegos que mis ojos han visto y admirado. Lo traían las muchachas hermosas en la voz y en una guitarra. Mi patria es altísima. No puedo imaginármela bajo el mar o escondiéndose bajo su propia sombra. Por eso digo que más allá del hombre, del amor que nos dan en cucharadas, de la presencia viva del cadáver, está ardiendo el nombre de la patria. " Biografía Jorge Enrique Adoum (Ecuador, 1926) Tras la pólvora, Manuela (fragmento)
  • 2. " Duermes dorada y desguarnecida, sitio de mi próxima batalla. Igual duerme el continente: el amor en reposo, lomo animal en la espuma. (Si esa noche -melosa hamaca la noche de Jamaica- la cuchillada a ciegas me hubiera hallado de perfil el corazón, no te habría encontrado, y solo habría sido decepcionante cadáver incompleto, mitad de asesinado). Pero esta noche, tú bocabajo -yegua al galope arrancándole al sometimiento los frenos en pedazos- me abandonas tu dura rosa hendida, no hay peligro, y mi destino en ti tiene lugar. Tú bocarriba -nave que arremete su proa contra el viento injusto- me confías tu tajamar de pelo, y no hago la paz: yo sé que ambos, continente y muchacha, no están en retirada: acumulan revueltas bajo el sueño, sedes sin prisa por saciarse, sangres maniatadas, y estallarán pidiendo más combate al desayuno. (...) Afuera sigue la ciudad y yo renuncio a su fulgor debajo de tu lengua. Parezco triunfador y rehén tu campamento: allí se me adhiere tu venda de muslo fiel y urgente, y me muerde tu llama: ocupación de un adiós en vacaciones. La historia se quedó en el traje, tirada por la noche en una silla, pero desnudos sólo quiero ese nombre que te oigo con la boca, sólo la intermitente estatua a dos ombligos y ese mapa de venas donde no me extravío. Contemos en la mañana las condecoraciones que nos dejó la noche con sus mordeduras, cúbrelas con el despojo usual de mi camisa, vísteme de solitario, de viudo, de soltero, y devuélveme a los demás (anoche me olvidé de su abstinencia al entrar en tus anillos), y niéguenme tus abras, écheme tu forma, rehágase con una sola espalda. Y que pueda yo salir -lunes de cada día- a completar la libertad entre los dos, cópula apenas comenzada. " Biografía James Agee (EEUU, 1919-1955) Elogiemos ahora a hombres famosos (fragmento) " En una novela, una casa o una personalidad deben su significado, su existencia, exclusivamente al escritor. Aquí, una casa o una persona solo tiene su significado mas limitado a través de mi: su verdadero significado es mucho mas vasto. Es porque existe, vive realmente, como usted y yo, y como no puede existir ningún personaje de la imaginación. Su gran peso, misterio y dignidad residen en este hecho. En cuanto a mí, solo puedo contar en ella lo que vi, con la
  • 3. exactitud de que soy capaz en mis términos: y esto a su vez tiene su categoría principal, no en cualquier capacidad mía, sino en el hecho de que yo también existo, no como obra de ficción, sino como un ser humano. Debido a su peso inconmensurable en la existencia real, y debido al mío, cada palabra que digo de ella tiene inevitablemente una especie de inmediatez, una especie de significado, en absoluto necesariamente 'superior' al de la imaginación, sino de una clase tan diferente, que una obra de la imaginación (por muy intensamente que la extraiga de la Vida) solo puede como máximo imitar débilmente una mínima parte de ella. " Biografía Delmira Agustini (Uruguay, 1886-1914) Visión, de Los cálices vacíos " ¿Acaso fue en un marco de ilusión, en el profundo espejo del deseo, o fue divina y simplemente en vida que yo te vi velar mi sueño la otra noche? En mi alcoba agrandada de soledad y miedo, taciturno a mi lado apareciste como un hongo gigante, muerto y vivo, brotado en los rincones de la noche húmedos de silencio, y engrasados de sombra y soledad. Te inclinabas a mí supremamente, como a la copa de cristal de un lago sobre el mantel de fuego del desierto; te inclinabas a mí, como un enfermo de la vida a los opios infalibles y a las vendas de piedra de la Muerte; te inclinabas a mí como el creyente a la oblea de cielo de la hostia… gota de nieve con sabor de estrellas que alimenta los lirios de la Carne, chispa de Dios que estrella los espíritus. Te inclinabas a mí como el gran sauce de la Melancolía a las hondas lagunas del silencio; te inclinabas a mí de mármol del Orgullo, minada por un monstruo de tristeza, a la hermana solemne de su sombra… te inclinabas a mí como si fuera mi cuerpo la inicial de tu destino en la página oscura de mi lecho; te inclinabas a mí como al milagro de una ventana abierta al más allá ¡Y te inclinabas más que todo eso! Y era mi mirada una culebra apuntada entre zarzas de pestañas,
  • 4. al cisne reverente de tu cuerpo. Y era mi deseo una culebra glisando entre los riscos de la sombra ¡a la estatua de lirios de tu cuerpo! Tú te inclinabas más y más…y tanto, y tanto te inclinaste, que mis flores eróticas son dobles, y mi estrella es más grande desde entonces. Toda tu vida se imprimió en mi vida… Yo esperaba suspensa el aletazo del abrazo magnífico; un abrazo de cuatro brazos que la gloria viste de fiebre y de milagro, será un vuelo! Y pueden ser los hechizados brazos cuatro raíces de una raza nueva. Y esperaba suspensa el aletazo del abrazo magnífico… ¡y cuando te abrí los ojos como un alma, y vi que te hacías hacia atrás y te envolvías en yo no sé qué pliegue inmenso de la sombra! " Biografía Ana Akhmatova (Ucrania, 1889-1966) Cuando la luna es de melón " Cuando la luna es de melón una tajada en la ventana y en redor es la calina cerrada la puerta y la casa encantada por las azules ramas de glicinas y en la fuente de arcilla hay agua fría y la nieve del paño y arde una bujía de cera tal que en la niñez, mariposas zumban la calma, que no oye mi palabra, retumba entonces de lo negro de rincones rembrandtianos algo se ovilla de pronto y se esconde allí a mano, pero no me estremezco, ni me asusto siquiera... la soledad en sus redes me hizo prisionera el gato negro el alma me mira, como ojos centenarios y en el espejo mi doble es tal vez mi contrario. Voy a dormir dulcemente, buenas noches, noche." El Poeta " Piensas que es esto trabajo, esta vida despreocupada escuchar a la música algo y decirlo tuyo como si nada. Y el ajeno scherzo juguetón meterlo en versos mañosos jurar que el pobre corazón gime en campos luminosos. Y escucharle al bosque alguna cosa y a los pinos taciturnos ver mientras la cortina brumosa de niebla se alza por doquier. Tomo lejos o a mi vera, sin sentir culpa a mi turno un poco de la vida artera y el resto al silencio nocturno."
  • 5. N.V.N. " Hay en la intimidad humana una línea de veda que no traspasan amoríos ni pasiones bien que en miedo silente boca en boca se queda y el corazón se rompe de cariño de porciones. La amistad aquí es impotente y los años de felicidad sublime y amorosa cuando el alma en vuelo extraño se cierne ante la languidez voluptuosa. Quien la anhela es demente y el que la alcanza sucumbe a su tristeza ahora comprendes sin duda por qué bajo tu mano mi corazón no aceza." Biografía Edward Albee (EEUU, 1928) Quién teme a Virginia Woolf (fragmento) " Marta: El gran problema de Jorge con respecto al pequeño... iJa, ja, jl, JA!... con respecto a nuestro hijo, nuestro magnífico hijo, es que en lo más profundo de su naturaleza más íntima no está del todo seguro de que sea su hijo. Jorge (profundamente serio): ¡Dios mío, qué perversa eres! Marta: Y eso que te dije muchas veces que sólo quería concebir contigo... lo sabes muy hien, mi amor. Jorge: Estás llena de perversidad. Honey ( en plena borrachera, pero triste ): ¡ Dios mio, Dios mio! Nick: No me parece un tema para... Jorge: Marta miente. Quiero que lo sepan: Marta miente. ( Marta se ríe). Son muy pocas cosas en este mundo de las cuales estoy seguro... Ios limites del país, el nivel del océano, las alianzas políticas, los principios morales... no pondría mi mano en el fuego por nada de eso... pero de la única cosa de la que estoy realmente seguro es de mi participación en la creaci6n de nuestro... hijo), de ojos rubios y pelo azul (...) Jorge: No has sabido respetar las reglas, querida. Hablaste de él hablaste de él con otra persona. Marta (Can lágrimas): No hablé. Nunca hablé. Jorge: Si, hablaste. Marta: ¿Con quién? ¿CON QUIEN? Honey (llorando): Conmigo. Usted me habló de él. Marta (llorando) ¿ME OLVIDE! A veces me olvido, . .. cuando es de noche... cuando es muy tarde... y todo el mundo está... conversando, me olvido. . ., y necesito hablar de él, pero siempre ME CONTENGO... Me contengo... aunque sólo yo sé cuántas voces he querido hacerlo... (...) Jorge: Esa oportunidad se presenta una vez per mes, Marta. Estoy acostumbrado. Una vez por mes aparece Marta, la incomprendida, 1a niña dulce, la niña pequeña que vuelve a florecer bajo una caricia y yo lo he creído más veces de las que quiero acordarme, porque no; quiero pensar que soy un imbécil. Pero ahora no te creo... simplemente no te creo. Ahora ya no hay ninguna posibilidad de que podamos tener un minuto de felicidad... los clos juntos. Marta (agresiva): Quizá tengas razón, querido. Entre tú y yo ya no hay posibilidad de nada... ¡porque tú no eres nada! ¡ZAS! ¡Saltó el resorte esta noche en la fiesta de papá! ( Con intenso desprecio, pero también con amargura). Yo estaba allí sentada... Mirándote... luego miraba a los hombres que te rodeaban... más jóvenes... hombres que llegarán a ser algo. Te miraba y de pronto descubrí que tú ya no existías. ¡En ese momento se rompió el resorte! (Finalmente se rompió! Y abora lo voy a gritar a los cuatro vientos, lo voy a aullar, y no me importa lo que hagas. Y voy a provocar un escándalo como jamás has visto. Jorge (muy calmo): Ese juego me apasiona. Comienza y verás como te mato el punto. Marta (esperanzada): ¿Es un desafio, Jorge? Jorge: Es un desafío, Marta. Marta: Vas a perder, querido. Jorge: Ten cuidado, Marta... te voy a hacer trizas.
  • 6. Marta: No eres lo bastante hombre para eso...te faltan agallas. Jorge: ¿Guerra a muerte? Marta: A muerte. Hay un silencio. Los dos parecen aliviados y exaltados. " Biografía Rafael Alberti (España, 1902-1999) Pamplinas " De lona y níquel, peces de las nubes, bajan al mar periódicos y cartas. (Los carteros no creen en las sirenas ni en el vals de las olas, sí en la muerte. Y aún hay calvas marchitas a la luna y llorosos cabellos en los libros. Un polisón de nieve, blanqueando las sombras, se suicida en los jardines. ¿Qué será de mi alma, que hace tiempo bate el récord continuo de la ausencia? ¿Qué de mi corazón, que ya ni brinca, picado ante el azar y el accidente? Exploradme los ojos, y, perdidos, os herirán las ansias de los náufragos, la balumba de nortes ya difuntos, el solo bamboleo de los mares. Cascos de chispa y pólvora, jinetes sin alma y sin montura entre los trigos; basílicas de escombros, levantadas trombas de fuego, sangre, cal, ceniza. Pero también, un sol en cada brazo, el alba aviadora, pez de oro, sobre la frente un número, una letra, y en el pico una carta azul, sin sello. Nuncio -la voz, eléctrica, y la cola- del aceleramiento de los astros, del confín del amor, del estampido de la rosa mecánica del mundo. Sabed de mí, que dije por teléfono mi madrigal dinámico a los hombres: ¿Quién eres tú, de acero, estaño y plomo? -Un relámpago más, la nueva vida. " Biografía Ignacio Aldecoa (España, 1925-1969)
  • 7. Parte de una historia (fragmento) " Del clorofílico cielo de la amanecida, sobre el perfil del acantilado, pende un nubarrón orondo, cárdeno y frutal. Desprendido rodaría por las laderas, machucándose y esparciendo zumo, hasta las playas de nuestra isla. El río de mar, en la turbiedad de la penumbra, parece canecido y mate. Las mujeres vierten los bacines en las aguas sin despertar de La Caleta, donde moran las falúas; y corren niños madrugadores, camaradas de perros, hacia el espigón del muelle, repeluznando a algún gato tránsfuga y alborotando a las gallinas, que picotean pulcramente en las basuras de la baja marea. Cantando hermosos quiquiriquíes y ahuecando las alas, el muecín de los gallos convoca al sol desde el alminar de una roca solitaria, dominante. En la vacilación de la mañana van a llegar las barcas de la pesca nocturna. He salida descalzo y camino con inseguridad, con aprensión. Pronto me acostumbraré, pero ahora la debilidad de las plantas de mis pies vence a mi voluntad, y mi andar entre cauteloso y circense atrae las miradas de todos. Los hombres sonríen gozosamente, y bajo los pañuelos que casi cubren los rostros de las mujeres sé que hay sonrisas picaras, como hay miradas cómplices por ía diversión que les ofrezco. Me heriré antes de llegar a las piedras del muelle y haré un paso de pirueta que pondrá lágrimas de risa en los ojos de los chiquillos y atragantará de risas contenidas, elementalmente pudorosas, a las mujeres; risas que serán de alegre tutela en los hombres para el amigo bobo, para el amigo forastero, que cree sentirse de la isla y se desmiente de una manera tan sencilla. No han tenido suerte. He defraudado un poco a todos. Evidentemente, camino con más garbo porque mi publico me abandona. Roque está apoyado en una cuba de sal, de la que caen granos que lanza al agua, turbando la pastura de los cardumenes de pequeños paces de puerto que a veces son como una llama acuaria. Sonriendo, muestra los lechosos dientes postizos. " Biografía Ciro Alegría (Perú, 1909-1967) La serpiente de oro (fragmento) " Por donde el Marañon rompe las cordilleras en voluntarioso afán de avance, la tierra peruana tiene una bravura de puma acosado. Con ella en torno, no es cosa de estar al descuido. Cuando el río carga, brama contra las peñas invadiendo la amplitud de las playas y cubriendo el pedrerío. Corre burbujeando, rugiendo en las torrenteras y recodos, ondulando en los espacios llanos, untuosos y ocres de limo fecundo en cuyo acre hedor descubre el instinto rudas potencialidades germinales. Un rumor profundo que palpita en todos los ámbitos, denuncia la creciente máxima que ocurre en febrero. Entonces uno siente respeto hacia la correntada y entiende su rugido como una advertencia personal. Nosotros, los cholos del Marañón, escuchamos su voz con el oído atento. No sabemos donde nace ni donde muere este río que nos mataría si quisiéramos medirlo con nuestras balsas, pero ella nos habla claramente de su inmensidad. " Biografía Vicente Aleixandre (España, 1896-1984) Unidad en ella " Cuerpo feliz que fluye entre mis manos, rostro amado donde contemplo el mundo, donde graciosos pájaros se copian fugitivos, volando a la región donde nada se olvida. Tu forma externa, diamante o rubí duro, brillo de un sol que entre mis manos deslumbra, cráter que me convoca con su música íntima, con esa
  • 8. indescifrable llamada de tus dientes. Muero porque me arrojo, porque quiero morir, porque quiero vivir en el fuego, porque este aire de fuera no es mío, sino el caliente aliento que si me acerco quema y dora mis labios desde un fondo. Deja, deja que mire, teñido del amor, enrojecido el rostro por tu purpúrea vida, deja que mire el hondo clamor de tus entrañas donde muero y renuncio a vivir para siempre. Quiero amor o la muerte, quiero morir del todo, quiero ser tú, tu sangre, esa lava rugiente que regando encerrada bellos miembros extremos siente así los hermosos límites de la vida. Este beso en tus labios como una lenta espina, como un mar que voló hecho un espejo, como el brillo de un ala, es todavía unas manos, un repasar de tu crujiente pelo, un crepitar de la luz vengadora, luz o espada mortal que sobre mi cuello amenaza, pero que nunca podrá destruir la unidad de este mundo. " Mirada final (Muerte y reconocimiento) " La soledad, en que hemos abierto los ojos. La soledad en que una mañana nos hemos despertado, caídos, derribados de alguna parte, casi no pudiendo reconocernos. Como un cuerpo que ha rodado por un terraplén y, revuelto con la tierra súbita, se levanta y casi no puede reconocerse. Y se mira y se sacude y ve alzarse la nube de polvo que él no es, y ve aparecer sus miembros, y se palpa: «Aquí yo, aquí mi brazo, y este mi cuerpo, y esta mi pierna, e intacta está mi cabeza»; y todavía mareado mira arriba y ve por dónde ha rodado, y ahora el montón de tierra que le cubriera está a sus pies y él emerge, no sé si dolorido, no sé si brillando, y alza los ojos y el cielo destella con un pesaroso resplandor, y en el borde se sienta y casi siente deseos de llorar. Y nada le duele, pero le duele todo. Y arriba mira el camino, y aquí la hondonada, aquí donde sentado se absorbe y pone la cabeza en las manos; donde nadie le ve, pero un cielo azul apagado parece lejanamente contemplarle. Aquí, en el borde del vivir, después de haber rodado toda la vida como un instante, me miro. Esta tierra fuiste tú, amor de mi vida? ¿Me preguntaré así cuando en el fin me conozca, cuando me reconozca y despierte, recién levantado de la tierra, y me tiente, y sentado en la hondonada, en el fin, mire un cielo piadosamente brillar? No puedo concebirte a ti, amada de mi existir, como solo una tierra que se sacude al levantarse, para acabar cuando el largo rodar de la vida ha cesado. No, polvo mío, tierra súbita que me ha acompañado todo el vivir. No, materia adherida y tristísima que una postrer mano, la mía misma, hubiera al fin de expulsar. No: alma más bien en que todo yo he vivido, alma por la que me fue la vida posible y desde la que también alzaré mis ojos finales cuando con estos mismos ojos que son los tuyos, con los que mi alma contigo todo lo mira, contemple con tus pupilas, con las solas pupilas que siento bajo los párpados, en el fin el cielo piadosamente brillar. "
  • 9. Biografía Dante Alighieri (Italia, 1265-1321) La Divina Comedia (fragmento) " Y cuál cortado y cuál roto su miembro mostrase, vanamente imitaría de la novena bolsa el modo inmundo. Una cuba, que duela o fondo pierde, como a uno yo vi, no se vacía, de la barbilla abierto al bajo vientre; por las piernas las tripas le colgaban, vela la asadura, el triste saco que hace mierda de todo lo que engulle. Mientras que en verlo todo me ocupaba, me miró y con la mano se abrió el pecho diciendo: ¡Mira cómo me desgarro! y mira qué tan maltrecho está Mahoma! Delante de mí Alí llorando marcha, rota la cara del cuello al copete. Todos los otros que tú ves aquí, sembradores de escándalo y de cisma vivos fueron, y así son desgarrados. Hay detrás un demonio que nos abre, tan crudamente, al tajo de la espada, cada cual de esta fila sometiendo. " Biografía Isabel Allende (Chile, 1942) La casa de los espíritus (fragmento) " La memoria es frágil y el transcurso de una vida es muy breve y sucede tan deprisa que no alcanzamos a ver la relación entre los acontecimientos, no podemos medir la consecuencia de los actos... por eso mi abuela Clara escribía en sus cuadernos, para ver las cosas en su dimensión real. " Eva Luna (fragmento) " Elaboraba la sustancia de sus propios sueños y con esos materiales fabricó un mundo para mí. Las palabras son gratis, decía y se las apropiaba, todas eran suyas. Ella sembró en mi cabeza la idea de que la realidad no es sólo como se percibe en la superficie, también tiene una dimensión mágica y, si a uno se le antoja, es legítimo exagerarla y ponerle color para que el tránsito por esta vida no resulte tan aburrido. (...) De mí dependía la existencia de todo lo que nacía, moría o acontecía en las arenas inmóviles donde germinaban mis cuentos. Podía colocar en ellas lo que quisiera, bastaba pronunciar la palabra justa para darle vida. " Paula (fragmento) " Tu abuela ruega por ti a su dios cristiano, y yo lo hago a veces a una diosa pagana y sonriente que derrama bienes,
  • 10. una diosa que no sabe de castigos, sino de perdones, y le hablo con la esperanza de que me escuche desde el fondo de los tiempos y te ayude. . . Pienso en mi bisabuela, en mi abuela clarividente, en mi madre, en ti y en mi nieta que nacerá en mayo, una firme cadena femenina que se remonta hasta la primera mujer, la madre universal. Debo movilizar esas fuerzas nutritivas para tu salvación. (...) Soy el vacío, soy todo lo que existe, estoy en cada hoja del bosque, en cada gota de rocío, en cada partícula de ceniza que el agua arrastra, soy Paula y también soy yo misma, soy nada y todo lo demás en esta vida y en otras vidas, inmortal. " Biografía Almafuerte (Argentina, 1854-1917) Avanti " AVANTI! Si te postran diez veces, te levantas otras diez, otras cien, otras quinientas... No han de ser tus caídas tan violentas ni tampoco, por ley, han de ser tantas! Con el hambre genial con que las plantas asimilan el humus avarientas, deglutiendo el rigor de las afrentasse formaron los santos y las santas. Obsesión casi asnal, para ser fuerte,nada más necesita la criatura; y en cualquier infeliz se me figura que se rompen las garras de la suerte... Todos los incurables tienen cura cinco segundos antes de su muerte! II PIU AVANTI! No te sientas vencido ni aun vencido,no te sientas esclavo ni aun esclavo; trémulo de pavor, piénsate bravo, y acomete feroz, ya malherido. Ten el tesón del clavo enmohecido que ya viejo y ruin, vuelve a ser clavo; no la cobarde intrepidez del pavo,que amaina su plumaje al primer ruido. Procede como Dios, que nunca llora: o como Lucifer, que nunca reza; o como el robledal, cuya grandeza precisa del agua y no la implora... Que muerda y vocifere vengadora, ya, rodando en el polvo, tu cabeza! III MOLTO PIU AVANTI! Los que vierten sus lágrimas amantes sobre las penas que no son sus penas; los que olvidan el son de sus cadenas, para limar las de los otros antes; Los que van por el mundo, delirantes, repartiendo su amor a manos llenas: caen, bajo el peso de sus obras buenas, sucios, enfermos, trágicos...! Sobrantes! Ah! Nunca quieras remediar entuertos; nunca sigas impulsos compasivos! Ten los garfios del Odio siempre activos, y los ojos del juez siempre despiertos!... Y al echarte en la caja de los muertos menosprecia los llantos de los vivos! IV MOLTO PIU AVANTI ANCORA! El mundo miserable es un estrado donde todo es estólido y fingido, donde cada anfitrión guarda escondido su verdadero ser, tras el tocado. No digas tu verdad ni al más amado; no demuestres temor ni al más temido; no creas que jamás te hayan querido por más besos de amor que te hayan dado: Mira como la nieve se deslíe sin que apostrofe al sol su labio yerto; cómo ansía las nubes el desierto sin que a ninguna su ansiedad confíe... Trema como el Infierno, pero ríe! Vive la vida plena, pero muerto!
  • 11. V MOLTISSIMO PIU AVANTI ANCORA! Si en vez de las estúpidas panteras y los férreos estúpidos leones, encerrasen dos flacos mocetones en esa frágil cárcel de las fieras, no habrían de yacer noches enteras en el blando pajar de sus colchones, sin esperanzas ya, sin reacciones,lo mismo que dos plácidos horteras. Cual Napoleones, pensativos, graves, no como el tigre sanguinario y maula, escrutarían palmo a palmo su aula, buscando las rendijas, no las llaves... Seas el que tú seas ya lo sabes: a escrutar las rendijas de tu jaula! " Biografía Joao de Almeida Garrett (Portugal, 1799-1854) Camoes (fragmento) " Tiernas ninfas del tranquilo Mondego, vosotras que el dulce gemir de los enamorados, gemidos de placer oisteis por la selva. Que ocultó tanto amor, tanta ventura en tiempos de más dicha; que escuchastes los afligidos suspiros de nostalgia, cuando ausente de aquel por quien vive, sola, gemidora rueda, va deshervando la ausencia de su bien, de su amado, y a los montes, a las hierbas enseñando el nombre que en el pecho escrito tiene, que después, recordando una muerte oscura largo tiempo de unas cristalinas solitarias lágrimas hermosas derramastes. (...) Con sus hijitos, en vano bañada en llanto, suplicante implora a los bárbaros. El hierro empapa crueles en el pecho cristalino; y las vivas rosas que de las mejillas huyen, por la herida a borbotones se desvanecen con sus inocentes hijos abrazada. No gime, no suspira; a besos arranca, una a una, las facciones, que tanto vivamente las del querido amante le retratan. Ahora por los labios finalmente huye la última vida, el último soplo en besos, todo amor, todo ternura, los ojos ya de hermosa luz se extinguen. " Biografía Dámaso Alonso (España, 1898-1990) Mujer con alcuza (fragmento) " Y esta mujer se ha despertado en la noche, y estaba sola, y ha mirado a su alrededor, y estaba sola, y ha buscado al revisor, a los mozos del tren, a algún empleado, a algún mendigo que viajara oculto bajo un asiento, y estaba sola, y ha gritado en la oscuridad, y estaba sola, y ha preguntado en la oscuridad, y estaba sola, y ha preguntado quién conducía, quién movía aquel horrible tren.
  • 12. Y no le ha contestado nadie, porque estaba sola, porque estaba sola. Y ha seguido días y días, loca, frenética, en el enorme tren vacío, donde no va nadie, que no conduce nadie. (...) ¿O es que como esos almendros que en el verano estuvieron cargados de demasiada fruta, conserva aún en el invierno el tierno vicio, guarda aún el dulce álabe de la cargazón y de la compañía, en sus tristes ramas desnudas, donde ya ni se posan los pájaros? " Biografía Peter Altenberg (Austria, 1859-1919) Cavilaciones de un revolucionario (fragmento) " Los debilitamientos trágicos: comer cuando no se tiene hambre. Beber cuando no se tiene sed. Moverse cuando se necesita descanso. Copular cuando se carece de amor. ¡Sabiamente nos conduce la naturaleza! Cuando tenemos hambre, al pan. Cuando tenemos sed, al agua. Cuando estamos cansados, al sueño. Cuando estamos llenos de amor, a la mujer. No tomarse la propia vida más en serio que una pieza de Shakespeare! ¡Pero tampoco menos! Dejar que la vida se apodere de uno como en el teatro. El teatro de la vida. ¡Ser el espectador ideal de uno mismo! ¡Estar del todo concentrado y, sin embargo, saber salir luego de los embrollos e intrigas al aire fresco de la noche! ¡Haber vivido lo que no se ha vivido y no haber vivido lo que se ha vivido! ¡Así te purificas de ti mismo! Y tus "propias tragedias" te proporcionan la sonrisa…de la sabiduría. " Biografía Manuel Altolaguirre (España, 1905-1959) Preguntas " Sentidos ignorados del Universo: ¿adónde lleváis las sensaciones que adquirís de la nada? ¿En qué visceras yo, Dios mío, estoy? ¿La tierra un corazón? Esta entraña secreta en donde estamos bajo los aires músculos: ¿qué oficio tiene? La luna, el sol, los astros, los pulmones oscuros de la noche:
  • 13. ¿bajo qué piel, qué tacto viven? ¿Es tu cuerpo, Dios mío, el Universo? ¿Estás en lo creado como el alma en la carne o tienes la arboleda de tu sueño alborotada, fuera de tu frente, en la Nada infinita, igual que yo en tu mundo? " Biografía Jorge Amado (Brasil, 1912-2001) Capitaes da Areia (fragmento) " Solamente los dos vigilantes de la policía bahiana que se lustraban las botas frente al puesto policial fueron fusilados por los cangaçeiros, pero fue antes de haber descubierto el carrusel en la plaza central. De lo contrario, quizá hasta a los vigilantes de la policía bahiana hubiera perdonado Lampiâo en esa noche de suprema felicidad para su banda de cangaçeiros. Entonces se portaron como niños, gozaron de una felicidad que antes nunca habían gozado, ni en su infancia de hijos de campesino: montar en el caballo de madera de un carrusel, mientras sonaba la música de una pianola y las luces ofrecían todos los colores: azules, verdes, amarillas, violetas y rojas, como la sangre que sale de los cuerpos de los asesinados." Martin Amis (Gran Bretaña, 1949) La capacidad de pensar, de Los monstruos de Einstein (fragmento) " Ellas están allí y yo aquí -ellas son inertes, yo estoy vivo-, y sin embargo me producen ganas de vomitar, me revuelven el estómago; me siento como si un hijo mío hubiera estado fuera de casa mucho tiempo y comenzara a oscurecer. Es una práctica buena y apropiada. Porque lo haré montones de veces, vomitaré muchísimo, si las armas caen y yo sobrevivo. Todas las mañanas, seis días a la semana, salgo de mi casa y recorro en coche una milla hasta el apartamento donde trabajo. Durante siete u ocho horas estoy solo. Cada vez que oigo en el aire un gemido súbito o uno de los más atroces impactos de la vida ciudadana, o sirvo de huésped a cierto tipo de pensamientos indeseados, no puedo evitar preguntarme cómo sería. Supongamos que sobrevivo. Supongamos que no se me derriten los ojos en la cara, que no me toca el huracán de misiles secundarios en que hormigón, metal y cristal se han convertido bruscamente; supongamos todo esto. Me veré obligado (y es lo último que tendré ganas de hacer) a desandar la larga milla que me separa de mi hogar a través de la tormenta de fuego, los restos de los vientos de mil millas por hora, los átomos descarriados, los muertos envilecidos. Luego -Dios mediante, en caso de que todavía me queden fuerzas y, por supuesto, de que aún estén vivos- tendré que encontrar a mi mujer y mis hijos y tendré que matarlos. " Campos de Londres (fragmento) " Estudiada en su conjunto -y tomando en consideración los destrozos que dejaba a su paso, crisis de nervios, carreras destrozadas, intentonas de suicidio, matrimonios rotos (y escandalosos divorcios)-, la facultad de Nicola para leer el futuro le había enseñado un par de cosas muy claras: que nadie la amaría nunca lo suficiente, y que quienes la amaran no serían lo suficientemente dignos de ser amados. " El tren de la noche (fragmento) " En mi época, llegué a presenciar las secuelas de quizás unas mil muertes sospechosas, las mayorías de las cuales resultaron ser suicidios o accidentes, o simplemente, gente abandonada. Así que he visto todas las clases: saltarines, mutilados, sumergidos con un peso, zambullidos, desangrados, flotadores, baleados, reventados. He visto los cadáveres muertos a golpes de bebés de un año. Los de nonagenarias violadas por pandillas. He visto cadáveres abandonados por tanto tiempo después de su muerte que la única posibilidad de deducir la fecha del deceso era el tamaño de los gusanos. Pero de todos los cuerpos que he visto, ninguno se me ha quedado grabado en mis entrañas como el cadáver de Jennifer Rockwell. "
  • 14. Biografía H. Christian Andersen (Dinamarca, 1805-1875) El caracol y el rosal (fragmento) " -Nada ha cambiado -dijo-. No se advierte el más insignificante progreso. El rosal sigue con sus rosas, y eso es todo lo que hace. Pasó el verano y vino el otoño, y el rosal continuó dando capullos y rosas hasta que llegó la nieve. El tiempo se hizo húmedo y hosco. El rosal se inclinó hacia la tierra; el caracol se escondió bajo el suelo. Luego comenzó una nueva estación, y las rosas salieron al aire y el caracol hizo lo mismo. -Ahora ya eres un rosal viejo -dijo el caracol-. Pronto tendrás que ir pensando en morirte. Ya has dado al mundo cuanto tenías dentro de ti. Si era o no de mucho valor, es cosa que no he tenido tiempo de pensar con calma. Pero está claro que no has hecho nada por tu desarrollo interno, pues en ese caso tendrías frutos muy distintos que ofrecernos. ¿Qué dices a esto? Pronto no serás más que un palo seco... ¿Te das cuenta de lo que quiero decirte? -Me asustas -dijo el rosal-. Nunca he pensado en ello. -Claro, nunca te has molestado en pensar en nada. ¿Te preguntaste alguna vez por qué florecías y cómo florecías, por qué lo hacías de esa manera y de no de otra? -No -contestó el caracol-. Florecía de puro contento, porque no podía evitarlo. ¡El sol era tan cálido, el aire tan refrescante!... Me bebía el límpido rocío y la lluvia generosa; respiraba, estaba vivo. De la tierra, allá abajo, me subía la fuerza, que descendía también sobre mí desde lo alto. Sentía una felicidad que era siempre nueva, profunda siempre, y así tenía que florecer sin remedio. Tal era mi vida; no podía hacer otra cosa. -Tu vida fue demasiado fácil -dijo el caracol. -Cierto -dijo el rosal-. Me lo daban todo. Pero tú tuviste más suerte aún. Tú eres una de esas criaturas que piensan mucho, uno de esos seres de gran inteligencia que se proponen asombrar al mundo algún día. -No, no, de ningún modo -dijo el caracol-. El mundo no existe para mí. ¿Qué tengo yo que ver con el mundo? Bastante es que me ocupe de mí mismo y en mí mismo. -¿Pero no deberíamos todos dar a los demás lo mejor de nosotros, no deberíamos ofrecerles cuanto pudiéramos? Es cierto que no te he dado sino rosas; pero tú, en cambio, que posees tantos dones, ¿qué has dado tú al mundo? ¿Qué puedes darle? -¿Darle? ¿Darle yo al mundo? Yo lo escupo. ¿Para qué sirve el mundo? No significa nada para mí. Anda, sigue cultivando tus rosas; es para lo único que sirves. Deja que los castaños produzcan sus frutos, deja que las vacas y las ovejas den su leche; cada uno tiene su público, y yo también tengo el mío dentro de mí mismo. ¡Me recojo en mi interior, y en él voy a quedarme! El mundo no me interesa. Y con estas palabras, el caracol se metió dentro de su casa y la selló. -¡Qué pena! -dijo el rosal-. Yo no tengo modo de esconderme, por mucho que lo intente. Siempre he de volver otra vez, siempre he de mostrarme otra vez en mis rosas. Sus pétalos caen y los arrastra el viento, aunque cierta vez vi cómo una madre guardaba una de mis flores en su libro de oraciones, y cómo una bonita muchacha se prendía otra al pecho, y cómo un niño besaba otra en la primera alegría de su vida. Aquello me hizo bien, fue una verdadera bendición. Tales son mis recuerdos, mi vida. Y el rosal continuó floreciendo en toda su inocencia, mientras el caracol dormía allá dentro de su casa. El mundo nada significaba para él. Y pasaron los años. El caracol se había vuelto tierra en la tierra, y el rosal tierra en la tierra, y la memorable rosa del libro de oraciones había desaparecido... Pero en el jardín brotaban los rosales nuevos, y los nuevos caracoles se arrastraban dentro de sus casas y escupían al mundo, que no significaba nada para ellos. ¿Empezamos otra vez nuestra historia desde el principio? No vale la pena; siempre sería la misma. " Biografía
  • 15. Vicent Andrés Estellés (Valencia, 1924-1993) Tot açó que ja no pot ser " Et besaria lentament, et soltaria els cabells, t'acariciaria els muscles, t'agafaria el cap per a besar-te dolçament, estimada meua, dolça meua, i sentir-te, encara més nina, més nina encara sota les mans, dessota els péls del meu pit i sota els péls de l'engonal, i sentir-te sota el meu cos, amb els grans ulls oberts, més que entregada confiada, feliç dins els meus abraços. Et veuria anar, tota nua, anant i tornant per la casa, tot açó que ja no pot ser. Sóc a punt de dir el teu nom, sóc a punt de plorar-lo i d'escriure'l per les parets, adorada meua, petita. Si em desperte, a les nits, em desperte pensant en tu, en el teu daurat i petit cos. T'estimaria, t'adoraria fins a emplenar la teua pell, fins a emplenar tot el teu cos de petites besades cremants. es un amor total i trist el que sent per tu, criatura, un amor que m'emplena les hores totalement amb el record de la teua figura alegre i ágil. No deixe de pensar en tu, em pregunte on estarás, voldria saber qué fas, i arribe a la desesperació. Com t'estime! Em destrosses, t'acariciaria lentament, amb una infinita tendresa, i no deixaria al teu cos cap lloc sense la meua carícia, petita meua, dolça meua, aliena probablement a l'amor que jo sent per tu, tan adorable! T'imagine tébia i nua, encara innocent, vacil.lant, i ja decidida, amb les meues mans als teus muscles, revoltant-te els cabells, agafant-te per la cintura o obrint-te les cames, fins a fer-te arribar, alhora, amb gemecs i retrocessos,
  • 16. a l'espasme lent del vici; fins a sentir-te enfollir, una instantánia follia: tot açó que ja no pot ser, petita meua, dolça meua. Et recorde i estic plorant i sent una tristesa enorme, voldria ésser ara al llit, sentir el teu cos prop del meu, el cos teu, dolç i fredolic, amb un fred de col.legiala, encollida, espantada; vull estar amb tu mentre dorms, el teu cul graciós i dur, la teua adorable proximitat, fregar-te a penes, despertar-te, despertar-me damunt el teu cos, tot açó que ja no pot ser. Et mire, i sense que tu ho sápies, mentre et tinc al meu davant i t'estrenyc, potser, la má, t'evoque en altres territoris on mai havem estat; contestant les teues paraules, visc una égloga dolcíssima, amb el teu cos damunt una catifa, damunt els taulells del pis, a la butaca d'un saló de reestrena, amb la teua má petita dintre la meua, infinitament feliç, contemplant-te en l'obscuritat, dos punts de llum als teus ulls, fins que al final em sorprens i sens dubte em ruboritzes, i ja no mires la pantalla, abaixes llargament els ulls. No és possible seguir així, jo bé ho comprenc, peró ocorre, tot açó que ja no pot ser. Revisc els dolços instants de la meua vida, peró amb tu. es una flama, és una mort, una llarga mort, aquesta vida, no sé per qué t'he conegut, jo no volia conéixer-te... A qualsevol part de la terra, a qualsevol part de la nit, mor un home d'amor per tu mentre cuses, mentre contemples un serial de televisió, mentre parles amb una amiga, per teléfon, d'algun amic; mentre que et fiques al llit, mentre compres en el mercat, mentre veus, al teu mirall, el desenvolupament dels teus pits,
  • 17. mentre vas en motocicleta, mentre l'aire et despentina, mentre dorms, mentre orines, mentre mires la primavera, mentre espoles les estovalles, mor un home d'amor per tu, tot açó que ja no pot ser. Que jo me muir d'amor per tu. " Els amants, de El llibre de les maravelles (en catalán) " No hi havia a València dos amants com nosaltres. Feroçment ens amàvem del matí a la nit. Tot ho recorde mentre vas estenent la roba. Han passat anys, molt anys; han passat moltes coses. De sobte encara em pren aquell vent o l'amor i rodolem per terra entre abraços i besos. No comprenem l'amor com un costum amable, com un costum pacífic de compliment i teles (i que ens perdone el cast senyor López-Picó). Es desperta, de sobte, com un vell huracà, i ens tomba en terra els dos, ens ajunta, ens empeny. Jo desitjava, a voltes, un amor educat i en marxa el tocadiscos, negligentment besant-te, ara un muscle i després el peço d'una orella. El nostre amor es un amor brusc i salvatge i tenim l'enyorança amarga de la terra, d'anar a rebolcons entre besos i arraps. Què voleu que hi faça! Elemental, ja ho sé. Ignorem el Petrarca i ignorem moltes coses. Les Estances de Riba i les Rimas de Bécquer. Després, tombats en terra de qualsevol manera, comprenem que som bàrbars, i que aixòno deu ser, que no estem en l'edat, i tot això i allò. No hi havia a València dos amants com nosaltres, car d'amants com nosaltres en son parits ben pocs. " Biografía Ivo Andric (Yugoslavia, 1892-1975) Ex-Ponto (fragmento) " No hay otra verdad que el dolor; no hay otra realidad que el sufrimiento; dolor y sufrimiento en toda gota de agua, toda hoja de hierba, en cada sonido de voz viviente, en sueño y vigilia, en vida, antes de la vida y tal vez después de la muerte. " Biografía
  • 18. Guillaume Apollinaire (Francia, 1880-1918) El cuarto poema secreto, de Poemas a Madeleine " Mi boca tendrá ardores de averno, mi boca será para ti un infierno de dulzura, los ángeles de mi boca reinarán en tu corazón, mi boca será crucificada y tu boca será el madero horizontal de la cruz, pero qué boca será el madero vertical de esta cruz. Oh boca vertical de mi amor, los soldados de mi boca tomarán al asalto tus entrañas, los sacerdotes de mi boca incensarán tu belleza en su templo, tu cuerpo se agitará como una región durante un terremoto, tus ojos entonces se cargarán de todo el amor que se ha reunido en las miradas de toda la humanidad desde que existe. Amor mío mi boca será un ejército contra ti, un ejército lleno de desatinos, que cambia lo mismo que un mago sabe cambiar sus metamorfosis, pues mi boca se dirige también a tu oído y ante todo mi boca te dirá amor, desde lejos te lo murmura y mil jerarquías angélicas que te preparan una paradisíaca dulzura en él se agitan, y mi boca es también la Orden que te convierte en mi esclava, y me da tu boca Madeleine, tu boca que beso Madeleine. " Porvenir, de El vigía melancólico " Cuando tiemblen de pánico los poderosos ricos cuando en señal de miedo levanten sus manos serenas ante el fuego las casas se derrumben los desnudos cadáveres tirados por los caminos iremos a contemplar la sonrisa de los muertos caminaremos muy lentamente con los ojos cautivados registrando con los pies bajo los patíbulos de las mandrágoras sin pensar en los heridos sin lamentar sus vidas. Correrá la sangre y sobre los rojos pantanos inclinados contemplaremos serenamente nuestros rostros miraremos en los trágicos espejos la muerte de los amantes y la caída de las casas tendremos mucho cuidado en conservar puras nuestras manos y de noche lo mismo que Nerón admiraremos el incendio de las ciudades el desplome de los muros y como él con indolencia cantaremos cantaremos el fuego la nobleza de las fraguas la fuerza de los zagales los gestos de los ladrones la muerte de los héroes y la gloria de las antorchas que forman una aureola alrededor de cada frente la belleza de la primavera y los amores fecundos la dulzura de los ojos azules que la sangre satisface el alba que despunta y el frescor de las olas la dicha de los niños y la eterna existencia.
  • 19. Pero no cantaremos más ni el mirto de las viudas ni el honor de obedecer ni el son de los cañones ni el pasado pues la claridad del nuevo día, no hará que vibre siquiera la estatua de Memmon luego bajo el sol se pudrirán los cadáveres y muchos otros hombres que morirán en libertad el sol y los muertos en las tierras que se siembran darán la belleza rubia y la fecundidad y más tarde cuando la peste haya purificado la tierra en dulce paz viviremos los bienaventurados hombres, apacibles y puros pues los lagos y los mares serán suficientes para lavar la sangre de las manos. " Biografía Louis Aragon (Francia, 1897-1982) Persona Pálida " Más mísero que las piedras triste a más no poder el hombre escuálido con el atril hubiera querido aniquilarse. Qué frío el viento penetra en el lugar de las hojas muertas cómo patear para ahuyentar el frío con qué pie iniciar la semana. Un silencio que nunca acaba ni una palabra tierna para engañar al invierno la sombra del alma del amigo la escritura, tan sólo las señas. Mi sangre daría una sola vuelta los sonidos se perderían en el espacio como dedos congelados. Soy un patín abandonado en el hielo traspasado por el amanecer. " Los viajeros de la Imperial (fragmento) " Todos nos vemos arrastrados hacia esa horrible fatalidad en un gigante autobús que está, en sí mismo, condenado a la destrucción, en tanto que nosotros nos conservamos inconscientes del movimiento que lo anima o del motor que lo impulsa. Recuerdo haber atravesado cierta noche París en el preciso momento en que eran encendidos los faroles callejeros, en uno de esos trepidantes vehículos que nadaba como una enorme ballena a través de las sombras que se espesaban. Era una noche en que yo me sentía particularmente turbado y triste y en que mi cerebro barajaba nombres de títulos y acciones, cotizaciones bursátiles y cifras de las cuales dependía mi libertad, como una pobre alma errante poseída por los demonios del cálculo. De pronto, todo me pareció extraño, los cafés, los bulevares, las tiendas. Comencé a mirar a mis vecinos del piso de arriba, el imperial del autobús, y no me parecieron ya casuales compañeros de travesía cuyos espíritus se levantarían al acercarse el fin del viaje, sino mas bien viajeros misteriosamente escogidos para atravesar la vida conmigo. Y pensé con horror que todos nosotros, extraños el uno para el otro, estábamos amenazados en el mismo grado por un posible accidente a tal punto que todo lo que ocurriera allá abajo entre los caballos y la calle, y de lo cual nada sabíamos en absoluto, tendía a crear entre nosotros una profunda unidad, una intimidad más terrible que la intimidad del amor, la intimidad de una tumba común... Pensé que aquel imperial o mejor dicho el propio autobús, era poco más o menos la imagen de la vida. Porque existen en el mundo dos clases de
  • 20. individuos, los que, a semejanza de la gente del imperial son trasladados sin conocimiento alguno de las máquinas que habitan y los que saben lo que hace girar las ruedas, los que manipulan la maquinaria del monstruo. " Biografía Reinaldo Arenas (Cuba, 1943-1990) El mundo alucinante (fragmento) " El verano. Los pájaros derretidos en pleno vuelo, caen, como plomo hirviente, sobre las cabezas de los arriesgados transeúntes, matándolos al momento. El verano. La isla, como un pez de metal alargado, centellea y lanza destellos y vapores ígneos que fulminan. El verano. El mar ha comenzado a evaporarse, y una nube azulosa y candente cubre toda la ciudad. El verano. La gente, dando voces estentóreas, corre hasta la laguna central, zambulléndose entre sus aguas caldeadas y empastándose con fango toda la piel, para que no se le desprenda el cuerpo. El verano. Las mujeres, en el centro de la calle, empiezan a desnudarse, y echan a correr sobre los adoquines que sueltan chispas y espejean. El verano. Yo, dentro del morro, brinco de un lado a otro. Me asomo entre la reja y miro al puerto hirviendo. Y me pongo a gritar que me lancen de cabeza al mar. El verano. La fiebre del calor ha puesto de mala sangre a los carceleros que, molestos por mis gritos, entran a mi celda y me muelen a golpes. Pido a Dios que me conceda una prueba de su existencia mandándome la muerte. Pero dudo que me oiga. De estar Dios aquí se hubiera vuelto loco. El verano. Las paredes de mi celda van cambiando de color, y de rosado pasan a rojo, y de rojo al rojo vino, y de rojo vino a negro brillante... el suelo empieza también a brillar como un espejo, y del techo se desprenden las primeras chispas. Solo dándole brincos me puedo sostener, pero en cuanto vuelvo a apoyar los pies siento que se me achicharran. Doy brincos. Doy brincos. Doy brincos. El verano. Al fin el calor derrite los barrotes de mi celda, y salgo de este horno al rojo, dejando parte de mi cuerpo chamuscado entre los bordes de la ventana, donde el aceite derretido aun reverbera. (…) Pero las revoluciones no se hacen en las cárceles, si bien es cierto que generalmente allí es donde se engendran. Se necesita tanta acumulación de odio, tantos golpes de cimitarra y redobles de bofetadas, para al fin iniciar este interminable y ascendente proceso de derrumbe. (…) Las manos son lo mejor que indica el avance del tiempo. Las manos, que antes de los veinte años empiezan a envejecer. Las manos, que no se cansan de investigar ni darse por vencidas. Las manos, que se alzan triunfantes y luego descienden derrotadas. Las manos, que tocan las transparencia de la tierra. Que se posan tímidas y breves. Que no saben y presienten que no saben. Que indican el límite del sueño. Que planean la dimensión del futuro. Estas manos, que conozco y sin embargo me confunden. Estas manos, que me dijeron una vez: -tienta y escapa-. Estas manos, que ya vuelven presurosas a la infancia. Estas manos, que no se cansan de abofetear a las tinieblas. Estas manos, que solamente han palpado cosas reales. Estas manos, que ya casi no puedo dominar. Estas manos, que la vejez ha vuelto de colores. Estas manos, que marcan los límites del tiempo. Que se levantan y de nuevo buscan el sitio. Que señalan y quedan temblorosas. Que saben que hay música aun entre sus dedos.
  • 21. Estas manos, que ayudan ahora a sujetarse. Estas manos, que se alargan y tocan el encuentro. Estas manos, que me piden, cansadas, que ya muera. " Antes que anochezca (fragmento) " Oh Luna! Siempre estuviste a mi lado, alumbrándome en los momentos más terribles; desde mi infancia fuiste el misterio que velaste por mi terror, fuiste el consuelo en las noches mas desesperadas, fuiste mi propia madre, bañándome en un calor que ella tal vez nunca supo brindarme; en medio del bosque, en los lugares más tenebrosos, en el mar; allí estabas tu acompañándome; eras mi consuelo, siempre fuiste la que me orientaste en los momentos más difíciles. Mi gran diosa, mi verdadera diosa, que me has protegido de tantas calamidades; hacia ti en medio del mar; hacia ti junto a la costa; hacia ti entre las costas de mi isla desolada. Elevaba la mirada y te miraba; siempre la misma; en tu rostro veía una expresión de dolor, de amargura, de compasión hacia mí; tu hijo. Y ahora, súbitamente, luna, estallas en pedazos delante de mi cama. Ya estoy solo. Es de noche. " The Parade Ends " Paseos por las calles que revientan, pues las cañerías ya no dan más por entre edificios que hay que esquivar, pues se nos vienen encima, por entre hoscos rostros que nos escrutan y sentencian, por entre establecimientos cerrados, mercados cerrados, cines cerrados, parques cerrados, cafeterías cerradas. Exhibiendo a veces carteles (justificaciones) ya polvorientos, CERRADO POR REFORMAS, CERRADO POR REPARACIÓN. ¿Qué tipo de reparación? ¿Cuándo termina dicha reparación, dicha reforma? ¿Cuándo, por lo menos, empezará? Cerrado...cerrado...cerrado... todo cerrado... Llego, abro los innumerables candados, subo corriendo la improvisada escalera. Ahí está, ella, aguardándome. La descubro, retiro la lona y contemplo sus polvorientas y frías dimensiones. Le quito el polvo y vuelvo a pasarle la mano. Con pequeñas palmadas limpio su lomo, su base, sus costados. Me siento, desesperado, feliz, a su lado, frente a ella, paso las manos por su teclado, y, rápidamente, todo se pone en marcha. El ta ta, el tintineo, la música comienza, poco a poco, ya más rápido ahora, a toda velocidad. Paredes, árboles, calles, catedrales, rostros y playas, celdas, mini celdas, grandes celdas, noche estrellada, pies desnudos, pinares, nubes, centenares, miles, un millón de cotorras taburetes y una enredadera. Todo acude, todo llega, todos vienen. Los muros se ensanchan, el techo desaparece y, naturalmente, flotas, flotas, flotas arrancado, arrastrado, elevado, llevado, transportado, eternizado,
  • 22. salvado, en aras, y, por esa minúscula y constante cadencia, por esa música, por ese ta ta incesante. " Mi amante el mar (fragmento) " Sólo el afán de un náufrago podría remontar este infierno que aborrezco. Crece mi furia y ante mi furia crezco y solo junto al mar espero el día. " Biografía Pietro Aretino (Italia, 1492-1556) La cópula, de Sonetos lujuriosos " (Hombre): Follemos, vida mía, follemos ya pues todos nacimos para follar, y si tú el pene adoras, yo el coño amo, y el mundo una mierda sin esto sería. Y si post mortem follar se pudiera diría: así follemos hasta morir, pues tanto follaron Adán y Eva que la muerte les pareció harto injusta. (Mujer): Y es verdad, que si los muy tunantes no hubiesen comido aquel fruto engañoso, bien se hubieran saciado los amantes. Más dejémonos de historias, y hasta el corazón híncame el pene, y ahí reviente el alma que vive y muere por él. (Hombre): Y, si es posible, fuera del coño no me dejes los testículos, de todo placer gozado, testigos. " Biografía Alcides Arguedas (Bolivia, 1879-1946) Raza de bronce (fragmento) " El lago, desde esa altura, parecía una enorme brasa viva. En medio de la hoguera saltaban las islas como manchas negras, dibujando admirablemente los más pequeños detalles de sus contornos; y el estrecho de Tiquina, encajonado al fondo entre dos cerros que a esa distancia fingían muros de un negro azulado daba la impresión de un río de fuego viniendo a alimentar el ardiente caudal de la encendida linfa. La llanura, escueta de árboles, desnuda, alargábase
  • 23. negra y gris en su totalidad. Algunos sembríos de cebada, ya amarillentos por la madurez, ponían manchas de color sobre la nota triste y opaca de ese suelo casi estéril por el perenne frío de las alturas. Acá y allá, en las hondonadas, fulgían de rojo los charcos formados por las pasadas lluvias, como los restos de un colosal espejo roto en la llanura. " Biografía José María Arguedas (Perú, 1911-1969) El barranco (fragmento) " Las mulas se animaron en el camino, sacudiendo sus cabezas; resoplando las narices, entraron a carrera en la quebrada, las madrineras atropellaron por delante. Atorándose con el polvo, los becerritos se arrimaron al cerroé algunos pudieron volverse y corrieron entre la piara. La mula nazqueña de don Garayar levantó sus dos patas y clavó sus cascos en la frente del "Pringo". El "Pringo" cayó al barranco, rebotó varias veces entre los peñascos y llegó hasta el fondo del abismo. Boqueando sangre murió a la orilla del riachuelo. " Biografía Ludovico Ariosto (Italia, 1474-1533) Orlando Furioso (fragmento) " Un fructífero riachuelo, alimentado por un manantial límpido, Envuelve, a su alrededor, ese espacio fértil. La tierra de Venus, la verdad sea dicha Lugar efímero de alegria y de encanto: Para cada doncella y esposa, que allí se engendra, Es a lo largo y ancho del mundo, inigualada en gracia: Y Venus desea, que hasta que tañan sus últimas horas, El Amor caldee sus pechos, jovenes y viejos. " Biografía Roberto Arlt (Argentina, 1900-1942) El jorobadito (fragmento) " Retorcerle el pescuezo al jorobadito ha sido de mi parte un acto más ruinoso e imprudente para mis intereses, que atentar contra la existencia de un benefactor de la humanidad. Se ha echado sobre mí la policía, los jueces y los periódicos. Y ésta es la hora en que aún me pregunto (considerando los rigores de la justicia) si Rigoletto no estaba llamado a ser un capitán de hombres, un genio, o un filántropo. De otra forma no se explican las crueldades de la ley para vengar los fueros de un insigne piojoso, al cual, para pagarle de su insolencia, resultaran insuficientes todos los puntapiés que pudieran suministrarle en el trasero, una brigada de personas bien nacidas. No se me oculta que sucesos peores ocurren sobre el planeta, pero ésta no es una razón para que yo deje de mirar con angustia las leprosas paredes del calabozo donde estoy alojado a espera de un destino peor. "
  • 24. Los siete locos (fragmento) " Sí, llegará un momento en que la humanidad escéptica, enloquecida por los placeres, blasfema de impotencia, se pondrá tan furiosa que será necesario matarla como a un perro rabioso...Será la poda del árbol humano... una vendimia que sólo ellos, los millonarios, con la ciencia a su servicio, podrán realizar. Los dioses, asqueados de la realidad, perdida toda ilusión en la ciencia como factor de felicidad, rodeados de esclavos tigres, provocarán cataclismos espantosos, distribuirán las pestes fulminantes... Durante algunos decenios el trabajo de los superhombres y de sus servidores se concretará a destruir al hombre de mil formas, hasta agotar el mundo casi... y sólo un resto, un pequeño resto, será aislado en algún islote, sobre el que se asentarán las bases de una nueva sociedad. " Biografía Matthew Arnold (Gran Bretaña, 1822-1888) Desaliento, de Empedocles en Etna " Los pensamientos que llueven su constante fulgor como estrellas sobre la fría existencia del mar, y que otros conocen, o dicen conocer, nunca brillaron para mí, los pensamientos alumbran como centellas el cielo de mi espíritu, pero no se quemarán conmigo, una vez que iluminen, presurosos huirán y jamás regresarán de nuevo." A Margarita, de Empedocles en Etna " Sí, en el mar del vivir aislados, con resonantes estrechos que nos separan, punteando el acuático páramo sin costas, nosotros, millones de mortales, vivimos solos. Las islas sienten cómo las corrientes las unen, aprendiendo los eslabones que sin fin las atan. Pero cuando la luna alumbra los vacíos, y un bálsamo primaveral las barre, en los collados ruiseñores cantan divinamente bajo noches estrelladas, y primorosos acordes vierten a través de ruidos y canales, de orilla a orilla. Entonces una nostalgia como desesperación llega hasta las cavernas más apartadas, porque, seguramente, entonces se presiente que parte fuimos de un solo continente. Hoy la llanura acuosa, rodeándonos se extiende; si pudieran nuestras márgenes de nuevo encontrarse. ¿Quién dispuso que este fuego de ansias debiera enfriarse tan pronto como se inflama? ¿Quién devuelve vacío tan hondo deseo? Un dios ordenó tanta separación, un dios, y entre orillas impuso el salado, insondable mar que nos aparta." Biografía Hans Arp (Francia, 1887-1966) Violetas rojas " Las flechas se mustian en su vuelo las alas se pierden hacia el mundo de las hojas alas y hojas se confunden las estrellas sirven de lunares al cielo profundo como tus ojos el patio de las flores grajea y ríe en una luz arrodillada la cadena de los espejismos se rompe en la nube incrustada de besos una jornada embalsamada cae de una joroba de frutas las garras sueltan un pequeño hurto una nube verde danza con dos piernas de relámpagos
  • 25. luego las violetas crecen más deprisa niños hermosos como violetas danzan como nubes pequeños más pequeños que de costumbre charlan con un pequeño invisible yo olvido mi cuerpo lo vivo se junta con lo muerto los juegos se desunen niños hermosos como violetas danzan como olas aceleran sus saltos danzan con fuerza y vigor exasperado vuelcan lo hendido y lo virgen todo gira rueda se precipita las violetas se vuelven rojas el día se acuna en sus fluideces sus coronas de luz sus follajes imperecederos la noche me tiende una estrella y Sophie agita la flor del sueño en la campana del cielo. " Fernando Arrabal (España, 1932) Pateando paraísos (fragmento) " No puedo explicarte lo que es el mono, aunque me lo pides. Es inexplicable e inconcebible para quien no se lo ha apechugado. Es la tortura y el castigo hechos a la medida de la infamia del vicio. La nariz se te forra de murciélagos. Te salen litros de moquillo líquido que sabe a rayos. La saliva te llena la boca de un caldo de orín fermentado con ácido sulfúrico. Todo te duele con diez tanques. Los riñones se te infestan de ratas que te carcomen los nervios. En las articulaciones de las rodillas, de las muñecas, de los codos, de los tobillos, para qué contarte? En cuanto te mueves y en cuanto no te mueves... da igual... Se te mete la cremallera de pinchos para arriba y para abajo. Se te ponen los nervios de rejones. Tienes un cabreo de sesión continua. La cabeza cencerrea y se te rompe la crisma erre que erre. El insomnio te encapota 24 horas por día. Ni soñar con dormir. Las noches son peores que los días, y viceversa. Se me olvidaba decirte que los ojos se te salpimentan solos y con chile negro. Lagrimeas vinagre y bilis sin poder llorar. Desde la punta de la cebolleta hasta la campana de la molondra se te pone la carne de gallina sin necesidad de condiciones atmosféricas. " Biografía Juan José Arreola (México, 1918-2001) Bestiario (fragmento) " Los abismos atraen. Yo vivo a la orilla de tu alma. Inclinado hacia ti, sondeo tus pensamientos, indago el germen de tus actos. Vagos deseos se remueven en el fondo, confusos y ondulantes en su lecho de reptiles. ¿De que se nutre mi contemplacion voraz? Veo el abismo y tu yaces en lo profundo de ti misma. Ninguna revelacion. Nada que se parezca al brusco despertar de la conciencia. Nada sino el ojo que me devuelve implacable mi descubierta mirada. Narciso repulsivo, me contemplo el alma en el fondo de un pozo. A veces el vertigo desvia los ojos de ti. Pero siempre vuelvo a escrutar en la sima. Otros, felices, miran un momento tu alma y se van. Yo sigo a la orilla, ensimismado. Muchos seres se despeñan a lo lejos. Sus restos yacen borrosos, disueltos en la satisfaccion. Atraido por el abismo, vivo la melancolica certeza de que no voy a caer nunca. "
  • 26. Biografía Antonin Artaud (Francia, 1896-1948) Poeta negro " Poeta negro, un seno de doncella te obsesiona poeta amargo, la vida bulle y la ciudad arde, y el cielo se resuelve en lluvia, y tu pluma araña el corazón de la vida. Selva, selva, hormiguean ojos en los pináculos multiplicados; cabellera de tormenta, los poetas montan sobre caballos, perros. Los ojos se enfurecen, las lenguas giran el cielo afluye las narices como azul leche nutricia; estoy pendiente de vuestras bocas mujeres, duros corazones de vinagre. " Noche " Los mostradores del cinc pasan por las cloacas, la lluvia vuelve a ascender hasta la luna; en la avenida una ventana nos revela una mujer desnuda. En los odres de las sábanas hinchadas en los que respira la noche entera el poeta siente que sus cabellos crecen y se multiplican. El rostro obtuso de los techos contempla los cuerpos extendidos. Entre el suelo y los pavimentos la vida es una pitanza profunda. Poeta, lo que te preocupa nada tiene que ver con la luna; la lluvia es fresca, el vientre está bien. Mira como se llenan los vasos en los mostradores de la tierra la vida está vacía, la cabeza está lejos. En alguna parte un poeta piensa. No tenemos necesidad de la luna, la cabeza es grande,
  • 27. el mundo está atestado. En cada aposento el mundo tiembla, la vida engendra algo que asciende hacia los techos. Un mazo de cartas flota en el aire alrededor de los vasos; humo de vinos, humo de vasos y de las pipas de la tarde. En el ángulo oblicuo de los techos de todos los aposentos que tiemblan se acumulan los humos marinos de los sueños mal construidos. Porque aquí se cuestiona la Vida y el vientre del pensamiento; las botellas chocan los cráneos de la asamblea áerea. El Verbo brota del sueno como una flor o como un vaso lleno de formas y de humos. El vaso y el vientre chocan: la vida es clara en los cráneos vitrificados. El areópago ardiente de los poetas se congrega alrededor del tapete verde, el vacío gira. La vida pasa por el pensamiento del poeta melenudo. En la calle sólo una ventana, las cartas batidas suenan. En la ventana la mujer sexuada somete su vientre a discusión. " Biografía Isaac Asimov (EEUU, 1920-1992) Sueños de robot (fragmento) " Después de cientos de miles de millones de años pensó en él, de pronto, como Ames. No en la combinación de longitud de onda que, a través del universo, era ahora el equivalente de Ames, sino en el sonido en sí. Le volvía un leve recuerdo de ondas sonoras que ya no oía y ya no podía oír. El nuevo proyecto aguzaba su recuerdo de tantas y tantas cosas de eones y eones de antigüedad. Redujo el vórtex de energía que sumaba el total de su individualidad y sus líneas de energía se tendieron hasta más allá de las estrellas.
  • 28. (...) Y Ames vio también y recordó que en tiempos había sido un hombre. La fuerza de su vórtex partió la cabeza por la mitad, y escapó por las galaxias siguiendo la huella energética de Brock... de regreso al infinito destino de la vida. Y los ojos de la destrozada cabeza de materia seguían brillando con la humedad que Brock había puesto allí para representar las lágrimas. La cabeza de materia hizo aquello que los seres-energéticos ya no podían hacer. Y lloró por toda la humanidad y por la frágil belleza de los cuerpos de los que en tiempos se habían desprendido, hacía millones de años. " Yo robot (fragmento) " (El robot QT-1 Cutie, duda sobre su existencia y responde a Donovan y Powell) Fíjate en ti. No lo digo con ánimo de desprecio, pero fíjate bien. El material del que estás hecho es blando y flojo, carece de resistencia, y su energía depende de la oxidación ineficiente del material orgánico. (...) Entráis periódicamente en coma, y la menor variación de temperatura, presión atmosférica, la humedad o la intensidad de radiación afecta a vuestra eficiencia. Sois alterables.Yo, por el contrario, soy un producto acabado. Absorbo energía eléctrica directamente y la utilizo con casi un ciento por ciento de eficiencia. Estoy compuesto de fuerte metal, permanezco consciente todo el tiempo y puedo soportar fácilmente los más extremados cambios ambientales. Estos son hechos que, partiendo de la irrefutable proposición de que ningún ser puede crear un ser más perfecto que él, reduce vuestra tonta teoría a la nada. " Biografía Miguel Angel Asturias (Guatemala, 1899-1974) Invierno " En rodillas de viento, galgo y huella fuí tras de ti, mujer en mi presencia transportado por ágil luz de estrella de sentido en sentido hasta la ausencia. Atravesaste, amor, los egoísmos que en sílice de lágrimas desvelo yuxtaponiendo abismos sobre abismos en mi insoluble soledad de hielo. La gran araña de la lluvia teje con agua y viento telarañas móviles ¿qué mañana serán cuando despeje? Superficie de vidrio sin quebranto, como serán mis ojos cuando inmóviles hayan llorado ya todo su llanto. " El señor presidente (fragmento) " Los pordioseros se arrastraban por las cocinas del mercado, perdidos en la sombra de la Catedral helada, de paso hacia la Plaza de Armas, a lo largo de calles tan anchas como mares, en la ciudad que se iba quedando atrás íngrima y sola. La noche los reunía al mismo tiempo que a las estrellas. Se juntaban a dormir en el Portal del Señor sin más lazo común que la miseria, maldiciendo unos de otros, insultándose a regañadientes con tirria de enemigos que se buscan pleito, riñendo muchas veces a codazos y algunas con tierra y todo, revolcones en los que, tras escupirse, rabiosos, se mordían. (...) Una aldea vino, anduvo por allí y se fue por allá, una aldea al parecer deshabitada, una aldea de casas de alfeñique en tuza de milperíos secos entre iglesia y cementerio. ¡Que la fe que construyó a la iglesia sea mi fe, la iglesia y el cementerio; no quedaron vivos más que la fe y los muertos! Pero la alegría del que se va alejando se le empañó en los ojos. Aquella tierra de asidua primavera era su tierra, su ternura, su madre, y por mucho que resucitara al ir dejando
  • 29. atrás aquellas aldeas, siempre estaría muerto entre los vivos, eclipsado entre los hombres de los otros países por la presencia invisible de sus árboles en cruz y de sus piedras para tumbas. " Biografía Margaret Atwood (Canadá, 1939) Eurídice " El ha venido a buscarte y está aquí, canción que te llama y quiere que vuelvas, canción de dicha y de pesar a partes iguales, promesa hecha canción, promesa de que todo será, allá arriba, distinto a la última vez... Hubieras preferido seguir sintiendo nada, vacío y silencio; la estancada paz del mar más hondo, al ruido y la carne de la superficie, acostumbrada a estos pasillos pálidos y en sombras, y al rey que pasa por tu lado sin pronunciar palabra. El otro es diferente y casi lo recuerdas. Dice que canta para ti porque te ama, no como eres ahora, tan fría y diminuta: móvil y a la vez quieta, como blanca cortina o soplo en la corriente de una ventana a medio abrir junto a una silla donde nadie se sienta. Te quiere "real", un cuerpo opaco, sentir cómo se espesa (tronco de árbol o ancas) y el golpe de la sangre tras los párpados al cerrarlos la llamarada solar... sin tu presencia no podrá sentir este amor suyo... Mas la súbita revelación de tu cuerpo enfriándose en la tierra fue saber que le amas en cualquier lugar hasta en este sitio sin memoria, este reino del hambre. Como una semilla roja en la mano que olvidaste que aprietas, llevas tu amor... El necesita ver para creer y está oscuro. Atrás, atrás..., le susurras,
  • 30. pero quiere que vuelvas a alimentarlo, Eurídice, puñado de tul, pequeña venda, soplo de aire frío, no se llamará Orfeo tu libertad... " Orfeo " Delante mío caminabas, atrayéndome hacia la verde luz que alguna vez me asesinó con sus colmillos. Insensible te seguí, como un brazo dormido y obediente pero no fui yo quien quiso volver al tiempo Había llegado a amar el silencio, pero mi antiguo nombre era una cuerda o un susurro tendido entre nosotros. Y estaba tu amor, las viejas riendas de tu amor, tu voz corpórea... Ante tus ojos mantenías la imagen de tu deseo, que era yo, viva otra vez. Y por esta esperanza tuya continué, y así fui tu alucinación, floral y oyente tú me creabas al cantarme y una piel nueva me crecía en mi otro cuerpo, envuelto en niebla, y tenía ya sed, y manos sucias, y veía ya, perfilados contra la boca de la gruta, el perfil de tu cabeza y de tus hombros cuando te diste vuelta para llamarme y me perdiste... Así que no llegué a ver tu rostro, sólo un ovalo oscuro, y a pesar de sentir todo el dolor de tu derrota, debí rendirme, como se rinden las mariposas de la noche. Tú creíste que sólo fui el eco de tu canto. " Poema nocturno " No hay nada que temer, es sólo el viento que ahora sopla hacia el este, es sólo tu padre..........el trueno tu madre..........la lluvia En este país de agua con su luna ocre y húmeda como un champiñón, sus muñones ahogados y sus pájaros largos
  • 31. que nadan, donde crece el musgo por todo el tronco de los árboles y tu sombra no es tu sombra sino un reflejo, tus padres verdaderos desaparecen al bajar la cortina y quedamos los otros, los sumergidos del lago con nuestras cabezas de oscuridad de pie ahora y en silencio junto a tu cama... Venimos a arroparte con lana roja, con nuestras lágrimas y susurros distantes. Te meces en los brazos de la lluvia, el arca fría de tu sueño, mientras aguardamos, tu padre y madre nocturnos, con las manos heladas y una linterna muerta, sabiendo que somos solamente las sombras vacilantes que proyecta una vela, en este eco que oirás veinte años más tarde. " Sin nombre " Una pesadilla te asalta con frecuencia: llega un hombre herido, por la noche, a tu casa -situas el agujero en el pecho, a la izquierda... Su sangre al brotar mancha tu puerta, al apoyarse, casi desvaneciéndose... Quiere que le dejes entrar. Es como el alma de un amante muerto y resucitado hambriento aún sólo que no está muerto. Y aunque el vello en tus brazos se eriza y un aire frío que de él proviene cruza tu umbral, no has visto a nadie más vivo que él cuando te toca, apenas roza tu mano con la izquierda suya, su mano limpia, y un "por favor" susurra, en cualquier idioma... Tú no eres médico ni nada parecido. Has llevado una vida normal, lo que un observador llamaría "sin tacha". Detrás, en la mesa, hay un cuenco con fruta, una silla, un cuchillo, un plato con pan... Es primavera, y el viento de la noche huele, húmedo, a marga removida y a flores tempranas. La luna irradia su belleza que como belleza ves al fin, tan cálida y ofreciéndolo todo.
  • 32. ... Sólo hay que tomarlo. Oyes ladrar perros distantes. La puerta está entreabierta o entrecerrada: así permanece y tú no puedes despertar. " Biografía Bernardo Atxaga (España, 1951) Las gaviotas " Todas las tardes se reunen las gaviotas frente a la estación del tren: Allí repasan sus amores. En su libro de memorias dos flores de sándalo: una señala la página de los puentes, otra la de los suicidas. Y tambien guardan una fotografía del mendigo que, hace tiempo, transportaba los despojos del mercado. Pero su pequeño corazón -que es el de los equilibristas- por nada suspira tanto como por esa lluvia tonta que casi siempre trae el viento, que casi siempre trae el sol. Por nada suspira tanto como por el inacabable (cabalé, cabalá), continuo mudar del cielo y de los días. " Biografía Max Aub (España, 1903-1972) La verdadera historia de los peces blancos de Pátzcuaro (fragmento) " En aquel tiempo los chinos creían que los peces eran almas fugadas. Inmóviles, los miraban hora tras hora. Y si un pez atravesaba su imagen reflejada tenían el convencimiento de que aquel animal era parte de su propio ser. " Diarios (fragmento)
  • 33. " Fuimos entrando en la bodega del Sidi Aicha, encadenados de dos en dos... anduvimos seis metros, ciegos, anonadados por la luz estallante de la lechada de los muros, el azul dorado del mar, el morado lejano de los Pirineos: España al alcance de las manos... Debían avistarse las costas españolas; hubiésemos dado parte de nosotros mismos por verlas. Yo sentía el azar de la tierra por mi costado, roto el mar por la vertedera de las bordas: Rosas, Cadaqués, Puerto de la Selva, y entre humos, lejos, Barcelona. " Biografía Wystan Hugh Auden (Gran Bretaña, 1907-1973) Leyenda " Entra con él estas leyendas amor, para él asumen cada una, formas diversas de la leyenda nativa, como una extraña leyenda, para que pueda hacer lo que éstas requieren, sé, amor, como él, fiel a la leyenda. Cuando él, para aliviar la enfermedad de su corazón, tenga que cruzar apenado mares corrosivos, como van los delfines, como el zorro astuto se orienta entre las rocas, dile al oído la frase común requerida para agradar a los guardianes de allá, y cuando a través del libido pantano persiga grandes aves, sé fiel de nuevo. Entre sus muslos álzate como un pony y, veloz como el viento llévatelo, hasta que los gritos y ellos queden atrás. Pero cuando al final, pasados estos peligros, su aumentado deseo de leyenda se agote, entonces, amor, en pie al final de la leyenda, exige su recompensa, somete tu cuello a la caricia desagradecida de su reacia espada, que, al empezar su regreso sus ojos puedan mirar con asombro otra persona, encontrar que lo que deseaba es fiel también aunque esté desencantado, el amor como amor." Mientras paseaba una tarde " Mientras paseaba una tarde caminando Bristol Street abajo, las multitudes que cubrían el pavimento eran campos de trigo listos para la cosecha, y abajo, junto al crecido río, escuché cantar a un enamorado bajo una arcada de la vía férrea: El amor no tiene fin, te amaré, querida, te amaré hasta que China y Africa se unan, y el río salte sobre la montaña y los salmones canten por las calles, te amaré hasta que el océano esté plegado y colgado a secar y las siete estrellas corran graznando como gansos por el cielo, los años correrán como conejos, porque en mis brazos sostengo la flor de las eras y el primer amor del mundo. Pero todos los relojes de la ciudad comenzaron a vibrar y a sonar, ¡Oh! No permitáis que el tiempo os engañe, el tiempo no puede conquistarse, en las madrigueras de la pesadilla dónde desnuda está la justicia, el tiempo vigila desde las sombras y tose cuando queréis besaros, a base de dolores de cabeza vagamente la vida se nos escurre y el tiempo hará su capricho mañana u hoy, en muchos valles verdes se introduce la terrible nieve, el tiempo rompe las hilvanadas danzas y el brillante arco iris del somormujo. ¡Oh! Hundid vuestras manos en agua, hundidlas hasta la muñeca, fijad, fijad la mirada en la palangana y preguntaros qué os habéis perdido, el glaciar golpea en el armario, el desierto suspira en la cama y la grieta de la taza de té abre un camino hasta la tierra de los muertos (…) ¡Oh! Poneos, poneos junto a la ventana mientras abrasan las lágrimas y comienzan a fluir, amaréis a vuestro retorcido vecino con vuestro retorcido corazón, era tarde, tarde anochecida, los amantes habían partido, los relojes habían dejado de sonar, y el profundo río seguía fluyendo." Biografía Sri Aurobindo (India, 1872-1950) Liberación " Me libero de la danza giratoria de mi mente y me suspendo
  • 34. en el Espíritu libre del silencio. Criatura más allá del tiempo y de la muerte de mi propia eternidad vislumbro el centro. Me he escapado y el pequeño ego está muerto, soy perpetuo, solo e inefable. He salido del universo que cree, he crecido sin nombre y sin mesura. Calla mi mente en la luz infinita y se deleita en paz mi solitario corazón. Mis sentidos sin lazos por el tacto, los sonidos, la Visión; mi cuerpo es un punto entre blancos infinitos. Soy la Gracia pura e inmóvil en el Uno: Nadie Soy, Aquél que Todo Es. " El pájaro azul " Soy pájaro del Hacedor en su azul más primigenio -divinamente alto y claro- canto dulces notas, verdaderas para los oídos de Dios y sus Serafines. De la tierra mortal me yergo como una flama hacia un cielo sin desgracias y vierto en la afligida tierra de su nacimiento semillas de éxtasis, de fuego. Mis credos sobrevuelan el tiempo y el espacio hacia una luz inextinguible; traigo la felicidad de la cara del Eterno y la bendición de la Visión del Ser. Instaurado en las ramas del Árbol del saber, mesuro los mundos con ojos de rubí aglomerado con lo que cerne por los torrentes de la eternidad. Nada se esconde
  • 35. a mi vehemente corazón, mi mente inmóvil carece ya de costa, mi canto es el místico arte del arrobo, mi vuelo... un inmortal deseo. " Biografía Jane Austen (Inglaterra, 1775-1817) Orgullo y prejuicio (fragmento) " Hoy es el día en que disfruto el placer de triunfar sobre un ánimo dispuesto a rechazarme ya armado de prejuicios contra mis acciones anteriores. " Biografía Paul Auster (EEUU, 1947) La habitación cerrada, de Trilogía de Nueva York (fragmento) " Vagabundeé mentalmente durante varias semanas, buscando la manera de empezar. Toda vida es inexplicable me repetía. Por muchos hechos que cuenten; por muchos datos que se muestren, lo esencial se resiste a ser contado. Decir que fulanito nació aquí y fue allá; que hizo esto y aquello, que se casó con esta mujer y tuvo estos hijos, que vivió, que murió, que dejo tras sí estos libros o esta batalla o ese puente, nada de eso nos dice mucho. Todos queremos que nos cuenten historias, y las escuchamos del mismo modo que las escuchábamos de niños. Nos imaginamos la verdadera historia dentro de las palabras y para hacer esto sustituimos a la persona del relato, fingiendo que podemos entenderle porque nos entendemos a nosotros mismos. Esto es una superchería. Existimos para nosotros mismos, quizá, y a veces incluso vislumbramos quiénes somos, pero al final nunca podemos estar seguros, y mientras nuestras vidas continúan; nos volvemos cada vez más opacos; más y más conscientes de nuestra propia incoherencia. Nadie puede cruzar la frontera que lo separa del otro por la sencilla razón de que nadie puede tener acceso a si mismo. " Desapariciones " Salido de la soledad, comienza de nuevo como si fuera la última vez que respirara y por eso, es ahora que respira por primera vez más allá de la comprensión de lo singular. El está vivo, y por eso no es más que lo que se ahoga en el agujero insondable de su ojo, y aquello que ve es todo lo que él no es: una ciudad del indescifrado suceso, y por lo tanto, un lenguaje de piedras, ya que sabe que a lo largo de la vida una piedra dará lugar a otra piedra para construir una pared y sabe que todas esas piedras edificarán la abrumadora suma de detalles. " Biografía Francisco Ayala (España, 1906)
  • 36. Interpretaciones (fragmento) " El arte, como proceso espiritual, como actuación, consiste en desprender de la realidad una apariencia orientada por la brújula del sentido estético, no de otro modo que la máquina del fotógrafo desprende una apariencia exactísima, y, sin embargo, independiente, de los objetos colocados en su campo. El toque del arte consiste en herir a la Naturaleza en su talón de Aquiles, en ese punto vulnerable, sensible, cuyo contacto -así también en la mujer; así en la caja de caudales- basta a lograr la apertura de su entraña estética. (...) Nos ha tocado a nosotros sondar el fondo de lo humano y contemplar los abismos de lo inhumano, desprendernos así de engaños, de falacias ideológicas, purgar el corazón, limpiar los ojos, y mirar al mundo, con una mirada que, si no expulsa y suprime todos los habituales prestigios del mal, los pone al descubierto y, de ese modo sutil, con sólo su simple verdad, los aniquila. " Biografía José Martínez Ruiz, Azorín (España, 1873-1967) El escritor (fragmento) " Absolutamente nada. Nada que se salga del carril cotidiano. La vida fluye incesable y uniforme; duermo, trabajo, discurro por Madrid, hojeo al azar un libro nuevo, escribo bien o mal -seguramente mal- con fervor o con desmayo. De rato en rato me tumbo en un diván y contemplo el cielo, añil y ceniza. ¿ Y por qué había de saltar de improviso el evento impensado? Trabajemos día tras día ¿Dónde está nuestro Leteo? En el afán diario. O acaso, a través de la obra hacemos ese dolor más delicado. ¡ Cincuenta años escribiendo... Desde los tres quinquenios con la pluma en la mano. Impetu, fervor, perseverancia, entusiasmo... Ha pasado mucho tiempo y los años cargan sobre mis hombros... Todo lo que asciende, desciende... Cuando podemos ya esperar, habiendo visto correr tanto tiempo lo ciframos en la obra cumplida. " Biografía Mariano Azuela (México, 1873-1952) Los de abajo (fragmento) " (Demetrio Macías) - Pos cuál causa defendemos nosotros ? Alberto Solís respondió : Me preguntará por que sigo entonces en la revolución. La revolución es el huracán, y el hombre que se entrega a ella ya no es el hombre, es la miserable hoja seca arrebatada por el vendaval. " Isaac Babel (Rusia, 1894-1941) La Sal, de Caballería Roja (fragmento) " No es de los judíos de lo que estamos hablando, pérfida ciudadana. Nada tienen que ver aquí los judíos. Aunque, por cierto, de Lenin no puedo decirlo, pero Troski es el hijo rebelde del gobernador de Tambov y, aunque es de cuna distinta, se ha puesto del lado de la clase obrera. Como condenados cautivos, ambos hombres, Lenin y Troski, nos arrastran hacia el libre camino de la vida. En cambio usted, pérfida ciudadana, es más contrarrevolucionaria que aquel general blanco que con su sable afilado nos amenaza montado en su precioso caballo. Pero a este general lo vemos desde todas partes y los trabajadores acarician la idea de cortarle el cuello. A usted, en cambio, deshonesta ciudadana, con sus curiosas criaturas, que ni pan piden ni aguas hacen, a usted no se la ve, como a la pulga, pero si pica, pica y pica.... "
  • 37. Biografía Gaston Bachelard (Francia, 1884-1962) El agua y los sueños (fragmento) " Todo un lado de nuestra alma nocturna se explica por el mito de la muerte concebida, como una partida en el agua. Para el soñador, las inversiones entre esa partida y la muerte son continuas. Para ciertos soñadores, el agua es el movimiento nuevo que nos invita a un viaje nunca realizado. Esa partida materializada nos arranca a la materia de la tierra. Qué asombrosa grandeza tiene ese verso de Baudelaire, cómo llega al corazón de nuestro misterio esta imagen súbita: ¡Oh! Muerte, viejo capitán, ya es tiempo! ¡Levemos anclas! " La poética del espacio (fragmento) " Poseo el mundo tanto más cuanta mayor habilidad tenga para miniaturizarlo. Pero de paso hay que comprender que en la miniatura los valores se condensan y se enriquecen. No basta una dialéctica platónica de lo grande y de lo pequeño para conocer las virtudes dinámicas de la miniatura. Hay que rebasar la lógica para vivir lo grande que existe dentro de lo pequeño. " Biografía James Baldwin (EEUU, 1924-1987) El blues de Sonny, de Al encuentro del hombre (fragmento) " Y lo devolvía, como todo debe ser devuelto, de tal modo que, pasando a través de la muerte, pudiera vivir para siempre. Vi de nuevo el rostro de mi madre y sentí por primera vez como las piedras del camino que ella había transitado habían herido sus pies. Vi el camino iluminado por la luna en que había muerto el hermano de mi padre. Y esto me trajo al recuerdo algo más, me llevó más allá de él, vi a mi hijita de nuevo y sentí las lágrimas de Isabel, y sentí mis propias lágrimas que empezaban a brotar. Y fui consciente de que esto era sólo un momento, que el mundo esperaba afuera, hambriento como un tigre, y que el tumulto se extendía sobre nosotros, más extenso que el cielo. " Biografía Honoré de Balzac (Francia, 1799-1850) El cura de Tours (fragmento) " La duración de la obra en que inscribo vuestro nombre, dos veces ilustre en este siglo, es muy problemática; mientras que vos grabáis el mío en el bronce, que sobrevive a las naciones aunque no haya sido batido mas que por el vulgar martillo del monedero. ¿No se verán confusos los numismáticos al hallar en vuestro taller tantas cabezas coronadas, cuando descubran entre las cenizas de París esas existencias por vos perpetuadas hasta más allá de la vida de los pueblos, y en las cuales se les antojará adivinar dinastías? Vuestro es ese divino privilegio; a mí me corresponde la gratitud. (...) ¿No sería erróneo creer que el tiempo sólo pasa rápido para los corazones embriagados con vastos proyectos que conturban la vida y la hacen tumultuosa? Las horas del abate Birotteau corrían tan animadas, huían cargadas de
  • 38. pensamientos tan graves, estaban tan rizadas por las esperanzas y las desesperaciones como las crueles horas del ambicioso, el jugador, el amante. Sólo Dios está en el secreto de la energía que nos cuestan los triunfos que ocultamente alcanzamos sobre los hombres, sobre las cosas y sobre nosotros mismos. No siempre sabemos a dónde vamos, pero harto conocemos las fatigas del viaje. Pero si permitís al historiador apartarse del drama que está narrando para ejercer un momento el papel de los críticos, si os invita a echar una ojeada sobre las existencias de aquellas solteronas y de los dos abates a fin de buscar en ellos la causa de la desventura que los viciaba en su esencia, tal vez veáis demostrado que el hombre necesita experimentar ciertas pasiones para que se desenvuelvan en él las cualidades que ennoblecen su vida al ensanchar su esfera y adormecen el egoísmo propio de todas las criaturas. " Biografía Manuel Bandeira (Brasil, 1886-1968) El último poema " Así querría yo mi último poema. Que fuese tierno diciendo las cosas más simples y menos intencionadas, que fuese ardiente como un sollozo sin lágrimas, que tuviese la belleza de las flores casi sin perfume, la pureza de la llama en que se consumen los diamantes más límpidos, la pasión de los suicidas que se matan sin explicaciones. " Biografía Arturo Barea (España, 1897-1957) La forja de un rebelde, La ruta (fragmento) " Aquellos muertos que íbamos encontrando, después de días bajo el sol de África, que vuelve la carne en vivero de gusanos en dos horas; aquellos cuerpos mutilados, momias cuyos vientres explotaron. Sin ojos o sin lengua, sin testículos, violados con estacas de alambrada, las manos atadas con sus propios intestinos, sin cabeza, sin brazos, sin piernas, serrados en dos. ¡Oh, aquellos muertos! " Biografía Djuna Barnes (EEUU, 1892-1982) El bosque de la noche (fragmento) " En el segundo piso del hotel (uno de esos alojamientos de segunda clase que se encuentran en cualquier rincón de París, ni malos ni buenos, pero tan típicos que no sorprenderían a nadie aunque los cambiaran de lugar todas las noches) se abría una puerta que exhibía un piso alfombrado de rojo y, al fondo, dos ventanas que daban a la plaza. En un lecho, rodeada por una maraña de plantas en tiestos, palmeras exóticas y flores en jarrones, entre las débiles notas emitidas por pájaros invisibles que parecían olvidados (como si su dueño no los hubiese cubierto con la funda habitual,
  • 39. semejante al paño de las urnas funerarias, que las buenas amas de casa ponen sobre sus jaulas para callarlos), yacía la muchacha, inerte y desgreñada, más allá de los almohadones de los cuales había apartado la cabeza en un instante de amenazada lucidez. " Biografía Pío Baroja (España, 1872-1956) El mayorazgo de labraz (fragmento) " La ciudad apareció a lo lejos, con su caserío agrupado en la falda de una colina, destacándose en el cielo su color amarillento, con traza humilde y triste; algunas torres altas y negruzcas se perfilaban enhiestas entre la masa parda de sus tejados torcidos y roñosos. Fui acercándome a Labraz por una carretera empinadísima, llena de pedruscos, que subía primero y rodeaba después el recinto amurallado de la población, los restos de los baluartes que aún se conservaban en pie, las antiguas fortificaciones derruidas que iban subiendo y bajando por los desniveles de las lomas, por los riscos y barrancos que circundaban la ciudad. Pasado el puente se hallaba la puerta, de una sola pieza, de madera ya carcomida, que se deslizaba de arriba abajo entre dos ranuras y que tenía como refuerzo clavos de hierro y enormes cerrojos. El portal concluía en un pasillo estrecho y lleno de aspilleras en las paredes... a la mitad del pasillo había otra puerta de tablas... Era Labraz un pueblo terrible, un pueblo de la Edad Media. " La busca (fragmento) " A oscuras anduvieron el Bizco y Manuel de un lado a otro, explorando los huecos de la Montaña, hasta que una línea de luz que brotaba de una rendija de la tierra les indicó una de las cuevas. Se acercaron al agujero; salía del interior un murmullo interrumpido de voces roncas. A la claridad vacilante de una bujía, sujeta en el suelo entre dos piedras, más de una docena de golfos, sentados unos, otros de rodillas, formaban un corro jugando a las cartas. En los rincones se esbozaban vagas siluetas de hombres tendidos en la cama. Un vaho pestilente se exhalaba del interior del agujero....Manuel pensó haber visto algo parecido en la pesadilla de una fiebre. (...) Era la Corrala un microcosmos, se decía que puestos en hilera los vecinos llegarían desde el arroyo de Embajadores a la plaza del Progreso; allí había hombres que lo eran todo y que no eran nada: medio sabios, medio herreros, medio carpinteros, medio albañiles, medio comerciantes y medio ladrones. (...) Era, en general, toda la gente que allí habitaba gente descentrada, que vivía en el continuo aplanamiento producido por la eterna o irremediable miseria; muchos cambiaban de oficio, como un reptil de piel; otros no lo tenían; algunos peones de carpintero, de albañil, a consecuencia de su falta de iniciativa, de comprensión y de habilidad, no podían pasar de peones, había también gitanos, esquiladores de mulas y de perros, y no faltaban cargadores, barberos ambulantes y saltimbanquis. " Mala hierba (fragmento) " El barrio de las Injurias se despoblaba, iban saliendo sus habitantes hacia Madrid...Era gente astrosa: algunos, traperos; otros, mendigos; otros, muertos de hambre; casi todos de facha repulsiva. Era una basura humana, envuelta en guiñapos, entumecida por el frío y la humedad, la que vomitaba aquel barrio infecto. Era la herpe, la lacra, el color amarillo de la terciana, el párpado retraído, todos los estigmas de la enfermedad y la miseria. " Aurora roja (fragmento) " Sería una aurora sangrienta en donde a la luz de los incendios crujirá el viejo edificio social, sustentado en la ignominia y en el privilegio, y no quedaría de él ni ruinas, ni cenizas, y sólo un recuerdo de desprecio por la vida abyecta de nuestros miserables días. Sería el barro negro de las Injurias y de las Cambroneras, que ahogaría a los ricos, la venganza justa contra las clases directoras, que hacían del Estado una policía para salvar sus intereses, obtenidos por el robo y la explotación, que hacían del Estado un medio de calmar a tiros el hambre de los desesperados. " El árbol de la ciencia (fragmento) " Uno tiene la angustia, la desesperación de no saber qué hacer con la vida, de no tener un plan, de encontrarse
  • 40. perdido. Andrés se inclinaba a creer que el pesimismo de Schopenhauer era una verdad casi matemática. El mundo le parecía una mezcla de manicomio y de hospital; ser inteligente constituía una desgracia, y sólo la felicidad podía venir de la inconsciencia y de la locura. " Biografía Carlos Barral (España, 1928-1989) Usuras y figuraciones (fragmento) " Y tú amor mío, ¿agradeces conmigo las generosas ocasiones que la mar nos deparaba de estar juntos? ¿Tú te acuerdas, casi en el tacto, como yo, de la caricia intranquila entre dos maniobras, del temblor de tus pechos en la camisa abierta cara al viento? Y de las tardes sosegadas, cuando la vela débil como un moribundo nos devolvía a casa muy despacio... Éramos como huéspedes de la libertad, tal vez demasiado hermosa. El azul de la tarde, las húmedas violetas que oscurecían el aire se abrían y volvían a cerrarse tras nosotros como la puerta de una habitación por la que no nos hubiéramos atrevido a preguntar. Y casi nos bastaba un ligero contacto, un distraído cogerte por los hombros y sentir tu cabeza abandonada, mientras alrededor se hacía triste y allá en tierra, en la penumbra parpadeaban las primeras luces. " Biografía Elizabeth B. Browning (Inglaterra, 1806-1861) Sonetos del portugués (VII) " El mundo me parece tan distinto desde que oí los pasos de tu alma muy leves, sí, muy leves, a mi lado,
  • 41. en la orilla terrible de la muerte donde yo iba a anegarme, y me salvó el amor descubriéndome una vida hecha música nueva. Aquellas hieles destinadas por Dios quiero beber, cantando su dulzura, junto a ti. Los nombres de lugar son diferentes porque estás o estarás aquí o allá. Y ese don de cantar que yo amé tanto (los ángeles lo saben) me es querido sólo porque hace resonar tu nombre. " Biografía James Barrie (Gran Bretaña, 1860-1937) Peter Pan (fragmento) " Los niños a lo único que piensan que tienen derecho cuando se le acercan a uno de buena fe es a un trato justo. Después que uno haya sido injusto con ellos seguirán queriéndolo, pero después nunca volverán a ser los mismos. Nadie supera la primera injusticia: Nadie salvo Peter. (...) Las estrellas son hermosas, pero no pueden participar activamente en nada, tienen que limitarse a observar eternamente. Es un castigo que les fue impuesto por algo que hicieron hace tanto tiempo que ninguna estrella se acuerda ya de lo que fue. Por ello, las pequeñas todavía sienten curiosidades. " Ogilvy (fragmento) " El horror de mi infancia era que yo sabia que se acercaba el tiempo en que deberia renunciar a mis juegos y eso me parecia intolerable. Entonces resolvi seguir jugando en secreto. " Biografía Georges Bataille (Francia, 1897-1962) El erotismo (fragmento) " En medio de un enjambre de muchachas, desnuda Madame Edwarda sacaba la lengua. Ella era, para mi gusto, encantadora. La elegí: ella se sentó cerca de mí. Apenas tuve tiempo de responder al mozo: tomé a Edwarda que se abandonó: nuestras bocas se juntaron en un beso enfermo. La sala estaba abarrotada de hombres y de mujeres y tal fue el desierto donde el juego se prolongó. Un instante su mano se deslizó, y yo me quebré de pronto como un vidrio, y temblé en mis pantalones; sentí a Madame Edwarda, de quien mis manos contenían las nalgas, ella misma al mismo tiempo desgarrada; y en sus ojos más grandes, dados vueltas, el terror, en su garganta un largo estrangulamiento. Me acordé que había deseado ser infame o, más bien, que hubiera sido necesario, de toda fuerza, que eso ocurriera. Adivinaba risas a través del tumulto de las voces, las luces, el humo. Pero nada contaba ya. Apreté a Edwarda en mis brazos, ella me sonrió: enseguida, transido, volví a sentir en mí un nuevo choque, una suerte de silencio cayó sobre mí de lo alto y me heló. Era elevado en un vuelo de ángeles, que no tenían cuerpos ni cabezas, hechos de deslizamientos de alas, pero era simple: me volví desgraciado y me sentí abandonado como lo estás en presencia de Dios. Era peor y más loco que la embriaguez. Y ante todo sentí una tristeza ante la idea de que esta grandeza, que caía sobre mí, me robaba los placeres que yo contaba con Edwarda. Me encontré absurdo: Edwarda y yo habíamos cambiado dos palabras. Experimenté un instante de gran malestar. No hubiera podido decir nada de mi estado: ¡en el tumulto y las luces, la noche caía sobre mí! Quise atropellar la mesa, tirarlo todo: la mesa estaba empotrada, fijada en el suelo. Un hombre