SlideShare ist ein Scribd-Unternehmen logo
1 von 11
LA CUERDA Cuentan que un alpinista, desesperado por conquistar una altísima montaña, inició su travesía después de años de preparación, pero quería la gloria solo para él, por lo tanto subió sin compañeros.
Empezó a subir y se le fue haciendo tarde, y más tarde, y no se preparó para acampar, sino que decidió seguir subiendo, y oscureció.
La noche cayó con gran pesadez en la altura de la montaña, ya no se podía ver absolutamente nada. Todo era negro, cero visibilidad, la luna y las estrellas estaban cubiertas por las nubes.
Subiendo por un acantilado, a solo unos pocos metros de la cima, se resbaló y se desplomó por el aire, cayendo a velocidad vertiginosa. El alpinista solo podía ver veloces manchas oscuras y la terrible sensación de ser succionado por la gravedad. Seguía cayendo... y en esos angustiantes momentos, pasaron por su mente todos los episodios gratos y no tan gratos de su vida.
En ese momento de quietud, suspendido en el aire, no le quedó más que gritar: AYÚDAME DIOS MIO¡¡¡ Pensaba en la cercanía de la muerte, sin embargo, de repente, sintió el fuertísimo tirón de la larga soga que lo amarraba de la cintura a las estacas clavadas  en la roca de la montaña.
[object Object],[object Object],[object Object]
[object Object],[object Object]
[object Object],[object Object]
Cuenta el equipo de rescate, que al otro día encontraron a un alpinista colgando muerto, congelado, agarradas sus manos fuertemente a la cuerda... A TAN SOLO DOS METROS DEL SUELO...
¿Y tú? ¿Qué tan aferrado estas a tu cuerda? ¿Te soltarías?
No dudes nunca de Dios. Nunca debes decir que El te ha olvidado o abandonado. No pienses jamás que El no se ocupa de ti. Recuerda siempre que El te sostiene de su mano derecha   – Is. 41:13 –  Si este mensaje fue una bendición, compartelo con alguien.  Dios te bendiga... Autor: Daniel Sapia  – Enviado por E-mail a nuestra Web para su publicación. Publicado en la WEB DE LA IGLESIA DE CRISTO EN SEVILLA – http://www.idcsevilla.org

Weitere ähnliche Inhalte

Ähnlich wie La cuerda que salva (6)

Sueltate
SueltateSueltate
Sueltate
 
Sueltate
SueltateSueltate
Sueltate
 
Sueltate
SueltateSueltate
Sueltate
 
La Cuerda
La CuerdaLa Cuerda
La Cuerda
 
Cuerda
CuerdaCuerda
Cuerda
 
La Duda Trajo El Ocaso
La Duda Trajo El OcasoLa Duda Trajo El Ocaso
La Duda Trajo El Ocaso
 

Mehr von GEMMITA_chile (20)

El AutomóVil
El AutomóVilEl AutomóVil
El AutomóVil
 
El Aguila
El AguilaEl Aguila
El Aguila
 
Un padre nuestro
Un padre nuestroUn padre nuestro
Un padre nuestro
 
Tu isla
Tu islaTu isla
Tu isla
 
Reflejo
ReflejoReflejo
Reflejo
 
Prometete
PrometetePrometete
Prometete
 
Preguntas
PreguntasPreguntas
Preguntas
 
Positivo
PositivoPositivo
Positivo
 
Lo que ves
Lo que vesLo que ves
Lo que ves
 
La rosa y el sapo
La rosa y el sapoLa rosa y el sapo
La rosa y el sapo
 
La mariposa
La mariposaLa mariposa
La mariposa
 
Interes
InteresInteres
Interes
 
Hojas
HojasHojas
Hojas
 
Eh aprendido
Eh  aprendidoEh  aprendido
Eh aprendido
 
Esperanzas
EsperanzasEsperanzas
Esperanzas
 
Envoltura de gansito
Envoltura de gansitoEnvoltura de gansito
Envoltura de gansito
 
El verdadero rostro de Dios
El verdadero rostro de DiosEl verdadero rostro de Dios
El verdadero rostro de Dios
 
El peso de la cruz
El peso de la cruzEl peso de la cruz
El peso de la cruz
 
Dios te dice
Dios te diceDios te dice
Dios te dice
 
Dilema
DilemaDilema
Dilema
 

La cuerda que salva

  • 1. LA CUERDA Cuentan que un alpinista, desesperado por conquistar una altísima montaña, inició su travesía después de años de preparación, pero quería la gloria solo para él, por lo tanto subió sin compañeros.
  • 2. Empezó a subir y se le fue haciendo tarde, y más tarde, y no se preparó para acampar, sino que decidió seguir subiendo, y oscureció.
  • 3. La noche cayó con gran pesadez en la altura de la montaña, ya no se podía ver absolutamente nada. Todo era negro, cero visibilidad, la luna y las estrellas estaban cubiertas por las nubes.
  • 4. Subiendo por un acantilado, a solo unos pocos metros de la cima, se resbaló y se desplomó por el aire, cayendo a velocidad vertiginosa. El alpinista solo podía ver veloces manchas oscuras y la terrible sensación de ser succionado por la gravedad. Seguía cayendo... y en esos angustiantes momentos, pasaron por su mente todos los episodios gratos y no tan gratos de su vida.
  • 5. En ese momento de quietud, suspendido en el aire, no le quedó más que gritar: AYÚDAME DIOS MIO¡¡¡ Pensaba en la cercanía de la muerte, sin embargo, de repente, sintió el fuertísimo tirón de la larga soga que lo amarraba de la cintura a las estacas clavadas en la roca de la montaña.
  • 6.
  • 7.
  • 8.
  • 9. Cuenta el equipo de rescate, que al otro día encontraron a un alpinista colgando muerto, congelado, agarradas sus manos fuertemente a la cuerda... A TAN SOLO DOS METROS DEL SUELO...
  • 10. ¿Y tú? ¿Qué tan aferrado estas a tu cuerda? ¿Te soltarías?
  • 11. No dudes nunca de Dios. Nunca debes decir que El te ha olvidado o abandonado. No pienses jamás que El no se ocupa de ti. Recuerda siempre que El te sostiene de su mano derecha – Is. 41:13 – Si este mensaje fue una bendición, compartelo con alguien. Dios te bendiga... Autor: Daniel Sapia – Enviado por E-mail a nuestra Web para su publicación. Publicado en la WEB DE LA IGLESIA DE CRISTO EN SEVILLA – http://www.idcsevilla.org