1. Drunkorexia, la nueva enfermedad
adolescente.
Es la mezcla de anorexia y alcoholismo, y consiste en reemplazar las calorías de la
comida por las que aportan las bebidas.
La obsesión por la perfección, la belleza y el cuidado en la apariencia física son algunas de
las causas por la cuales la salud pasa a un segundo plano y enfermedades como la
bulimia y la anorexia toman protagonismo. Pero una nueva tendencia comienza a
instalarse en los adolescentes de hoy y alarma a las comunidades médicas a nivel
mundial.
Se trata de la Drunkorexia, un trastorno alimenticio, el cual consiste en evitar la comida e
ingerir alcohol para equilibrar el ingreso de calorías sin engordar. Esta posee un término
marketinero que resulta de la unión de las palabras drunk(ebrio en inglés) y del sufijo
griego orexia (apetito). Un nuevo peligro que confunde dos enfermedades: anorexia y
alcoholismo.
Origen de la drunkorexia
Esta enfermedad tomo relevancia mediática, ya hace un par de años cuando el New York
Times publicó en sus páginas centrales un informe donde le agregaba a los dos grandes
males del cuerpo humano (bulimia y anorexia), la manorexia (cuando afecta sólo a
hombres), la ortorexia (obsesión por comer sano), la diabulimia (los diabéticos que
rechazan la insulina porque engorda) y la mencionada drunkorexia. Una enfermedad
que la doctora Liliana Grimberg (Mat 978), dietista y Coordinadora del Área de
Nutrición del Centro Terapéutico Dr. Máximo Ravenna, asocia a la
juventud "preocupada por la imagen perfecta que demandan los medios y por el consumo
2. de alcohol que crece año tras año". Al ser consultada, nos introduce en su campo
profesional: "son jóvenes preocupados por mantenerse delgados y que no quieren
renunciar al consumo de bebidas alcohólicas para divertirse, entonces creen que la
solución está en no comer y así compensar calorías." Y refuerza la idea: "querer tener
las medidas perfectas unida a la supuesta aceptación social que tiene para los
adolescentes tomar una copa, son las bases sobre las que sustentan esta errónea dieta.
Lo peor es que al principio lo prueban durante los fines de semana y como ven su panza
chata, lo comienzan a probar todos los días."
¿Qué es la drunkorexia?
Sin ser la denominación médica oficial, la drunkorexia está compuesta por una serie de
alteraciones en la alimentación diaria, sostenida con el abuso de alcohol con la
creencia que las calorías no ingeridas por los alimentos tradicionales se
compensarán con las calorías de las bebidas alcohólicas. A tal equivocada creencia,
Liliana Grimberg explica: "con la llegada de los fines de semana, las vacaciones o los
períodos de fiesta como diciembre y enero, los jóvenes aprovechan para salir y beber
alcohol como una forma más de diversión. En este punto es que se inicia por lo general
esta enfermedad, porque muchos de ellos, principalmente las chicas, empiezan a
preocuparse por su físico y las consecuencias que les deja el alcohol en su figura. El
dilema que se plantean entonces es ¿renuncio a beber? o ¿bebo a pesar de que engorda?
Y estamos ante una problemática más grave que la anorexia, ya que se hace un
consumo desmedido de alcohol en un cuerpo que prácticamente está
desnutrido. Dejando al enfermo débil, deshidratado a causa de los vómitos y desinhibido,
al borde de negativas consecuencias cognitivas, conductuales y físicas".
Creencias erróneas
"Espaciar el tiempo entre comidas y suplir esas calorías y nutrientes no ingeridos con el
alcohol es el mayor error de esta tendencia. Esta ecuación falaz sólo genera que la
persona expulse de manera violenta lo que contiene en el estómago. Y aunque el
enfermo suponga lo contrario, el cuerpo no se está alimentando, sino que está
perdiendo importantes cantidades de potasio y sales que ayudan a la correcta
oxigenación sanguínea" comenta Grimberg, que a diario recibe todo tipo de consultas
sobre trastornos alimenticios. Y continúa: "hacer cuentas y seguir al pie de la letra una
tabla que vi difundida en la Web donde cuenta que una lata de cerveza supone alimentar
al cuerpo con ciento diez calorías, un vaso de vino con ochenta calorías y un trago con
bebida blanca con doscientas calorías, es una barbaridad y la peor de las creencias de
esta enfermedad. Porque la combinación de hambre y alcohol es letal, provocando
náuseas, emesis varias e involuntarias (como vómitos) y desmayos; además de riesgos
cardíacos e incluso muerte."
Difícil de reconocer
A diferencias de otros trastornos más evidentes, la drunkorexia es solitaria. Y quien la
padece, manteniéndose al principio en un promedio de diez kilos por debajo de su peso
saludable, se esconde para beber grandes cantidades de alcohol. Es por ello que no es
fácil detectarlo, pero se debe prestar atención a detalles como la vestimenta (se suele usar
3. holgada), tos pronunciada e hinchazón de rostro (ocasionada por recurrentes vómitos) y
deterioro físico en poco tiempo.
Aunque parte del ser humano tienda a la destrucción, las nuevas modalidades de daño no
dejan de sorprender. Ahora es la combinación de dos enfermedades que hacen del
cuerpo humano un laboratorio vivo en peligro.