2. 1 ° Semana de Adviento Martes 2 de Diciembre de 2008
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4. San Lucas 10, 21-24 "LA REVELACIÓN DEL EVANGELIO A LOS HUMILDES"
5. La revelación del Evangelio a los humildes 21. En aquel momento Jesús se estremeció de gozo, movido por el Espíritu Santo, y dijo: «Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, por haber ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes y haberlas revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así lo has querido. quiera revelar». 22. Todo me ha sido dado por mi Padre, y nadie sabe quién es el Hijo, sino el Padre, como nadie sabe quién es el Padre, sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo 23. Después, volviéndose hacia sus discípulos, Jesús les dijo a ellos solos: «¡Felices los ojos que ven lo que ustedes ven! 24. ¡Les aseguro que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que ustedes ven y no lo vieron, oír lo que ustedes oyen y no lo oyeron!». Palabra del Se ñor 2°- LECTURA Lectura del Evangelio según San Lucas Capítulo 10 Versículos : 21 - 24
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12. 4°- ORACIÓN Aclame al Señor toda la tierra, sirvan al Señor con alegría, lleguen hasta él con cantos jubilosos. (Salmo 100, 1-2)
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16. 7°- ORACI ÓN FINAL Nuestra Señora del Adviento, madre de todas nuestras esperas, tú que has sentido tomar en tu seno la esperanza del pueblo, la Salud de tu Dios, sostén nuestras maternidades y paternidades, carnales y espirituales. Madre de todas nuestras esperanzas, tú que aceptaste el poder del Espíritu, para dar carne a las promesas de Dios, que seamos capaces de encarnar el amor que es signo del Reino de Dios en todos los gestos de nuestra vida. Nuestra Señora del Adviento, madre de todas nuestras vigilancias, tú que diste un rostro a nuestro futuro, fortalece a los que dan a luz dolorosamente un mundo nuevo de justicia y de paz.
17. 7°- ORACI ÓN FINAL Tú que contemplaste al niño de Belén, haznos atentos a los signos imprevisibles de la ternura de Dios. Nuestra Señora del Adviento, madre del crucificado, tiende tu mano a todos los que mueren y acompaña su nuevo nacimiento en los brazos del Padre. Nuestra Señora del Adviento, icono pascual, haznos capaces de la gozosa vigilancia que discierne, en la trama de lo cotidiano, los pasos y la venida de Cristo, el Señor. Amén.