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Escuela de Periodismo Carlos Septién García


      MAESTRÍA EN PERIODISMO POLÍTICO RVOE ACUERDO SEP 2007128 19/II/2007


                           ◙
LA EXTINCIÓN DE LUZ Y FUERZA
       DEL CENTRO: EL
    ALUMBRAMIENTO DE LA
          SOSPECHA

          GRAN REPORTAJE
                               ◙
             PARA OBTENER EL GRADO DE

       MAESTRO EN PERIODISMO POLÍTICO


                       PRESENTA

       MARÍA DEL ROCÍO TORRES CONTRERAS




                  DIRECTORA DE TESIS

 MTRA. MARÍA DE LOS ÁNGELES MAGDALENO CÁRDENAS




 MÉXICO, D.F., DICIEMBRE DEL 2011.


                                                                            1
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                              ►Agradecimiento
                                              ◙

 DIOS: Gracias porque que me has llenado de bendiciones en el transcurso de mi vida y me has
                                                                       hecho el ser más feliz.

A mis padres: Francisco y Mercedes, el mejor regalo de la vida. Los amo por su esfuerzo
incansable y por estar siempre conmigo.

                                        A Francisco, quien es parte importante de este esfuerzo.
A mis hijas: Cyntia Merci y Pamela del Rocío, gracias por su apoyo y la donación de su tiempo
     para poder llevar a cabo este logro. Su presencia transforma lo imposible en posible.

      A mis hermanos: Marco Antonio, Francisco Javier, Alma Mercedes, Leticia y José Luis.
                       Gracias por estar siempre conmigo y ayudarme a construir. ¡Los amo!

A toda mi familia, gracias porque siempre estamos juntos, alcanzando los retos que la vida nos
                                          presenta.

         A Octavio Campos, gracias por creer en mí, por brindarme la oportunidad de realizarme
                                                          profesionalmente cada día de trabajo.

A mis compañeros de la DGCS de la PGR, gracias por los momentos mágicos que vivimos día a
                                                                                     día.

  A mi asesora María de los Ángeles, gracias por el tiempo, por el conocimiento aportado a lo
     largo de la maestría y a este trabajo que es el resultado de muchas horas de esfuerzo y
                                            dedicación.

   A mi gran amigo Horacio Castellanos, gracias por los momentos vividos en el aula de clases,
    por compartir su conocimiento y experiencia profesional. Y por brindarme amistad y cariño.


       ¡Gracias a todos los que hicieron posible que este trabajo llegara a buen término!




                                                                                                2
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                                     ►Índice
                                      ◙
►Presentación                                                             5

►Prólogo: ¡Luz… y fuerza!                                                 9

►Nace el SME                                                              16

►Contexto histórico. El Sindicalismo en México (Antecedentes)             20

►Parte 1. ¡¡Sorpresa… sorpresa!!                                          33
       I. Sabadazo a hurtadillas                                          33
      II. Asalto a las instalaciones de LFC                               36
     III. Decreto presidencial                                            41
     IV. Las reacciones… después de emitido el Decreto                    47
      V. ¡Detrás de luz y fuerza… negocio de 6 mil millones de dólares!   58
     VI. Amparo de casi 30 mil trabajadores                               66
    VII. ¡Fallo (ó)… la SCJN!                                             74

►Parte 2.   ―… y el sindicalismo ápa‖                                     89
       I.   SME, conflicto político                                       89
      II.   El Neoliberalismo                                             91
     III.   Política: Espectáculo sin contenido                           99
     IV.    Acoso oficial                                                 101


►Parte 3. ―Siempre quise salir en la tele‖                                111
       I. Despliegue mediático                                            111
      II. El papel que jugaron los medios de información                  112
     III. La medida del Ejecutivo avalada por: Televisa, TV azteca y
           Milenio Televisión                                             116
     IV. Intoxicación mediática del Gobierno… antídoto para justificar el
           Decreto presidencial                                           122
                                                                                3
►Parte 4. ―…Pero que negras intenciones‖                                 128
       I. El futuro de las telecomunicaciones: el oro negro              128
      II. Impacto de la fibra óptica                                     129
     III. El oro negro: ambición empresarial                             130
     IV. Inversión pública y ganancias privadas                          132

►Conclusión                                                              140

►Adenda: La voz de los extrabajadores de LFC (Testimonios de la lucha)   151
         La voz de Miguel Márquez Ríos                                   151
         La voz de Luis Javier Torres Pérez                              156
         La voz de Francisco Javier Torres                               159
         La voz de Georgina Abrín González                               161
         La voz de Francisco Cuevas Hess                                 162
         La voz de Obed Vicencio Becerril                                165
         La voz de María Celia Jiménez Hernández                         168
         La voz de Benjamín Cuevas Hess                                  169
         La voz de David Guzmán                                          171
         La voz de María del Carmen Yebra Núñez                          174
         La voz de José Alonso Gutiérrez Aguilar                         176
         La voz de Miguel Ángel Pérez López                              178
         La voz de Jesús Alcalá Aguilar                                  179
         La voz de Ángel Hernández                                       181
         La voz de Marcos Olvera                                         182
         La voz de Juan Antonio Rodríguez Solórzano                      183
         La voz de Martín Esparza Flores                                 185

►Anexo 1. Decreto por el cual se crea el organismo descentralizado
       Luz y Fuerza del Centro.                                          188
►Anexo 2. Decreto por el que se extingue el organismo descentralizado
       Luz y Fuerza del Centro.                                          193
►Anexo 3. Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica.                 198

►Fuentes de consulta                                                     215

►Galería de fotos                                                        225

                                                                               4
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                                  ►Presentación
                                               ◙

La extinción de Luz y Fuerza del Centro: El alumbramiento de la sospecha, es un trabajo de
investigación periodística que sigue el canon del Gran reportaje o reportaje profundo. El
propósito es presentar al lector, desde un ángulo fundamentalmente vivencial el hecho.

Sin embargo se incluye información hemerográfica, bibliográfica y cibergráfica que clarificará
aquellos puntos que no pueden ser explicados desde los testimonios. Entre estos los antecedentes
y circunstancias históricas, los hechos destacados en diferentes medios de información, para
desentrañar las razones y establecer las consecuencias que desencadenó el Gobierno Federal al
emitir el Decreto de Extinción de Luz y Fuerza del Centro (LFC), y por consecuencia atentando
contra uno de los sindicatos más antiguos de México, fundado en 1914, el Sindicato Mexicano
de Electricistas (SME).

                                               ◙
El inicio del fin… fue la noche del 10 de octubre del 2009, ese día -¡Por fin!- la selección
mexicana de futbol conseguía el tan anhelado pase al Mundial de Sudáfrica 2010. Mientras el
Gobierno del Presidente Felipe Calderón atizó un sabadazo a hurtadillas.

Las instalaciones de LFC fueron tomadas por agentes de la Policía Federal (PF), por orden de la
Secretaría de Gobernación, violentando los derechos y garantías fundamentales de los
trabajadores de la paraestatal.

Milenio Televisión, fue el primero de los medios en apostarse en las instalaciones intervenidas
por la PF, gozó del privilegio de acceso a la información. Y a través de esta cobertura televisiva
la mayoría de los trabajadores de la paraestatal, se enteraron de lo que estaba pasando.

Pero mientras transcurrían las horas, aumentaba el nerviosismo y desesperación de los smeítas,
quienes no podían creer el asalto a sus instalaciones, unas horas después se concretaba el
fin…apareció el Ejecutivo de la Nación, Felipe Calderón Hinojosa en cadena nacional
anunciando la liquidación de LFC, por Decreto Presidencial.




                                                                                                5
Emprendiendo con esta medida una ofensiva frontal contra los trabajadores. Quienes a su vez
decidieron pelearle al gobierno la restitución de su fuente de empleo. Si bien el sindicato no tuvo
una administración trasparente, no se justifica dejar desempleados a más de 44 mil agremiados,
en medio de la crisis por la que atraviesa el país.

Los efectos fueron inconmensurables en distintas dimensiones: políticas, sociales, económicas,
jurídicas y hasta anímicas para el país, aunque el mismo gobierno a través de los medios de
información trató de minimizarlos.

La justificación –rayando en la aberración- del Ejecutivo Federal recayó en la ineficiencia
operativa y financiera del organismo descentralizado que, desde su creación, no había cesado de
recibir transferencias presupuestarias que iban en aumento en los últimos años. Argumento que
no abundaba sobre las causas o motivos.

Para ese momento el Gobierno Federal preparó un despliegue mediático, que hizo posible qué
sociedad en general calificara la decisión como justa. No hay que descontar que la operación
costó mucho dinero (evidentemente tomado del erario público). En esa coyuntura muchos de los
usuarios desconocían que LFC fue sentenciada al déficit comprándole la energía a CFE, a
precios más altos del costo al que la distribuía.

Además el gobierno no tuvo el menor interés para modernizar las instalaciones de                 la
paraestatal, y convertirla por lo menos en una “empresa de clase mundial”.

El argumento del déficit y del impacto al presupuesto federal que significaba el mantenimiento
de LFC, sostenía la promulgación del Decreto de Extinción, otorgando a la CFE el control
absoluto de la energía eléctrica en todo el país para seguir impulsando la inversión privada –
sobre todo de monopolios extranjeros- en el sector.

En respuesta, los trabajadores de LFC manifestaron que uno de los motivos de la extinción,
obedeció a las oscuras intenciones del gobierno de entregar a los inversionistas privados el uso y
explotación de la fibra óptica, estructura que durante 10 años fue construida con recursos
federales, gracias a un préstamo que pidió el gobierno mexicano al Banco Mundial. Y al
sobrevenir el Decreto de Extinción, no accedió a participar en la explotación del llamado paquete
de servicios triple play (telefonía, conexión a internet y televisión restringida) y el consecuente
(o ¿anticipado?) el interés de los empresarios de un recurso propiedad de la nación.

Por otra parte, al Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), le faltó ofrecer capacitación a los
trabajadores para actualizarlos en conocimientos, habilidades y actitudes para un mejor
desempeño. Y a todo esto, también se sumó la mala administración, por parte del gobierno
federal. Y la corresponsabilidad de las anteriores administraciones del sindicato que fueron
permisibles ante los abusos del gobierno.



                                                                                                 6
Para seguir dimensionando la Extinción de LFC, también es necesario establecer un mirador en
la política económica de gobiernos en sexenios anteriores: México adoptó en 1982, una política
de corte neoliberal a consecuencia del acuerdo firmado por el presidente Miguel de la Madrid,
con el Fondo Monetario Internacional (FMI) a fin de renegociar la deuda externa. A partir de ahí,
el Banco Mundial (BM), ha sugerido –al menos insinuado-, a través de la Corporación
Financiera Internacional (CFI), la necesidad de privatizar la energía eléctrica.

También durante la administración del presidente Salinas de Gortari, en 1992 se reformó la Ley
de Servicio Público de Energía Eléctrica abriendo espacio a la participación privada, tanto
nacional como extranjera, en las actividades de generación de energía eléctrica bajo las
modalidades de autoabastecimiento, cogeneración y producción independiente de energía.

Siendo esta una aplicación simulada del neoliberalismo que en México se inició con Miguel de la
Madrid, siguió con Salinas de Gortari, se incrementó con Ernesto Zedillo y con Vicente Fox
llegó el caos. Y subrepticiamente la marcha hacia la privatización del sector energético
asignando concesiones a empresas españolas como: Iberdrola, Mitsubishi, Unión Fenosa, Enron,
EDF Electricité, Intergen y Transalta.

Pero el Gobierno calderonista, concretó la decisión que había sido uno de los objetivos de cada
sexenio: entregar al capital extranjero, otra área estratégica del Estado, la energía eléctrica. Y no
conforme con ello, también el uso y explotación de la fibra óptica.

Y ante el alumbramiento de la sospecha fue determinante el papel que jugaron los medios de
comunicación, al manipular e inducir a la opinión pública sobre la ineficiencia operativa y
financiera de LFC. Reiterando que la paraestatal representaba un gasto elevado para la economía
nacional. Lo aberrante fue el control informativo, lanzando mensajes a los usuarios desesperados
por la ineficiencia de una empresa víctima de la desorientada política pública instrumentada por
los distintos Gobiernos sexenales.

La intoxicación mediática asistida y estimulada por el Gobierno calderonista estigmatizó a los
trabajadores de LFC. Muchos denunciaron que la campaña de linchamiento originó que algunas
empresas, públicas o privadas, valoraran no contratarlos. Ni esta opción quedó abierta.

Así es como esta investigación periodística exhibe los antecedentes, circunstancias históricas,
hechos destacados en diferentes medios de información, con la finalidad de desentrañar las
razones y acciones que trastocaron las garantías de los agremiados del SME al extinguir un
organismo público descentralizado con personalidad jurídica.

Y estableciendo las consecuencias que desencadenó el Gobierno del presidente Felipe Calderón
quien incurrió en inconstitucionalidad ya que el decreto administrativo carece de fundamento
legal y motivación e invade la esfera de competencia del Poder Legislativo.



                                                                                                   7
La extinción de Luz y Fuerza del Centro fue un golpe a la clase trabajadora, al sindicalismo,
hecho trascendente en la historia de México, por los intereses que están en juego. Y esto hace
que intereses e interesados se ubiquen bajo el alumbramiento de la sospecha.




                                                ◙

Así la verdad de, la extinción de Luz y Fuerza del Centro: El alumbramiento de la sospecha,
es un reportaje que está escrito con la convicción de transcribir la realidad sin vicios ni visiones
oficiales.

En las páginas siguientes se abordará una línea temática que inicia con la creación de los
sindicatos, prosigue con la electrificación en México y cierra el nacimiento, crecimiento y fin de
LFC. El conflicto de la Extinción y consecuentemente el movimiento smeita de más de 16 mil
trabajadores (que siguen en pie de lucha después de más de dos años) es la parte medular de la
exposición.

Este trabajo periodístico exhibe las acciones que trastocaron las garantías de los agremiados del
SME al extinguir un organismo público descentralizado con personalidad jurídica como LFC.

Para dar sustento, actualidad y sentido humano a este reportaje, se realizaron más de 20
entrevistas profundas a extrabajadores de LFC para que, de primera mano, detallaran el hecho y
sus circunstancias. Esto sin descartar la información de los medios y otros documentos
adyacentes (las leyes, otros Decretos, etc.).

Además de extrabajadores (en resistencia) extrabajadores (ya liquidados), familiares, líderes
sindicales, abogados y usuarios, protagonistas del conflicto, también se entrevistaron diputados,
senadores, periodistas, políticos, historiadores y religiosos para complementar con sus puntos de
vista, orientación o crítica, la perspectiva sobre esta coyuntura.




                                                                                                  8
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                                       ►Prólogo
                                               ◙
                                ¡LUZ… Y FUERZA!

                             «... Existen dos grandes etapas en la electrificación en México: la
                             primera abarca desde su introducción en el país, con los más
                             variados experimentos y la segunda se produce a partir de 1905,
                             cuando las grandes compañías extranjeras se interesan por invertir
                             en este sector de la industria».

                                       Carlos Alba, Historia y Desarrollo industrial de México.
                              Ed. El Colegio de Jalisco / Confederación de Cámaras Industriales
                                                                          México 1988, 339 pp.




                             (Foto: Google.com.mx)



La generación de energía eléctrica se inició en México a finales del siglo XIX, se presume que la
primera planta generadora se instaló en 1879 en León, Guanajuato.

Dos años después, en el régimen de Porfirio Díaz, se otorgó al sector eléctrico el carácter de
servicio público. La Compañía Knight colocó las primeras 40 lámparas de arco en la Plaza de la
Constitución, cien más en la Alameda Central y se comenzó la iluminación de la entonces calle
de Reforma y de algunas otras vías capitalinas.

                                                                                               9
Para establecer un parámetro, para el 2010, el alumbrado público de la Ciudad de México, según
datos de la página de la Secretaría de Obras y Servicios, está integrado por 345 mil 420
luminarias -de ellas 48,600 en vialidades primarias- y 157 superpostes con 20 lámparas cada uno,
colocados en sitios estratégicos como distribuidores viales, plazas comerciales, paraderos o
centros de transferencia modal de transporte, entre otros.

Volviendo a la historia, para 1889 empezó a operar la primera planta hidroeléctrica en Batopilas,
Chihuahua. Se acoplaron dos turbinas hidroeléctricas de 15 caballos de potencia a los molinos de
trituración y de esta manera extendió sus redes de distribución a mercados urbanos y
comerciales, que eran las zonas de mayor capacidad económica.

―... En 1897 la empresa cuprífera de El Boleo, cerca de Santa Rosalía en Baja California, instaló
un generador eléctrico accionado por vapor destinado a las tareas de bombeo, ventilación,
alumbrado y molienda; las ventajas económicas fueron de tal magnitud que para 1906 la empresa
ya contaba con un generador de 1 000 caballos, el más moderno y eficiente de esa época‖. (Ver:
http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx/sites/ciencia/volumen3/ciencia3/112/htm/sec_25.htm)
consultada el 6 de junio 2010.

Durante el Porfiriato se incrementó la producción de energía gracias a las turbinas impulsadas
por la fuerza de gravedad almacenada en los grandes depósitos de agua, aprovechando la
orografía del territorio nacional.

Entre 1897 y 1911 se organizaron más de 100 empresas eléctricas con tecnologías diversas,
diferentes frecuencias de generación y voltaje, en corriente alterna y directa. La mayoría eran
plantas aisladas para industrias, alumbrado público y escasos servicios domésticos.

A medida que nuestro país establecía las bases de una industrialización, los inversionistas
extranjeros fueron incursionando en la generación de electricidad.

Un grupo canadiense fundó en 1902 The Mexican Light and Power, Co, Ltd. (Compañía
Mexicana de Luz y Fuerza) con un capital de 12 millones de dólares para explotar concesiones
de servicio público en México.

También como parte de equipo de fundadores se encontraban: R. C. Brown, Miller Lash, H. M.
Hubbard y G. R. Conway representantes de capital inglés, quienes tuvieron como prioridad
aprovechar los recursos hidráulicos de la zona del río Necaxa adquiriendo la concesión otorgada
en 1895 al francés Arnold Vaquié.

Para 1905, inauguran la primera parte de la hidroeléctrica de Necaxa, con 5,000 kilowatts de
producción. En ese tiempo fue la planta más grande del mundo.

México en sólo treinta años pudo generar la energía suficiente para abastecer a buena parte de su
industria y alumbrar a la ciudad de México (notable, sobre todo, durante las fiestas del


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Centenario de la Independencia en 1910) gracias a los miles de caballos de fuerza que generó la
presa hidroeléctrica de Necaxa, situada en el estado de Puebla.

En el periodo que va del año 1909 a 1912 la empresa canadiense The Mexican Light and Power,
absorbió tres compañías que trabajaban de manera independiente en el valle de México: La
Compañía Mexicana de Gas y Luz Eléctrica, con su planta instalada en San Lázaro, La
Compañía Mexicana de Electricidad, con planta en Nonoalco y La Compañía Explotadora de
San Ildefonso.

Posteriormente integró La Compañía de Luz y Fuerza de Pachuca y La Compañía Limitada de
Tranvías de México, para hacerse cargo del abastecimiento de energía eléctrica en el Distrito
Federal.

Más tarde, en 1930, se deshizo de las plantas menos lucrativas ya que enfrentó en diferentes
momentos problemas de cobros de adeudos, sobre todo después de la Revolución. Optó quedarse
con los mejores mercados como eran Puebla, Hidalgo, Michoacán, México, Morelos, Guerrero y
el Distrito Federal.

Durante el periodo postrevolucionario, el estado mexicano acotó los límites de movimiento de
las productoras eléctricas, promulgando algunas iniciativas. En 1923, Álvaro Obregón promovió
que el Gobierno tuviera el control de la industria eléctrica. Plutarco Elías Calles emitió en 1926
el Código Nacional Eléctrico. Abelardo L. Rodríguez otorgó en 1934 al Congreso la facultad de
legislar en materia eléctrica. Lázaro Cárdenas expidió en 1937, la Ley que crea la Comisión
Federal de Electricidad (CFE). Finalmente el 11 de febrero de 1939 se expidió la Ley de la
Industria Eléctrica, tendiente a regular a las empresas dedicadas a esta actividad.

De 1902 a 1949, The Mexican Light and Power invirtió 127 millones de pesos en instalaciones y
ampliación de las existentes. Entre 1950 y 1959 gastó 113 millones, con un aumento de casi
250,000 kilowatts a su capacidad de generación. Obtuvo importantes préstamos de Nacional
Financiera, S.A. y del Banco Mundial. La empresa operaba bajo el nombre de Compañía
Mexicana de Luz y Fuerza Motriz, S.A. tenía como su principal accionista a la SOFINA (Societé
Finaciére de Transports et d’Entreprises Industrielles).

Al inicio de la década de los sesenta el gobierno mexicano a través de Nacional Financiera, S.A.
y del Banco de México, S.A. adquirió el total de las acciones que tenía la sociedad belga y
además, gran número de acciones en manos inversionistas de Canadá, Inglaterra, Francia, Suiza
y de México.

Logró adquirir el 91% de las acciones comunes y el 73% de las preferentes. La administración de
la empresa quedó en manos de funcionarios de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, de la
Secretaría de Industria y Comercio y de la Secretaría del Patrimonio Nacional. Además de
comprar la American and Foreign Power Co.



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Acogieron bajo su responsabilidad las instalaciones de La Compañía Mexicana de Luz y Fuerza
Motriz que contaba con 19 plantas generadoras abastecedoras a los estados de Puebla, Morelos,
Michoacán, Hidalgo, México y el Distrito Federal. También recibieron el edificio situado en
Melchor Ocampo 171 colonia Tlaxpana junto con otros inmuebles y las plantas hidroeléctricas y
termoeléctricas.

El Gobierno operó la compañía tal como la había adquirido hasta 1963. Después de
reestructurarla la convirtió en la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, S.A. y subsidiarias. A
través de un Decreto del 27 de septiembre de 1960, expedido por Adolfo López Mateos, para la
nacionalización eléctrica. Para 1972 se adquiere la última empresa privada.

―Al tomar posesión la nación mexicana de la Compañía de Luz, se consuma un largo esfuerzo
desarrollado por el pueblo de México para tener en sus manos la energía eléctrica que en el país
se produce por manos de mexicanos‖.

―... La nacionalización de la energía eléctrica es una meta alcanzada por el pueblo en el camino
de la Revolución‖. [Discurso del presidente Adolfo López Mateos sobre la Nacionalización de la
Industria Eléctrica el 27 de septiembre de 1960].

―... Se decretó la exclusividad de la nación para generación, conducción, transformación,
distribución y abastecimiento de energía eléctrica que tenga por objeto la prestación del servicio
público, mediante la adición a un párrafo 6° al artículo 27 constitucional publicado en el Diario
Oficial de la Federación, el 29 de diciembre de 1960 señalando que en esta materia no se
otorgarán concesiones a los particulares y la nación aprovechará los bienes naturales que se
requieran para dichos fines‖. [Información tomada del Diario Oficial de la Federación, de la
Secretaría de Gobernación http://dof.gob.mx/nota_to_imagen_fs.php?codnota=5114004&fecha=
11/10/2009&cod_diario=223975].

De 1960 a 1972, la industria eléctrica se concentró en la integración administrativa al sector
paraestatal y en la creación de la infraestructura que comprende plantas generadoras, líneas de
transmisión, instalación de subestaciones y redes distribuidoras.

El 16 de diciembre de 1974, el presidente Luis Echeverría Álvarez emite un acuerdo según el
cual se autoriza a la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, S.A. y a sus subsidiarias a realizar
todos los actos necesarios y procedentes para su disolución y liquidación, así como a la CFE,
para adquirir de ellas la totalidad de los bienes y derechos de cualquier índole que integran su
patrimonio. El Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), se opuso a la medida y la liquidación
de las empresas de la Compañía de Luz se alargó y comenzó un periodo de estancamiento tanto
de la paraestatal como del servicio que brindaban.

El presidente Miguel de la Madrid Hurtado autorizó la firma en 1985 de un controvertido
Convenio de Delimitación de Zonas por medio del cual la Compañía de Luz en su conjunto



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pierde el 50% de su extensión original en favor de la CFE, principalmente en los estados de
Michoacán y Guerrero.

Para el siguiente sexenio el presidente Carlos Salinas de Gortari, plantea en 1989 una reforma a
la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica (LSPEE) con la cual se prevé que el Ejecutivo
Federal disponga la constitución, estructura y funcionamiento del servicio que venía
proporcionando la Compañía de Luz y Fuerza del Centro en liquidación.

El 21 de diciembre de 1989 el Congreso de la Unión emite un Decreto ordenando la creación del
organismo descentralizado Luz y Fuerza del Centro. A través de una modificación al cuarto
transitorio de la LSPEE: ―... Concluida la liquidación de Luz y Fuerza del Centro, S.A., y sus
asociadas, Compañía de Luz y Fuerza de Pachuca, S.A., Compañía Meridional de Fuerza, S.A.,
y Compañía de Luz y Fuerza Eléctrica de Toluca, el Ejecutivo Federal dispondrá la constitución
de un organismo descentralizado con personalidad jurídica y patrimonio propio, el cual tendrá a
su cargo la prestación del servicio que han venido proporcionando dichas compañías‖.
[Fragmento del Decreto Se reforma la LSPEE, emitido el 21 de diciembre de 1989, por el
Congreso].



                               Posteriormente, el 9 de febrero de 1994, el presidente Salinas
                               emite el Decreto por mandato legislativo y crea Luz y Fuerza del
                               Centro. En este Decreto se estipula que la base jurídica no
                               solamente fue el artículo 27 de la Constitución sino a además los
                               artículos 6°, 14°, y 15° de la Ley Federal de Entidades
                               Paraestatales (LFEP).



                               El artículo 27 constitucional en su párrafo 6°, y el artículo 15 de
                               la LFEP, fracción IX, estipulan que en la extinción de los
                               organismos deberán observarse las mismas formalidades
                               establecidas para su creación, debiendo la ley o decreto
                               respectivo fijar la norma y término, de su extinción y liquidación.


Finalmente, en el actual gobierno de Felipe Calderón expidió un Decreto por el que se extingue
el organismo descentralizado Luz y Fuerza del Centro, publicado en el Diario Oficial de la
Federación, el domingo 11 de octubre de 2009. [http://dof.gob.mx/nota_to_imagen_fs.php?codn
ota=5114004&fecha=11/10/2009&cod_diario=223975].




                                                                                               13
(Foto: eleconomista.com.mx)


―... Alentando y aceptando la privatización del sector eléctrico en el país, el actual secretario de
la SUTERM, Víctor Fuentes del Villar, acepta el 2% de monto por cada obra, así como el 2% del
costo de las obras de los 773 permisos otorgados a las empresas transnacionales para la
generación de la energía eléctrica, siendo cómplice de la privatización el director de la CFE
Alfredo Elías Ayub‖. Esto fue señalado al anterior Subsecretario de Gobernación, Gerónimo
Gutiérrez el 29 de marzo 2010 [Boletín de prensa, responsable de la publicación Fernando
Amezcua, secretario del exterior del SME].

Así las cosas, la historia de la industria eléctrica en México está plagada de intereses económicos
y políticos, no necesariamente ligados al bien común o de la mayoría. El desarrollo,
conformación, utilidad y beneficios de este sector, estratégico por definición, vuelve a ser objeto
de disputas y latrocinios, que lejos ubican la edificación de una empresa de clase mundial.




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(Foto: Google.com.mx)




                        (Foto: Google.com.mx)




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◙
                                ►NACE EL SME
                                                ◙
                             « ¡Por un derecho justo luchamos! Y es nuestro ideal que ¡el
                             trabajador es sus conquistas sea respetado!, para un mañana vivir
                             mejor. ¡Por el derecho y la justicia del trabajador!».

                                                                         Fragmento del himno del
                                                                           Sindicato Mexicano de
                                                                                     Electricistas




La historia del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) es la historia de la lucha obrera
organizada de México. Parte con la creación de la Liga Mexicana de Electricistas en 1911 y tres
años después, en 1914 con el nacimiento formal de SME. En 1932 se firma el primer Contrato
Colectivo de Trabajo (CCT) con base en los convenios previos entre el SME y la Mexican Light
and Power.

El 30 de abril de 1936 terminó la vigencia de ese primer CCT sin que les ofrecieran otro. La
cúpula sindical pidió la revisión exigiendo una participación anual de las utilidades de la empresa
de un 3.5%, servicios médicos, aumento en las pensiones y otras prestaciones laborales.

La Compañía Mexican Light and Power se negó a aceptar las peticiones, propiciando que el SME
(apoyado por otros sindicatos) se lanzaran a la huelga el 16 de julio de ese mismo año,
encabezada por Francisco Breña, secretario general y Manuel Paulín, Secretario del Trabajo.

Esta huelga fue defendida con las armas, la corriente eléctrica fue cortada en la ciudad de
México y demás zonas donde operaban. Sólo se permitió el suministro en los hospitales,
edificios públicos, instalaciones hidráulicas y el alumbrado. La industria paró sus actividades y
los sindicatos que operaban las centrales eléctricas en el interior del país emplazaron a huelga en
señal de solidaridad.

Las organizaciones de la CTM acudieron ante la Junta para conocer el veredicto, de acuerdo al
laudo de la Junta, la huelga era legal. La CTM organizó el apoyo inmediato a la huelga. El



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Partido Comunista Mexicano también fue solidario, la excepción fue la CROM que pidió una ley
para establecer el arbitraje obligatorio en caso de huelga en los servicios públicos.

Ante singular movilización obrera, la empresa Mexican Light and Power aceptó las 107
cláusulas propuestas por el sindicato para el nuevo contrato, pagando los salarios caídos de los
10 días que duró la huelga.

Este fue logro histórico ya que el contrato conquistado fue un precedente para los demás
sindicatos. Además, de que se afirmó el derecho de huelga, a sus salarios, la cláusula 64 (derecho
a la jubilación) fue otra conquista más.

―La huelga del SME de 1936 fue de gran importancia histórica. Todo el clausulado fue aprobado.
Este contrato se convirtió en modelo para otros sindicatos. Más adelante, con las siguientes
luchas, el contrato sería mejorado‖. [Boletín del Frente de Trabajadores de la Energía: Cien
años de lucha de clases en México, volumen 7, número 83, enero 23 de 2007].

Las huelgas anteriores a la realizada por el SME en 1936 tuvieron resultados desfavorables ya
que la mayoría fueron reprimidas por el Gobierno. Tal fue el caso de la huelga de Cananea,
Sonora, el 1° de junio de 1906: los mineros demandaron la modificación a las relaciones de
trabajo prevalecientes y pedían la igualdad de salarios entre empleados mexicanos y
norteamericanos ya que a los nacionales se les pagaba tres pesos en moneda corriente y a los
extranjeros cinco pesos en oro. También se pidió que se acortara la jornada de trabajo a 8 horas,
así como que la mayoría de los mineros fueran mexicanos, entre otras peticiones. Todas las
solicitudes fueron rechazadas y consecuentemente reprimidos todos los actos de protesta, no sólo
por la fuerza pública de Sonora, sino que el gobernador pidió ayuda a un Gobierno extranjero,
evidentemente al de los Estados Unidos, que envió a la policía montada denominada rangers. El
enfrentamiento terminó con decenas de mineros muertos.

Menos de un año después, el 7 de enero de 1907 estalló la huelga textil de Rio Blanco, Veracruz,
las peticiones eran muy similares a las de Cananea pero Porfirio Díaz ordenó el retorno de los
trabajadores a sus labores. Los obreros que se negaron a cumplir la orden fueron reprimidos por
el ejército.

Los ferrocarrileros en 1908 protestaron por la forma como eran tratados los sindicalizados por su
jefe. Al no ser escuchados emplazaron a huelga, quedando paralizada la ruta México-Laredo. El
Presidente Díaz intervino y dio órdenes precisas al gobernador de San Luis Potosí, [José María
Espinosa y Cuevas, 1908-1910, en su primer periodo de Gobierno] para que azuzara a los
huelguistas, advirtiendo que si no levantaban la huelga se les consideraría conspiradores. Con lo
sucedido en las anteriores huelgas (Cananea y Río Blanco) permeando en la memoria, los
ferrocarrileros recularon en sus intenciones y retomaron sus labores.

Los síntomas de inconformidad de la clase trabajadora aparecieron por todo el país, lo que
contribuyó al descrédito y a la posterior caída del dictador Porfirio Díaz.


                                                                                               17
Los avances en materia laboral de los obreros y campesinos de México fueron dispersos pero
constantes. En Celaya, Guanajuato, el 9 de abril de 1915, Álvaro Obregón expidió un Decreto
[en su cargo de General en Jefe del Ejército de Operaciones, en nombre de la Revolución y
autorizado por el Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, Venustiano Carranza, quien
ratificaría esta iniciativa el 26 de abril del mismo] instituyendo el salario mínimo de los
jornaleros en setenta y cinco centavos, más un veinticinco por ciento de aumento en la ración de
cereales.

Hacía 1916, los electricistas y los tranviarios entre otros gremios de trabajadores consiguen el
triunfo en algunas las huelgas, con las consecuentes prerrogativas, entre ellas un aumento en el
salario (aunque el éxito fue relativo por la devaluación de la moneda, ya que recibían su salario
en papel moneda emitido por el Gobierno constitucionalista, con él se adquiría productos que los
comerciantes calculaban en oro).

Ante la inestabilidad económica la Federación de Sindicatos Obreros del Distrito Federal decidió
declarar una huelga general. De inmediato se suspendieron todos los servicios en el país
causando la molestia del presidente Carranza, calificando a líderes sindicales como traidores a la
Patria. Algunos dirigentes fueron perseguidos y encarcelados en la Penitenciaría del Distrito
Federal, entre ellos Ernesto Velasco, secretario general del SME, hombre clave del movimiento.

Las luchas obreras, ganadas a sangre y fuego, como la huelga de textileros en Puebla, de
siderúrgicos en Monterrey, de petroleros en Tampico, de mineros en Cananea, fundidores,
tranviarios y ferrocarrileros entre muchas otras, empezaron con la revolución y continuaron a lo
largo de la consolidación de la misma. Todas y cada una de estas gestas fueron un esfuerzo de
los sindicatos por conseguir mejoras en las condiciones laborales de sus trabajadores, por la
defensa de sus intereses y la elevación en el entorno de vida. La finalidad primordial de estos
gremios fue la representación de sus afiliados, la protección y seguridad de los trabajadores,
conformando una clase proletaria organizada y combativa.

La historia de las luchas obreras de México está unida a la propia historia del Sindicato
Mexicano de Electricistas, no obstante, el 11 de octubre del 2009 a través del Decreto emitido
por el presidente Felipe Calderón y como consecuencia de una decisión de las élites políticas y
empresariales, un sindicato como el SME que reportaba poco más 43 mil trabajadores
agremiados con derecho a voto y más de 23 mil jubilados (esto es, bajo un estimado de cuatro
miembros por familia, más de 120 mil mexicanos se quedaron sin ingresos) fue desaparecido.

Si encontramos un punto de referencia (o un cómodo pretexto, si bien se ve) para ubicar el
conflicto del SME, este debe de ser el 14 de julio del 2009, día en que se llevaron a cabo
elecciones estatutarias, para elegir al secretario general y 14 carteras, las cuales concluyeron con
Martín Esparza Flores como ganador de los comicios, por un margen de 352 votos más que su
más cercano contendiente, Alejandro Muñoz que adujo que hubo irregularidades en el proceso
de votación e interpuso una querella ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA).
Esta resolvió que debía reponerse el proceso electoral.

                                                                                                 18
Fue la coartada perfecta, la excusa ideal para que el Secretario del Trabajo y Previsión Social, el
expríista (ahora, todo un gallo azul, según sus propias palabras) Javier Lozano Alarcón, negara la
Toma de Nota a Martín Esparza Flores y lo desconociera como Secretario General del SME, el 5
de octubre del 2009.

Fernando Amezcua, Secretario del Exterior, denunció en su momento (días antes de la toma de
las instalaciones de LFC) que la administración calderonista venía montado desde 2008,
utilizando recursos públicos, una estrategia legal y mediática para desprestigiar al SME con la
finalidad de liquidar la empresa. El objetivo del Gobierno Federal es pasar por encima del
gremio electricista a pesar del costo político que esto pueda representar.

Javier Lozano, en una entrevista con Joaquín López Dóriga, para su noticiario de radio Fórmula,
el jueves 8 de octubre del 2009, aseguró que: ―... La Toma de nota es un registro, un
reconocimiento oficial de la autoridad previsto en la Ley Federal del Trabajo, ante la elección de
las directivas de un sindicato y le corresponde a la autoridad cotejar las actas a fin de que se
verifique que cumple con los estatutos que dice el propio sindicato...‖.

Añadió: ―... Los documentos que presenta el SME están plagados de ineficiencias, obliga a ser
minuciosos [Sic] no puede entenderse como una intromisión es un procedimiento‖. Esto obedece
a que Martín Esparza aseguró que el Secretario Lozano se estaba entrometiendo en los asuntos
internos del sindicato.

Pero la realidad es que la STyPS no entregó de inmediato la Toma de Nota al SME, como había
sucedido en otros procesos electorales, y requirió, en más de tres ocasiones, se le presentara
documentación adicional para tomar una decisión.

Consecuentemente se inhabilitó el manejo de su patrimonio (producto de una lucha iniciada en
1914) e hizo intervenir sus cuentas bancarias, argumentando que al carecer de representantes
legales y sin haber conseguido la Toma de Nota durante dos meses, tales acciones emprendidas
por la STyPS eran no solo legítimas sino también legales. Lo que evidenció que Lozano Alarcón,
confundió (convenientemente) el plazo que la ley establece para el registro de un sindicato al que
corresponde a la Toma de Nota de una directiva.

Alejandro Encinas, Coordinador de la bancada del Partido de la Revolución Democrática,
reprochó la actitud arrogante e ignorante del Secretario del Trabajo, Javier Lozano (por negar la
Toma de nota a Martín Esparza) y dijo: ―... Lo sucedido es una persecución política contra el
sindicalismo democrático e independiente‖.




                                                                                                19
◙
                              ►Contexto histórico:
                           El Sindicalismo en México
                                         (Antecedentes)

                                               ◙
                             «El obrero tiene más necesidad de respeto que de pan».
                                                                       Karl Marx (1818 – 1883)



Durante el periodo en el que fueron promulgadas las leyes de Reforma (1857- 1861), la industria
en México era inexistente. Un tanto por el proceso de consolidación política (nutrida de
decisiones no menos importantes en los avatares de nuestra historia como precisamente fue la
separación entre la iglesia y el Estado, promovida por Benito Juárez) y otro tanto por el colapso
económico que nuestro país venía arrastrando desde la Guerra de Independencia (1810-1821). La
inestabilidad –política, económica y social- tan característica del siglo XIX mexicano, hacían
muy difícil la organización de cualquier grupo social, incluyendo a los obreros.

Las Ordenanzas de Gremios de la Nueva España, en el siglo XVIII, permitieron que se
establecieran talleres para ―labrar‖ el algodón en las poblaciones de San Miguel el Alto, (hoy San
Miguel de Allende, Guanajuato) en Puebla y en Querétaro. En el siglo XIX la incipiente
industria textil, conocida como obrajes, se estableció en Puebla, Tlaxcala y en Texcoco. En los
Estados Económicos de 1900, Francisco Pimentel (fue un escritor, historiador, lingüista,
indigenista y académico mexicano) dice que para 1880 había en la república mexicana 99
fábricas de hilados y tejidos de algodón y el salario era de tres reales diarios que se pagaban
semanalmente.

En 1865 aparecieron los primeros grupos anarquistas, mismos que dominaron el escenario obrero
durante el siglo XIX. En este periodo se formaba un creciente proletariado sometido a
condiciones laborales extremas, con bajos salarios y exceso en las jornadas de trabajo. El Estado
combatió cualquier tipo de organización, manifestación o lucha.

―... Por el año de 1866, la agrupación de zapateros franceses empleó por primera vez el término
sindicato en vez de unión o cámara sindical, para significar la asociación que forman los



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asalariados‖. (Maldonado, Edelmiro, Breve historia del movimiento Obrero, Universidad
Autónoma de Sinaloa, México, 1981, página 78).

En estos años los sindicatos fueron considerados asociaciones ilícitas y sus miembros fueron
reprimidos con rigor. El desarrollo de las luchas obreras está estrechamente ligado a la influencia
de corrientes ideológicas como el anarcosindicalismo, el socialismo, y la social-democracia en
boga hacía la segunda mitad del siglo XIX.

En la primera década del siglo XX, el movimiento obrero en México comienza a estructurarse.
No sólo se organizaron las sociedades ferrocarrileras, las textiles, las mineras -que eran las más
numerosas- sino también las de diversos oficios, en la ciudad de México y en algunas capitales
de los estados.

La primera asociación de tipo profesional se formó en 1870 fue el Gran Círculo Nacional de
Obreros de México, contó con más de ocho mil trabajadores, en su mayoría artesanos y obreros.
A esa organización rápidamente se integraron la mayoría de los las sociedades obreras existentes
en diversas partes del país.

En 1876 fue fundada la Confederación de Asociaciones de Trabajadores de los Estados Unidos
Mexicanos, que fortaleció la unidad de los trabajadores, constituyéndose en 1890 en la Orden
Suprema de Empleados Ferrocarrileros Mexicanos, la Unión de Mecánicos Mexicanos, la
Sociedad de Hermanos Caldereros Mexicanos, La Liga Mexicana de Empleados de Ferrocarril
y otras más.

En el primer periodo presidencial de Porfirio Díaz (1876-1880) ya aparecían modernas fábricas
en algunos estados del país. En 1903 se funda la primera planta siderúrgica en Monterrey. La
industria textil estaba en manos de capital francés y las condiciones eran ―... Jornadas agotadoras,
condiciones deplorables de higiene, salarios irrisorios sujetos a descuentos; tiendas de raya y las
deudas que se prolongaban por la vida del peón y eran pesada herencia para los hijos del
jornalero […] a los descontentos se les confinaba a lugares como el Valle Nacional y Yucatán; o
los ponían en cárceles como la de San Juan de Ulúa. El contrato de prestación de servicios se
tenía e interpretaba a favor del amo, con impiedad y dureza‖. (González Ramírez, Manuel, La
resolución social de México, T. II, México, 1966, Fondo de Cultura Económica páginas 206 y
207).

El primer día de julio de 1906, después de casi un año de discusión sobre la situación política,
económica y social del país, se publicó el Manifiesto y Programa del Partido Liberal Mexicano
(PLM), por el presidente del partido, Ricardo Flores Magón. Otros responsables de la
publicación fueron: Juan Sarabia, vicepresidente; Antonio I. Villarreal, secretario; Enrique
Flores Magón, tesorero; Profesor Librado Rivera, 1er. Vocal; Manuel Sarabia, el 2° vocal y el
3er. Vocal, Rosalío Bustamante.

Entre los principales postulados del programa mencionado, en los puntos 21 al 33 se incluyeron:


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1. La jornada de ocho horas.

2. Salario mínimo de un peso en todo el país y de más de uno en aquellos lugares donde la vida
fuera más cara.

3. Reglamentación del servicio doméstico y del trabajo a domicilio.

4. Prohibición del trabajo a menores de 14 años.

5. Alojamiento higiénico a los trabajadores.

6. Obligación de los patrones a pagar indemnización por accidente de trabajo.

7. Prohibición a los patrones, bajo severas penas, que paguen al trabajador de cualquier otro
modo que no sea con dinero en efectivo.

8. Impedir que se retrase el pago por más de una semana.

9. Supresión de las tiendas de raya.

10. Evitar que ocupen más puestos los extranjeros para no desplazar a los mexicanos.

En 1906, en el estado de Sonora, trabajadores de las Minas de Cananea hicieron estallar una
huelga por salarios más altos y trato igualitario para trabajadores mexicanos, que en comparación
con los empleados norteamericanos padecían discriminación. En 1907 estalló la huelga textil de
Río Blanco, Veracruz, por las malas condiciones de trabajo a que eran sometidos, entre las que
se contaban jornadas de 12 horas, salarios sometidos a multas y control sobre las actividades que
realizaban los trabajadores. El resultado fue un importante número de heridos y muertos. Ambos
hechos marcan el despertar de la conciencia del obrero mexicano.

Diez años después, los postulados planteados por el PLM, tal y como lo plantearon los hermanos
Flores Magón, fueron la base del artículo 123 constitucional, que es la parte profundamente
humana de la Constitución de 1917, que dio fin de manera oficial a la parte armada de la
Revolución Mexicana. Las incipientes organizaciones obreras habrían de continuar un camino
menos pedregoso pero largo para sus conseguir sus objetivos de defensa, protección y
compensación digna a los trabajadores.

Desde 1912 se había establecido la Casa del Obrero Mundial, ubicada en Matamoros No. 105,
por el rumbo del barrio Tepito, en la Ciudad de México, que agrupó a los trabajadores en
sindicatos y asociaciones profesionales. Nació con la finalidad de ser una escuela en que se
esbozaron todas las teorías económico- sociales del momento, experimentadas por las nacientes
agrupaciones de trabajadores.

La Casa del Obrero Mundial fue definitiva en la marcha del movimiento proletario. Al quedar
constituida, se apartó de formulismos, por ello no se incluyeron principios, ni estatutos. No fue
estructurada como federación de sindicatos obreros y menos aún como confederación nacional.

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Se plantearon métodos consistentes en el sabotaje, el boicot y la huelga ordinaria como ensayo
de la clase obrera para culminar con una huelga general. Cerró sus puertas en enero de 1916, al
ser presionados sus militantes por el Gobierno del entonces llamado Primer Jefe, Venustiano
Carranza.

―En 1912 fue celebrado el 1°. de mayo por primera vez en la historia del movimiento obrero
mexicano, por trabajadores afiliados al Partido Obrero Socialista de la época‖ (Maldonado,
Edelmiro, Óp. Cit. Pág. 72). De esta manera fue recordada la histórica huelga del 1°. de mayo de
1886 por los trabajadores de Chicago -que por entonces fue la segunda ciudad más importante de
los Estados Unidos de América- 40 mil obreros se declararon en huelga en favor de las de ocho
horas de trabajo, ya que lo usual en aquel tiempo eran jornadas de 14 a 18 horas diarias. Terminó
con la represión de los trabajadores y el asesinato de los principales líderes.

La celebración del 1° de mayo inició en lugares cerrados. Fue hasta 1913 cuando la Casa del
Obrero Mundial realizó el primer desfile obrero. Logró reunir a más de 25 mil trabajadores,
hecho inusitado para la época. El contingente inició en la Plaza de la Constitución a las diez de la
mañana para dirigirse al hemiciclo a Juárez, donde realizaron un mitin. Posteriormente los
trabajadores se trasladaron a la Cámara de Diputados para entregar sus demandas: 1) la jornada
laboral de ocho horas, 2) indemnización por accidentes laborales 3) el reconocimiento por parte
de los patrones de sus organizaciones y dirigentes.

Fue ahí, donde Serapio Rendón, después de haber intervenido en el mitin fue apresado y fusilado
para después cortarle la lengua, por calificar de rufianes y asesinos de encrucijada a Victoriano
Huerta (autoproclamado Jefe del Ejecutivo) y a Aureliano Blanquet (Ministro de Guerra y
Marina) además hubo detenidos y varios extranjeros fueron expulsados.

En 1914 se constituyó el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME). Nació en plena revolución.
Francisco Villa y Emiliano Zapata se inmortalizaban con la bandera de la causa popular y
campesina, haciéndole la guerra, ya en este momento, al entonces presidente Venustiano
Carranza.

Un año después ―... en febrero de 1915 Obregón apoyó la huelga del SME, una huelga nacional,
en vista de que la Compañía The Mexican Light and Power, Co, Ltd. (Compañía Mexicana de
Luz y Fuerza Motriz) no aceptó el fallo arbitral del caudillo. Dueño de la ciudad de México,
decidió someter a la empresa y consolidar su alianza con los dirigentes obreros. Confiscó la
fábrica a los patrones y entregó la gerencia al líder de los trabajadores‖. (González Casanova,
Pablo, La clase obrera en la historia de México, México, 1981, Coedición Siglo XXI, UNAM-
Instituto de Investigaciones Sociales, página 22).

En ese mismo año, se firmó un desafortunado pacto de colaboración con el Gobierno de
Carranza obligando a los trabajadores a tomar las armas contra los ejércitos campesinos de Villa
y Zapata. El único sindicato que se opuso fue el SME.


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El 15 de octubre de 1915 se aprobó el programa de Reformas políticas y sociales, se disponía que
se reconociera tanto la personalidad jurídica de las uniones y sociedades de trabajadores como el
derecho de huelga.

Aún así, el presidente Carranza reprimió varios movimientos de huelga. Hubo después algunos
altibajos que impidieron el desarrollo de la industria mexicana. Nuestra economía proseguía bajo
un estigma eminentemente agrícola y minero.

El movimiento obrero ya sindicalizado propiamente estructurado se manifestó después de
expedida la constitución de 1917, tomando como bandera y protección artículo 123.

En marzo de 1918 se crea la primera gran central obrera, la Confederación Regional Obrera
Mexicana (CROM) designando a Luis N. Morones como secretario general. El movimiento
obrero mexicano tomó vitalidad y un poco después, ante la caída del presidente Carranza,
presencia e importancia, cuando el Gobierno del general Álvaro Obregón (1920-1924) abrió paso
al desarrollo, clausurando el periodo de la revolución armada.

Álvaro Obregón emprendió reformas congruentes con objetivos primordiales de la Revolución
como: la reforma agraria, el desarrollo del asociacionismo obrero -expresado en la
Confederación Nacional Obrera Mexicana -, la expropiación de los grandes latifundios para
repartir tierras a los campesinos, ampliación de los bienes comunales de los pueblos, reducción
de las deudas de los jornaleros pobres y el establecimiento de un plan de educación popular.

Con la designación de Morones, como titular de la Secretaría de Industria, Comercio y Trabajo
(1924-1928), se propiciaba la tarea de sindicalizar a todos los campesinos y obreros para
agruparlos en la CROM, lo que desembocó la ruptura con el Partido Nacional Agrarista en 1925,
y la lucha con los sindicatos católicos, patronales y rojos.

La Confederación General de Trabajadores (CGT) se separó en 1921 de la CROM, como
respuesta del movimiento obrero y la legitimación de las organizaciones de trabajadores ante el
Estado. La corriente anarcosindicalista -la más combativa- permaneció al margen, aunque en sus
filas militaban comunistas, se rehusó a participar en actos que pudieran significar colaboración
con el régimen. Bajo la premisa de la lucha de clases y la acción directa, se fomentaban acciones
de exclusión de toda clase de participación política. No solo la CGT, otros sindicatos
abandonaron la CROM, sobre todo los del ramo textil. Finalmente se unieron a las causas
cegetistas.

El declive de la CROM se aceleró con el asesinato de Obregón el 17 de julio de 1928, del que fue
acusado Morones por los seguidores del sonorense. Esta situación provocó la renuncia a los
puestos públicos de los seguidores de Morones y el mismo presidente Calles le retiró su apoyo.

Plutarco Elías Calles, impulsaría las convenciones industriales y la federalización de las Juntas
de Conciliación y Arbitraje, proyectos que fueron un nuevo planteamiento de corporativización
para encausar la lucha de clases.


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Durante diez años la CROM se mantuvo vinculada al Gobierno ―... La crisis de la Confederación
marca en 1928 el fin del periodo formativo del sindicalismo mexicano, pues durante ese lapso se
ensayan las modalidades de organización cuyos rasgos esenciales marcarían el desarrollo
posterior de dicho sindicalismo y es cuando se establecen los primeros eslabones de la cadena
que acabó por atar definitivamente los sindicatos al Estado‖. (Lastra Lastra, Óp. Cit., página 46).

En 1929, un grupo de inconformes con la CROM se unieron a la CGT y fundaron la Federación
Sindical de Trabajadores del Distrito Federal (FSTDF) entre ellos estaba Fidel Velázquez. Así
la CGT acordó participar oficialmente en la liquidación laboral -por supuesto abandonó los
principios anarcosindicalistas-, promovió un pacto con los electricistas y la mencionada FSTDF.

La Confederación General de Obreros y Campesinos de México (CGOCM), dirigida por el
abogado poblano Vicente Lombardo Toledano –quien también abandonó la CROM-, reorganizó
a los trabajadores que se encontraban dispersos. En 1931 entró en vigor la Ley Federal del
Trabajo, Lombardo Toledano se opuso a esa ley. En 1932 se constituyó e inmediatamente se
unió a la Confederación el Sindicato de trabajadores Ferrocarrileros

―... El movimiento obrero llegó dividido en la etapa cardenista, pero independiente del Estado,
pues salvo la Cámara Nacional del Trabajo, que intentó formarse como organización obrera con
la protección de Abelardo L. Rodríguez [Presidente de México de 1932 a 1934, parte final del
maximato de Plutarco Elías Calles] y el resto de las organizaciones estaban libres de la tutela
estatal, como la CGOCM [...y...] otras ligadas al Partido Comunista Mexicano, como la
Confederación Sindical Unitaria de México (CSUM) y los grandes sindicatos electricistas,
mineros y ferrocarrileros [...] Otros organismos como la CROM y en menor medida la CGT eran
independientes no porque así lo desearan, sino debido a que el estado los rechazaba como
posibles aliados‖. (Lastra Lastra, José Manuel, Derecho Sindical, Editorial Porrúa, cuarta
edición, México, 2004, página 233).

El Gobierno del presidente Lázaro Cárdenas (1934-1940), para llevar a cabo su política de
reformas necesitaba unificar a la clase obrera en una agrupación poderosa que fue la
Confederación de Trabajadores de México (CTM). El antecedente inmediato de esta central fue
el Comité Nacional de Defensa Proletaria, que se integró el 15 de junio de 1935, con las
organizaciones más representativas del proletariado y cuyos objetivos fueron crear un frente
amplio en defensa de las reformas cardenistas y promover la unidad de los trabajadores del país.

Poco tiempo después de la ascensión de Lázaro Cárdenas a la presidencia de la República, el
Congreso de la Unión expidió un Decreto reformando el artículo 78 de la Ley Federal del
Trabajo que se refería al día de descanso semanal, estableciendo el derecho de pago del séptimo
día para todos los trabajadores.

En la coyuntura, el expresidente Calles acusa a Cárdenas de sostener una política socializante y
de ser incapaz de mantener el control de la clase obrera, eso conllevó a que el SME invitara a
las organizaciones obreras a discutir la posición que el movimiento en su conjunto debería
adoptar frente a dichas declaraciones.

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Los trabajadores de la electricidad organizaron en 1934 la Confederación Nacional de
Electricistas y Similares (CNES) también en ese año se unificaron los mineros y expulsaron de la
CGOCM a la CGT.

En 1935 Calles condena las huelgas y responsabiliza a Cárdenas, las organizaciones obreras, a
partir del llamado del SME el 15 de junio, forman el Comité Nacional de Defensa Proletaria
(CNDP), mismo que convoca y se crea la Confederación de Trabajadores Mexicanos (CTM). La
CROM y la CGT, muy desprotegidas, quedan al margen.

En ese año México contaba con 7,619 fábricas y la mayoría de los establecimientos industriales
seguían en manos del capital extranjero. La industria mexicana debía fortalecerse soslayando la
dependencia del capital extranjero, sobre todo proveniente de Estados Unidos.

El 9 de abril de 1936 Cárdenas dio la instrucción de que se expulsará del país a Plutarco Elías
Calles, Luis N. Morones, Luis León y Melchor Ortega, acusados de actos subversivos, como la
posesión ilegal de armas y la voladura del tren de Veracruz, ya que con esos actos sembraban la
desconfianza en el país y desestabilizaban al Gobierno. A su llegada a los Ángeles, California,
Plutarco Elías Calles dio a conocer que su salida se debió por haberse opuesto a la política de
Cárdenas, que era comunista.

El 16 de julio del mismo año, tuvo un empuje el proletariado mexicano al iniciarse uno de los
movimientos de huelga de trascendencia: ―... La huelga organizada por los trabajadores del SME,
en contra de la Compañía Mexicana de Luz y Fuerza Motriz, S.A., fue la primera victoria
alcanzada contra una poderosa empresa extranjera por los trabajadores organizados‖.
(Maldonado, Edelmiro, Breve historia del movimiento obrero mexicano, Universidad Autónoma
de Sinaloa, México 1981, páginas197 y 198).

Con este movimiento la clase obrera conquistó el mejoramiento de las condiciones laborales,
logrando acotar las arbitrariedades de los empresarios. Un nuevo triunfo que propició una
reforma a Ley Federal del Trabajo, en la que los patrones fueron obligados a pagar a los obreros
los días festivos.

Para el año de 1938, los sindicatos formados por obreros y campesinos tuvieron una gran
participación protagonista en el desarrollo social y económico del país. A pesar de que fuera a
través de un sistema corporativo autoritario y vertical -pues las decisiones fundamentales se
tomaban de acuerdo con el poder centralizado y presidencialista-, la unión de las cúpulas
sindicales favoreció a los trabajadores logrando mejores condiciones laborales y de vida. (Según
comenta Elvia Montes de Ocas en el libro Presidente Lázaro Cárdenas del Río, 1934-1940.
Pensamiento y Acción, El Colegio Mexiquense, México, 1999, página. 15).

Cuando Lázaro Cárdenas en su gira electoral planteaba la necesidad de crear una organización
única de los Obreros, El Congreso Nacional de Unificación Proletaria, celebrado del 26 al 29 de
febrero de 1936, acordó la creación de la Confederación de Trabajadores de México (CTM). Esta
central reunió a los sectores más representativos de los obreros, como el Sindicato de

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Trabajadores Ferrocarrileros de la República Mexicana, Sindicato Mexicano de Electricistas,
Sindicato Industrial de Trabajadores Mineros y Metalúrgicos, Cámara Nacional de Trabajadores,
entre otros.

Al frente de la CTM, fue elegido Vicente Lombardo Toledano. En el segundo Congreso Nacional
celebrado en febrero de 1941, Lombardo terminó su periodo y Fidel Velázquez ocupó la
secretaría general hasta su fallecimiento, el 21 de junio de 1997, con excepción del periodo
cubierto por Fernando Amilpa de 1947 a 1950.

El 14 de agosto de 1937, en el periodo cardenista, se crea la Comisión Federal de Electricidad
(CFE), al mismo tiempo que el oficialista Sindicato Nacional de Electricistas, Similares y
Conexos de la República Mexicana (SNESCRM) que tuvo desde un principio un claro perfil
corporativo y charril.

Pese a los deseos unificadores de Lombardo, la prolongada crisis interna de la CTM -entre 1936
y 1937- tuvieron repercusiones pues el sindicato minero abandonó la CTM y poco después el
SME así como el de los ferrocarrileros. Los petroleros continuaron debido a la proximidad de la
huelga en contra las compañías petroleras que los obligaban a mantener una relación
políticamente correcta y conveniente con la CTM.

Dentro de las actuaciones destacadas de la CTM está el apoyo a la huelga de los trabajadores
electricistas contra la Compañía Mexicana de Luz y Fuerza Motriz, S.A. (Mexican Ligth and
Power Company) declarada por SME. El éxito de la huelga fue completo‖. (Lastra Lastra, José
Manuel, El sindicalismo en México, Biblioteca jurídica virtual, Revista Jurídica,
http://www.juridicas.unam.mx/publica/rev/hisder/cont/14/cnt/cnt3.htm).

En 1942 se formó el Consejo Obrero Nacional (CON) con el propósito de vigilar el
cumplimiento del Pacto Obrero-Industrial que también firmó el SME: ―... El 8 de julio de 1942,
Fidel Velázquez y demás miembros del Comité Ejecutivo de la CTM, Luis N. Morones y otros
líderes de la CROM, Carlos Sánchez y demás dirigentes de la CGT, Francisco Sánchez y el
Comité Ejecutivo del SME, Alfredo Navarrete y algunos dirigentes de la CNP y Julio López de
la COCM, firmaron un pacto de unificación obrera con el secretario de Trabajo y el presidente
Ávila Camacho‖. (Maldonado, Edelmiro, Óp. Cit., página 247)

Siendo Presidente de la República Manuel Ávila Camacho en 1943 se forma El Sindicato
Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), impactando el panorama de la lucha de los
trabajadores mexicanos. Durante este Gobierno, logró una vitalidad renovada el Artículo 123
constitucional, pues obligaciones establecidas como las responsabilidades de los patrones en
accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, así como la observancia los preceptos
legales sobre higiene y seguridad, se vigilaron muy estrechamente.

Fue así como el 19 de enero de 1943 nació el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS),
con una composición tripartita para su manejo integrado de manera igualitaria por
representantes de los trabajadores, de los patrones y del Gobierno Federal.
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En 1945, el SME participó en la formación de la Confederación Nacional de Electricistas de la
República Mexicana (CNE) junto con la Federación Mexicana de Trabajadores de la Industria y
Comunicaciones Eléctricas (FMTICE). La CNE desapareció para luego surgir como
Confederación Mexicana de Electricistas (CME).

En mayo de 1949 nace la Unión de Obreros y Campesinos de México, este gremio quedó
integrado por el Sindicato de Mineros y otros de menor importancia. Adoptó la tesis de la lucha
de clases.

En 1952, el SME rompió con el esquema corporativo, siendo un sindicato con una vida interna
muy intensa, cada año tenían elecciones y todos los puestos eran debidamente disputados.

Algunos rasgos distintivos del Gobierno de Miguel Alemán Valdés (1946-1952) fueron: ―... Su
política desarrollista subordinada a los monopolios norteamericanos, la implantación del
charrismo sindical, la agresión a los derechos de los campesinos, la modificación al artículo 27
Constitucional para proteger a los terratenientes, la más desenfrenada corrupción administrativa
y la más alta represión de las masas trabajadoras‖. (Maldonado, Edelmiro, Óp. Cit., página 283)

Con Adolfo López Mateos (1958-1964), se impulsó el reparto de las tierras a los campesinos, se
puso en marcha el mandato que establece el reparto de utilidades a los trabajadores y sentó los
lineamientos para la fijación del salario mínimo. Se creó el Instituto de Seguridad y Servicios
Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).

El presidente López Mateos reprimió el movimiento ferrocarrilero, calificado como sindicato no
oficialista encabezado por Demetrio Vallejo y apoyado por maestros y telefonistas. La reacción
del gremio ferrocarrilero fue la respuesta a la formación y consolidación una burocracia sindical
que buscaba controlar y oprimir a la clase obrera. En su lucha promovieron la renovación de las
dirigencias que representaban a la clase trabajadora.

En 1960 el SME participó activamente en las acciones que dieron lugar a la nacionalización de la
industria eléctrica, decretada por el presidente Adolfo López Mateos, quien manifestó: ―Al tomar
posesión la nación mexicana de la Compañía de Luz, se consuma un largo esfuerzo desarrollado
por el pueblo de México para tener en sus manos la energía eléctrica que en el país se produce
por manos de mexicanos‖. (http://www.biblioteca.tv/artman2/publish/1960_95/Discurso_del_pre
sidente_Adolfo_L_pez_Mateos_sobre__1435.shtml. Consultado el 12 0ctubre 2010).

Con el tiempo surgieron otras organizaciones obreras, cuyo papel fue más modesto comparado
con lo que ha representado la CTM. Algunas de ellas fueron: la Confederación Revolucionaria
Obrera Campesina (CROC) en 1952, La Confederación Revolucionaria de Trabajadores (CRT),
en 1954, Bloque de Unidad Obrera (BUO) en 1955, Congreso Permanente de la Clase Obrera
(CPCO) en 1959, Central Nacional de Trabajadores (CNT) en 1960, Unión Nacional de
Trabajadores (UNT) en 1972 y el Movimiento Sindical Revolucionario (MSR), en 1974.

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El presidente Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970) promulgó una nueva Ley del Trabajo, para
mejorar la situación de los obreros pero fue opacada por la intervención contra el movimiento de
1968 y la matanza de estudiantes el 2 de octubre en Tlatelolco.

El presidente Luis Echeverría Álvarez (1970-1976) creó la Comisión Nacional Tripartita,
formada por empresarios, líderes sindicales y funcionarios públicos, de la que nació el Instituto
del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (INFONAVIT).

En 1985 la Compañía de Luz y Fuerza del Centro (CLyFC) y la CFE firmaron el convenio de
Delimitación de zonas, así la zona de operación se redujo en más de un 50 por ciento de su
extensión original, parte de Michoacán y todo Guerrero, pasaron a ser parte de la CFE.

Durante 21 años la empresa fue sometida a un proceso de liquidación, disolución y guerra
comercial, período que fue aprovechado para colocarla en una situación de quiebra técnica a tal
grado, que en 1994 la deuda que tenía contraída con CFE ascendía a 21 mil 476 millones de
pesos, como resultado de la compra de energía en bloque al precio impuesto por CFE.

La Federación de Sindicatos de Empresas de Bienes y Servicios (FESEBS), se convirtió en una
alternativa frente al tipo sindicalismo cupular y anquilosado que prevalece en el Congreso del
Trabajo.

―La FESEBS nació buscando mayor independencia y menos subordinación al gobierno, con
propuestas de producción, productividad y mejor calidad en los servicios prestados, consiguió su
registro en 1990, se presentaba como alternativa ante la subordinación total que mostraba el
Congreso del Trabajo y su inoperancia para defender el empleo y los salarios. El gobierno de
Salinas parecía jugar con los dos caminos del sindicalismo: conservaba al sindicalismo oficial
tradicional pero daba aliento para una renovación del movimiento obrero acorde con el libre
comercio y las necesidades de la globalización económica‖. Medina Núñez, Ignacio, Diversos
Modelos           de          Sindicalismo          en          México,            p.         6.
(http://www.angelfire.com/folk/latinamerica/Sindicatos/sesion4b.pdf/ Consultado el 15 de
noviembre del 2011).

Junto con el Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana, formaron alianza los obreros
del Sindicato Mexicano de Electricistas, la Asociación de Tranviarios de México, la Asociación
Sindical de Pilotos Aviadores de México, la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación de
México, el Sindicato de Trabajadores de la Producción Cinematográfica de la República
Mexicana, el Sindicato de Trabajadores Técnicos y Manuales de Estudios y Laboratorios de la
Producción Cinematográfica, Similares y Conexos de la República, y el Sindicato Independiente
de trabajadores de la Industria Automotriz, Similares y Conexos Volkswagen de México, entre
otros.




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En el periodo de Gobierno del presidente Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), el Congreso de
la Unión emitió un Decreto en 1989 ordenando la creación del organismo descentralizado Luz y
Fuerza del Centro. Y el 9 de febrero de 1994, casi al término del sexenio, Salinas de Gortari
promulga otro el Decreto por mandato legislativo y crea Luz y Fuerza del Centro (LFC)
organismo descentralizado, con personalidad jurídica y patrimonio propio, financieramente sano,
pues el Gobierno absorbía la deuda multimillonaria con CFE. Sin embargo, luego de la crisis de
1994, la deuda que según Salinas de Gortari absorbería el estado fue colocada en los pasivos de
la LFC, situándola automáticamente de nuevo en una posición legal de quiebra técnica.
(http://www.machetearte.com/machetes2/1490/doc4.htm / Consultado el 12 octubre 2010).

Por su parte, el presidente Ernesto Zedillo (1994-2000) estableció compromisos con el Banco
Mundial para privatizar una serie de áreas económicas, entre ellas el sector eléctrico. Esto a pesar
de que en 1997, el propio presidente Zedillo dijo que no se permitiría ―... retroceso alguno en
derechos laborales, seguiría el sindicalismo siendo una fuerza activa para la transformación que
genuinamente favoreciera a los trabajadores‖.

En 1999, la Secretaría de Energía a través de Mauricio Toussaint, Subsecretario de Operación
Energética declaró que el Contrato Colectivo de Trabajo del SME era insostenible para las
finanzas públicas.

Al encabezar la última concentración obrera de su administración el 1º. de mayo del 2000, el
presidente Ernesto Zedillo destaca el patriotismo, convicción y esfuerzo de los trabajadores
mexicanos. Y aseguró: ―¡El Gobierno y trabajadores defenderemos siempre los derechos
conquistados!". Leonardo Rodríguez Alcaine, líder del Congreso del Trabajo elogia al
mandatario por su dedicación, su ejercicio responsable del poder y su tarea cumplida. (Vargas,
Rosa, Ernesto Zedillo y el sindicalismo oficial intercambian elogios, La Jornada, 2 de mayo del
2000, página 3).

El presidente Vicente Fox (2000-2006) envió a la Cámara de Diputados en 2002, una iniciativa
de reforma eléctrica que no prosperó, gracias a la intervención del SME. En este sexenio, Carlos
Abascal Carranza, Secretario del Trabajo y Previsión Social, presentó un proyecto para dar por
terminado el Contrato Colectivo de Trabajo del SME, aunque el Presidente Fox tomó la
determinación de aplazar dicha liquidación. Así lo advierte un informe confidencial en poder del
El Economista. (Martínez, Ma. del Pilar, Planearon cierre de Luz y fuerza en el 2003,
eleconomista.com.mx/notas-impreso/negocios/2009/10/11/planearon-cierre-luz-fuerza-2003).

Es importante señalar que, de manera silenciosa durante los Gobiernos de Salinas y Zedillo, se
modificaron las leyes secundarias del ramo energético, leyes que fueron ejercidas por el
Gobierno de Fox, quien a su vez presionó al Poder Legislativo para que aprobara la reforma
energética —que requería de modificaciones a la Constitución— eliminándose los obstáculos
legales para que las trasnacionales se apoderaran de la industria estratégica mexicana y su
mercado, objetivo que en ese momento no se alcanzó.

                                                                                                 30
En el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012), durante el año del 2008, el SME
advirtió que no permitiría ningún tipo de reforma energética. No obstante, el 11 de octubre del
2009, por Decreto emitido por el presidente Calderón se llevó a cabo la liquidación de LFC. El
SME y LFC terminan su relación laboral.

A lo largo de los años, las transformaciones políticas, económicas que se han manifestado en
nuestro país, no siempre fueron favorables o positivas en el desarrollo de las organizaciones
sindicales.

Con poca preparación para enfrentar dichos cambios, no pudieron configurar estrategias, ni
separadas ni conjuntas, ni supieron ofrecer soluciones alternativas a las adoptadas por el
Gobierno y las empresas. La calidad cada vez más disminuida del empleo, la cancelación de
puestos de trabajo en sectores altamente sindicalizados y la reorganización de la producción
afectaron la base de agremiación de los sindicatos y su poder de negociación frente al capital y el
estado.

Los cambios emanados de la pluralidad política –al menos en lo que respecta a partidos- han
abierto nuevas opciones para las organizaciones independientes, al disminuir las complicaciones
de impugnar las políticas gubernamentales y reducirse un tanto la fuerza de los corruptos
liderazgos tradicionales. Sin embargo perduran los mecanismos de control estatal que tienen su
soporte en la legislación laboral.

Ya que de acuerdo a esta legislación, el artículo 123 constitucional establece tres tipos de registro
para los sindicatos. En el apartado A, especifica dos categorías, la primera de Jurisdicción
Federal: los sindicatos de las ramas industriales deben inscribirse ante el registro nacional de
asociaciones de la STyPS. Sindicatos de actividades tales como: textil, eléctrica, cinematográfica,
minera, metalúrgica y siderúrgica, petroquímica, entre otras. También incluye empresas
descentralizadas, administradas por el Gobierno federal, las cuales actúan en función de un
contrato o concesión federal y aquellas que ejecutan trabajos en zonas de jurisdicción federal.

La segunda, Jurisdicción Local, sindicatos no contemplados anteriormente, se inscriben en las
Juntas Locales de Conciliación y Arbitraje.

El apartado B, se destina a la categoría restante, donde se encuentran las organizaciones de los
trabajadores al servicio de los poderes de la unión y del Gobierno del Distrito federal, las cuales
se deben registrar en el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje.

Esta clasificación ha influido en la dispersión y heterogeneidad que caracteriza a las
organizaciones sindicales. Históricamente se trató de superar esta tendencia con la fundación de
las grandes centrales sindicales como la CTM, la CROC, o la CROM, que aglutinaban sindicatos
de las jurisdicciones federales y local. Posteriormente la conformación del Congreso del Trabajo,



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en febrero de 1966, pretendió articular al conjunto de las organizaciones sindicales sin distinción
de apartado ni de jurisdicción.

Transcurridos algunos años de distancia a la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de
América del Norte –con el consecuente impacto económico, entre ellos el sufrido por la
prácticamente desaparecida de la industria maquiladora- el trabajo en México se caracteriza por
la generación de la informalidad, la subocupación y los bajos salarios, situación que incide en la
profundización de la pobreza.

Síntoma de esto las personas se autoemplean en el ambulantaje, como ayudantes en los negocios
familiares o asalariados en empresas que les niegan prestaciones como la seguridad social,
reparto de utilidades, servicio de ahorro para el retiro y vacaciones.

Del otro lado, dentro del mismo contexto laboral mexicano, en el que corresponde al movimiento
obrero organizado, específicamente a los sindicatos, una gran parte de ellos no sirven para
defender los derechos de los trabajadores sino como instrumentos de mediatización en beneficio
de sus líderes.

Por eso el sindicalismo en México tiene una imagen pública, de ineficacia y corrupción, a pesar
de que existen sindicatos y centrales de comprobada integridad jurídica y política.

El sindicalismo es hoy reconocido como uno de los bastiones de la organización democrática en
las sociedades modernas.




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◙
                                ►Primera Parte
                                               ◙
                             ¡¡Sorpresa…sorpresa!!

                            I. Sabadazo a hurtadillas
                             «De la noche a la mañana de una manera ¡fascista y cobarde! llegó
                             la fuerza pública a sacarnos… importándoles poco si fuéramos
                             hombres o mujeres… si algunos de los compañeros estaban
                             enfermos o tenían alguna clausula -que ampara, cuando han
                             recibido una descarga y no quedan bien físicamente- y trabajan
                             archivando o haciendo limpieza… ¡Todos a la calle!».

                                                                    Cuauhtémoc Serrato Salinas
                                                   Luz y Fuerza del Centro, División Cuernavaca




(Foto: Google.com.mx)



Aquel sábado 10 de octubre del 2009, todo era furor y felicidad. ¡Por fin! después de numerosos
altibajos, los mexicanos festejaban en el Ángel de la Independencia el pase del Tri al Mundial de
futbol de Sudáfrica 2010, tras derrotar 4 goles a 1 a su similar de El Salvador.


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El Gobierno del Presidente Felipe Calderón Hinojosa planeó muy bien el momento para llevar a
cabo un sabadazo a hurtadillas. Las instalaciones de Luz y Fuerza del Centro (LFC) fueron
ocupadas por agentes de la Policía Federal (PF), por orden de la Secretaría de Gobernación.
Todo se llevó a cabo con total inconstitucionalidad, manifestaron trabajadores que se
encontraban operando dentro de las instalaciones.

Ante los hechos, Obed Vicencio Becerril, ingeniero en informática del Sector Tlalnepantla, dijo
que: ―… Algunos de los trabajadores de confianza de la paraestatal estaban avisados que el
Gobierno iba a tomar las instalaciones de LFC, pero como el asunto de la privatización, era un
tema recurrente en cada sexenio, nadie creyó hasta que lo vivió‖.

Recordó Obed: ―... El día viernes 9 de octubre (de 2009) estaba en otro sector haciendo un diseño
de una aplicación para la compañía, estábamos platicado que aún no había solución con respecto
a la Toma de Nota de Martín Esparza, nuestro líder sindical, y uno de los [trabajadores] de
confianza de ese sector, nos dijo: ¡Prepárense!... porque la CFE (Comisión Federal de
Electricidad) conoce la forma de operar de las subestaciones y en cualquier momento puede
tomar por asalto la empresa… Le dije… ¡me parece que es una broma!... Por ello, cuando veo al
siguiente día lo que estaba pasando ya no me tomó por sorpresa… ¡Fue una gran desilusión!‖.

De acuerdo a las leyes mexicanas, específicamente en materia laboral los sindicatos eligen libre
y democráticamente a sus líderes. Esta designación se formaliza ante la Secretaria del Trabajo,
quién toma nota de los representantes. El documento por el cual se hace constar esta decisión
sindical, se llama, precisamente: Toma de Nota. Es, en la práctica, un mecanismo de control (ya
que sin este requisito no puede desempeñar la función) para tener sometidos a los sindicatos esto
lo implementó Arsenio Farell cuando fue Secretario del Trabajo entre 1982 y 1994.

Prosiguió Vicencio Becerril, después de una prolongada pausa: ―…Cuando vi la toma de las
instalaciones por la televisión, me entró una impotencia. Incluso recordé que una de las
ingenieras con las que estaba trabajando me dijo: si toman por asalto las instalaciones me voy
aventar para que no entren los militares… ¡Ya no le dio oportunidad!... porque fue en la noche,
en la penumbra… el asalto… ya no se pudo hacer nada‖.

Por su parte el líder sindical Martín Esparza, unos días antes de la toma de las instalaciones,
declaró a la revista Proceso que: ―... La Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) estaba
tratando de reventar al sindicato para preparar una posible intervención‖. Labor que –sostiene
Esparza- ―... Se estaba haciendo de manera paulatina, pues agentes de Gobernación y de la
policía Federal vestidos de civiles amedrentan a los trabajadores‖.




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Oficinas centrales de LFC, Marina Nacional y Melchor Ocampo. (Foto: Rocío Torres)

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◙
    II. Asalto a las instalaciones de Luz y Fuerza del Centro

                                               ◙
                                 «A todos nos agredieron, porque destruyeron nuestros anhelos y
                                                                            nuestro plan de vida»

                                                                       Luis Javier Torres Pérez
                                    Luz y Fuerza del Centro, Departamento Conexiones Foráneo,
                                                                               Valle de Aragón




(Foto: Rocío Torres)

El sábado 10 de octubre del 2009, alrededor de las diez y media de la noche, las televisoras
interrumpieron su programación habitual para transmitir la toma de las instalaciones de Luz y
Fuerza del Centro (LFC). Los conductores titulares de los noticieros nocturnos, que normalmente
salen en pantalla de lunes a viernes, aparecieron en sábado.

Estaban listos para cubrir el asalto a las instalaciones de LFC. El despliegue informativo se
preparó con discreta anticipación a los hechos. Milenio Televisión, gozó del privilegio de acceso
a la información, fue el primero de los medios en estar apostado en las instalaciones intervenidas
por la PF. Fue a través de esta televisora como la mayoría de los trabajadores de LFC, se
enteraron de lo que estaba pasando.




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Por el canal de las estrellas apareció a cuadro Joaquín López Dóriga repitiendo una y otra vez:
―Todo comenzó a las 22:40 horas cuando en un operativo simultáneo, elementos de la Policía
Federal (PF) ingresaron a las instalaciones de LFC‖.

Alrededor de quinientos agentes de la PF descendieron de varias camionetas y autobuses
foráneos, aseguraron el edificio de las oficinas centrales de LFC, ubicadas en Marina Nacional y
Mariano Escobedo, frente al Circuito Interior. (Las imágenes de los hechos se transmitieron
insistentemente en los diferentes canales de televisión tanto abierta como de paga).

Cerraron los carriles laterales del Circuito ahora llamado Bicentenario. La policía bloqueo calles
aledañas. Las tres entradas del inmueble estaban resguardadas. No se permitía el acceso.
Uniformados ingresaron por la parte posterior a las instalaciones centrales, mientras que
centenares de elementos fueron apostados en los alrededores.

En los medios de información se insistió que los uniformados ocuparon el inmueble en orden y
sin que se presentara incidente alguno, que todo transcurría en completa calma.

Ya tomadas las instalaciones, el conductor Jorge Zarza de Televisión Azteca recalcó: ―Se han
instalando vallas metálicas para evitar un enfrentamiento con los [trabajadores] de LFC.
Alrededor de 40 empleados que estaban en este momento laborando fueron informados que
tenían que recoger sus cosas y salir del inmueble. Han sido evacuados de manera pacífica‖.

Pero Martín Esparza refutó la información oficial: ―Era sábado, estaba con mis hermanos en la
feria del pueblo en Pachuca, llamó un compañero que estaba en turno y me dijo que llegó la PF y
el Ejército, los tumbaron al piso, psicológicamente los torturaron. Después les dijeron:
¡párense!... Les pasaron un peine, agua para que se peinaran y los empezaron a grabar… Y
replicaban los medios, todo se está llevando en completa calma… Echaron un rollo distinto, solo
en las dictaduras pasa esto, están enfermos de las mentes, los carniceros de hoy serán las reses de
mañana… el poder no es eterno, la gente ya tiene mucho coraje, que le midan… ¡su gabinete de
Calderón está reprobado!‖.

Lo que sucedía generó un desconcierto total, no sólo entre los trabajadores de LFC sino también
en la mayoría de los televidentes, aunque se vislumbraba el panorama que se vendría con la toma
de las instalaciones.

En el ínterin, alrededor de las 23:00 horas llegó al edificio central en Antonio Caso, Fernando
Amezcua, vocero del SME, quien dijo desconocer la situación jurídica del inmueble y
responsabilizó al Gobierno Federal de las posibles fallas en el suministro de energía eléctrica.

Precisamente en ese momento se dio a conocer que alrededor de diez subestaciones ya habían
sido tomadas, entre ellas Necaxa, Lechería y Ecatepec.

En una entrevista realizada por Milenio Televisión, Fernando Amezcua subrayó: ―Hemos estado
al pendiente en internet de la página del Diario Oficial de la Federación (DOF) y no hay ninguna

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información‖. Lo que sí señaló fue que era un acto ilegal de parte del Gobierno apartar a ―los
compañeros de control central, operadores de distribución y quejas‖. Además argumentó: ―En el
Pedregal, Necaxa y Ecatepec, en el área de distribución, fueron sacados a la fuerza los
trabajadores… Le decimos al público que nuestras instalaciones tienen de 30 a 50 años de
antigüedad… se van a quedar a cargo de la continuidad del servicio público de energía eléctrica
los que el Gobierno ponga y ellos serán los responsables de lo que pase‖.

Además, el vocero recalcó que no presentaron ningún documento para la toma de las
instalaciones ¡simplemente lo hicieron!

Pasados los minutos, miles de trabajadores se concentraron en la sede del sindicato, donde se
organizaban para determinar las acciones a seguir ante la toma de las instalaciones. ―Fui el
primero en llegar‖ aseguró Miguel Márquez Ríos, Prosecretario de Divisiones, Comité Central
del SME. ―Llegué –continúa el funcionario sindical- alrededor de las doce, hice una hora veinte
minutos desde Necaxa a Insurgentes 98… Vi como empezó a llegar la gente… Toda
descontrolada… Los carros parados en Insurgentes, se tomó toda la avenida y la calle Antonio
Caso… Al ver la desesperación de mis compañeros, lo primero que hice fue agarrar el altavoz y
les dije que se tranquilizaran que ya se le había notificado al Secretario General y que ya venía
en camino‖.

La intención -según refirió Márquez Ríos- fue calmar los ánimos: ―Esperemos a que lleguen
todos los de la dirección del sindicato, para saber cuáles son las acciones a seguir y lo que
tengamos que hacer, ¡hagámoslo en unidad! para fortalecer a este sindicato y no caer en la
provocación del Gobierno, que es lo que quiere… Hoy es el momento de demostrarle al ¡pinche
Gobierno! de que está hecho el sindicato… Por el bien de los trabajadores, de las conquistas que
nos han heredado nuestros antepasados: ¡mantengamos la unidad compañeros!‖

Cada minuto que transcurría, llegaban más agremiados al sindicato para que alguien les diera una
explicación: ¿qué estaba pasando con sus centros de trabajo?

―Claro -dijo Martín Esparza- si el plan estaba bien orquestado por los tres poderes, para despojar
de sus fuentes de empleo a más de 44 mil electricistas‖.

José Alonso Gutiérrez Aguilar (trabajador agremiado, empalmador del Departamento de Cables
subterráneos, Sección Instalación y mantenimiento del Sector Indios verdes) refirió: ―… Me
trasladé al sindicato a ver qué pasaba o qué nos podía informar Martín Esparza acerca de la toma
de nuestras instalaciones… Estábamos con la sorpresa de lo que nos estaba pasando… Nos
mirábamos unos a otros y no entendíamos la razón del golpe a la clase trabajadora. En ese
momento no sabíamos cómo recuperar nuestra fuente de trabajo‖.

Mientras tanto las televisoras seguían el desarrollo de la toma de las instalaciones de LFC. Ciro
Gómez Leyva, de Milenio Noticias informaba: ―Fueron tomadas todas las instalaciones
operativas de LFC, con el objetivo de garantizar el suministro de energía eléctrica del país‖.

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Mensaje clave que se repetía tenazmente, insistiendo que los usuarios no corrían el riesgo de
quedar sin el servicio, que estuvieran tranquilos.

María del Carmen Yebra dio testimonio de lo que pasó en su centro de trabajo: ―En la
subestación de Lechería no nos dejaron llegar hasta allá. Sólo estaban los compañeros que les
tocó la guardia en la noche… Nos comentaron que fueron agredidos y unos fueron encañonados
para que siguieran trabajando. De esa manera sólo podía el Gobierno garantizar la continuidad en
el suministro de energía eléctrica, de lo contrario, el metro se hubiera quedado sin energía
eléctrica y muchas empresas...‖

Aseguró que ―…hubo compañeros que duraron dos días encerrados y no sabíamos qué les habían
hecho, hasta que nos confirmó un comandante de la [Policía] Federal que no tardaban en
sacarlos. Tres días después supimos que también fueron golpeados con toletes, porque se
resistían a enseñarles a operar las máquinas a los contratistas de CFE… Aunque un mes antes
habían ido a capacitarse los de CFE, pero como no fue al cien por ciento, tuvieron que secuestrar
a los compañeros dentro de las plantas, para que los enseñaran en ese momento a operarlas‖.

Sin embargo, lo más crítico para los trabajadores de LFC llegó cuando se dio a conocer que la
toma de las instalaciones, en resguardo por la PF, no obedecía a el asunto de la Toma de Nota de
Martín Esparza, líder del SME, sino porque se elaboró al vapor un Decreto del presidente Felipe
Calderón Hinojosa.

Lo dio a conocer Milenio televisión en voz de Ciro Gómez Leyva: ―En la página oficial de
Gobernación, en el Diario Oficial de Federación, se está publicando el Decreto mediante el cual
se anuncia la liquidación de Luz y Fuerza del Centro. Con esto se despejan todas las dudas que
hemos tenido en la últimas horas del porqué de esta intervención… ¡se liquida Luz y Fuerza del
Centro!... Mañana posiblemente Fernando Gómez Mont [Secretario de Gobernación, durante esta
coyuntura] dirigirá un informe para anunciar como va operar la empresa y por qué se tomó esta
decisión. Repetimos… y podemos adelantar: … ¡Se liquida Luz y Fuerza del Centro!‖.
[Privilegio de acceso a la información del que gozaron los medios oficialistas, de manera notable
Milenio Televisión]

A la una de la mañana se llevó a cabo una asamblea en las instalaciones del Sindicato. Acordaron
marchar al día siguiente del monumento a la Revolución hacia la Secretaría de Gobernación,
como señal de protesta por la toma de las instalaciones.




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Quedaron aseguradas las oficinas centrales de LFC, bloqueando calles aledañas.
(Foto: Rocío Torres)




“Se han instalando vallas metálicas para evitar un enfrentamiento con los [trabajadores] de LFC”. Jorge Zarza
de Televisión Azteca. (Foto: Rocío Torres)




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“…hubo compañeros que duraron dos días encerrados y no sabíamos qué les habían hecho…” María
del Carmen Yebra, ex trabajadora de LFC. (Foto: Rocío Torres)



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                      III. Decreto Presidencial

                                        ◙
                           «El Decreto… ¡fue una bofetada!.. Un golpe de estado hacia el
                        sector obrero mexicano… ¡una burla para todos los trabajadores!»

                                                                  Francisco Javier Torres
                                               Sobrestante Foráneo A. Progreso Nacional


                              «Casi a la medianoche –una hora después de que militares y
                         policías federales ocuparon las instalaciones de Luz y Fuerza del
                        Centro (LFC) – el Gobierno publicó en una edición extraordinaria
                            del Diario Oficial de la Federación un Decreto firmado por el
                      presidente Felipe Calderón en el que se determina la ―Extinción‖ de
                                                          ese organismo descentralizado».

                                                       La Jornada, 11 de octubre del 2009




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La extinción de luz y fuerza del centro
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La extinción de luz y fuerza del centro

  • 1. Escuela de Periodismo Carlos Septién García MAESTRÍA EN PERIODISMO POLÍTICO RVOE ACUERDO SEP 2007128 19/II/2007 ◙ LA EXTINCIÓN DE LUZ Y FUERZA DEL CENTRO: EL ALUMBRAMIENTO DE LA SOSPECHA GRAN REPORTAJE ◙ PARA OBTENER EL GRADO DE MAESTRO EN PERIODISMO POLÍTICO PRESENTA MARÍA DEL ROCÍO TORRES CONTRERAS DIRECTORA DE TESIS MTRA. MARÍA DE LOS ÁNGELES MAGDALENO CÁRDENAS MÉXICO, D.F., DICIEMBRE DEL 2011. 1
  • 2. ►Agradecimiento ◙ DIOS: Gracias porque que me has llenado de bendiciones en el transcurso de mi vida y me has hecho el ser más feliz. A mis padres: Francisco y Mercedes, el mejor regalo de la vida. Los amo por su esfuerzo incansable y por estar siempre conmigo. A Francisco, quien es parte importante de este esfuerzo. A mis hijas: Cyntia Merci y Pamela del Rocío, gracias por su apoyo y la donación de su tiempo para poder llevar a cabo este logro. Su presencia transforma lo imposible en posible. A mis hermanos: Marco Antonio, Francisco Javier, Alma Mercedes, Leticia y José Luis. Gracias por estar siempre conmigo y ayudarme a construir. ¡Los amo! A toda mi familia, gracias porque siempre estamos juntos, alcanzando los retos que la vida nos presenta. A Octavio Campos, gracias por creer en mí, por brindarme la oportunidad de realizarme profesionalmente cada día de trabajo. A mis compañeros de la DGCS de la PGR, gracias por los momentos mágicos que vivimos día a día. A mi asesora María de los Ángeles, gracias por el tiempo, por el conocimiento aportado a lo largo de la maestría y a este trabajo que es el resultado de muchas horas de esfuerzo y dedicación. A mi gran amigo Horacio Castellanos, gracias por los momentos vividos en el aula de clases, por compartir su conocimiento y experiencia profesional. Y por brindarme amistad y cariño. ¡Gracias a todos los que hicieron posible que este trabajo llegara a buen término! 2
  • 3. ►Índice ◙ ►Presentación 5 ►Prólogo: ¡Luz… y fuerza! 9 ►Nace el SME 16 ►Contexto histórico. El Sindicalismo en México (Antecedentes) 20 ►Parte 1. ¡¡Sorpresa… sorpresa!! 33 I. Sabadazo a hurtadillas 33 II. Asalto a las instalaciones de LFC 36 III. Decreto presidencial 41 IV. Las reacciones… después de emitido el Decreto 47 V. ¡Detrás de luz y fuerza… negocio de 6 mil millones de dólares! 58 VI. Amparo de casi 30 mil trabajadores 66 VII. ¡Fallo (ó)… la SCJN! 74 ►Parte 2. ―… y el sindicalismo ápa‖ 89 I. SME, conflicto político 89 II. El Neoliberalismo 91 III. Política: Espectáculo sin contenido 99 IV. Acoso oficial 101 ►Parte 3. ―Siempre quise salir en la tele‖ 111 I. Despliegue mediático 111 II. El papel que jugaron los medios de información 112 III. La medida del Ejecutivo avalada por: Televisa, TV azteca y Milenio Televisión 116 IV. Intoxicación mediática del Gobierno… antídoto para justificar el Decreto presidencial 122 3
  • 4. ►Parte 4. ―…Pero que negras intenciones‖ 128 I. El futuro de las telecomunicaciones: el oro negro 128 II. Impacto de la fibra óptica 129 III. El oro negro: ambición empresarial 130 IV. Inversión pública y ganancias privadas 132 ►Conclusión 140 ►Adenda: La voz de los extrabajadores de LFC (Testimonios de la lucha) 151 La voz de Miguel Márquez Ríos 151 La voz de Luis Javier Torres Pérez 156 La voz de Francisco Javier Torres 159 La voz de Georgina Abrín González 161 La voz de Francisco Cuevas Hess 162 La voz de Obed Vicencio Becerril 165 La voz de María Celia Jiménez Hernández 168 La voz de Benjamín Cuevas Hess 169 La voz de David Guzmán 171 La voz de María del Carmen Yebra Núñez 174 La voz de José Alonso Gutiérrez Aguilar 176 La voz de Miguel Ángel Pérez López 178 La voz de Jesús Alcalá Aguilar 179 La voz de Ángel Hernández 181 La voz de Marcos Olvera 182 La voz de Juan Antonio Rodríguez Solórzano 183 La voz de Martín Esparza Flores 185 ►Anexo 1. Decreto por el cual se crea el organismo descentralizado Luz y Fuerza del Centro. 188 ►Anexo 2. Decreto por el que se extingue el organismo descentralizado Luz y Fuerza del Centro. 193 ►Anexo 3. Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica. 198 ►Fuentes de consulta 215 ►Galería de fotos 225 4
  • 5. ►Presentación ◙ La extinción de Luz y Fuerza del Centro: El alumbramiento de la sospecha, es un trabajo de investigación periodística que sigue el canon del Gran reportaje o reportaje profundo. El propósito es presentar al lector, desde un ángulo fundamentalmente vivencial el hecho. Sin embargo se incluye información hemerográfica, bibliográfica y cibergráfica que clarificará aquellos puntos que no pueden ser explicados desde los testimonios. Entre estos los antecedentes y circunstancias históricas, los hechos destacados en diferentes medios de información, para desentrañar las razones y establecer las consecuencias que desencadenó el Gobierno Federal al emitir el Decreto de Extinción de Luz y Fuerza del Centro (LFC), y por consecuencia atentando contra uno de los sindicatos más antiguos de México, fundado en 1914, el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME). ◙ El inicio del fin… fue la noche del 10 de octubre del 2009, ese día -¡Por fin!- la selección mexicana de futbol conseguía el tan anhelado pase al Mundial de Sudáfrica 2010. Mientras el Gobierno del Presidente Felipe Calderón atizó un sabadazo a hurtadillas. Las instalaciones de LFC fueron tomadas por agentes de la Policía Federal (PF), por orden de la Secretaría de Gobernación, violentando los derechos y garantías fundamentales de los trabajadores de la paraestatal. Milenio Televisión, fue el primero de los medios en apostarse en las instalaciones intervenidas por la PF, gozó del privilegio de acceso a la información. Y a través de esta cobertura televisiva la mayoría de los trabajadores de la paraestatal, se enteraron de lo que estaba pasando. Pero mientras transcurrían las horas, aumentaba el nerviosismo y desesperación de los smeítas, quienes no podían creer el asalto a sus instalaciones, unas horas después se concretaba el fin…apareció el Ejecutivo de la Nación, Felipe Calderón Hinojosa en cadena nacional anunciando la liquidación de LFC, por Decreto Presidencial. 5
  • 6. Emprendiendo con esta medida una ofensiva frontal contra los trabajadores. Quienes a su vez decidieron pelearle al gobierno la restitución de su fuente de empleo. Si bien el sindicato no tuvo una administración trasparente, no se justifica dejar desempleados a más de 44 mil agremiados, en medio de la crisis por la que atraviesa el país. Los efectos fueron inconmensurables en distintas dimensiones: políticas, sociales, económicas, jurídicas y hasta anímicas para el país, aunque el mismo gobierno a través de los medios de información trató de minimizarlos. La justificación –rayando en la aberración- del Ejecutivo Federal recayó en la ineficiencia operativa y financiera del organismo descentralizado que, desde su creación, no había cesado de recibir transferencias presupuestarias que iban en aumento en los últimos años. Argumento que no abundaba sobre las causas o motivos. Para ese momento el Gobierno Federal preparó un despliegue mediático, que hizo posible qué sociedad en general calificara la decisión como justa. No hay que descontar que la operación costó mucho dinero (evidentemente tomado del erario público). En esa coyuntura muchos de los usuarios desconocían que LFC fue sentenciada al déficit comprándole la energía a CFE, a precios más altos del costo al que la distribuía. Además el gobierno no tuvo el menor interés para modernizar las instalaciones de la paraestatal, y convertirla por lo menos en una “empresa de clase mundial”. El argumento del déficit y del impacto al presupuesto federal que significaba el mantenimiento de LFC, sostenía la promulgación del Decreto de Extinción, otorgando a la CFE el control absoluto de la energía eléctrica en todo el país para seguir impulsando la inversión privada – sobre todo de monopolios extranjeros- en el sector. En respuesta, los trabajadores de LFC manifestaron que uno de los motivos de la extinción, obedeció a las oscuras intenciones del gobierno de entregar a los inversionistas privados el uso y explotación de la fibra óptica, estructura que durante 10 años fue construida con recursos federales, gracias a un préstamo que pidió el gobierno mexicano al Banco Mundial. Y al sobrevenir el Decreto de Extinción, no accedió a participar en la explotación del llamado paquete de servicios triple play (telefonía, conexión a internet y televisión restringida) y el consecuente (o ¿anticipado?) el interés de los empresarios de un recurso propiedad de la nación. Por otra parte, al Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), le faltó ofrecer capacitación a los trabajadores para actualizarlos en conocimientos, habilidades y actitudes para un mejor desempeño. Y a todo esto, también se sumó la mala administración, por parte del gobierno federal. Y la corresponsabilidad de las anteriores administraciones del sindicato que fueron permisibles ante los abusos del gobierno. 6
  • 7. Para seguir dimensionando la Extinción de LFC, también es necesario establecer un mirador en la política económica de gobiernos en sexenios anteriores: México adoptó en 1982, una política de corte neoliberal a consecuencia del acuerdo firmado por el presidente Miguel de la Madrid, con el Fondo Monetario Internacional (FMI) a fin de renegociar la deuda externa. A partir de ahí, el Banco Mundial (BM), ha sugerido –al menos insinuado-, a través de la Corporación Financiera Internacional (CFI), la necesidad de privatizar la energía eléctrica. También durante la administración del presidente Salinas de Gortari, en 1992 se reformó la Ley de Servicio Público de Energía Eléctrica abriendo espacio a la participación privada, tanto nacional como extranjera, en las actividades de generación de energía eléctrica bajo las modalidades de autoabastecimiento, cogeneración y producción independiente de energía. Siendo esta una aplicación simulada del neoliberalismo que en México se inició con Miguel de la Madrid, siguió con Salinas de Gortari, se incrementó con Ernesto Zedillo y con Vicente Fox llegó el caos. Y subrepticiamente la marcha hacia la privatización del sector energético asignando concesiones a empresas españolas como: Iberdrola, Mitsubishi, Unión Fenosa, Enron, EDF Electricité, Intergen y Transalta. Pero el Gobierno calderonista, concretó la decisión que había sido uno de los objetivos de cada sexenio: entregar al capital extranjero, otra área estratégica del Estado, la energía eléctrica. Y no conforme con ello, también el uso y explotación de la fibra óptica. Y ante el alumbramiento de la sospecha fue determinante el papel que jugaron los medios de comunicación, al manipular e inducir a la opinión pública sobre la ineficiencia operativa y financiera de LFC. Reiterando que la paraestatal representaba un gasto elevado para la economía nacional. Lo aberrante fue el control informativo, lanzando mensajes a los usuarios desesperados por la ineficiencia de una empresa víctima de la desorientada política pública instrumentada por los distintos Gobiernos sexenales. La intoxicación mediática asistida y estimulada por el Gobierno calderonista estigmatizó a los trabajadores de LFC. Muchos denunciaron que la campaña de linchamiento originó que algunas empresas, públicas o privadas, valoraran no contratarlos. Ni esta opción quedó abierta. Así es como esta investigación periodística exhibe los antecedentes, circunstancias históricas, hechos destacados en diferentes medios de información, con la finalidad de desentrañar las razones y acciones que trastocaron las garantías de los agremiados del SME al extinguir un organismo público descentralizado con personalidad jurídica. Y estableciendo las consecuencias que desencadenó el Gobierno del presidente Felipe Calderón quien incurrió en inconstitucionalidad ya que el decreto administrativo carece de fundamento legal y motivación e invade la esfera de competencia del Poder Legislativo. 7
  • 8. La extinción de Luz y Fuerza del Centro fue un golpe a la clase trabajadora, al sindicalismo, hecho trascendente en la historia de México, por los intereses que están en juego. Y esto hace que intereses e interesados se ubiquen bajo el alumbramiento de la sospecha. ◙ Así la verdad de, la extinción de Luz y Fuerza del Centro: El alumbramiento de la sospecha, es un reportaje que está escrito con la convicción de transcribir la realidad sin vicios ni visiones oficiales. En las páginas siguientes se abordará una línea temática que inicia con la creación de los sindicatos, prosigue con la electrificación en México y cierra el nacimiento, crecimiento y fin de LFC. El conflicto de la Extinción y consecuentemente el movimiento smeita de más de 16 mil trabajadores (que siguen en pie de lucha después de más de dos años) es la parte medular de la exposición. Este trabajo periodístico exhibe las acciones que trastocaron las garantías de los agremiados del SME al extinguir un organismo público descentralizado con personalidad jurídica como LFC. Para dar sustento, actualidad y sentido humano a este reportaje, se realizaron más de 20 entrevistas profundas a extrabajadores de LFC para que, de primera mano, detallaran el hecho y sus circunstancias. Esto sin descartar la información de los medios y otros documentos adyacentes (las leyes, otros Decretos, etc.). Además de extrabajadores (en resistencia) extrabajadores (ya liquidados), familiares, líderes sindicales, abogados y usuarios, protagonistas del conflicto, también se entrevistaron diputados, senadores, periodistas, políticos, historiadores y religiosos para complementar con sus puntos de vista, orientación o crítica, la perspectiva sobre esta coyuntura. 8
  • 9. ►Prólogo ◙ ¡LUZ… Y FUERZA! «... Existen dos grandes etapas en la electrificación en México: la primera abarca desde su introducción en el país, con los más variados experimentos y la segunda se produce a partir de 1905, cuando las grandes compañías extranjeras se interesan por invertir en este sector de la industria». Carlos Alba, Historia y Desarrollo industrial de México. Ed. El Colegio de Jalisco / Confederación de Cámaras Industriales México 1988, 339 pp. (Foto: Google.com.mx) La generación de energía eléctrica se inició en México a finales del siglo XIX, se presume que la primera planta generadora se instaló en 1879 en León, Guanajuato. Dos años después, en el régimen de Porfirio Díaz, se otorgó al sector eléctrico el carácter de servicio público. La Compañía Knight colocó las primeras 40 lámparas de arco en la Plaza de la Constitución, cien más en la Alameda Central y se comenzó la iluminación de la entonces calle de Reforma y de algunas otras vías capitalinas. 9
  • 10. Para establecer un parámetro, para el 2010, el alumbrado público de la Ciudad de México, según datos de la página de la Secretaría de Obras y Servicios, está integrado por 345 mil 420 luminarias -de ellas 48,600 en vialidades primarias- y 157 superpostes con 20 lámparas cada uno, colocados en sitios estratégicos como distribuidores viales, plazas comerciales, paraderos o centros de transferencia modal de transporte, entre otros. Volviendo a la historia, para 1889 empezó a operar la primera planta hidroeléctrica en Batopilas, Chihuahua. Se acoplaron dos turbinas hidroeléctricas de 15 caballos de potencia a los molinos de trituración y de esta manera extendió sus redes de distribución a mercados urbanos y comerciales, que eran las zonas de mayor capacidad económica. ―... En 1897 la empresa cuprífera de El Boleo, cerca de Santa Rosalía en Baja California, instaló un generador eléctrico accionado por vapor destinado a las tareas de bombeo, ventilación, alumbrado y molienda; las ventajas económicas fueron de tal magnitud que para 1906 la empresa ya contaba con un generador de 1 000 caballos, el más moderno y eficiente de esa época‖. (Ver: http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx/sites/ciencia/volumen3/ciencia3/112/htm/sec_25.htm) consultada el 6 de junio 2010. Durante el Porfiriato se incrementó la producción de energía gracias a las turbinas impulsadas por la fuerza de gravedad almacenada en los grandes depósitos de agua, aprovechando la orografía del territorio nacional. Entre 1897 y 1911 se organizaron más de 100 empresas eléctricas con tecnologías diversas, diferentes frecuencias de generación y voltaje, en corriente alterna y directa. La mayoría eran plantas aisladas para industrias, alumbrado público y escasos servicios domésticos. A medida que nuestro país establecía las bases de una industrialización, los inversionistas extranjeros fueron incursionando en la generación de electricidad. Un grupo canadiense fundó en 1902 The Mexican Light and Power, Co, Ltd. (Compañía Mexicana de Luz y Fuerza) con un capital de 12 millones de dólares para explotar concesiones de servicio público en México. También como parte de equipo de fundadores se encontraban: R. C. Brown, Miller Lash, H. M. Hubbard y G. R. Conway representantes de capital inglés, quienes tuvieron como prioridad aprovechar los recursos hidráulicos de la zona del río Necaxa adquiriendo la concesión otorgada en 1895 al francés Arnold Vaquié. Para 1905, inauguran la primera parte de la hidroeléctrica de Necaxa, con 5,000 kilowatts de producción. En ese tiempo fue la planta más grande del mundo. México en sólo treinta años pudo generar la energía suficiente para abastecer a buena parte de su industria y alumbrar a la ciudad de México (notable, sobre todo, durante las fiestas del 10
  • 11. Centenario de la Independencia en 1910) gracias a los miles de caballos de fuerza que generó la presa hidroeléctrica de Necaxa, situada en el estado de Puebla. En el periodo que va del año 1909 a 1912 la empresa canadiense The Mexican Light and Power, absorbió tres compañías que trabajaban de manera independiente en el valle de México: La Compañía Mexicana de Gas y Luz Eléctrica, con su planta instalada en San Lázaro, La Compañía Mexicana de Electricidad, con planta en Nonoalco y La Compañía Explotadora de San Ildefonso. Posteriormente integró La Compañía de Luz y Fuerza de Pachuca y La Compañía Limitada de Tranvías de México, para hacerse cargo del abastecimiento de energía eléctrica en el Distrito Federal. Más tarde, en 1930, se deshizo de las plantas menos lucrativas ya que enfrentó en diferentes momentos problemas de cobros de adeudos, sobre todo después de la Revolución. Optó quedarse con los mejores mercados como eran Puebla, Hidalgo, Michoacán, México, Morelos, Guerrero y el Distrito Federal. Durante el periodo postrevolucionario, el estado mexicano acotó los límites de movimiento de las productoras eléctricas, promulgando algunas iniciativas. En 1923, Álvaro Obregón promovió que el Gobierno tuviera el control de la industria eléctrica. Plutarco Elías Calles emitió en 1926 el Código Nacional Eléctrico. Abelardo L. Rodríguez otorgó en 1934 al Congreso la facultad de legislar en materia eléctrica. Lázaro Cárdenas expidió en 1937, la Ley que crea la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Finalmente el 11 de febrero de 1939 se expidió la Ley de la Industria Eléctrica, tendiente a regular a las empresas dedicadas a esta actividad. De 1902 a 1949, The Mexican Light and Power invirtió 127 millones de pesos en instalaciones y ampliación de las existentes. Entre 1950 y 1959 gastó 113 millones, con un aumento de casi 250,000 kilowatts a su capacidad de generación. Obtuvo importantes préstamos de Nacional Financiera, S.A. y del Banco Mundial. La empresa operaba bajo el nombre de Compañía Mexicana de Luz y Fuerza Motriz, S.A. tenía como su principal accionista a la SOFINA (Societé Finaciére de Transports et d’Entreprises Industrielles). Al inicio de la década de los sesenta el gobierno mexicano a través de Nacional Financiera, S.A. y del Banco de México, S.A. adquirió el total de las acciones que tenía la sociedad belga y además, gran número de acciones en manos inversionistas de Canadá, Inglaterra, Francia, Suiza y de México. Logró adquirir el 91% de las acciones comunes y el 73% de las preferentes. La administración de la empresa quedó en manos de funcionarios de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, de la Secretaría de Industria y Comercio y de la Secretaría del Patrimonio Nacional. Además de comprar la American and Foreign Power Co. 11
  • 12. Acogieron bajo su responsabilidad las instalaciones de La Compañía Mexicana de Luz y Fuerza Motriz que contaba con 19 plantas generadoras abastecedoras a los estados de Puebla, Morelos, Michoacán, Hidalgo, México y el Distrito Federal. También recibieron el edificio situado en Melchor Ocampo 171 colonia Tlaxpana junto con otros inmuebles y las plantas hidroeléctricas y termoeléctricas. El Gobierno operó la compañía tal como la había adquirido hasta 1963. Después de reestructurarla la convirtió en la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, S.A. y subsidiarias. A través de un Decreto del 27 de septiembre de 1960, expedido por Adolfo López Mateos, para la nacionalización eléctrica. Para 1972 se adquiere la última empresa privada. ―Al tomar posesión la nación mexicana de la Compañía de Luz, se consuma un largo esfuerzo desarrollado por el pueblo de México para tener en sus manos la energía eléctrica que en el país se produce por manos de mexicanos‖. ―... La nacionalización de la energía eléctrica es una meta alcanzada por el pueblo en el camino de la Revolución‖. [Discurso del presidente Adolfo López Mateos sobre la Nacionalización de la Industria Eléctrica el 27 de septiembre de 1960]. ―... Se decretó la exclusividad de la nación para generación, conducción, transformación, distribución y abastecimiento de energía eléctrica que tenga por objeto la prestación del servicio público, mediante la adición a un párrafo 6° al artículo 27 constitucional publicado en el Diario Oficial de la Federación, el 29 de diciembre de 1960 señalando que en esta materia no se otorgarán concesiones a los particulares y la nación aprovechará los bienes naturales que se requieran para dichos fines‖. [Información tomada del Diario Oficial de la Federación, de la Secretaría de Gobernación http://dof.gob.mx/nota_to_imagen_fs.php?codnota=5114004&fecha= 11/10/2009&cod_diario=223975]. De 1960 a 1972, la industria eléctrica se concentró en la integración administrativa al sector paraestatal y en la creación de la infraestructura que comprende plantas generadoras, líneas de transmisión, instalación de subestaciones y redes distribuidoras. El 16 de diciembre de 1974, el presidente Luis Echeverría Álvarez emite un acuerdo según el cual se autoriza a la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, S.A. y a sus subsidiarias a realizar todos los actos necesarios y procedentes para su disolución y liquidación, así como a la CFE, para adquirir de ellas la totalidad de los bienes y derechos de cualquier índole que integran su patrimonio. El Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), se opuso a la medida y la liquidación de las empresas de la Compañía de Luz se alargó y comenzó un periodo de estancamiento tanto de la paraestatal como del servicio que brindaban. El presidente Miguel de la Madrid Hurtado autorizó la firma en 1985 de un controvertido Convenio de Delimitación de Zonas por medio del cual la Compañía de Luz en su conjunto 12
  • 13. pierde el 50% de su extensión original en favor de la CFE, principalmente en los estados de Michoacán y Guerrero. Para el siguiente sexenio el presidente Carlos Salinas de Gortari, plantea en 1989 una reforma a la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica (LSPEE) con la cual se prevé que el Ejecutivo Federal disponga la constitución, estructura y funcionamiento del servicio que venía proporcionando la Compañía de Luz y Fuerza del Centro en liquidación. El 21 de diciembre de 1989 el Congreso de la Unión emite un Decreto ordenando la creación del organismo descentralizado Luz y Fuerza del Centro. A través de una modificación al cuarto transitorio de la LSPEE: ―... Concluida la liquidación de Luz y Fuerza del Centro, S.A., y sus asociadas, Compañía de Luz y Fuerza de Pachuca, S.A., Compañía Meridional de Fuerza, S.A., y Compañía de Luz y Fuerza Eléctrica de Toluca, el Ejecutivo Federal dispondrá la constitución de un organismo descentralizado con personalidad jurídica y patrimonio propio, el cual tendrá a su cargo la prestación del servicio que han venido proporcionando dichas compañías‖. [Fragmento del Decreto Se reforma la LSPEE, emitido el 21 de diciembre de 1989, por el Congreso]. Posteriormente, el 9 de febrero de 1994, el presidente Salinas emite el Decreto por mandato legislativo y crea Luz y Fuerza del Centro. En este Decreto se estipula que la base jurídica no solamente fue el artículo 27 de la Constitución sino a además los artículos 6°, 14°, y 15° de la Ley Federal de Entidades Paraestatales (LFEP). El artículo 27 constitucional en su párrafo 6°, y el artículo 15 de la LFEP, fracción IX, estipulan que en la extinción de los organismos deberán observarse las mismas formalidades establecidas para su creación, debiendo la ley o decreto respectivo fijar la norma y término, de su extinción y liquidación. Finalmente, en el actual gobierno de Felipe Calderón expidió un Decreto por el que se extingue el organismo descentralizado Luz y Fuerza del Centro, publicado en el Diario Oficial de la Federación, el domingo 11 de octubre de 2009. [http://dof.gob.mx/nota_to_imagen_fs.php?codn ota=5114004&fecha=11/10/2009&cod_diario=223975]. 13
  • 14. (Foto: eleconomista.com.mx) ―... Alentando y aceptando la privatización del sector eléctrico en el país, el actual secretario de la SUTERM, Víctor Fuentes del Villar, acepta el 2% de monto por cada obra, así como el 2% del costo de las obras de los 773 permisos otorgados a las empresas transnacionales para la generación de la energía eléctrica, siendo cómplice de la privatización el director de la CFE Alfredo Elías Ayub‖. Esto fue señalado al anterior Subsecretario de Gobernación, Gerónimo Gutiérrez el 29 de marzo 2010 [Boletín de prensa, responsable de la publicación Fernando Amezcua, secretario del exterior del SME]. Así las cosas, la historia de la industria eléctrica en México está plagada de intereses económicos y políticos, no necesariamente ligados al bien común o de la mayoría. El desarrollo, conformación, utilidad y beneficios de este sector, estratégico por definición, vuelve a ser objeto de disputas y latrocinios, que lejos ubican la edificación de una empresa de clase mundial. 14
  • 15. (Foto: Google.com.mx) (Foto: Google.com.mx) 15
  • 16. ►NACE EL SME ◙ « ¡Por un derecho justo luchamos! Y es nuestro ideal que ¡el trabajador es sus conquistas sea respetado!, para un mañana vivir mejor. ¡Por el derecho y la justicia del trabajador!». Fragmento del himno del Sindicato Mexicano de Electricistas La historia del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) es la historia de la lucha obrera organizada de México. Parte con la creación de la Liga Mexicana de Electricistas en 1911 y tres años después, en 1914 con el nacimiento formal de SME. En 1932 se firma el primer Contrato Colectivo de Trabajo (CCT) con base en los convenios previos entre el SME y la Mexican Light and Power. El 30 de abril de 1936 terminó la vigencia de ese primer CCT sin que les ofrecieran otro. La cúpula sindical pidió la revisión exigiendo una participación anual de las utilidades de la empresa de un 3.5%, servicios médicos, aumento en las pensiones y otras prestaciones laborales. La Compañía Mexican Light and Power se negó a aceptar las peticiones, propiciando que el SME (apoyado por otros sindicatos) se lanzaran a la huelga el 16 de julio de ese mismo año, encabezada por Francisco Breña, secretario general y Manuel Paulín, Secretario del Trabajo. Esta huelga fue defendida con las armas, la corriente eléctrica fue cortada en la ciudad de México y demás zonas donde operaban. Sólo se permitió el suministro en los hospitales, edificios públicos, instalaciones hidráulicas y el alumbrado. La industria paró sus actividades y los sindicatos que operaban las centrales eléctricas en el interior del país emplazaron a huelga en señal de solidaridad. Las organizaciones de la CTM acudieron ante la Junta para conocer el veredicto, de acuerdo al laudo de la Junta, la huelga era legal. La CTM organizó el apoyo inmediato a la huelga. El 16
  • 17. Partido Comunista Mexicano también fue solidario, la excepción fue la CROM que pidió una ley para establecer el arbitraje obligatorio en caso de huelga en los servicios públicos. Ante singular movilización obrera, la empresa Mexican Light and Power aceptó las 107 cláusulas propuestas por el sindicato para el nuevo contrato, pagando los salarios caídos de los 10 días que duró la huelga. Este fue logro histórico ya que el contrato conquistado fue un precedente para los demás sindicatos. Además, de que se afirmó el derecho de huelga, a sus salarios, la cláusula 64 (derecho a la jubilación) fue otra conquista más. ―La huelga del SME de 1936 fue de gran importancia histórica. Todo el clausulado fue aprobado. Este contrato se convirtió en modelo para otros sindicatos. Más adelante, con las siguientes luchas, el contrato sería mejorado‖. [Boletín del Frente de Trabajadores de la Energía: Cien años de lucha de clases en México, volumen 7, número 83, enero 23 de 2007]. Las huelgas anteriores a la realizada por el SME en 1936 tuvieron resultados desfavorables ya que la mayoría fueron reprimidas por el Gobierno. Tal fue el caso de la huelga de Cananea, Sonora, el 1° de junio de 1906: los mineros demandaron la modificación a las relaciones de trabajo prevalecientes y pedían la igualdad de salarios entre empleados mexicanos y norteamericanos ya que a los nacionales se les pagaba tres pesos en moneda corriente y a los extranjeros cinco pesos en oro. También se pidió que se acortara la jornada de trabajo a 8 horas, así como que la mayoría de los mineros fueran mexicanos, entre otras peticiones. Todas las solicitudes fueron rechazadas y consecuentemente reprimidos todos los actos de protesta, no sólo por la fuerza pública de Sonora, sino que el gobernador pidió ayuda a un Gobierno extranjero, evidentemente al de los Estados Unidos, que envió a la policía montada denominada rangers. El enfrentamiento terminó con decenas de mineros muertos. Menos de un año después, el 7 de enero de 1907 estalló la huelga textil de Rio Blanco, Veracruz, las peticiones eran muy similares a las de Cananea pero Porfirio Díaz ordenó el retorno de los trabajadores a sus labores. Los obreros que se negaron a cumplir la orden fueron reprimidos por el ejército. Los ferrocarrileros en 1908 protestaron por la forma como eran tratados los sindicalizados por su jefe. Al no ser escuchados emplazaron a huelga, quedando paralizada la ruta México-Laredo. El Presidente Díaz intervino y dio órdenes precisas al gobernador de San Luis Potosí, [José María Espinosa y Cuevas, 1908-1910, en su primer periodo de Gobierno] para que azuzara a los huelguistas, advirtiendo que si no levantaban la huelga se les consideraría conspiradores. Con lo sucedido en las anteriores huelgas (Cananea y Río Blanco) permeando en la memoria, los ferrocarrileros recularon en sus intenciones y retomaron sus labores. Los síntomas de inconformidad de la clase trabajadora aparecieron por todo el país, lo que contribuyó al descrédito y a la posterior caída del dictador Porfirio Díaz. 17
  • 18. Los avances en materia laboral de los obreros y campesinos de México fueron dispersos pero constantes. En Celaya, Guanajuato, el 9 de abril de 1915, Álvaro Obregón expidió un Decreto [en su cargo de General en Jefe del Ejército de Operaciones, en nombre de la Revolución y autorizado por el Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, Venustiano Carranza, quien ratificaría esta iniciativa el 26 de abril del mismo] instituyendo el salario mínimo de los jornaleros en setenta y cinco centavos, más un veinticinco por ciento de aumento en la ración de cereales. Hacía 1916, los electricistas y los tranviarios entre otros gremios de trabajadores consiguen el triunfo en algunas las huelgas, con las consecuentes prerrogativas, entre ellas un aumento en el salario (aunque el éxito fue relativo por la devaluación de la moneda, ya que recibían su salario en papel moneda emitido por el Gobierno constitucionalista, con él se adquiría productos que los comerciantes calculaban en oro). Ante la inestabilidad económica la Federación de Sindicatos Obreros del Distrito Federal decidió declarar una huelga general. De inmediato se suspendieron todos los servicios en el país causando la molestia del presidente Carranza, calificando a líderes sindicales como traidores a la Patria. Algunos dirigentes fueron perseguidos y encarcelados en la Penitenciaría del Distrito Federal, entre ellos Ernesto Velasco, secretario general del SME, hombre clave del movimiento. Las luchas obreras, ganadas a sangre y fuego, como la huelga de textileros en Puebla, de siderúrgicos en Monterrey, de petroleros en Tampico, de mineros en Cananea, fundidores, tranviarios y ferrocarrileros entre muchas otras, empezaron con la revolución y continuaron a lo largo de la consolidación de la misma. Todas y cada una de estas gestas fueron un esfuerzo de los sindicatos por conseguir mejoras en las condiciones laborales de sus trabajadores, por la defensa de sus intereses y la elevación en el entorno de vida. La finalidad primordial de estos gremios fue la representación de sus afiliados, la protección y seguridad de los trabajadores, conformando una clase proletaria organizada y combativa. La historia de las luchas obreras de México está unida a la propia historia del Sindicato Mexicano de Electricistas, no obstante, el 11 de octubre del 2009 a través del Decreto emitido por el presidente Felipe Calderón y como consecuencia de una decisión de las élites políticas y empresariales, un sindicato como el SME que reportaba poco más 43 mil trabajadores agremiados con derecho a voto y más de 23 mil jubilados (esto es, bajo un estimado de cuatro miembros por familia, más de 120 mil mexicanos se quedaron sin ingresos) fue desaparecido. Si encontramos un punto de referencia (o un cómodo pretexto, si bien se ve) para ubicar el conflicto del SME, este debe de ser el 14 de julio del 2009, día en que se llevaron a cabo elecciones estatutarias, para elegir al secretario general y 14 carteras, las cuales concluyeron con Martín Esparza Flores como ganador de los comicios, por un margen de 352 votos más que su más cercano contendiente, Alejandro Muñoz que adujo que hubo irregularidades en el proceso de votación e interpuso una querella ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA). Esta resolvió que debía reponerse el proceso electoral. 18
  • 19. Fue la coartada perfecta, la excusa ideal para que el Secretario del Trabajo y Previsión Social, el expríista (ahora, todo un gallo azul, según sus propias palabras) Javier Lozano Alarcón, negara la Toma de Nota a Martín Esparza Flores y lo desconociera como Secretario General del SME, el 5 de octubre del 2009. Fernando Amezcua, Secretario del Exterior, denunció en su momento (días antes de la toma de las instalaciones de LFC) que la administración calderonista venía montado desde 2008, utilizando recursos públicos, una estrategia legal y mediática para desprestigiar al SME con la finalidad de liquidar la empresa. El objetivo del Gobierno Federal es pasar por encima del gremio electricista a pesar del costo político que esto pueda representar. Javier Lozano, en una entrevista con Joaquín López Dóriga, para su noticiario de radio Fórmula, el jueves 8 de octubre del 2009, aseguró que: ―... La Toma de nota es un registro, un reconocimiento oficial de la autoridad previsto en la Ley Federal del Trabajo, ante la elección de las directivas de un sindicato y le corresponde a la autoridad cotejar las actas a fin de que se verifique que cumple con los estatutos que dice el propio sindicato...‖. Añadió: ―... Los documentos que presenta el SME están plagados de ineficiencias, obliga a ser minuciosos [Sic] no puede entenderse como una intromisión es un procedimiento‖. Esto obedece a que Martín Esparza aseguró que el Secretario Lozano se estaba entrometiendo en los asuntos internos del sindicato. Pero la realidad es que la STyPS no entregó de inmediato la Toma de Nota al SME, como había sucedido en otros procesos electorales, y requirió, en más de tres ocasiones, se le presentara documentación adicional para tomar una decisión. Consecuentemente se inhabilitó el manejo de su patrimonio (producto de una lucha iniciada en 1914) e hizo intervenir sus cuentas bancarias, argumentando que al carecer de representantes legales y sin haber conseguido la Toma de Nota durante dos meses, tales acciones emprendidas por la STyPS eran no solo legítimas sino también legales. Lo que evidenció que Lozano Alarcón, confundió (convenientemente) el plazo que la ley establece para el registro de un sindicato al que corresponde a la Toma de Nota de una directiva. Alejandro Encinas, Coordinador de la bancada del Partido de la Revolución Democrática, reprochó la actitud arrogante e ignorante del Secretario del Trabajo, Javier Lozano (por negar la Toma de nota a Martín Esparza) y dijo: ―... Lo sucedido es una persecución política contra el sindicalismo democrático e independiente‖. 19
  • 20. ►Contexto histórico: El Sindicalismo en México (Antecedentes) ◙ «El obrero tiene más necesidad de respeto que de pan». Karl Marx (1818 – 1883) Durante el periodo en el que fueron promulgadas las leyes de Reforma (1857- 1861), la industria en México era inexistente. Un tanto por el proceso de consolidación política (nutrida de decisiones no menos importantes en los avatares de nuestra historia como precisamente fue la separación entre la iglesia y el Estado, promovida por Benito Juárez) y otro tanto por el colapso económico que nuestro país venía arrastrando desde la Guerra de Independencia (1810-1821). La inestabilidad –política, económica y social- tan característica del siglo XIX mexicano, hacían muy difícil la organización de cualquier grupo social, incluyendo a los obreros. Las Ordenanzas de Gremios de la Nueva España, en el siglo XVIII, permitieron que se establecieran talleres para ―labrar‖ el algodón en las poblaciones de San Miguel el Alto, (hoy San Miguel de Allende, Guanajuato) en Puebla y en Querétaro. En el siglo XIX la incipiente industria textil, conocida como obrajes, se estableció en Puebla, Tlaxcala y en Texcoco. En los Estados Económicos de 1900, Francisco Pimentel (fue un escritor, historiador, lingüista, indigenista y académico mexicano) dice que para 1880 había en la república mexicana 99 fábricas de hilados y tejidos de algodón y el salario era de tres reales diarios que se pagaban semanalmente. En 1865 aparecieron los primeros grupos anarquistas, mismos que dominaron el escenario obrero durante el siglo XIX. En este periodo se formaba un creciente proletariado sometido a condiciones laborales extremas, con bajos salarios y exceso en las jornadas de trabajo. El Estado combatió cualquier tipo de organización, manifestación o lucha. ―... Por el año de 1866, la agrupación de zapateros franceses empleó por primera vez el término sindicato en vez de unión o cámara sindical, para significar la asociación que forman los 20
  • 21. asalariados‖. (Maldonado, Edelmiro, Breve historia del movimiento Obrero, Universidad Autónoma de Sinaloa, México, 1981, página 78). En estos años los sindicatos fueron considerados asociaciones ilícitas y sus miembros fueron reprimidos con rigor. El desarrollo de las luchas obreras está estrechamente ligado a la influencia de corrientes ideológicas como el anarcosindicalismo, el socialismo, y la social-democracia en boga hacía la segunda mitad del siglo XIX. En la primera década del siglo XX, el movimiento obrero en México comienza a estructurarse. No sólo se organizaron las sociedades ferrocarrileras, las textiles, las mineras -que eran las más numerosas- sino también las de diversos oficios, en la ciudad de México y en algunas capitales de los estados. La primera asociación de tipo profesional se formó en 1870 fue el Gran Círculo Nacional de Obreros de México, contó con más de ocho mil trabajadores, en su mayoría artesanos y obreros. A esa organización rápidamente se integraron la mayoría de los las sociedades obreras existentes en diversas partes del país. En 1876 fue fundada la Confederación de Asociaciones de Trabajadores de los Estados Unidos Mexicanos, que fortaleció la unidad de los trabajadores, constituyéndose en 1890 en la Orden Suprema de Empleados Ferrocarrileros Mexicanos, la Unión de Mecánicos Mexicanos, la Sociedad de Hermanos Caldereros Mexicanos, La Liga Mexicana de Empleados de Ferrocarril y otras más. En el primer periodo presidencial de Porfirio Díaz (1876-1880) ya aparecían modernas fábricas en algunos estados del país. En 1903 se funda la primera planta siderúrgica en Monterrey. La industria textil estaba en manos de capital francés y las condiciones eran ―... Jornadas agotadoras, condiciones deplorables de higiene, salarios irrisorios sujetos a descuentos; tiendas de raya y las deudas que se prolongaban por la vida del peón y eran pesada herencia para los hijos del jornalero […] a los descontentos se les confinaba a lugares como el Valle Nacional y Yucatán; o los ponían en cárceles como la de San Juan de Ulúa. El contrato de prestación de servicios se tenía e interpretaba a favor del amo, con impiedad y dureza‖. (González Ramírez, Manuel, La resolución social de México, T. II, México, 1966, Fondo de Cultura Económica páginas 206 y 207). El primer día de julio de 1906, después de casi un año de discusión sobre la situación política, económica y social del país, se publicó el Manifiesto y Programa del Partido Liberal Mexicano (PLM), por el presidente del partido, Ricardo Flores Magón. Otros responsables de la publicación fueron: Juan Sarabia, vicepresidente; Antonio I. Villarreal, secretario; Enrique Flores Magón, tesorero; Profesor Librado Rivera, 1er. Vocal; Manuel Sarabia, el 2° vocal y el 3er. Vocal, Rosalío Bustamante. Entre los principales postulados del programa mencionado, en los puntos 21 al 33 se incluyeron: 21
  • 22. 1. La jornada de ocho horas. 2. Salario mínimo de un peso en todo el país y de más de uno en aquellos lugares donde la vida fuera más cara. 3. Reglamentación del servicio doméstico y del trabajo a domicilio. 4. Prohibición del trabajo a menores de 14 años. 5. Alojamiento higiénico a los trabajadores. 6. Obligación de los patrones a pagar indemnización por accidente de trabajo. 7. Prohibición a los patrones, bajo severas penas, que paguen al trabajador de cualquier otro modo que no sea con dinero en efectivo. 8. Impedir que se retrase el pago por más de una semana. 9. Supresión de las tiendas de raya. 10. Evitar que ocupen más puestos los extranjeros para no desplazar a los mexicanos. En 1906, en el estado de Sonora, trabajadores de las Minas de Cananea hicieron estallar una huelga por salarios más altos y trato igualitario para trabajadores mexicanos, que en comparación con los empleados norteamericanos padecían discriminación. En 1907 estalló la huelga textil de Río Blanco, Veracruz, por las malas condiciones de trabajo a que eran sometidos, entre las que se contaban jornadas de 12 horas, salarios sometidos a multas y control sobre las actividades que realizaban los trabajadores. El resultado fue un importante número de heridos y muertos. Ambos hechos marcan el despertar de la conciencia del obrero mexicano. Diez años después, los postulados planteados por el PLM, tal y como lo plantearon los hermanos Flores Magón, fueron la base del artículo 123 constitucional, que es la parte profundamente humana de la Constitución de 1917, que dio fin de manera oficial a la parte armada de la Revolución Mexicana. Las incipientes organizaciones obreras habrían de continuar un camino menos pedregoso pero largo para sus conseguir sus objetivos de defensa, protección y compensación digna a los trabajadores. Desde 1912 se había establecido la Casa del Obrero Mundial, ubicada en Matamoros No. 105, por el rumbo del barrio Tepito, en la Ciudad de México, que agrupó a los trabajadores en sindicatos y asociaciones profesionales. Nació con la finalidad de ser una escuela en que se esbozaron todas las teorías económico- sociales del momento, experimentadas por las nacientes agrupaciones de trabajadores. La Casa del Obrero Mundial fue definitiva en la marcha del movimiento proletario. Al quedar constituida, se apartó de formulismos, por ello no se incluyeron principios, ni estatutos. No fue estructurada como federación de sindicatos obreros y menos aún como confederación nacional. 22
  • 23. Se plantearon métodos consistentes en el sabotaje, el boicot y la huelga ordinaria como ensayo de la clase obrera para culminar con una huelga general. Cerró sus puertas en enero de 1916, al ser presionados sus militantes por el Gobierno del entonces llamado Primer Jefe, Venustiano Carranza. ―En 1912 fue celebrado el 1°. de mayo por primera vez en la historia del movimiento obrero mexicano, por trabajadores afiliados al Partido Obrero Socialista de la época‖ (Maldonado, Edelmiro, Óp. Cit. Pág. 72). De esta manera fue recordada la histórica huelga del 1°. de mayo de 1886 por los trabajadores de Chicago -que por entonces fue la segunda ciudad más importante de los Estados Unidos de América- 40 mil obreros se declararon en huelga en favor de las de ocho horas de trabajo, ya que lo usual en aquel tiempo eran jornadas de 14 a 18 horas diarias. Terminó con la represión de los trabajadores y el asesinato de los principales líderes. La celebración del 1° de mayo inició en lugares cerrados. Fue hasta 1913 cuando la Casa del Obrero Mundial realizó el primer desfile obrero. Logró reunir a más de 25 mil trabajadores, hecho inusitado para la época. El contingente inició en la Plaza de la Constitución a las diez de la mañana para dirigirse al hemiciclo a Juárez, donde realizaron un mitin. Posteriormente los trabajadores se trasladaron a la Cámara de Diputados para entregar sus demandas: 1) la jornada laboral de ocho horas, 2) indemnización por accidentes laborales 3) el reconocimiento por parte de los patrones de sus organizaciones y dirigentes. Fue ahí, donde Serapio Rendón, después de haber intervenido en el mitin fue apresado y fusilado para después cortarle la lengua, por calificar de rufianes y asesinos de encrucijada a Victoriano Huerta (autoproclamado Jefe del Ejecutivo) y a Aureliano Blanquet (Ministro de Guerra y Marina) además hubo detenidos y varios extranjeros fueron expulsados. En 1914 se constituyó el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME). Nació en plena revolución. Francisco Villa y Emiliano Zapata se inmortalizaban con la bandera de la causa popular y campesina, haciéndole la guerra, ya en este momento, al entonces presidente Venustiano Carranza. Un año después ―... en febrero de 1915 Obregón apoyó la huelga del SME, una huelga nacional, en vista de que la Compañía The Mexican Light and Power, Co, Ltd. (Compañía Mexicana de Luz y Fuerza Motriz) no aceptó el fallo arbitral del caudillo. Dueño de la ciudad de México, decidió someter a la empresa y consolidar su alianza con los dirigentes obreros. Confiscó la fábrica a los patrones y entregó la gerencia al líder de los trabajadores‖. (González Casanova, Pablo, La clase obrera en la historia de México, México, 1981, Coedición Siglo XXI, UNAM- Instituto de Investigaciones Sociales, página 22). En ese mismo año, se firmó un desafortunado pacto de colaboración con el Gobierno de Carranza obligando a los trabajadores a tomar las armas contra los ejércitos campesinos de Villa y Zapata. El único sindicato que se opuso fue el SME. 23
  • 24. El 15 de octubre de 1915 se aprobó el programa de Reformas políticas y sociales, se disponía que se reconociera tanto la personalidad jurídica de las uniones y sociedades de trabajadores como el derecho de huelga. Aún así, el presidente Carranza reprimió varios movimientos de huelga. Hubo después algunos altibajos que impidieron el desarrollo de la industria mexicana. Nuestra economía proseguía bajo un estigma eminentemente agrícola y minero. El movimiento obrero ya sindicalizado propiamente estructurado se manifestó después de expedida la constitución de 1917, tomando como bandera y protección artículo 123. En marzo de 1918 se crea la primera gran central obrera, la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM) designando a Luis N. Morones como secretario general. El movimiento obrero mexicano tomó vitalidad y un poco después, ante la caída del presidente Carranza, presencia e importancia, cuando el Gobierno del general Álvaro Obregón (1920-1924) abrió paso al desarrollo, clausurando el periodo de la revolución armada. Álvaro Obregón emprendió reformas congruentes con objetivos primordiales de la Revolución como: la reforma agraria, el desarrollo del asociacionismo obrero -expresado en la Confederación Nacional Obrera Mexicana -, la expropiación de los grandes latifundios para repartir tierras a los campesinos, ampliación de los bienes comunales de los pueblos, reducción de las deudas de los jornaleros pobres y el establecimiento de un plan de educación popular. Con la designación de Morones, como titular de la Secretaría de Industria, Comercio y Trabajo (1924-1928), se propiciaba la tarea de sindicalizar a todos los campesinos y obreros para agruparlos en la CROM, lo que desembocó la ruptura con el Partido Nacional Agrarista en 1925, y la lucha con los sindicatos católicos, patronales y rojos. La Confederación General de Trabajadores (CGT) se separó en 1921 de la CROM, como respuesta del movimiento obrero y la legitimación de las organizaciones de trabajadores ante el Estado. La corriente anarcosindicalista -la más combativa- permaneció al margen, aunque en sus filas militaban comunistas, se rehusó a participar en actos que pudieran significar colaboración con el régimen. Bajo la premisa de la lucha de clases y la acción directa, se fomentaban acciones de exclusión de toda clase de participación política. No solo la CGT, otros sindicatos abandonaron la CROM, sobre todo los del ramo textil. Finalmente se unieron a las causas cegetistas. El declive de la CROM se aceleró con el asesinato de Obregón el 17 de julio de 1928, del que fue acusado Morones por los seguidores del sonorense. Esta situación provocó la renuncia a los puestos públicos de los seguidores de Morones y el mismo presidente Calles le retiró su apoyo. Plutarco Elías Calles, impulsaría las convenciones industriales y la federalización de las Juntas de Conciliación y Arbitraje, proyectos que fueron un nuevo planteamiento de corporativización para encausar la lucha de clases. 24
  • 25. Durante diez años la CROM se mantuvo vinculada al Gobierno ―... La crisis de la Confederación marca en 1928 el fin del periodo formativo del sindicalismo mexicano, pues durante ese lapso se ensayan las modalidades de organización cuyos rasgos esenciales marcarían el desarrollo posterior de dicho sindicalismo y es cuando se establecen los primeros eslabones de la cadena que acabó por atar definitivamente los sindicatos al Estado‖. (Lastra Lastra, Óp. Cit., página 46). En 1929, un grupo de inconformes con la CROM se unieron a la CGT y fundaron la Federación Sindical de Trabajadores del Distrito Federal (FSTDF) entre ellos estaba Fidel Velázquez. Así la CGT acordó participar oficialmente en la liquidación laboral -por supuesto abandonó los principios anarcosindicalistas-, promovió un pacto con los electricistas y la mencionada FSTDF. La Confederación General de Obreros y Campesinos de México (CGOCM), dirigida por el abogado poblano Vicente Lombardo Toledano –quien también abandonó la CROM-, reorganizó a los trabajadores que se encontraban dispersos. En 1931 entró en vigor la Ley Federal del Trabajo, Lombardo Toledano se opuso a esa ley. En 1932 se constituyó e inmediatamente se unió a la Confederación el Sindicato de trabajadores Ferrocarrileros ―... El movimiento obrero llegó dividido en la etapa cardenista, pero independiente del Estado, pues salvo la Cámara Nacional del Trabajo, que intentó formarse como organización obrera con la protección de Abelardo L. Rodríguez [Presidente de México de 1932 a 1934, parte final del maximato de Plutarco Elías Calles] y el resto de las organizaciones estaban libres de la tutela estatal, como la CGOCM [...y...] otras ligadas al Partido Comunista Mexicano, como la Confederación Sindical Unitaria de México (CSUM) y los grandes sindicatos electricistas, mineros y ferrocarrileros [...] Otros organismos como la CROM y en menor medida la CGT eran independientes no porque así lo desearan, sino debido a que el estado los rechazaba como posibles aliados‖. (Lastra Lastra, José Manuel, Derecho Sindical, Editorial Porrúa, cuarta edición, México, 2004, página 233). El Gobierno del presidente Lázaro Cárdenas (1934-1940), para llevar a cabo su política de reformas necesitaba unificar a la clase obrera en una agrupación poderosa que fue la Confederación de Trabajadores de México (CTM). El antecedente inmediato de esta central fue el Comité Nacional de Defensa Proletaria, que se integró el 15 de junio de 1935, con las organizaciones más representativas del proletariado y cuyos objetivos fueron crear un frente amplio en defensa de las reformas cardenistas y promover la unidad de los trabajadores del país. Poco tiempo después de la ascensión de Lázaro Cárdenas a la presidencia de la República, el Congreso de la Unión expidió un Decreto reformando el artículo 78 de la Ley Federal del Trabajo que se refería al día de descanso semanal, estableciendo el derecho de pago del séptimo día para todos los trabajadores. En la coyuntura, el expresidente Calles acusa a Cárdenas de sostener una política socializante y de ser incapaz de mantener el control de la clase obrera, eso conllevó a que el SME invitara a las organizaciones obreras a discutir la posición que el movimiento en su conjunto debería adoptar frente a dichas declaraciones. 25
  • 26. Los trabajadores de la electricidad organizaron en 1934 la Confederación Nacional de Electricistas y Similares (CNES) también en ese año se unificaron los mineros y expulsaron de la CGOCM a la CGT. En 1935 Calles condena las huelgas y responsabiliza a Cárdenas, las organizaciones obreras, a partir del llamado del SME el 15 de junio, forman el Comité Nacional de Defensa Proletaria (CNDP), mismo que convoca y se crea la Confederación de Trabajadores Mexicanos (CTM). La CROM y la CGT, muy desprotegidas, quedan al margen. En ese año México contaba con 7,619 fábricas y la mayoría de los establecimientos industriales seguían en manos del capital extranjero. La industria mexicana debía fortalecerse soslayando la dependencia del capital extranjero, sobre todo proveniente de Estados Unidos. El 9 de abril de 1936 Cárdenas dio la instrucción de que se expulsará del país a Plutarco Elías Calles, Luis N. Morones, Luis León y Melchor Ortega, acusados de actos subversivos, como la posesión ilegal de armas y la voladura del tren de Veracruz, ya que con esos actos sembraban la desconfianza en el país y desestabilizaban al Gobierno. A su llegada a los Ángeles, California, Plutarco Elías Calles dio a conocer que su salida se debió por haberse opuesto a la política de Cárdenas, que era comunista. El 16 de julio del mismo año, tuvo un empuje el proletariado mexicano al iniciarse uno de los movimientos de huelga de trascendencia: ―... La huelga organizada por los trabajadores del SME, en contra de la Compañía Mexicana de Luz y Fuerza Motriz, S.A., fue la primera victoria alcanzada contra una poderosa empresa extranjera por los trabajadores organizados‖. (Maldonado, Edelmiro, Breve historia del movimiento obrero mexicano, Universidad Autónoma de Sinaloa, México 1981, páginas197 y 198). Con este movimiento la clase obrera conquistó el mejoramiento de las condiciones laborales, logrando acotar las arbitrariedades de los empresarios. Un nuevo triunfo que propició una reforma a Ley Federal del Trabajo, en la que los patrones fueron obligados a pagar a los obreros los días festivos. Para el año de 1938, los sindicatos formados por obreros y campesinos tuvieron una gran participación protagonista en el desarrollo social y económico del país. A pesar de que fuera a través de un sistema corporativo autoritario y vertical -pues las decisiones fundamentales se tomaban de acuerdo con el poder centralizado y presidencialista-, la unión de las cúpulas sindicales favoreció a los trabajadores logrando mejores condiciones laborales y de vida. (Según comenta Elvia Montes de Ocas en el libro Presidente Lázaro Cárdenas del Río, 1934-1940. Pensamiento y Acción, El Colegio Mexiquense, México, 1999, página. 15). Cuando Lázaro Cárdenas en su gira electoral planteaba la necesidad de crear una organización única de los Obreros, El Congreso Nacional de Unificación Proletaria, celebrado del 26 al 29 de febrero de 1936, acordó la creación de la Confederación de Trabajadores de México (CTM). Esta central reunió a los sectores más representativos de los obreros, como el Sindicato de 26
  • 27. Trabajadores Ferrocarrileros de la República Mexicana, Sindicato Mexicano de Electricistas, Sindicato Industrial de Trabajadores Mineros y Metalúrgicos, Cámara Nacional de Trabajadores, entre otros. Al frente de la CTM, fue elegido Vicente Lombardo Toledano. En el segundo Congreso Nacional celebrado en febrero de 1941, Lombardo terminó su periodo y Fidel Velázquez ocupó la secretaría general hasta su fallecimiento, el 21 de junio de 1997, con excepción del periodo cubierto por Fernando Amilpa de 1947 a 1950. El 14 de agosto de 1937, en el periodo cardenista, se crea la Comisión Federal de Electricidad (CFE), al mismo tiempo que el oficialista Sindicato Nacional de Electricistas, Similares y Conexos de la República Mexicana (SNESCRM) que tuvo desde un principio un claro perfil corporativo y charril. Pese a los deseos unificadores de Lombardo, la prolongada crisis interna de la CTM -entre 1936 y 1937- tuvieron repercusiones pues el sindicato minero abandonó la CTM y poco después el SME así como el de los ferrocarrileros. Los petroleros continuaron debido a la proximidad de la huelga en contra las compañías petroleras que los obligaban a mantener una relación políticamente correcta y conveniente con la CTM. Dentro de las actuaciones destacadas de la CTM está el apoyo a la huelga de los trabajadores electricistas contra la Compañía Mexicana de Luz y Fuerza Motriz, S.A. (Mexican Ligth and Power Company) declarada por SME. El éxito de la huelga fue completo‖. (Lastra Lastra, José Manuel, El sindicalismo en México, Biblioteca jurídica virtual, Revista Jurídica, http://www.juridicas.unam.mx/publica/rev/hisder/cont/14/cnt/cnt3.htm). En 1942 se formó el Consejo Obrero Nacional (CON) con el propósito de vigilar el cumplimiento del Pacto Obrero-Industrial que también firmó el SME: ―... El 8 de julio de 1942, Fidel Velázquez y demás miembros del Comité Ejecutivo de la CTM, Luis N. Morones y otros líderes de la CROM, Carlos Sánchez y demás dirigentes de la CGT, Francisco Sánchez y el Comité Ejecutivo del SME, Alfredo Navarrete y algunos dirigentes de la CNP y Julio López de la COCM, firmaron un pacto de unificación obrera con el secretario de Trabajo y el presidente Ávila Camacho‖. (Maldonado, Edelmiro, Óp. Cit., página 247) Siendo Presidente de la República Manuel Ávila Camacho en 1943 se forma El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), impactando el panorama de la lucha de los trabajadores mexicanos. Durante este Gobierno, logró una vitalidad renovada el Artículo 123 constitucional, pues obligaciones establecidas como las responsabilidades de los patrones en accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, así como la observancia los preceptos legales sobre higiene y seguridad, se vigilaron muy estrechamente. Fue así como el 19 de enero de 1943 nació el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), con una composición tripartita para su manejo integrado de manera igualitaria por representantes de los trabajadores, de los patrones y del Gobierno Federal. 27
  • 28. En 1945, el SME participó en la formación de la Confederación Nacional de Electricistas de la República Mexicana (CNE) junto con la Federación Mexicana de Trabajadores de la Industria y Comunicaciones Eléctricas (FMTICE). La CNE desapareció para luego surgir como Confederación Mexicana de Electricistas (CME). En mayo de 1949 nace la Unión de Obreros y Campesinos de México, este gremio quedó integrado por el Sindicato de Mineros y otros de menor importancia. Adoptó la tesis de la lucha de clases. En 1952, el SME rompió con el esquema corporativo, siendo un sindicato con una vida interna muy intensa, cada año tenían elecciones y todos los puestos eran debidamente disputados. Algunos rasgos distintivos del Gobierno de Miguel Alemán Valdés (1946-1952) fueron: ―... Su política desarrollista subordinada a los monopolios norteamericanos, la implantación del charrismo sindical, la agresión a los derechos de los campesinos, la modificación al artículo 27 Constitucional para proteger a los terratenientes, la más desenfrenada corrupción administrativa y la más alta represión de las masas trabajadoras‖. (Maldonado, Edelmiro, Óp. Cit., página 283) Con Adolfo López Mateos (1958-1964), se impulsó el reparto de las tierras a los campesinos, se puso en marcha el mandato que establece el reparto de utilidades a los trabajadores y sentó los lineamientos para la fijación del salario mínimo. Se creó el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE). El presidente López Mateos reprimió el movimiento ferrocarrilero, calificado como sindicato no oficialista encabezado por Demetrio Vallejo y apoyado por maestros y telefonistas. La reacción del gremio ferrocarrilero fue la respuesta a la formación y consolidación una burocracia sindical que buscaba controlar y oprimir a la clase obrera. En su lucha promovieron la renovación de las dirigencias que representaban a la clase trabajadora. En 1960 el SME participó activamente en las acciones que dieron lugar a la nacionalización de la industria eléctrica, decretada por el presidente Adolfo López Mateos, quien manifestó: ―Al tomar posesión la nación mexicana de la Compañía de Luz, se consuma un largo esfuerzo desarrollado por el pueblo de México para tener en sus manos la energía eléctrica que en el país se produce por manos de mexicanos‖. (http://www.biblioteca.tv/artman2/publish/1960_95/Discurso_del_pre sidente_Adolfo_L_pez_Mateos_sobre__1435.shtml. Consultado el 12 0ctubre 2010). Con el tiempo surgieron otras organizaciones obreras, cuyo papel fue más modesto comparado con lo que ha representado la CTM. Algunas de ellas fueron: la Confederación Revolucionaria Obrera Campesina (CROC) en 1952, La Confederación Revolucionaria de Trabajadores (CRT), en 1954, Bloque de Unidad Obrera (BUO) en 1955, Congreso Permanente de la Clase Obrera (CPCO) en 1959, Central Nacional de Trabajadores (CNT) en 1960, Unión Nacional de Trabajadores (UNT) en 1972 y el Movimiento Sindical Revolucionario (MSR), en 1974. 28
  • 29. El presidente Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970) promulgó una nueva Ley del Trabajo, para mejorar la situación de los obreros pero fue opacada por la intervención contra el movimiento de 1968 y la matanza de estudiantes el 2 de octubre en Tlatelolco. El presidente Luis Echeverría Álvarez (1970-1976) creó la Comisión Nacional Tripartita, formada por empresarios, líderes sindicales y funcionarios públicos, de la que nació el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (INFONAVIT). En 1985 la Compañía de Luz y Fuerza del Centro (CLyFC) y la CFE firmaron el convenio de Delimitación de zonas, así la zona de operación se redujo en más de un 50 por ciento de su extensión original, parte de Michoacán y todo Guerrero, pasaron a ser parte de la CFE. Durante 21 años la empresa fue sometida a un proceso de liquidación, disolución y guerra comercial, período que fue aprovechado para colocarla en una situación de quiebra técnica a tal grado, que en 1994 la deuda que tenía contraída con CFE ascendía a 21 mil 476 millones de pesos, como resultado de la compra de energía en bloque al precio impuesto por CFE. La Federación de Sindicatos de Empresas de Bienes y Servicios (FESEBS), se convirtió en una alternativa frente al tipo sindicalismo cupular y anquilosado que prevalece en el Congreso del Trabajo. ―La FESEBS nació buscando mayor independencia y menos subordinación al gobierno, con propuestas de producción, productividad y mejor calidad en los servicios prestados, consiguió su registro en 1990, se presentaba como alternativa ante la subordinación total que mostraba el Congreso del Trabajo y su inoperancia para defender el empleo y los salarios. El gobierno de Salinas parecía jugar con los dos caminos del sindicalismo: conservaba al sindicalismo oficial tradicional pero daba aliento para una renovación del movimiento obrero acorde con el libre comercio y las necesidades de la globalización económica‖. Medina Núñez, Ignacio, Diversos Modelos de Sindicalismo en México, p. 6. (http://www.angelfire.com/folk/latinamerica/Sindicatos/sesion4b.pdf/ Consultado el 15 de noviembre del 2011). Junto con el Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana, formaron alianza los obreros del Sindicato Mexicano de Electricistas, la Asociación de Tranviarios de México, la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores de México, la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación de México, el Sindicato de Trabajadores de la Producción Cinematográfica de la República Mexicana, el Sindicato de Trabajadores Técnicos y Manuales de Estudios y Laboratorios de la Producción Cinematográfica, Similares y Conexos de la República, y el Sindicato Independiente de trabajadores de la Industria Automotriz, Similares y Conexos Volkswagen de México, entre otros. 29
  • 30. En el periodo de Gobierno del presidente Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), el Congreso de la Unión emitió un Decreto en 1989 ordenando la creación del organismo descentralizado Luz y Fuerza del Centro. Y el 9 de febrero de 1994, casi al término del sexenio, Salinas de Gortari promulga otro el Decreto por mandato legislativo y crea Luz y Fuerza del Centro (LFC) organismo descentralizado, con personalidad jurídica y patrimonio propio, financieramente sano, pues el Gobierno absorbía la deuda multimillonaria con CFE. Sin embargo, luego de la crisis de 1994, la deuda que según Salinas de Gortari absorbería el estado fue colocada en los pasivos de la LFC, situándola automáticamente de nuevo en una posición legal de quiebra técnica. (http://www.machetearte.com/machetes2/1490/doc4.htm / Consultado el 12 octubre 2010). Por su parte, el presidente Ernesto Zedillo (1994-2000) estableció compromisos con el Banco Mundial para privatizar una serie de áreas económicas, entre ellas el sector eléctrico. Esto a pesar de que en 1997, el propio presidente Zedillo dijo que no se permitiría ―... retroceso alguno en derechos laborales, seguiría el sindicalismo siendo una fuerza activa para la transformación que genuinamente favoreciera a los trabajadores‖. En 1999, la Secretaría de Energía a través de Mauricio Toussaint, Subsecretario de Operación Energética declaró que el Contrato Colectivo de Trabajo del SME era insostenible para las finanzas públicas. Al encabezar la última concentración obrera de su administración el 1º. de mayo del 2000, el presidente Ernesto Zedillo destaca el patriotismo, convicción y esfuerzo de los trabajadores mexicanos. Y aseguró: ―¡El Gobierno y trabajadores defenderemos siempre los derechos conquistados!". Leonardo Rodríguez Alcaine, líder del Congreso del Trabajo elogia al mandatario por su dedicación, su ejercicio responsable del poder y su tarea cumplida. (Vargas, Rosa, Ernesto Zedillo y el sindicalismo oficial intercambian elogios, La Jornada, 2 de mayo del 2000, página 3). El presidente Vicente Fox (2000-2006) envió a la Cámara de Diputados en 2002, una iniciativa de reforma eléctrica que no prosperó, gracias a la intervención del SME. En este sexenio, Carlos Abascal Carranza, Secretario del Trabajo y Previsión Social, presentó un proyecto para dar por terminado el Contrato Colectivo de Trabajo del SME, aunque el Presidente Fox tomó la determinación de aplazar dicha liquidación. Así lo advierte un informe confidencial en poder del El Economista. (Martínez, Ma. del Pilar, Planearon cierre de Luz y fuerza en el 2003, eleconomista.com.mx/notas-impreso/negocios/2009/10/11/planearon-cierre-luz-fuerza-2003). Es importante señalar que, de manera silenciosa durante los Gobiernos de Salinas y Zedillo, se modificaron las leyes secundarias del ramo energético, leyes que fueron ejercidas por el Gobierno de Fox, quien a su vez presionó al Poder Legislativo para que aprobara la reforma energética —que requería de modificaciones a la Constitución— eliminándose los obstáculos legales para que las trasnacionales se apoderaran de la industria estratégica mexicana y su mercado, objetivo que en ese momento no se alcanzó. 30
  • 31. En el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012), durante el año del 2008, el SME advirtió que no permitiría ningún tipo de reforma energética. No obstante, el 11 de octubre del 2009, por Decreto emitido por el presidente Calderón se llevó a cabo la liquidación de LFC. El SME y LFC terminan su relación laboral. A lo largo de los años, las transformaciones políticas, económicas que se han manifestado en nuestro país, no siempre fueron favorables o positivas en el desarrollo de las organizaciones sindicales. Con poca preparación para enfrentar dichos cambios, no pudieron configurar estrategias, ni separadas ni conjuntas, ni supieron ofrecer soluciones alternativas a las adoptadas por el Gobierno y las empresas. La calidad cada vez más disminuida del empleo, la cancelación de puestos de trabajo en sectores altamente sindicalizados y la reorganización de la producción afectaron la base de agremiación de los sindicatos y su poder de negociación frente al capital y el estado. Los cambios emanados de la pluralidad política –al menos en lo que respecta a partidos- han abierto nuevas opciones para las organizaciones independientes, al disminuir las complicaciones de impugnar las políticas gubernamentales y reducirse un tanto la fuerza de los corruptos liderazgos tradicionales. Sin embargo perduran los mecanismos de control estatal que tienen su soporte en la legislación laboral. Ya que de acuerdo a esta legislación, el artículo 123 constitucional establece tres tipos de registro para los sindicatos. En el apartado A, especifica dos categorías, la primera de Jurisdicción Federal: los sindicatos de las ramas industriales deben inscribirse ante el registro nacional de asociaciones de la STyPS. Sindicatos de actividades tales como: textil, eléctrica, cinematográfica, minera, metalúrgica y siderúrgica, petroquímica, entre otras. También incluye empresas descentralizadas, administradas por el Gobierno federal, las cuales actúan en función de un contrato o concesión federal y aquellas que ejecutan trabajos en zonas de jurisdicción federal. La segunda, Jurisdicción Local, sindicatos no contemplados anteriormente, se inscriben en las Juntas Locales de Conciliación y Arbitraje. El apartado B, se destina a la categoría restante, donde se encuentran las organizaciones de los trabajadores al servicio de los poderes de la unión y del Gobierno del Distrito federal, las cuales se deben registrar en el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje. Esta clasificación ha influido en la dispersión y heterogeneidad que caracteriza a las organizaciones sindicales. Históricamente se trató de superar esta tendencia con la fundación de las grandes centrales sindicales como la CTM, la CROC, o la CROM, que aglutinaban sindicatos de las jurisdicciones federales y local. Posteriormente la conformación del Congreso del Trabajo, 31
  • 32. en febrero de 1966, pretendió articular al conjunto de las organizaciones sindicales sin distinción de apartado ni de jurisdicción. Transcurridos algunos años de distancia a la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte –con el consecuente impacto económico, entre ellos el sufrido por la prácticamente desaparecida de la industria maquiladora- el trabajo en México se caracteriza por la generación de la informalidad, la subocupación y los bajos salarios, situación que incide en la profundización de la pobreza. Síntoma de esto las personas se autoemplean en el ambulantaje, como ayudantes en los negocios familiares o asalariados en empresas que les niegan prestaciones como la seguridad social, reparto de utilidades, servicio de ahorro para el retiro y vacaciones. Del otro lado, dentro del mismo contexto laboral mexicano, en el que corresponde al movimiento obrero organizado, específicamente a los sindicatos, una gran parte de ellos no sirven para defender los derechos de los trabajadores sino como instrumentos de mediatización en beneficio de sus líderes. Por eso el sindicalismo en México tiene una imagen pública, de ineficacia y corrupción, a pesar de que existen sindicatos y centrales de comprobada integridad jurídica y política. El sindicalismo es hoy reconocido como uno de los bastiones de la organización democrática en las sociedades modernas. 32
  • 33. ►Primera Parte ◙ ¡¡Sorpresa…sorpresa!! I. Sabadazo a hurtadillas «De la noche a la mañana de una manera ¡fascista y cobarde! llegó la fuerza pública a sacarnos… importándoles poco si fuéramos hombres o mujeres… si algunos de los compañeros estaban enfermos o tenían alguna clausula -que ampara, cuando han recibido una descarga y no quedan bien físicamente- y trabajan archivando o haciendo limpieza… ¡Todos a la calle!». Cuauhtémoc Serrato Salinas Luz y Fuerza del Centro, División Cuernavaca (Foto: Google.com.mx) Aquel sábado 10 de octubre del 2009, todo era furor y felicidad. ¡Por fin! después de numerosos altibajos, los mexicanos festejaban en el Ángel de la Independencia el pase del Tri al Mundial de futbol de Sudáfrica 2010, tras derrotar 4 goles a 1 a su similar de El Salvador. 33
  • 34. El Gobierno del Presidente Felipe Calderón Hinojosa planeó muy bien el momento para llevar a cabo un sabadazo a hurtadillas. Las instalaciones de Luz y Fuerza del Centro (LFC) fueron ocupadas por agentes de la Policía Federal (PF), por orden de la Secretaría de Gobernación. Todo se llevó a cabo con total inconstitucionalidad, manifestaron trabajadores que se encontraban operando dentro de las instalaciones. Ante los hechos, Obed Vicencio Becerril, ingeniero en informática del Sector Tlalnepantla, dijo que: ―… Algunos de los trabajadores de confianza de la paraestatal estaban avisados que el Gobierno iba a tomar las instalaciones de LFC, pero como el asunto de la privatización, era un tema recurrente en cada sexenio, nadie creyó hasta que lo vivió‖. Recordó Obed: ―... El día viernes 9 de octubre (de 2009) estaba en otro sector haciendo un diseño de una aplicación para la compañía, estábamos platicado que aún no había solución con respecto a la Toma de Nota de Martín Esparza, nuestro líder sindical, y uno de los [trabajadores] de confianza de ese sector, nos dijo: ¡Prepárense!... porque la CFE (Comisión Federal de Electricidad) conoce la forma de operar de las subestaciones y en cualquier momento puede tomar por asalto la empresa… Le dije… ¡me parece que es una broma!... Por ello, cuando veo al siguiente día lo que estaba pasando ya no me tomó por sorpresa… ¡Fue una gran desilusión!‖. De acuerdo a las leyes mexicanas, específicamente en materia laboral los sindicatos eligen libre y democráticamente a sus líderes. Esta designación se formaliza ante la Secretaria del Trabajo, quién toma nota de los representantes. El documento por el cual se hace constar esta decisión sindical, se llama, precisamente: Toma de Nota. Es, en la práctica, un mecanismo de control (ya que sin este requisito no puede desempeñar la función) para tener sometidos a los sindicatos esto lo implementó Arsenio Farell cuando fue Secretario del Trabajo entre 1982 y 1994. Prosiguió Vicencio Becerril, después de una prolongada pausa: ―…Cuando vi la toma de las instalaciones por la televisión, me entró una impotencia. Incluso recordé que una de las ingenieras con las que estaba trabajando me dijo: si toman por asalto las instalaciones me voy aventar para que no entren los militares… ¡Ya no le dio oportunidad!... porque fue en la noche, en la penumbra… el asalto… ya no se pudo hacer nada‖. Por su parte el líder sindical Martín Esparza, unos días antes de la toma de las instalaciones, declaró a la revista Proceso que: ―... La Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) estaba tratando de reventar al sindicato para preparar una posible intervención‖. Labor que –sostiene Esparza- ―... Se estaba haciendo de manera paulatina, pues agentes de Gobernación y de la policía Federal vestidos de civiles amedrentan a los trabajadores‖. 34
  • 35. Oficinas centrales de LFC, Marina Nacional y Melchor Ocampo. (Foto: Rocío Torres) 35
  • 36. II. Asalto a las instalaciones de Luz y Fuerza del Centro ◙ «A todos nos agredieron, porque destruyeron nuestros anhelos y nuestro plan de vida» Luis Javier Torres Pérez Luz y Fuerza del Centro, Departamento Conexiones Foráneo, Valle de Aragón (Foto: Rocío Torres) El sábado 10 de octubre del 2009, alrededor de las diez y media de la noche, las televisoras interrumpieron su programación habitual para transmitir la toma de las instalaciones de Luz y Fuerza del Centro (LFC). Los conductores titulares de los noticieros nocturnos, que normalmente salen en pantalla de lunes a viernes, aparecieron en sábado. Estaban listos para cubrir el asalto a las instalaciones de LFC. El despliegue informativo se preparó con discreta anticipación a los hechos. Milenio Televisión, gozó del privilegio de acceso a la información, fue el primero de los medios en estar apostado en las instalaciones intervenidas por la PF. Fue a través de esta televisora como la mayoría de los trabajadores de LFC, se enteraron de lo que estaba pasando. 36
  • 37. Por el canal de las estrellas apareció a cuadro Joaquín López Dóriga repitiendo una y otra vez: ―Todo comenzó a las 22:40 horas cuando en un operativo simultáneo, elementos de la Policía Federal (PF) ingresaron a las instalaciones de LFC‖. Alrededor de quinientos agentes de la PF descendieron de varias camionetas y autobuses foráneos, aseguraron el edificio de las oficinas centrales de LFC, ubicadas en Marina Nacional y Mariano Escobedo, frente al Circuito Interior. (Las imágenes de los hechos se transmitieron insistentemente en los diferentes canales de televisión tanto abierta como de paga). Cerraron los carriles laterales del Circuito ahora llamado Bicentenario. La policía bloqueo calles aledañas. Las tres entradas del inmueble estaban resguardadas. No se permitía el acceso. Uniformados ingresaron por la parte posterior a las instalaciones centrales, mientras que centenares de elementos fueron apostados en los alrededores. En los medios de información se insistió que los uniformados ocuparon el inmueble en orden y sin que se presentara incidente alguno, que todo transcurría en completa calma. Ya tomadas las instalaciones, el conductor Jorge Zarza de Televisión Azteca recalcó: ―Se han instalando vallas metálicas para evitar un enfrentamiento con los [trabajadores] de LFC. Alrededor de 40 empleados que estaban en este momento laborando fueron informados que tenían que recoger sus cosas y salir del inmueble. Han sido evacuados de manera pacífica‖. Pero Martín Esparza refutó la información oficial: ―Era sábado, estaba con mis hermanos en la feria del pueblo en Pachuca, llamó un compañero que estaba en turno y me dijo que llegó la PF y el Ejército, los tumbaron al piso, psicológicamente los torturaron. Después les dijeron: ¡párense!... Les pasaron un peine, agua para que se peinaran y los empezaron a grabar… Y replicaban los medios, todo se está llevando en completa calma… Echaron un rollo distinto, solo en las dictaduras pasa esto, están enfermos de las mentes, los carniceros de hoy serán las reses de mañana… el poder no es eterno, la gente ya tiene mucho coraje, que le midan… ¡su gabinete de Calderón está reprobado!‖. Lo que sucedía generó un desconcierto total, no sólo entre los trabajadores de LFC sino también en la mayoría de los televidentes, aunque se vislumbraba el panorama que se vendría con la toma de las instalaciones. En el ínterin, alrededor de las 23:00 horas llegó al edificio central en Antonio Caso, Fernando Amezcua, vocero del SME, quien dijo desconocer la situación jurídica del inmueble y responsabilizó al Gobierno Federal de las posibles fallas en el suministro de energía eléctrica. Precisamente en ese momento se dio a conocer que alrededor de diez subestaciones ya habían sido tomadas, entre ellas Necaxa, Lechería y Ecatepec. En una entrevista realizada por Milenio Televisión, Fernando Amezcua subrayó: ―Hemos estado al pendiente en internet de la página del Diario Oficial de la Federación (DOF) y no hay ninguna 37
  • 38. información‖. Lo que sí señaló fue que era un acto ilegal de parte del Gobierno apartar a ―los compañeros de control central, operadores de distribución y quejas‖. Además argumentó: ―En el Pedregal, Necaxa y Ecatepec, en el área de distribución, fueron sacados a la fuerza los trabajadores… Le decimos al público que nuestras instalaciones tienen de 30 a 50 años de antigüedad… se van a quedar a cargo de la continuidad del servicio público de energía eléctrica los que el Gobierno ponga y ellos serán los responsables de lo que pase‖. Además, el vocero recalcó que no presentaron ningún documento para la toma de las instalaciones ¡simplemente lo hicieron! Pasados los minutos, miles de trabajadores se concentraron en la sede del sindicato, donde se organizaban para determinar las acciones a seguir ante la toma de las instalaciones. ―Fui el primero en llegar‖ aseguró Miguel Márquez Ríos, Prosecretario de Divisiones, Comité Central del SME. ―Llegué –continúa el funcionario sindical- alrededor de las doce, hice una hora veinte minutos desde Necaxa a Insurgentes 98… Vi como empezó a llegar la gente… Toda descontrolada… Los carros parados en Insurgentes, se tomó toda la avenida y la calle Antonio Caso… Al ver la desesperación de mis compañeros, lo primero que hice fue agarrar el altavoz y les dije que se tranquilizaran que ya se le había notificado al Secretario General y que ya venía en camino‖. La intención -según refirió Márquez Ríos- fue calmar los ánimos: ―Esperemos a que lleguen todos los de la dirección del sindicato, para saber cuáles son las acciones a seguir y lo que tengamos que hacer, ¡hagámoslo en unidad! para fortalecer a este sindicato y no caer en la provocación del Gobierno, que es lo que quiere… Hoy es el momento de demostrarle al ¡pinche Gobierno! de que está hecho el sindicato… Por el bien de los trabajadores, de las conquistas que nos han heredado nuestros antepasados: ¡mantengamos la unidad compañeros!‖ Cada minuto que transcurría, llegaban más agremiados al sindicato para que alguien les diera una explicación: ¿qué estaba pasando con sus centros de trabajo? ―Claro -dijo Martín Esparza- si el plan estaba bien orquestado por los tres poderes, para despojar de sus fuentes de empleo a más de 44 mil electricistas‖. José Alonso Gutiérrez Aguilar (trabajador agremiado, empalmador del Departamento de Cables subterráneos, Sección Instalación y mantenimiento del Sector Indios verdes) refirió: ―… Me trasladé al sindicato a ver qué pasaba o qué nos podía informar Martín Esparza acerca de la toma de nuestras instalaciones… Estábamos con la sorpresa de lo que nos estaba pasando… Nos mirábamos unos a otros y no entendíamos la razón del golpe a la clase trabajadora. En ese momento no sabíamos cómo recuperar nuestra fuente de trabajo‖. Mientras tanto las televisoras seguían el desarrollo de la toma de las instalaciones de LFC. Ciro Gómez Leyva, de Milenio Noticias informaba: ―Fueron tomadas todas las instalaciones operativas de LFC, con el objetivo de garantizar el suministro de energía eléctrica del país‖. 38
  • 39. Mensaje clave que se repetía tenazmente, insistiendo que los usuarios no corrían el riesgo de quedar sin el servicio, que estuvieran tranquilos. María del Carmen Yebra dio testimonio de lo que pasó en su centro de trabajo: ―En la subestación de Lechería no nos dejaron llegar hasta allá. Sólo estaban los compañeros que les tocó la guardia en la noche… Nos comentaron que fueron agredidos y unos fueron encañonados para que siguieran trabajando. De esa manera sólo podía el Gobierno garantizar la continuidad en el suministro de energía eléctrica, de lo contrario, el metro se hubiera quedado sin energía eléctrica y muchas empresas...‖ Aseguró que ―…hubo compañeros que duraron dos días encerrados y no sabíamos qué les habían hecho, hasta que nos confirmó un comandante de la [Policía] Federal que no tardaban en sacarlos. Tres días después supimos que también fueron golpeados con toletes, porque se resistían a enseñarles a operar las máquinas a los contratistas de CFE… Aunque un mes antes habían ido a capacitarse los de CFE, pero como no fue al cien por ciento, tuvieron que secuestrar a los compañeros dentro de las plantas, para que los enseñaran en ese momento a operarlas‖. Sin embargo, lo más crítico para los trabajadores de LFC llegó cuando se dio a conocer que la toma de las instalaciones, en resguardo por la PF, no obedecía a el asunto de la Toma de Nota de Martín Esparza, líder del SME, sino porque se elaboró al vapor un Decreto del presidente Felipe Calderón Hinojosa. Lo dio a conocer Milenio televisión en voz de Ciro Gómez Leyva: ―En la página oficial de Gobernación, en el Diario Oficial de Federación, se está publicando el Decreto mediante el cual se anuncia la liquidación de Luz y Fuerza del Centro. Con esto se despejan todas las dudas que hemos tenido en la últimas horas del porqué de esta intervención… ¡se liquida Luz y Fuerza del Centro!... Mañana posiblemente Fernando Gómez Mont [Secretario de Gobernación, durante esta coyuntura] dirigirá un informe para anunciar como va operar la empresa y por qué se tomó esta decisión. Repetimos… y podemos adelantar: … ¡Se liquida Luz y Fuerza del Centro!‖. [Privilegio de acceso a la información del que gozaron los medios oficialistas, de manera notable Milenio Televisión] A la una de la mañana se llevó a cabo una asamblea en las instalaciones del Sindicato. Acordaron marchar al día siguiente del monumento a la Revolución hacia la Secretaría de Gobernación, como señal de protesta por la toma de las instalaciones. 39
  • 40. Quedaron aseguradas las oficinas centrales de LFC, bloqueando calles aledañas. (Foto: Rocío Torres) “Se han instalando vallas metálicas para evitar un enfrentamiento con los [trabajadores] de LFC”. Jorge Zarza de Televisión Azteca. (Foto: Rocío Torres) 40
  • 41. “…hubo compañeros que duraron dos días encerrados y no sabíamos qué les habían hecho…” María del Carmen Yebra, ex trabajadora de LFC. (Foto: Rocío Torres) ◙ III. Decreto Presidencial ◙ «El Decreto… ¡fue una bofetada!.. Un golpe de estado hacia el sector obrero mexicano… ¡una burla para todos los trabajadores!» Francisco Javier Torres Sobrestante Foráneo A. Progreso Nacional «Casi a la medianoche –una hora después de que militares y policías federales ocuparon las instalaciones de Luz y Fuerza del Centro (LFC) – el Gobierno publicó en una edición extraordinaria del Diario Oficial de la Federación un Decreto firmado por el presidente Felipe Calderón en el que se determina la ―Extinción‖ de ese organismo descentralizado». La Jornada, 11 de octubre del 2009 41