1. TEMA 5: LA SEGUNDA REPÚBLICA
INTRODUCCIÓN
El 12 de abril de 1931 se realizaron elecciones municipales en las que la
coalición republicano-socialista obtuvo una victoria abrumadora en 41 de las
50 capitales de provincia. Dos días después Alfonso XIII abandonó España y se
proclamó la 2ª República, estableciéndose un gobierno provisional.
El contexto internacional está marcado por la depresión económica iniciada
con el crack de la Bolsa de Nueva York (octubre de 1929) y el ascenso de los
totalitarismos. En esa década van cayendo la mayor parte de los sistemas
parlamentarios de la Europa centro-oriental y mediterránea; en su lugar se
impusieron regímenes políticos de corte fascista, si bien paralelamente se
venía dando un proceso de crecimiento de tendencias revolucionarias
socialistas y anarquistas.
Entre el comienzo de la 2ª República y el estallido de la guerra civil en julio de
1936, se pueden distinguir las siguientes fases:
Etapa reformista, presidida por una coalición republicano-socialista
(1931– 1933)
Bienio conservador o radical-cedista (también conocido como bienio
negro, 1933-1935).
Frente Popular que triunfa en febrero de 1936 y continuará durante la
guerra civil (1936-1939).
LA PROCLAMACIÓN DE LA REPÚBLICA.
Los dos primeros lugares de España donde se proclamó la República
fueron: Eibar y Barcelona. Los acontecimientos se precipitaron. En la
tarde del 14 de Abril se celebró el último consejo de Ministros de la
monarquía. Por la noche el rey emprendió viaje a Cartagena y de allí a
París. A las 9 de la noche del 14 de Abril, Alcalá Zamora, desde el balcón
del Ministerio del interior, sito en la puerta del Sol, proclamaba la
República a través de la radio a todo el país.
2. ETAPA REFORMISTA
En esta etapa hay que distinguir primero la formación de un gobierno
provisional (entre abril y junio de 1931). El primer presidente fue Alcalá
Zamora y el gobierno estuvo formado por políticos e intelectuales que
firmaron el Pacto de San Sebastián (1930). En las elecciones de junio se
impuso una coalición republicano- socialista que gobernará durante la fase
constituyente, presidida primero por Alcalá Zamora y después por Manuel
Azaña. Finalmente, el 9 de diciembre de ese mismo año se promulgó la
Constitución de 1931 dando paso a la primera legislatura; siguió gobernando
la coalición vencedora en las anteriores elecciones si bien se distinguió ahora
entre presidente de República (Alcalá Zamora) y jefe de Gobierno (Azaña).
Puntos más importantes de la Constitución.
El Parlamento era unicameral.
Existía un Tribunal de garantías Constitucionales, encargado de
dictaminar sobre la constitucionalidad de las leyes.
Existía una Diputación Permanente que sustituye a las Cortes
cuando estas no estuvieran reunidas.
Había un Presidente de la República que era elegido por seis años;
tenía la facultad para disolver las Cortes en dos ocasiones.
El electorado no elegía directamente al presidente de la República,
sino que eran las Cortes las encargadas de su nombramiento.
Se aprueba por primera vez la igualdad de sexos para votar.
Se aprueba el divorcio.
La posibilidad de aprobar Estatutos de Autonomía (sólo se llegó a
aprobar el de Cataluña).
El artículo 44 preveía la posibilidad de cambiar las relaciones de
producción, y en él se contenían los principios teóricos de la Ley
de Bases para la Reforma Agraria.
El nombre de la etapa se debe a la puesta en marcha de un conjunto de
reformas que pretendían modernizar España y solucionar sus problemas.
No aplicó medidas revolucionarias por lo que será atacada no sólo por la
derecha sino también por los sectores más radicales de la izquierda.
Principales reformas:
a) Militar.
3. Se conoce con el nombre de la “Ley Azaña” ya que se realizó durante el
gobierno provisional cuando éste era ministro de guerra. Sus principales
objetivos eran la modernización de las fuerzas armadas, disminuir el número
de oficiales, poner como civil la administración militar de Marruecos y evitar
golpes de estado contra la República. En su aplicación se pasó a la reserva con
sueldo íntegro a jefes y oficiales que no acatasen el nuevo gobierno, se cerró
la Academia Militar de Zaragoza (el director era Franco) y se impuso el ascenso
por antigüedad sobre los méritos.
b) Educativa.
En 1931 el 58% de las mujeres y el 38% de los hombres eran analfabetos por lo
que la 2ª República dedicó un gran esfuerzo a acabar con esta situación. La
enseñanza Primaria se declaró obligatoria, gratuita y mixta (coeducación); se
incrementó en un 50 % la partida dedicada a educación, se construyeron en
dos años 6.570 escuelas y se convocaron oposiciones para 7.000 maestros. Se
mejoró la enseñanza Secundaria y se impulsó la investigación universitaria. Se
crearon bibliotecas rurales (se planificaron 5.000). La enseñanza de religión
fue suprimida así como los símbolos religiosos en las escuelas.
c) Separación Iglesia-Estado.
Se inició un proceso de secularización que provocará una confrontación con la
Iglesia católica. Paralelamente surgieron brotes anticlericales como la quema
de conventos e iglesias (11 y 12 de mayo de 1931). Los artículos de la
Constitución que hacían referencia a la Iglesia fueron de los más polémicos, en
especial el 3º: “El Estado español no tiene religión oficial”. Además se disolvió
la Compañía de Jesús y se confiscaron sus bienes, se aprobó el matrimonio
civil y el divorcio y se prohibió a las Órdenes religiosas ejercer actividades
económicas y educativas.
d) Descentralización del Estado.
La cuestión autonómica estalló nada más proclamarse la República con la
proclamación, ilegalmente, de la República Catalana por parte de Maciá sin
4. esperar a la legislación parlamentaria. En la Constitución de 1931 quedó
establecido el proceso para obtener el Estatuto de Autonomía: una o varias
provincias limítrofes con características históricas y culturales comunes,
podían solicitarlo tras su aprobación primero en un plebiscito y después por
las Cortes Generales. El de Cataluña se aprobó en 1932.
e) Reforma agraria.
Los principales problemas eran la concentración de la tierra en pocas manos
(latifundios especialmente en el sur), propietarios absentistas, baja
productividad y elevado número de jornaleros sin tierra. Durante el gobierno
provisional, siendo Largo Caballero ministro de Trabajo, se tomaron las
primeras medidas: Decreto de Términos municipales con la obligación de
contratar a braceros del municipio; de Laboreo Forzoso (no se podía dejar
tierra sin cultivar), establecimiento de la jornada de ocho horas y de jurados
mixtos de trabajo rural. Pero la reforma propiamente dicha se aprobó en
septiembre de 1932. El proceso hasta su aprobación fue largo y resultó difícil
de consensuar. Con ella se pretendía repartir tierras a los campesinos, eliminar
el poder de los grandes terratenientes, incrementar la producción y elevar el
nivel de renta del campesinado. Se expropió sin indemnización las tierras de
los Grandes de España que habían intervenido en el golpe de estado del
general Sanjurjo; y con indemnización las tierras que estuvieran sin cultivar o
infrautilizadas y las propiedades que ocupasen más de la sexta parte de un
municipio.
Para impulsarla se creó el IRA (Instituto de Reforma Agraria) que se encargará
de los estudios previos, indemnizaciones a propietarios y créditos a los
campesinos. Pero el dinero que se le asignó al IRA fue insuficiente y el proceso
fue lento por lo que se producirá una radicalizaron de los jornaleros, mientras
que el temor de los propietarios a la pérdida de sus tierras abrirá una
profunda brecha con la República.
Crisis del gobierno republicano socialista
En 1933 entró en crisis el gobierno republicano-socialista. La Gran Depresión
de los años treinta y sus consecuencias sociales, el descontento de la derecha
5. monárquica, de un sector del ejército (golpe de estado de Sanjurjo el 10 de
agosto de 1932), de la Iglesia y de los principales sindicatos (la CNT y la UGT
consideraban insuficientes las medidas realizadas por el gobierno)
complicaron el panorama. Pero fueron los sucesos de Casas Viejas, entre
campesinos anarquistas y fuerzas del orden público los que precipitaron la
caída de Azaña y poco después la convocatoria de nuevas elecciones generales
para noviembre de 1933.
BIENIO RADICAL-CEDISTA
En las elecciones de 1933 la derecha presentó un programa común organizado
por Gil Robles y aglutinado en la C.E.D.A. (Confederación Española de Derechas
Autónomas): revisión de la Constitución en materia social y religiosa,
supresión de la Reforma Agraria y amnistía para los sublevados en agosto de
1932. En la extrema derecha José Antonio Primo de Rivera había fundado el
partido de tendencia fascista Falange Española. La izquierda se presentó a las
elecciones dividida, pese a los esfuerzos de Azaña y del socialista Indalecio
Prieto por presentar un programa conjunto (republicanos y socialistas). Los
anarquistas (CNT y FAI) pidieron la abstención al distanciarse de la política
reformista de la etapa anterior.
Ganó la CEDA seguida de cerca por el partido Radical de Lerroux (centro). El
presidente de la República, Alcalá Zamora, mandó formar gobierno a estos
últimos por considerar a los de la CEDA próximos al discurso fascista. No
obstante, Lerroux tuvo que gobernar con su apoyo.
En este bienio se inició una política revisionista del reformismo anterior: se
derogó la Ley de Términos Municipales, se devolvió a la aristocracia
latifundista las tierras expropiadas, disminuyó el jornal de los braceros, se
ralentizó la Reforma Agraria… Los militares comprometidos con la República
serán relegados a puestos inferiores mientras que Franco y Mola serán
elevados de categoría (siendo Ministro de la Guerra Gil Robles). Además, se
amnistió a los militares sublevados con Sanjurjo.
La Revolución de octubre de 1934
En octubre de 1934 entraron a formar parte del gobierno de Lerroux tres
ministros de la CEDA (Agricultura, Trabajo y Justicia). Esto movilizó a sectores
de la izquierda que promovieron una huelga general y la insurrección armada.
6. Los objetivos que pretendían eran revolucionarios e incluían la toma del
poder, la reorganización del ejército y la nacionalización de la tierra. Este
movimiento revolucionario se extendió por las principales ciudades, pero fue
controlado por el gobierno. En Cataluña se suspendió el Estatuto de
Autonomía. Fue en Asturias donde se convirtió en una auténtica revolución
social: los trabajadores crearon una alianza obrera (socialistas, comunistas y
anarquistas) y controlaron las principales ciudades. El gobierno actuó con
dureza. Envió al ejército de África al mando de Franco que tomó las principales
ciudades. Las consecuencias fueron importantes: pérdida de vidas humanas
(1.335 muertos), 3.000 heridos, 30.000 encarcelados (entre ellos Azaña, Largo
Caballero, Companys) y represión económica por parte de la patronal (rebaja
de salarios, despido de obreros sindicados, supresión de publicaciones...).
Crisis de la república de derechas
Tras la Revolución de Octubre, la CEDA salió reforzada (5 carteras de gobierno)
dentro del gobierno de Lerroux. Alcalá Zamora abogaba por medidas más
flexibles pero la derecha destacó por su dureza. Un escándalo llamado
“estraperlo” (concesión de licencias con soborno a un fabricante holandés,
para introducir en casinos el juego ilegal de la ruleta) salpicó a miembros del
ejecutivo que estaban implicados y obligó al jefe de Gobierno, Lerroux, a
dimitir. Alcalá Zamora, temiendo que si nombraba a Gil Robles como
presidente de Gobierno se estableciese una dictadura de derechas, disolvió las
Cortes y convocó elecciones generales.
EL FRENTE POPULAR
En las elecciones del 16 de febrero de 1936 la izquierda se presentó unida en
el Frente Popular: coalición de partidos políticos y asociaciones sindicales de
izquierdas. Los partidos republicanos de izquierda ya habían formado una
coalición en abril de 1935, a la que más tarde se unieron los socialistas: el
pacto se firmó el 15 de enero de 1936 y a los partidos ya citados se unieron el
PCE, el POUM o sindicatos como la UGT. Las centrales sindicales anarquistas
(CNT, FAI) no lo firmaron pero se comprometieron a no hacer campaña a favor
de la abstención. El programa incluía la amnistía general a todos los presos por
la revolución de 1934 y la puesta en marcha de nuevo del programa reformista
de la primera etapa.
7. La campaña electoral fue dura. La Iglesia católica recomendó votar contra el
Frente Popular. Los resultados marcaron una clara división entre la izquierda y
la derecha, mientras que el centro se hundía. Aunque la diferencia entre
derecha e izquierda fue tan sólo de algo más de 100.000 votos, el Frente
Popular obtuvo la mayoría absoluta en el Parlamento. El voto conservador se
concentró en la España rural interior y el de izquierda en las grandes ciudades,
zonas mineras y latifundistas, así como en las regiones que aspiraban a la
autonomía.
En mayo el nuevo Parlamento destituyó a Alcalá Zamora por considerarlo
demasiado moderado y nombró presidente de la República a Manuel Azaña.
El nuevo gobierno, presidido por Casares Quiroga, impulsó la
descentralización y la constitución de nuevas autonomías (se restableció el
Estatuto de Cataluña y se inició el proceso en País Vasco y Galicia), retomó la
Reforma Agraria acelerando las medidas de reparto de tierras (se expropiaron
más de 500.000 hectáreas) e indultó a los presos de la etapa anterior.
Pero la radicalización fue en aumento: en la izquierda el sector radical del
PSOE junto con la UGT, liderada por Largo Caballero, y la CNT se alejaron de la
posición reformista del gobierno pretendiendo una vía revolucionaria; las
tensiones entre tendencias reformistas y revolucionarias irán a más hasta
llegar a un enfrentamiento durante la guerra civil. En la derecha los carlistas
organizan la milicia armada de los “requetés”. La Falange vio aumentar sus
filas con jóvenes desencantados de la CEDA. Calvo Sotelo, de Renovación
Española, se convertirá en líder de la derecha en el Parlamento con discursos
llamando a la fuerza y al “orden”. A estos problemas se sumaba el creciente
deterioro en la convivencia social.
El gobierno alejó de la capital a los militares más proclives a un golpe de
Estado pero la trama civil de la conspiración no dejó de aumentar. Tan sólo
cinco meses después del triunfo electoral del Frente Popular se dio el golpe de
estado de Francisco Franco que al fracasar iniciará la guerra civil.