La familia es la primera institución social que acoge al individuo y lo socializa, transmitiéndole normas y valores culturales. Los padres son los principales agentes de socialización durante los primeros años de vida del niño. La familia existe en todas las sociedades y cumple funciones esenciales como la reproducción, la educación y la transmisión cultural de una generación a otra. La familia juega un papel fundamental en el desarrollo integral del niño al proporcionarle un ambiente afectivo y modelar sus valores y conductas.
1. República Bolivariana de Venezuela
Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior
Universidad Pedagógica Experimental Libertador
U.PE.L. – Estado Falcón
Tutora: Integrantes:
Evan Thais Martínez Vanessa Hernández
Emily Mendoza
Angélica Reyes
Marilenis Colina
2. LA FAMILIA COMO INSTITUCIÓN SOCIAL Y SUS ELEMENTOS
TEORICOS BÁSICOS
La familia representa el primer contexto social que acoge al individuo e
interviene en primera instancia en su inmersión social e influencia cultural. En
este sentido, la función socializadora refiere al proceso por medio del cual los
niños adquieren conductas, creencias, normas morales y motivos que son el
objeto del aprecio de su familia y de los grupos culturales a los que pertenece.
Los padres son los agentes principales y más influyentes, aún cuando no
sean los únicos, de la socialización, sobre todo, durante los primeros años de
su vida, porque mantienen interacciones más frecuentes e intensas con el niño,
que cualquier otra persona.
La familia como institución social, ha existido siempre en todas
las sociedades. No hay ningún elemento que permita definir con precisión los
diferentes modos de vida de las primeras civilizaciones. Sin duda alguna el
origen de la familia ha de verse en la preocupación biológica por la
conservación de la especie y más aún en los cuidados que exigen los hijos
durante los años en que no pueden subvenir a sus propias necesidades. Sobre
estas bases se establece la primera distribución de tareas, que hace de la
familia el núcleo esencial de toda sociedad.
Lo que hace de la familia el elemento fundamental de toda sociedad, es que
ella misma crea las condiciones de su propia perennidad: cuando la educación
haya terminado estos formarán a su vez otras familias.
Distintos tipos de familia
Para analizar los diferentes tipos de relaciones de parentesco, es necesario
distinguir los dos modos (conyugal y consanguíneo) según los cuales puede
concebirse la familia en el seno de un grupo social.
La familia conyugal se funda en un contrato de tipo matrimonial. Comprende
generalmente el padre, la madre y los hijos nacidos de una unión, todos los
cuales viven bajo un mismo techo. Esta familia, que es a menudo calificada de
"núcleo familiar" es característica de la civilización occidental moderna.
Por el contrario, en otras sociedades no es el aspecto legal, religioso e
incluso formal el que prevalece, sino más bien los lazos de la sangre y de la
descendencia. Una importante conclusión puede extraerse de este fenómeno,
la unión de un hombre y una mujer para dar la vida a sus hijos no es
necesariamente el fundamento de las estructuras familiares, así se advierte en
el caso de la familia consanguínea el progenitor no forma parte del grupo de su
propia mujer, en el que sin embargo se educan sus hijos.
3. En cambio, ya se trate de una familia de tipo conyugal o de tipo
consanguíneo, el aspecto cultural ha ocupado siempre un lugar predominante
en la formación de la institución familiar, dado que permite la transmisión de
normas y valores de una generación a otra.
La familia como institución
La familia es la institución universal. La única, aparte de
la religión formalmente desarrollada en todas las sociedades. Los papeles
vinculados a ella influyen a todos los miembros de la sociedad. Todos nacen en
una familia y la mayoría crean una propia. En nuestra sociedad solo una
pequeña minoría queda sin contraer matrimonio y por tanto sin desempeñar los
papeles correspondientes; pero no escapa al de hijo o hija, ni quizá al de
hermano o hermana. Los restantes papeles institucionales son más marginales,
ya que una persona puede tener el papel mínimo en cualquiera de estos
terrenos. Ahora bien: de una u otra forma, las demandas familiares pesan
virtualmente sobre todos.
La familia es también la más multifuncional de todas las instituciones,
aunque en nuestra sociedad muchas de sus actividades tradicionales hayan
pasado parcialmente a otras. Todavía quedan sociedades en las que la familia
continua ejerciendo las funciones educativas, religiosas protectoras, recreativas
y productivas, como en la estadounidense las cumplían no hace mucho tiempo,
hasta que la industrialización, urbanización, especialización y secularización
crecientes fueron privándola de la mayoría de ellas.
LA FAMILIA COMO FACILITADOR DEL CRECIMIENTO Y
DESARROLLO INTEGRAL DEL NIÑO
El niño al nacer es un ser indefenso, necesitado de atención y cuidado de
los adultos para satisfacer sus necesidades biológicas, protegerlo de los
peligros contra su vida y su salud, proporcionarle afecto, entre otros. Se puede
decir, entonces, que el niño cuando nace se introduce en un grupo social que
puede satisfacer sus necesidades básicas. Por otra parte, el grupo necesita del
nuevo individuo para poder perpetuarse y mantener sus valores, creencias y
costumbres.
Ahora bien, el grupo familiar es responsable de comenzar a cultivar en el
niño la seguridad en sí mismo, la autonomía, la habilidad para socializar, el
interés por desarrollar su inteligencia y la capacidad para comunicarse. Esta
última es de suma importancia, ya que a través del diálogo se adquiere la
información, y, además, se es capaz de recrear la que se posee.
4. Por lo cual, se hace necesario ahondar más, a cerca del papel que juega la
familia en el desarrollo integral del niño, en lo que refiere al proceso de
socialización, roles y funciones familiares, influencia en dicho crecimiento, así
como la participación efectiva de los padres en el preescolar y la relación que
los mismos mantengan con el docente.
El ambiente ideal para el desarrollo adecuado de los niños, es aquel que
brinde armonía y afecto entre los integrantes de la familia. Hoy en día se sabe
que el tipo de relación que exista entre los padres y el niño va influenciar en el
comportamiento y en la personalidad del menor.
Por ejemplo, si los padres demuestran actitudes y conductas rígidas,
autoritarias y violentas es casi seguro que los hijos se muestren tímidos,
retraídos, inseguros, rebeldes y agresivos; un ambiente donde se perciba
violencia y discusiones entre los integrantes se convertirán en factores que
desencadenen problemas tanto en la conducta, el rendimiento académico
como en el desarrollo emocional y social de los niños. Por el contrario, las
personas seguras, espontáneas son aquellas que se les ha brindado la
oportunidad de expresarse, de decidir y desarrollarse en un clima de
afecto, confianza y armonía.
Los valores son otros patrones de conducta y actitudes que se forman en el
niño desde edades muy tempranas. La solidaridad, el respeto, la tolerancia,
entre otros, son valores que surgen en el seno familiar, el niño observa de sus
padres y aprende de sus conductas, si percibe que son solidarios, ayudan a los
demás o cumplen con sus responsabilidades, ellos asimilarán estos patrones y
harán que formen parte de su actuar diario. En la escuela esto sólo se reforzará
puesto que la familia es y siempre ha sido el principal agente educativo en la
vida del niño.
Teniendo en consideración la influencia que tiene la familia en el
crecimiento y desarrollo integral del niño, es fundamental propiciar un ambiente
libre de tensión y violencia, donde exista un equilibrio y se logre brindar las
pautas y modelos adecuados que permitan a los hijos actuar adecuadamente,
desarrollar las habilidades personales y sociales que perdurarán a lo largo de
su vida y que serán reflejados más claramente en ellos cuando formen sus
propios hogares.