Decir religión es decir club místico, es la congregación de personas en torno a un credo. Este credo puede ser más o menos cercano a la realidad de la unión del Hombre con Dios o del concepto de Dios que se maneja. En realidad todas las religiones, sin excepción, alejan al hombre de Dios, no porque sean de mala intención sino porque inducen al hombre a buscar a Dios fuera de él, en el altar, en la flama, en el sol, en la roca, en el ídolo, en el templo, etc. y no dentro de él, donde verdaderamente está. No importa qué religión profeses porque, como Dios está dentro de tí, cualquier intención tuya de comunicarte con Él, aunque sea por medios interpuesto, Dios te está escuchando y no le importa el medio que uses, siempre está atento a asistirte, aunque no siempre como tú lo deseas. Pero eso es otra cosa. Por eso, la religión que profeses no es lo importante, lo importante es tu comunicación con nuestro Padre y Creador, es nuestro origen y destino.
1. NINGUNA RELIGIÓN TIENE IMPORTANCIA
¿Qué es la Religión?
De acuerdo con su etimología, el término religión viene del latín “Religare”, que significa
unión, asociación de personas ligadas o unidas por un credo común. Desde este punto de
vista, una religión es como un club; cada club se forma por personas afines a algo, que
comparten un mismo interés que los une. De aquí que hay clubes para todo: Club de Tiro y
Pesca, donde sus miembros tienen en común que son aficionados a la cacería y la pesca
deportivas; Club de Empresarios, cuyo interés común es que cada uno vivir de una
empresa y sus familias forman una élite con estos valores como supremos que norman su
forma de vivir; Club de Banqueros, Clubes sociales: De Rotarios, de Leones, 20-30, etc.,
cuyos objetivos son promover el bien social que se convierte en su moral, que norma sus
actividades y sus relaciones con la comunidad. En este tenor podemos afirmar que una
religión es un conjunto de personas ligadas por un mismo credo, con normas y reglas de
coexistencia que configuran un código moral específico, que exalta unos valores sobre
otros, lo cual determina su forma de vivir y departir con la sociedad.
Siguiendo esta misma línea de pensamiento se puede afirmar que lo que une a los
miembros del club es su mística, su moral y sus actividades comunes. En el caso del Club
de Caza y Pesca Deportivas, su mística girará en torno a lograr las mejores presas, tanto
del tipo de animales que cazan como de la variedad de peses que los ocupa, aunque se
trate de asesinar al más bello ejemplar de los venados, de los osos, de las aves, marling,
Tiburón, truchas, etc. Y, aunque para llegar al mejor tengan que segar la vida de muchos
ejemplares que no llenan sus expectativas, pero esta es su moral y, apoyados en ella no es
malo matar y sí les causa inmenso placer y orgullo lograr a la pieza mejor.
Así, la moral de cada club le da los valores con los que norma su vida. Generalmente, las
personas congregadas por un credo religioso, si son auténticos, viven de acuerdo con los
valores que ese credo les da y evitan aquellas cosas o acciones que, desde su punto de
vista, son pecaminosas, es decir contraindicadas para la convivencia social.
Hablaremos particularmente del Club Católico, que es el de mayor influencia en nuestro
medio; y no porque sea verdadero o esté apenas sostenido con alfileres; el poder de ese
club no se desprende del credo ya que eso no es más que el pretexto de unión. El poder
de unión del Club Católico se desprende de otros múltiples factores:
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2. 1. Unos de esos factores son dados todavía por la inercia que le imprimió el fundador
del Cristianismo que fue “San Pablo”, el Apóstol 13; cuyas actividades proselitistas
compulsivas pretendían atrapar al mayor número posible de creyentes, que ese
hecho garantizaría su consolidación y permanencia; pues su fundador sabía
perfectamente, que estaba partiendo de un mito, de algo irreal e inexistente; de
algo que era solamente producto de su imaginación y, por eso se movía
incansablemente, impulsando aquí, engañando allá, formando comunidades de
creyentes cristianos, etc. Esta necesidad compulsiva de expansión persiste hasta
nuestros días y, la estructura administrativa de la Iglesia Católica promueve, no
sólo la formación de legiones misioneras que pululan por todo el mundo, sino que
en sus propias agencias proselitistas, que viene a ser sus propios templos, están
dedicadas a catequizar (desde la más tierna infancia) a cuantas comunidades se les
pongan enfrente, especialmente a los grupos humanos más débiles
económicamente, llevándoles dádivas alimenticias y de vestir que recaudan entre
los grupos mejor favorecidos, que son quienes sostienen a toda la estructura de la
iglesia; y los sostienen bien, en un alto nivel de vida disfrutando de todas las
comodidades y bienes materiales que aún los fieles más poderosos quisieran
tener.
2. De la Deificación de Jesucristo, que el Emperador Constantino I el Grande, sin ser
católico, sino para equilibrar el ejercicio de su poder imperial en su tiempo,
“incautó”, “se apropió”, mejor dicho, “expropió” a la religión Cristiana, que era la
más influyente y mejor estructurada en todo el Imperio, sin haber sido jamás
creyente de Jesucristo, ya que era un Enoteísta Solar convencido, adorador del
Dios Mitra. Al personaje de Jesucristo, por medio del Concilio de Nicea, lo elevó a
los altares convirtiéndolo en “El Verdadero Hijo de Dios Padre”, “Dios Verdadero
de Dios Verdadero”, “Consustancial con el Padre Dios por quien todo fue hecho”,
aunque el mismo Constantino no creyera en él. El hecho fue que, desde entonces,
en el año 325, nació un dios terrenal llamado Jesucristo que, de acuerdo con el
texto del Credo Niceno, con el cual se instituyó, es el verdadero hijo de Dios que
vino a “salvar a la humanidad (no sé de qué, ya que Dios creó por su infinito amor,
al hombre a su imagen y semejanza, es decir igualito a Él, y Dios no está jugando
con su creación), pero la vino a salvar de la condenación eterna”; condenación
sacada no de la manga sino del Mitraísmo por San Pablo, entonces Saulo, del
Apocalipsis, ya que jamás de los jamases Dios Padre Todopoderoso iba a condenar
a su hijo amado, a quien dotó con la vida eterna y con la libertad inalienable. La
Iglesia Católica Apostólica y Romana, adoptó al personaje de Jesucristo Deificado,
lo vistió con los ropajes imperiales y lo puso en los altares para adorarlo y
venerarlo, como si verdaderamente fuera el Dios Universal (Católico quiere decir
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3. universal). Como era un personaje vacío de elementos constitutivos de su
personalidad, los primeros obispos, el más importante Eusebio de Nicomedia, lo
rellenaron con las historias, leyendas y rituales del Dios de su patrón Constantino,
que fue el Dios Mitra; pudiera decirse que el Dios Mitra fue adoptado por la Santa
Madre Iglesia Católica, Apostólica y Romana, solamente cambiándole el nombre
por el de Jesucristo, que había sido inventado también, por Saulo. Es así, con esa
personalidad y convertido en Dios, de la misma naturaleza que El Padre por quien
todo fue hecho, lo promueve la Iglesia Católica por conducto de toda su estructura
burocrática capitaneada por el Papa, secundado por los Cardenales, Obispos,
Arzobispos, Párrocos, Curas, Diáconos, Monjes, Monjas y Seglares que suman un
enorme número de personas dedicadas exclusivamente a este fin, que recaudan
inmensas fortunas financieras, sacadas de los bolsillos de todos los miles de
millones de personas creyentes, con cuyo credo amedrentan y presionan para
financiar sus actividades.
3. Con todo lo anterior, el descomunal poder de influencia que ejerce la Santa Madre
Iglesia, no se deriva de su credo, sino que más bien es, todavía, la herencia de
Constantino I el Grande, pues a la muerte de Constantino, el Imperio Romano
quedó dividido en dos: El Imperio Romano de Oriente, de donde se derivan las
Iglesias Ortodoxas y el Impero Romano de Occidente de donde se deriva la Iglesia
Católica. Por la ineptitud de los sucesores de Constantino y por los
acontecimientos que de ellos se derivaron, el Imperio Romano de Occidente quedó
acéfalo por muchos años, mismos en los que el papa en turno era propiamente el
Emperador Romano; cuyo ejercicio le quedaba grande, por lo que tuvo varios
intentos de alianza con personajes poderosos, como Pipino el Breve que se
convirtió en su protector. A la muerte de Pipino, lo sucedió en el poder su hijo
Carlos que se coronó como Carlos I el Grande, mejor conocido como Carlomagno
quien continuó dando protección a la Iglesia Católica por lo cual mereció que la
Iglesia lo coronara como Emperador Romano de Occidente, a pesar de ser alemán.
Carlomagno extendió sus dominios por toda Europa y, cien años después su
imperio se convirtió en el Sacro Imperio Romano de Occidente que duró por mil
años, siendo la Iglesia Católica propiamente ese Sacro Imperio quien influyó en la
estructuración de todos los países europeos, y los reyes para ser legítimos,
requerían de ser coronados por el Papa en turno. Durante los casi dos mil años de
vida de la Iglesia Católica, ha sido y lo es hasta hoy, El Imperio Romano de
Occidente y el Papa es el Emperador y continúan usando las mismas vestimentas
que, con el tiempo han adquirido la calidad de Sagradas. Así pues, la Iglesia
Católica es El Imperio Romano y los católicos sus vasallos hasta nuestros días. No
hace mucho tiempo, en México no se consideraban como ciudadanos mexicanos a
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4. los sacerdotes, aunque fueran miembros de familias mexicanas, ya que servían a
una potencia extranjera, que era el Vaticano y su gobernante el Papa. Ahora, civil y
políticamente las cosas han cambiado, todo se ha relajado y no importa que sean
súbditos de otra patria, actualmente ya son ciudadanos mexicanos con derecho a
voto. Esta es la fuente del poder de la Santa Madre Iglesia Católica, Apostólica y
Romana.
4. El concepto que la Santa Madre Iglesia Católica oficialmente tiene de Dios Padre
Todopoderoso, deriva de la Biblia, que es su libro sagrado, aunque haya sido el
libro histórico del pueblo hebreo, un pueblo teológico que mezcla su vida cotidiana
con lo sobrenatural, a cuyo libro se le añadió el Nuevo Testamento, formado por
los restos de las palabras usadas y de las actividades proselitistas de su fundador,
Saulo. De aquí se originan los evangelios, los hechos de los Apóstoles que son
prácticamente sólo las actividades y palabras de Saulo, el Apóstol 13, agregándole
el Apocalipsis, de origen Mitraico, con el que Saulo azuzaba a la gente para
inducirlos a buscar la protección de su Jesucristo, pues era inminente el fin del
mundo cuando el dios Mitra (ahora con el nombre de Jesucristo) bajaría en una
nube sonando las trompetas del juicio final cuando los muertos saldrían de su
sepultura para ser juzgados; y nada o casi nada de los otros doce apóstoles que sí
fueron auténticos y legítimos, por haber sido designados por su jefe, el Príncipe
Delfín de la dinastía Davídica, llamado Jeshua bar Yehuda, a quien la iglesia bautizó
con el alias de Jesús de Nazaret. El dios del pueblo hebreo es el tetragrama YHVH,
que se lee YaHVéH, de donde derivan: Yahweh, Yahvé, Jah, Iavé, Iehová, Jehovah y
Jehová. Cualquiera de estos nombres se aplican para designar al nombre del Dios
Hebreo. El hecho es que este Dios Iahvé o Jehová tiene una gran injerencia,
cercanía y dominación sobre los hombres; a veces parece iracundo, caprichoso,
entrometido o irrespetuoso de su misma obra que es la humanidad, le envía
castigos y cataclismos, lo amenaza en las más diversas formas, como si quisiera
tenerlo atormentado permanentemente, que no permite a “sus amados hijos”
siquiera verlo a la cara, que exige que se arrastren ante Él y que se humillen para
merecer sus favores; ¿qué clase de padre es este?, que necesita de ofrendas y
holocaustos para bajar su ira, cuando que se nos enseña que la ira es un pecado
capital, luego entonces ese Dios ¿es un pecador? La personalidad de este Dios, se
mezcló con el concepto Aristotélico (filosófico) de Dios; completo en sí mismo, que
no puede hacer otra cosa más que pensar, y lo tiene que hacer en sí mismo porque
es la única realidad existente. De esta mezcla resultó un colachi medio raro y
viscoso, pero que la Iglesia maneja con toda seriedad y solemnidad, como si esa
fuera verdaderamente la personalidad de Dios Padre Todopoderoso, creador
nuestro. Cuando que, en general, pensamos que el señor Dios nuestro Padre es
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5. todo amor y todo Gloria; como que dan ganas de decirle a ese Dios: ¿Qué pasó,
Señor, somos o no somos tus hijos amados?
5. Por otra parte, la Iglesia Católica ha incluido entre sus personajes a toda una
infinidad de santos, Mártires y Vírgenes (como que las mujeres que han tenido
relaciones sexuales no fueran dignas de la gracia de Dios). Esta legión de santos y
de vírgenes son el objeto de la devoción de una enorme porción de todos los
católicos, muy especialmente la Virgen María, la madre de Jeshua bar Jehuda o
Jesús de Nazaret (Jesús Nazareno Rey de los Judíos, como reza en el capitel de la
cruz del calvario). Según la Santa Madre Iglesia Católica, Apostólica y Romana, la
Virgen María fue fecundada o preñada por el Espíritu Santo, sin haber sido
penetrada por vía vaginal, por eso conservó su pureza y virginidad; pero esto no es
más que la aplicación de la leyenda del origen del dios Mitra, también hijo de una
virgen, que nació en una cueva y que fue adorado por los pastores un 25 de
diciembre. (Según parece, Jesús pudo haber nacido en abril 22, pero eso ya no
importa, qué significan unos cuantos meses después de que han pasado dos mil
años). Cuando que la historia real de Jesús, sacada de investigaciones recientes y
documentada con hechos históricos de Roma y de la región, del historiador de los
Judíos Flavio Josefo y de otras fuentes, el padre biológico de Jesús no fue San José,
el casto José, sino Judas de Gamala, también heredero al trono de David y que,
también como Jeshua murió en la cruz por la misma causa, tratar de restablecer el
reino de David; igual que su padre Ezequías, también heredero del reino de David,
quien también murió crucificado por Herodes el Grande, antes de ser el Rey de los
Judíos. María la Virgen y Judas de Gamala, de ninguna manera eran gente humilde
del pueblo, María I, (la virgen María) era hija de Joaquín (San Joaquín), poseedor
de una de las más grandes fortunas de Israel y de la Princesa Davídica Ana, “Santa
Ana” que hasta su corona real tenía. Jesús no nació en un pesebre o en un establo
flanqueado por una mula y un buey, eso forma parte de la leyenda del nacimiento
del dios Mitra. La familia de Judas de Gamala tenían su hacienda a la que llamaban
el nido de las águilas (posteriormente Mazada) en lo más alto y escarpado de
Galilea. Y seguramente Jesús nació allá en abril 22 del año 8 antes de Cristo. De lo
investigado se desprende que Jesús fue el primogénito de María y Judas de Gamala
y que María tuvo otros 4 hijos más con él. Judas murió en el año 6 de nuestra era,
cuando Jesús tenía ya unos 14 años y a consecuencia de la revuelta donde Judas
murió, el General Coponio capturó y vendió como esclavos a miles de judíos, entre
los que iba Jesús, quien fue comprado por una caravana que pasaba por el lugar
con rumbo a la India. Después María se casó de nuevo con Zebedeo, Alias Alfeo y
María parió otros cinco hijos (los hijos de Zebedeo y de Alfeo, quienes
posteriormente formaron parte de los 12 apóstoles, todos hermanos de Jesús que
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6. formaban su corte. El hecho real es que María tenía de virgen lo que pude tener
cualquier mujer revolucionaria después de parir a diez hijos.
Con todo, la Iglesia Católica es más Mariana que cristiana, iconoclasta, llena de
infinidad de santos y santas de todos los tipos y figuras. Santos a los cuales la gente
se une en devoción y les piden protección y ayuda ante sus tribulaciones.
El Ser Humano, igual que el Divino Ser, es una trinidad formado por la mente
humana, que es su entendimiento; el alma que es el asiento de la afectividad; y el
espíritu humano, asiento de la fuerza de la voluntad. Estos tres componentes del
Ser Humano, son a imagen y semejanza de Dios, nuestro Padre y Creador; El Divino
Ser de Dios está formado por tres personas, que son la Santísima Trinidad: La
primera persona (el Padre), es la Mente Universal, donde radica el pensamiento de
Dios, su consciencia, su sabiduría y tiene todas las funciones mentales como Razón,
Memoria, Imaginación Creativa y todas las otras funciones intelectuales. La
segunda divina persona (Dios Hijo), es el Alma de Dios o el “Anima Mundis” donde
se asienta la afectividad de Dios; Dios Hijo es el Amor de Dios, por eso se dice que
el camino para llegar al Padre es el amor y que nadie llega al Padre si no es el hijo,
porque Dios tiene como el hombre, todas sus facultades afectivas. La Tercera, es
su Divino Espíritu (El Espíritu Santo); es la Voluntad de Dios, es la fuerza realizadora
de todos sus deseos hechos idea, porque es la Fuerza de su Voluntad.
Así pues, por medio de la mente, el hombre puede producir milagros, sólo basta
con tener la idea perfectamente clara en la mente de aquello que se desea lograr,
desearlo con toda la fuerza del alma, con todo el amor y la fuerza del deseo y,
aplicarse con todo su espíritu, expresado en fe, de que sea capaz, cubriendo los
pasos necesarios para traer a la realidad aquello que imaginó, deseó y se aplicó
para realizar.
6. La fuerza principal de las religiones se da por la dependencia que las personas
establecen con los santos y con las imágenes, creyendo que es esa efigie quien le
concede los milagros; por ejemplo: Cuando una persona tiene un ser querido
enfermo, ya sin esperanzas de que se alivie y la muerte es casi inminente; va y se
arrodilla frente a la imagen de su devoción y aplica toda su capacidad mental para
plantearle con claridad lo que desea, lo que tanto está necesitando. En realidad no
es esa imagen quien lo está escuchando, la verdad es que entabla comunicación
con la Mente Universal, luego pide desde lo más profundo de su alma que le
conceda el don de la salud para su familiar y lo hace con la mayor vehemencia de
lo que es capaz, en ese momento conmueve a Dios quien aplica el poder de su
Alma y, finalmente muestra su disposición a hacer lo que sea, con tal de lograr lo
que desea (Muchas personas prometen ir de rodillas a dar gracias, o hacer alguna
manda, etc., cosas que en realidad Dios no necesita ni las desea a cambio de…),
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7. pero aquí lo importante es que está aplicando la fuerza de su espíritu para que eso
que está pidiendo le sea concedido. Así se operan los milagros pero, no todas las
personas tenemos la suficiente fe, claridad mental y fuerza de voluntad y nuestras
peticiones no se dan, y perdemos aún la poquísima fe que teníamos.
Por este punto 6 es por lo que se afirma en el título de este trabajo: NINGUNA
RELIGIÓN TIENE IMPORTANCIA; igual puede lograr los milagros un chamán o el
más humilde miembro de la tribu más primitiva y olvidada, orando y pidiendo
frente a una piedra o un ídolo; porque no importa la calidad o el grado de
evolución que esa persona tenga, ni ante qué o quién se postre; lo importante es
que es, igual que su Creador, una trinidad puesta en acción; al igual que Su
Santidad, el divino Papa a punto de ser canonizado; porque Dios no tiene hijos
predilectos e hijos de segunda o tercera; ante Él todos somos sus hijos y nos ama
por igual.
Así pues, trátese de la religión que se trate o que no estés afiliado a ningún Club Místico o
religión, por el sólo hecho de que asumas que eres hijo de Dios, creado a su imagen y a su
semejanza, de que Dios te Ama, tanto que vive en ti, que te escucha, que sabe de tus
necesidades y de tus angustias, y Él estará contigo, porque vive en ti.
Pero es muy importante también, que asumas que TU ERES HIJO DE DIOS, QUE ESTAS
HECHO DE SU MISMA NATURALEZA Y ESENCIA, PRECISAMENTE PORQUE ERES SU HIJO,
COMO UN FRAGMENTO QUE SE DESPRENDIÓ DE ÉL PARA CRECER, PARA APRENDER A SER
EL MÁS HUMILDE Y SENCILLO, EL MÁS AMOROSO, PERO TAMBIEN POSEEDOR DE LA
MAYOR FUERZA DE VOLUNTAD QUE NINGUNA TEMPESTAD O TROMENTA ARREDA,
PORQUE ERES UN FRAGMENTO DE DIOS, ERES UN DIOS EN CRECIMIENTO Y, CUANDO
LOGRES TU PERFECCIÓN, SABIDURÍA Y PODER IGUAL QUE EL DE TU PADRE, ENTONCES
SERÁS UN ADULTO Y TE FUNDIRÁS EN EL SIENDO UNO, PORQUE PARA ESO FUISTE
CREADO.
No creas que es fácil lograr este temple; el temple se adquiere mediante el sufrimiento,
mediante el dolor (para eso estamos en este valle de lágrimas), debes aprender a superar
tus pérdidas y quebrantos; nada de andarse rajando y pidiendo compasión y la
misericordia de Dios, tú eres dios, aprende a consolarte y a ayudarte tú mismo, ya que
Dios dice: AYUDATE QUE YO TE AYUDARÉ.
Dios no tiene un cuerpo de materia, tú si porque lo necesitas como herramienta para
operar en este mundo de la materia, pero ese cuerpo no eres tú, es tuyo y por medio de él
te conocen los que no pueden ver tu esencia, pero tú eres igual que tu Creador, UN SER
ESPIRITUAL que habita por ahora en ese cuerpo, que te pertenece, pero que no eres tú,
tarde o temprano tendrás que dejarlo y deberás aprender a dejarlo sin dolor del alma; no
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8. tiene sentido vivir pegado a las cosas materiales, las cosas materiales son medios, son
ayudas, mientras las necesites, mientras te sirvan, si acumulas demasiados bienes y estás
ligado a ellos, entonces tendrás un espíritu tan obeso que difícilmente podrá llegar a ser
libre y, cuando te llegue el final morirás lleno de angustias, porque sentirás que estás
perdiendo no solo la vida, sino hasta tus bienes que tanto amas. DONDE ESTA TU AMOR,
AHÍ ESTARÁ TU CORAZÓN.
Espero que esto te haya gustado, ya que esta es la verdad. Tengo otros libros sobre estos
mismos temas que puede darte mucha luz.
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