2. 21. LA LEY NUEVA
• 1. LA LEY ANTIGUA, REVELACIÓN POSITIVA DEL DESIGNIO SALVADOR
DE DIOS
• 2. LA LEY NUEVA, PLENITUD DE LA LEY DIVINA NATURAL Y REVELADA
• 3. LA MORALIDAD CRISTIANA, ILUMINACIÓN Y PLENITUD DEL OBRAR
MORAL HUMANO
3. 1. LA LEY
ANTIGUA,
REVELACIÓN
POSITIVA DEL
DESIGNIO
SALVADOR DE
• 1.1. LA LEY ANTIGUA, PRIMER
DIOS
ESTADIO DE LA LEY REVELADA
• 1.2. EL DECÁLOGO, DON Y
PROCLAMACIÓN SINGULAR
DE LA LEY DE DIOS
4. 1.1. LA LEY ANTIGUA, PRIMER ESTADIO
DE LA LEY REVELADA
• Marco de la alianza, Dios ha liberado al pueblo y el pueblo le
responde cumpliendo la ley. Las leyes son las cláusulas del pacto
entre Dios y los hombres
• A. Ley santa espiritual, y Dios es su autor, pero todavía imperfecta,
pedagogo, se limita a instruir sobre lo que se debe hacer para
conservar la fe en el Mesías y cumplir la misión propia del pueblo
elegido, pero no libera del pecado ni confiere la gracia
• B. preparación del evangelio, figura y anticipo de la alianza nueva
• Cristo plenitud de la ley, no ha venido a abolir la ley sino a darla
plenitud
5. 1.2. EL DECÁLOGO, DON Y
PROCLAMACIÓN SINGULAR DE LA LEY
DE DIOS
• Con el Decálogo Dios hace del
pueblo su propiedad personal
• Los 10 mandamientos son don
particular y signo de la alianza
• Resumen y proclamación
singular de la ley moral
• No se puede amar a Dios sin
cumplir los mandamientos y no
se puede cumplir alguno de los
mandamientos si no se ama a
Dios ?¿?¿
6. 3 contenidos de la ley antigua
• PRECEPTOS MORALES:
• PRECEPTOS CEREMONIALES
• PRECEPTOS JURÍDICOS-SOCIALES
• Se suele decir que con la llegada de Cristo sólo quedan los preceptos
morales, pero a veces no es fácil de distinguir.
• Las prescripciones morales quedan resumidas en los 10
mandamientos
• Los 10 mandamientos como expresión de la ley moral natural están
grabados en el corazón del hombre y por expresar derechos y deberes
fundamentales son inmutables y obligatorios para todos
7. • Los preceptos positivos
obligan siempre pero no en
cada momento circunstancia
• Los negativos obligan en
todas las circunstancias
• No es que lo negativo sea
más importante, sino que
hay comportamientos que
siempre estarán mal
8.
9. 2. LA LEY NUEVA, PLENITUD DE LA LEY
DIVINA NATURAL Y REVELADA
• 2.1. LA LEY NUEVA, LEY DE
LA GRACIA
• 2.2. LA VIGENCIA DE LA
LEY NATURAL Y DE LEY
ANTIGUA
• Recibe muchos nombres,
ley de Cristo, del espíritu,
de la fe, perfecta ley de
libertad
10. 2.1. LA LEY NUEVA, LEY DE LA
GRACIA
• A. LA GRACIA DEL ESPÍRITU SANTO
• B. LOS ELEMENTOS EXTERNOS DE LA LEY
• Sto.Tomás: La ley nueva es la gracia del
E.S. dada mediante la fe en Cristo
11. A. LA GRACIA DEL
ESPÍRITU SANTO
• La gracia crea un instinto
de lo divino, participando
del amor mismo de
Cristo hacia el Padre
• Es interior porque el E.S.
nos mueve desde dentro
y por eso es de libertad
12. B. LOS ELEMENTOS EXTERNOS DE
LA LEY
• Su fin es dar a conocer por signos exteriores el designio de Dios se
modo seguro y conveniente a la naturaleza humana
• Enseñanzas de Cristo, de modo particular Sermón montaña
• Enseñanzas apostólicas
13. 2.2. LA VIGENCIA DE LA LEY NATURAL Y DE
LEY ANTIGUA
• La Ley nueva es la revelación plena
• Ley nueva superación y plenitud de la antigua; pero
no derogación, el orden de la gracia no substituye la
naturaleza
• Son purificados, no abolidos los preceptos morales
mal interpretados (adulterio y homicidio sólo
exterior)
• Los mandamientos no son un límite mínimo, sino
camino a la perfección
• Señales de tráfico, pero la gasolina es la gracia
• El sermón de la montaña no añade preceptos
nuevos, pero reforma la raíz de los actos;
14. nuevos horizontes
• IMITAR PERFECCIÓN PADRE CELESTIAL
• PERDÓN A LOS ENEMIGOS
• ORACIÓN POR LOS PERSEGUIDORES
• CELIBATO POR EL REINO CIELOS
15. 3. LA MORALIDAD
CRISTIANA, ILUMINACIÓN Y
PLENITUD DEL OBRAR
MORAL HUMANO
• 3.1. LO HUMANO ABIERTO A LO DIVINO
• 3.2. LA FE, GARANTÍA Y ELEVACIÓN DE LA
RAZÓN
• La ética de la fe y la ética de la razón coinciden
la fe sólo despierta a la fe que duerme.
• Al hombre no se le impone nada desde el
exterior, sólo se le recuerda lo que lleva en sí
mismo
16. • Falsos binomios contrapuestos:
Dios-hombre, libertad-gracia,
natural sobrenatural, libertadconciencia
• Entienden la razón como
cerrada en sí mismo y fuente
única del significado de la
realidad, que no puede conocer
más allá de los datos del
conocimiento sensible. La
verdadera racionalidad sería la
empírica
• Wittgenstein: No se puede
hablar con sentido más que de
lo que conocemos por los
sentidos
3.1. LO HUMANO
ABIERTO A LO DIVINO
17. 3.2. LA FE, GARANTÍA Y ELEVACIÓN DE LA
RAZÓN
• Desprecian la ética de la fe afirmando que se basa en un apriorismo
• La fe ayuda a la razón: porque le abre el sentido último de la realidad
• Le hace conocer fácil y sin error lo que podría alcanzar la razón, sana a
la razón ofuscada por nuestras pasiones
• La fe exige la razón: el lenguaje de la Revelación debe ser
comprendido y los contenidos de la revelación deben ser coherentes
con la verdad y motivaciones de la vida humana. La fe es razonable,
es lo más racional
18. Ética de la fe en un
pensamiento posmoderno
• Contra esto va todo el relativismo de la
posmodernidad
• Las realidades humanas no se justifican sin su
referencia al Creador, esto no perjudica su
legítima autonomía, sino que las sitúa en su
auténtico fundamento
• La ética de la fe no es exterior al hombre y puede
ser comprendida por todos, también los que no
tienen fe
• Construir una base ética asumible por todos
22. JESUCRISTO
PRESENTA UN
MENSAJE DE AMOR
• ÉL ES EL REINO
• NO DAR IMPORTANCIA A LOS
MÉRITOS, PORQUE TODOS
SOMOS PECADORES
• MODELO MORAL BASADO EN EL
ARREPENTIMIENTO Y LA GRACIA
• LOS POBRES: LOS QUE PONEN
SU SEGURIDAD EN DIOS
• DE AHÍ SURGIÓ EL KERYGMA
23. KERYGMA
• FE EN CRISTO
• CONVERSIÓN
• BAUTIZARSE: NO SÓLO RITO SINO TRANSFORMACIÓN DEL SER
25. 3 MODOS DE
HABLAR DEL
ESTILO DE
VIDA NUEVO
• BIENAVENTURANZAS
• MANDAMIENTO NUEVO
• SEGUIMIENTO DE
CRISTO
26. BIENAVENTURANZAS: DIFÍCIL DE
INTERPRETAR
• LUTERO: FUNCIÓN PEDAGÓGICA: Cristo propone metas sabiendo que
están fuera de las posibilidades del hombre, radical incapacidad,
necesidad absoluta de la misericordia de Dios
• MODERNISMO: Moral provisional ante la parusía inminente
• MORAL IDEAL: Cristo no pide hechos concretos sino buenos
sentimientos (pero parábola talentos o semilla)
• MORAL DE PRIMERA CLASE
27. LAS BIENAVENTURANZAS REVELAN EL
ROSTRO DE CRISTO
• NO HAY CONTRAPOSICIÓN CON LOS DIEZ MANDAMIENTOS
• ES SU CUMPLIMIENTO, EL RESTO DEL DISCURSO DEL MONTE LO
EXPLICITA
• VOCACIÓN UNIVERSAL A LA SANTIDAD
• SE ENTIENDE BIEN CON EL MANDAMIENTO NUEVO:
• AMAR COMO YO OS HE AMADO
• SOMOS CRIATURAS NUEVAS
28. SEGUIMIENTO DE CRISTO
• Tillmann
• Responder con nuestra vida a lo
que somos sacramentalmente
• Hacer lo que Cristo haría en mi
lugar
• Ejemplo de los santos: todos
diferentes todos iguales
VS 19: seguimiento de Cristo es el
fundamento esencial de la moral
cristiana
29. «Bienaventurados los pobres de espíritu, porque suyo es el
Reino de los Cielos; bienaventurados los mansos, porque
heredarán la tierra; bienaventurados los que lloran, porque serán
consolados;
• bienaventurados los que sienten hambre y sed de
justicia, porque quedarán saciados;
bienaventurados los misericordiosos, porque
alcanzarán misericordia; bienaventurados los
limpios de corazón, porque verán a Dios;
bienaventurados los que procuran la paz, porque
serán tenidos por hijos de Dios; bienaventurados
los que sean perseguidos por causa de la justicia,
porque el Reino de los Cielos es para ellos;
bienaventurados seréis cuando os injurien, os
persigan y os calumnien por mi causa: estad
contentos y alegraos porque vuestro premio será
grande en el Cielo».
30. • Como se ve, cada frase tiene un ritmo parecido. Primero los llama
«bienaventurados», es decir, «felices»; después dice a quiénes alaba,
y, al final les promete un premio, que es siempre el mismo. Son felices
porque les pertenece el Reino de los Cielos o porque heredarán la
tierra, porque encontrarán consuelo y justicia y misericordia, o
porque verán a Dios y serán tenidos por hijos de Dios.
31. • Si queremos parecemos a
Cristo tenemos que ser así:
pobres de espíritu, sufridos,
enamorados de la justicia,
hombres de paz y limpios de
corazón. El Señor promete la
felicidad a los que intenten
vivir así. Y no se refiere solo
a la felicidad del final de los
tiempos, sino ya ahora. Vivir
como Cristo da mucha
felicidad
32. BIENAVENTURANZAS
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‣ Las bienaventuranzas son un autorretrato de Jesús
• Nos muestran qué es la verdadera felicidad
• Y cómo lo vive Jesús
• Junto con una invitación a seguirlo
‣ Sto. Tomás: las bienaventuranzas como acciones que constituyen la felicidad del hombre
• Felicidad: excelencia última de la actuación del hombre
✓ Las bienaventuranzas concretan esa excelencia en unos modos de actuar
✓ Modos abiertos a una plenitud mayor
• Así el actuar conduce a una comunión con Dios
✓ La recompensa actual es un anticipo de la plenitud de comunión escatológica
✓ Cada bienaventuranza expresa un aspecto de la contemplación
• La paradoja de cada bienaventuranza implica
✓ La debilidad de la acción del hombre
✓ La novedad de la recompensa divina
• El contenido de la felicidad es el don de Dios acogido por el hombre
✓ Imperfecto en esta vida
✓ Bienaventuranzas como camino de felicidad
33.
34. Bienaventurados los pobres en el
espíritu porque de ellos es el Reino de
los cielos.
Bienaventurados los que están
tristes porque Dios los
consolará.
Bienaventurados los humildes porque
heredarán la Tierra.
36. Bienaventurados los limpios de corazón
porque ellos verán a Dios.
Bienaventurados los que
trabajan por la paz porque ellos
serán llamados hijos de Dios.
37. Bienaventurados los perseguidos por
causa de la justicia porque de ellos es
el Reino de los cielos
LA UNICA LEY DE
DIOS ES EL AMOR
38. Los rasgos de Cristo
• En el capítulo 5 del Evangelio de
San Mateo se encuentra un
espléndido discurso del Señor, que
se suele llamar el Sermón de la
Montaña. En él Cristo expone por
extenso cómo tienen que , vivir sus
discípulos, los que quieran imitarle y
seguirle. El discurso empieza con
unas preciosas alabanzas del Señor,
que se llaman las Bienaventuranzas
39. • Bienaventuranza significa
felicidad El Señor promete
la felicidad, en esta vida y
en la otra, a quienes vivan
como hijos de Dios. Y
señala algunos rasgos que
tienen que tener. Esos
rasgos reflejan el modo de
ser de Cristo y se repiten
en cada cristiano. Los
mismos rasgos se pueden
encontrar en la vida de la
Virgen y en la vida de
todos los santos,
40. • Ser pobre de espíritu significa vivir desprendido de los bienes de la tierra, no
anhelarlos, no permitir que el corazón se apegue a ellos; evitar que la vida se consuma
yendo en su busca, usarlos con sobriedad sin poner en ellos el corazón, preferir la
sencillez. Es evidente que marca un contraste con la tendencia natural del hombre, que
es acaparar. Estamos inclinados a pensar que cuanto más tengamos, mejor. Pero, como
hemos visto, poseer crea víncu-los mutuos: las cosas dependen de nosotros y nosotros
acabamos dependiendo de las cosas. Paradójicamente, el poseer da libertad por un lado
-podemos hacer más cosas-, pero por otro la quita, porque nos hace vivir pendientes de
lo que poseemos. Y puede llegar a esclavizar. Para tener el corazón libre y amar a Dios
sobre todas las cosas y al prójimo como hijo de Dios, hay que ser pobre de espíritu.
«No podéis servir a Dios y las riquezas», advierte el mismo Cristo un poco más
adelante, en el mismo discurso
41. Pobre de espíritu significa también humilde,
que no se considera grande, ni por encima de
los demás; que no avasalla, que no presume,
que no desprecia, que no es vengativo; que
tiene un corazón sencillo, como un niño,
delante de Dios y de los hombres
• .
• En ese sentido, se parece bastante a lo que significa ser «manso». Esta
palabra no ha encontrado una traducción feliz en castellano. Expresa la
dulzura propia de los hombres de Dios. San Buenaventura la veía reflejada,
por ejemplo, en el carácter amable, acogedor y cariñoso de San Francisco
de Asís. Es un rasgo propio de todos los santos. Y también se ve en la
conducta del Señor, que es accesible para todos: ama a los niños, acoge a
los pecadores y perdona a quienes le quieren mal.
42. • Son bienaventurados los que
lloran; pero los que lloran sin
rabia, mansamente. Los que
padecen los sufrimientos de la
vida y se unen, consciente o
inconscientemente, al
sufrimiento de Cristo en la
Cruz. Contribuyen con su dolor
a purificar sus corazones y sus
obras; y a purificar el mundo,
unidos a Cristo. Encontrarán el
consuelo de Dios.
43. • El Señor nos invita a sentir hambre y sed de justicia, El concepto de
justicia ha quedado restringido modernamente. Cuando se habla de
justicia, se piensa sobre todo en las relaciones económicas y también
en el castigo de los maleantes.
Pero el concepto de justicia de la Biblia es mucho
más rico. Justicia es casi lo mismo que santidad.
Justo es el hombre recto, que está enamorado de
Dios y que tiene como norte de su vida cumplir su
voluntad. El justo sufre cuando ve que no se respeta
la ley de Dios, que se maltrata de palabra o de obra
al prójimo, que hay desorden en el amor a los bienes
de la tierra, que se corrompe la santidad de la vida
sexual, que en la sociedad predominan los intereses
particulares y los egoísmos, que se maltrata el bien
común, que se oprime a los débiles, que sufren los
44. • Y con mucha frecuencia, el justo es perseguido por causa de la justicia.
Porque se hace molesto a los injustos. Les echa en cara, aunque no lo
pretenda, su mal: no entra en componendas, no es cómplice de la injusticia;
no colabora en el juego sucio y no cohonesta con su silencio el mal obrar de
los demás; se siente obligado a protestar noblemente ante los abusos y a
señalar lo que está mal. Los que quieren obrar mal encuentran en él un
obstáculo molesto. Por eso lo persiguen.
• Ya hemos hablado del sufrimiento del justo, ya hemos visto que es una ley
inevitable de este mundo; que es el motivo por el que Cristo padeció y
padece; por eso identifica con Él. En la persecución del justo, se descubre el
pecado del mundo y también su remedio. El justo es la señal de
contradicción que hace que se descubran los corazones: unos porque se
enfurecen contra él y se pierden; otros porque se sienten removidos y
arrepienten. Por eso son «... bienaventurados los que sean perseguidos por
causa de la justicia, porque el Reino de los Cie-los es para ellos;
bienaventurados seréis cuando os injurien, os persigan y os calumnien por
mi causa: estad contentos y alegraos porque vuestro premio será grande en
el Cielo».
45. • Los limpios de corazón son los hombres rectos, que han hecho
su corazón inocente como el de un niño. Esa limpieza de
cora-zón se opone a la turbulencia de las pasiones, a las cesiones
ante los bajos deseos, a los desórdenes de la avaricia, del comer,
del beber; especialmente, se opone al descontrol de la
sexualidad, cuando, por dar satisfacción al instinto, se atenta
contra el orden natural de la función sexual. Todas estas cosas
enturbian los ojos del alma y enrarecen el trato con Dios; se llega
a mirar a Dios con malos ojos. La limpieza del corazón, en
cambio, da una gran facilidad para el trato con Dios. Quienes no
la hayan alcanzado en esta vida, necesitarán purificar su corazón
en la otra, para adquirir la capacidad de amar a Dios sobre todas
las cosas.
46. • Como tienen paz por dentro, los hombres de Dios comunican la
paz; donde están, trabajan por la paz y la difunden. Saben llevar
a los hombres a las fuentes de ese don divino: los acercan a
Dios y los acercan entre sí. El pecado es lo que divide al
hombre por dentro, lo que lo separa de Dios y lo que hace que
los hombres no se entiendan. La paz es un don divino; llega
cuando se resuelve el pecado, cuando se está dispuesto a
rectificar, cuando surge el arrepentimiento; cuando se deponen
las actitudes de soberbia, cuando se modera la avaricia, cuando
se superan los rencores. La fuerza para vencer el pecado, que
divide, viene siempre de la gracia de Dios, que repara el interior
del hombre. La amistad con Dios es el fundamento de la paz.
47. • Los misericordiosos son los que tienen el
corazón sensible para los sufrimientos del
prójimo; los que los sienten como propios,
los que se apiadan y sufren con los demás;
los que tienen el corazón grande. En la
grandeza de ese corazón, donde caben
todas las miserias de los hombres, se refleja
el corazón de Dios. El amor de Dios es un
amor misericordioso, como hemos visto en
la parábola del hijo pródigo. El cristiano
que es misericordioso, que sabe apiadarse y
que perdona, tiene ese rasgo divino. Los
rencores están fuera de lugar en el alma de
un cristiano.
48. El que
quiera ser
el primero
El que
que sea el
quiera ser
ULTIMO
grande que
se ponga a
SERVIR
El Hijo del
Hombre
NO TIENE
dónde
reposar la
cabeza
prestigio
dinero
poder
49. Su manera de hablar
El que quiera venir detrás de
mí, que renuncie a sí
es diferente...
mismo, que cargue con su
cruz de cada día y me
siga.
El que pierda su vida por
(Lc 9)
mí, la salvará.
(Lc 9)
Si el grano de trigo no cae
en tierra y muere, no
da fruto. (Jn 12)
¡Qué difícil entrarán en el reino de Dios
los que tienen riquezas! Es más fácil
para un camello pasar por el ojo de
una aguja que para un rico entrar en
el Reino de los Dios! (Lc 18)
No penséis que he
venido a traer paz a
la tierra; no he
venido a traer paz,
sino discordia. (Mt
10)
50. • Es evidente que en las
bienaventuranzas el Señor
quiere establecer un contraste.
Es bendecido un modo de ser
que, mirado con ojos demasiado
humanos, más bien parecería
una desgracia. Y es que,
efectivamente, aunque la moral
cristiana entronca y lleva a su
plenitud lo que puede ser una
moral natural, presenta, sin
embargo, un contraste con lo
que puede ser un modo
espontáneo de vivir
51. • Si entendemos que la conducta humana se fundamenta en la
espontaneidad de los instintos primarios, entonces
tendremos una moral que refleja el mundo animal:
dominada por el instinto de supervivencia y por el de
reproducción. En esa moral, los principios serían el afán de
dominio - subir, poseer, dominar- y la satisfacción más
amplia posible de los demás instintos primarios. Carecerían
de sentido la pobreza, la misericordia, la paz, la justicia y la
limpieza de corazón. Pero la moral natural no es una simple
prolongación de la conducta animal, porque hay un dato
nuevo, que es la inteligencia. Y la moral cristiana tampoco
es una simple prolongación de la moral natural, porque
también hay un dato nuevo, que es la vida de Dios.
53. BIENAVENTURANZAS
Las Bienaventuranzas son un verdadero programa moral, que incluye y sublima los
Mandamientos. Son un retrato de la vida de Jesús y constituyen un verdadero modelo de
conducta.
Mejoran el quinto mandamiento (no sólo “no
matar”, sino “no irritarse” ni “insultar” al
prójimo); el sexto (incluye los pecados
internos); el segundo (condena no sólo el
perjurio, sino el juramento sin necesidad); la
ley del talión (se manda devolver bien por mal).
Suprime también cualquier frontera en el
amor al prójimo.
“Sed perfectos como perfecto es vuestro Padre celestial” (Mt 5, 48).
54. LA REVELACIÓN DE LA LEY DEL
ESPÍRITU
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‣ Acción del Espíritu Santo en el hombre redimido
• Dimensión impulsiva: principio de acción
• Dimensión normativa: ordena y regula. Ley del Espíritu o nueva
‣ Desde los profetas (Jr, Ez) aparece la promesa de una ley nueva escrita en los corazones
• Implica una purificación, no una mera normatividad
‣ Rm, Ga: el hombre reconoce la ley mosaica como una ley extrínseca que denuncia el
pecado
• Con la liberación del pecado comienza la vida en el Espíritu
✓ El corazón se mueve hacia lo espiritual
• Por tanto, el paso de la ley mosaica a la ley nueva no es un cambio de una normatividad
por otra
✓ Es la acción del Espíritu Santo
✓ La ley del Espíritu es promulgada en Pentecostés, no en el Sermón de la Montaña
• No anula, lleva a plenitud la ley mosaica
55. NATURALEZA DE LA LEY NUEVA
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‣ Ley del Espíritu: la acción del Espíritu como dinamismo normativo
• Elemento principal: la gracia
✓ Interno no por pertenecer a la naturaleza, sino introducido en el hombre
• Elementos secundarios:
✓ Cómo la gracia llega: Iglesia, Escritura
✓ Cómo el hombre responde: las virtudes
‣ Ley nueva
• Informa: da conocimiento de la vida en el Espíritu
• Impulsa: inclina el corazón hacia la vida en el Espíritu
• Da una guía superior gracias a la presencia del Espíritu
‣ Ley nueva - ley natural
• Existe una continuidad y una discontinuidad
• Se distinguen como lo perfecto de lo imperfecto
• La ley nueva plenifica la natural
• La ley natural es el primer paso necesario para la ley nueva
✓ La gracia no destruye la naturaleza, la eleva
56. LEY NUEVA, LEY DE LIBERTAD
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‣ Libertad no es la simple ausencia de constricción exterior, es sobre el origen de la acción
• El libre se mueve desde sí mismo
‣ Por el pecado el hombre no puede moverse a sí mismo hacia su fin
• Consecuencia de la ruptura interna
• Potencia desiderativa no ordenada hacia el fin, contraria a dicho fin
• La ley vista como algo externo, no como guía interna
✓ Ley - externa - esclavo
✓ Deseo - interno - libre
‣ La ley nueva purifica el corazón
• Libera de la coacción al interiorizar la ley • Pero no elimina la obligación
‣ Esto lo hace por el dinamismo del amor
• Por eso las bienaventuranzas plenifican la ley natural
• Y la gracia -núcleo de la ley nueva- hace posible su vivencia
‣ Por tanto, la ley nueva ilumina en tanto que inclina
• Y la caridad tiene un valor directivo, por tanto normativo
57. 6. LA LEY DEL CRISTIANO
• Si la ley del cristiano es la ley nueva que el Espíritu Santo graba en
nuestros corazones,¿Qué sentido tienen las otras leyes? ¿Tiene
sentido la ley natural y las demás leyes si lo importante de verdad es
seguir a Cristo?
• Todavía hoy, la ley de Dios puede ser interpretada por algunos como
algo escrito, amenazador para el hombre y exterior a él.
58. A. La ley natural
• El hombre, por sí mismo es incapaz de llegar a la comunión con Dios. De
este modo surge inevitablemente la pregunta: Si la meta, a la que todo
hombre es llamado por Dios, es sobrenatural ¿puede tener aún
justificación la ley natural? ¿Conserva ésta todavía su valor? Y ¿cuál es
exactamente?
• Para responder a la pregunta hagamos una observación de importancia
fundamental. Si hablamos de ley natural, no lo hacemos para afirmar la
existencia del hombre natural (no llamado por Dios a la comunión de
gracia con él), o de un elemento o sector del hombre que resulte ser
simplemente natural sino que nos referimos a las exigencias o
inclinaciones del hombre, que son tan propias e imprescindibles, que las
tendría en cualquier estado que pudiera encontrarse, so pena de dejar de
ser hombre.
59. • Precisando de este modo el sentido de la ley natural, la doctrina
católica puede resumirse en estos asertos fundamentales: en el
nuevo orden de Cristo la ley natural es
• válida,
• inadecuada,
• salvada
• y salvante.
60. VALIDA
• El hecho de la validez no puede ser negado fácilmente, dada la
afirmación y reafirmación que hace de él la Escritura, la tradición de
la Iglesia y el Magisterio. Al joven rico que le interroga, Jesús replica
que la verdadera observancia de los mandamientos es una condición
indispensable para entrar en la vida; y el apóstol presenta en sus
cartas elencos o listas de los pecados que excluyen del Reino de Dios,
y todos estos pecados están prohibidos ya por la ley natural. El
Concilio de Trento afirma la validez de la ley natural recordando al
cristiano la obligación de observarla. Más claramente el Concilio
afirma tanto la obligación, refiriéndose sobre todo a la expresión de la
ley natural del decálogo, como a la posibilidad de su observancia con
la ayuda de la gracia de Dios.
61. • Consecuentemente, la realidad creada constituye para el hombre una
fuente e instancia de moralidad: Y el nuevo orden instaurado por
Cristo no anula el orden de la creación.
• La ley revelada necesita de la ley natural. La gracia necesita de la
naturaleza, no la suprime sino que la eleva y perfecciona
62. INADECUADA, salvada y salvante
• Pero no hay que olvidar que la ley natural por sí sola no contiene la
fuerza para cumplirla, además es incapaz de llevar al hombre a su fin
verdadero que es el sobrenatural necesita ser redimida.
• La ley natural es elevada porla gracia.
• Sólo una vez salvada por Cristo, la ley natural podrá ser salvante para
el hombre. Así la observancia de la ley natural, siendo, ya parte de la
ley de Cristo, es un medio necesario para llegar a la salvación, pero no
en cuanto ley natural, sino en cuanto ha sido sanada y elevada por la
gracia de Cristo.
63. autónoma
• Muchas veces se ha acusado a la ley natural de ser heterónoma, es
decir de venir de fuera y por tanto alienar al hombre. Subyace en este
planteamiento el concepto nominalista de un Dios que impone una
ley al hombre para que la cumpla, pero que no guarda ninguna
relación con su naturaleza, de modo que no hay ninguna razón para
imponerle esa ley y, por tanto, podría ordenarle que cumpliese una
ley contraria
64. teonomía
• «Algunos hablan justamente de teonomía, o de teonomía participada,
porque la libre obediencia del hombre a la ley de Dios implica
efectivamente que la razón y la voluntad humana participan de la
sabiduría y de la providencia de Dios..
65. • El hombre se perfecciona cuando elige el verdadero bien. Esto le hace
cada vez más libre, es decir, más dueño de sí mismo, menos esclavo
de sus propias pasiones. Esta libertad interior, que crece mediante la
obediencia a la ley divina, hace que el hombre tenga más capacidad
para conocer la verdad y, por tanto, para ser fiel a ella. En cambio, la
desobediencia le lleva a la esclavitud y a la ceguera para la verdad.
66. • «La justa autonomía de la razón práctica significa que el hombre
posee en sí mismo la propia ley, recibida del creador» VS 40
• VS 41 el texto continúa: Al prohibir al hombre que coma del árbol de
la ciencia del bien y del mal, Dios afirma que el hombre no tiene
originariamente este conocimiento, sino que participa de él
solamente mediante la luz de la razón natural y de la revelación
divina, que le manifiestan las exigencias y las llamadas de la sabiduría
eterna. Por tanto, la ley debe considerarse como una expresión de la
sabiduría divina. Sometiéndose a ella, la libertad se somete a la
verdad de la creación»
67. B. La moral de la Alianza
• Después de ver el papel de la ley natural, vamos a analizar
brevemente las leyes veterotestamentarias, que son a la vez
revelación histórica de Dios y manifestación de la ley natural. Las
orientaciones, instrucción y mandatos del Decálogo no se proponen
como normas legales meramente imperativas sino como la respuesta
agradecida de Israel a la admirable intervención de Dios que ha
liberado a su pueblo de la opresión y la servidumbre.
68. • El cumplimiento de los preceptos de Dios presupone la adhesión de fe
dada al Dios que salva; de ese indicativo emana, como una actitud
lógica, la aceptación de los imperativos éticos exigidos por la Alianza
de Dios con los hombres. Quienes han sido liberados por Dios se
comprometen a seguir unas pautas de conducta que son siempre
liberadoras para el hombre, al que comunican vida, plenitud y
felicidad. El cumplimiento de los mandamientos de Dios implica,
además participar en la acción liberadora de Dios que quiere que
todos los hombres puedan ver reconocidos sus derechos y vivir en
libertad.
69. • La Ley de Dios es luz para la vida de todo hombre, una lámpara en el
sendero de su vida. «Las palabras del Decálogo continúan válidas
también para nosotros: los preceptos de la Ley son origen de libertad
para todos los hombres, quiso Dios que encontraran (en Cristo) mayor
plenitud y universalidad, concediendo con largueza y sin límites que
todos los hombres pudieran conocerle a Él como Padre, pudieran
amarle y seguirle, con facilidad a aquel que es su Palabra»
70. C. La ley en Jesucristo
• Muchos hombres, atentos a la voz de Dios, (latente en los dictados de
su conciencia) y al mensaje moral de la creación, han llegado a
descubrir y establecer normas y leyes para proteger y desarrollar la
vida, defender la dignidad humana y crear lazos de justicia y de paz
entre los hombres. Estas normas y leyes, en las que Dios sembró,
desde siempre, semillas de verdad y de bien, han alcanzado su
cumplimiento en la revelación histórica de Dios y, de modo particular,
en Jesucristo. La revelación histórica de la Ley de Dios fue necesaria,
además, para que todos los hombres pudiesen conocer de un modo
cierto, fácil, sin error e íntegramente la voluntad divina que tuvo que
proteger su creación y, en particular, al hombre y su alianza con Dios
de caer en el caos a causa del pecado.
71. • Jesús no viene a abolir la Ley viene a consumarla ¿Y a qué llama
consumarla? Viene a darle su verdadero sentido, madurez. Conduce a
su madurez y todo cuanto de limpio y positivo había en esa ley de
obediencia impuesta por Dios. Respeta la tradición, pero conduce sus
gérmenes a su desarrollo. Para Jesús la ley del Sinaí es sagrada es su
vida, pero va más allá que los escribas, descubre esa ley es ante todo
vida. Cambia ante todo, el concepto de Dios: Pasando del Dios-temor
al Dios-amor y descubriendo por tanto que el eje central de toda ley
tiene que ser ese amor. Así no pide una obediencia propia de un
vasallo, sino una obediencia amorosa. Porque al amor de Dios no se le
puede ya responder con el simple cumplimiento, sino con otro amor.
Así Jesús introduce tres cambios fundamentales en la ley: La
personaliza, la relativiza y la radicaliza
72. La personaliza:
• se pone Él en lugar de la ley. El cumplimiento de la ley es Cristo, dirá
con exactitud san Pablo Cumplir la ley ya no será realizar tales o
cuales gestos, sino amarle, participar de su vida. Cristo es la ley del
cristiano, como el amado es la ley del amante. Cuando dos se aman,
entre ellos no hay ley, el amor sustituye a toda ley. Los amantes no se
obedecen, sino que se pertenecen, luchan por ser una sola voluntad y
una sola carne. Vosotros -escribe san Pablo- habéis muerto a la ley
por el cuerpo de Cristo, para ser de otro que resucitó de entre los
muertos. Al joven rico que cumplía la ley, Cristo le pide que le siga
73. RELATIVIZA
• Jesús, en segundo lugar, relativiza la ley. Esta se vuelve esclavizadora
cuando se la convierte en absoluto. Y Jesús la somete al «relativismo»
del amor. La ley es confirmada o suspendida según sirva, de hecho, a
la maduración o al encadenamiento del hombre. Para Jesús la ley no
es un absoluto. Absoluto sólo es Dios.
74. RADICALIZA
• Y, además, la radicaliza. Es necesario subrayar ante quienes piensan que
relativizar la ley es, sin más, implantar el libertinaje. Pero esto sucede
cuando, en lugar de la ley, se coloca el capricho. Pero todo se hace más
arduo, más cuesta arriba, más radical cuando la ley es sustituida por la fe y
la caridad, en definitiva por el seguimiento de Cristo. La fe va mucho más
allá que la obediencia material: la caridad es mucho más exigente que el
simple cumplimiento. Porque la ley dice de dónde no se puede pasar y el
evangelio hasta dónde hay que llegar: hasta ser perfecto como es perfecto
nuestro Padre, es decir, hasta el imposible. Así Jesús ni recorta, ni suaviza la
ley: la lleva hasta sus límites, hasta la locura, hasta la entrega total, hasta la
muerte. Pide algo que, nunca podrá alcanzar el hombre por sí sólo y para la
que precisará inevitablemente el sostén y la ayuda de Dios: la gracia.
75. D. El Espíritu y la ley externa. La Ley
Nueva
• El nuevo ser del cristiano (ser en Cristo) se convierte en fuente de
nuevo obrar, ya que al ser en Cristo sigue como imperativo moral
fundamental el vivir en Cristo. La conducta moral del cristiano no es
otra cosa que la traducción y manifestación vital de su mismo ser. Por
eso el cristiano no puede tener otra ley que Cristo mismo. La vida
moral del cristiano es participación de la vida misma de Cristo, mejor
todavía, Cristo mismo continúa viviendo (pensando, sintiendo,
queriendo y obrando) a través de la vida de sus cristianos.
76. • Jesucristo es, pues, el arquetipo o causa ejemplar, y más bien, la
causa eficiente, como también la meta del designio creador y
redentor de Dios.
• Para Sto.Tomás la ley nueva se caracteriza como ley y fuerza, ya que,
efectivamente, ilumina al hombre de tal manera que puede descubrir
la voluntad de Dios sobre su existencia, y mueve al hombre en su
interior para que cumpla esa voluntad divina. Jesucristo trae una ley
nueva, que está grabada no en tablas de piedra, sino en nuestros
corazones, gracias al Espíritu Santo.
77. • Esta ley nueva, también llamada ley del Espíritu es la persona misma
del Espíritu Santo que inhabita en nuestra alma, y también su
actividad en nosotros. Sin la voz del Espíritu no es posible
comprender la doctrina misma de Jesús. El cristiano encuentra en el
Espíritu de Cristo de quien está «embebido» desde el día de su
bautismo, al educador de su conducta moral: Ya no es una ley externa
la que regula su existencia, sino el Espíritu que habita en él como
sabiduría y poder.
78. • Si toda ley encuentra su sentido en indicar al hombre su fin último y
en inclinarlo a él, la ley nueva constituye la realización suprema y
perfecta de la ley, puesto que el mismo Espíritu Santo se hace en el
creyente sabiduría que ilumina los ojos de nuestro corazón bajo el
designio que Dios tiene sobre cada uno de nosotros, y se hace
potencia que empuja a obrar la justicia, o sea, a vivir el designio
divino en la existencia cotidiana.
79. • Precisamente porque la ley nueva es dada por el Espíritu Santo,
coincide con la caridad que es exactamente el fruto de la presencia
operante del Espíritu. En otros términos, el Espíritu se hace ley en
nosotros en cuanto obra en nosotros la caridad. Así se expresa el
Concilio Vaticano, cuando escribe que la condición del pueblo de Dios
«es la dignidad y la libertad de los hijos de Dios, en cuyos corazones
habita el Espíritu Santo como en un templo. Tiene por ley el nuevo
mandato de amar como el mismo Cristo nos amó a nosotros».
80. • Santo Tomás comenta el texto paulino: «donde está el Espíritu del
Señor, allí está la caridad» poniendo a la luz la relación que existe
entre el Espíritu Santo, la caridad y la libertad. La tesis del Aquinate es
ésta: por la fuerza del Espíritu Santo el cristiano es verdaderamente
libre, porque sabe y gusta hacer aquello que está bien. De este modo
llegamos a la auténtica libertad, puesto que somos llevados a
observar la ley de Dios no por fuerza o contra voluntad, sino
empujados por este dinamismo interior. La libertad significa obrar
bien no por fuerza de la ley, sino por amor. Y esto es posible
únicamente con la ley nueva que es el Espíritu de Jesucristo.
81. • De este modo la ley nueva tiene como contenido esencial la caridad y
como primera prerrogativa la de hacer posible la verdadera libertad
del hombre.
82. • Al decir que la ley nueva es el Espíritu Santo y sus efectos en nosotros,
¿estamos queriendo decir que ya no se necesitan leyes escritas? ¿Qué
papel tienen reservadas éstas?
• Según santo Tomás, los preceptos externos son un elemento secundario de
la ley nueva. Con tal expresión no se quiere negar realmente la importancia
de los preceptos, sino subrayar su relación esencial con la gracia. En esta
relación está todo el valor de la ley externa. Según una expresión del
Angélico, muy concisa pero felicísima, digamos que la ley externa es ad
usum gratiae, es decir, se pone al servicio de la gracia. La ley escrita viene a
materializar la ley del Espíritu. Es la traducción en preceptos el impulso de
vida del Espíritu Santo. Sin la fuerza del Espíritu Santo se quedaría en letra
muerta
83. • Además la ley externa tiene una función iluminante,. La ley externa
hace al cristiano, que no está animado por la ley del Espíritu Santo,
consciente de su pecado, «pues la ley no da sino el conocimiento del
pecado». Cuando, pues, no se siente ya en el cristiano la exigencia de
la gracia, la ley presiona entonces.