El documento describe los desafíos que enfrentan los apicultores en Argentina debido a la expansión de la agricultura intensiva. La agricultura ha reducido las áreas de forrajeo para las abejas y ha reemplazado especies melíferas con cultivos como la soja, creando un "desierto verde". Esto amenaza la sustentabilidad de la apicultura y la polinización de cultivos. También se discuten los impactos del uso de agroquímicos como el glifosato y la necesidad de proteger la biodiversidad que sustenta a la
Semiologia de la Exploracion fisica cardiovascular
La Apicultura Del Bicentenario
1. Los Apicultores del Bicentenario ( REMIX )
Patricio Crespo Med. Vet.*
Polen de Quebracho, Miel de Trébol y Cardo, Apitoxina y Propóleos son algunos de
los productos de la colmena, todos con propiedades de alto valor biológico y de
utilización científicamente comprobada en medicina.
Esto y varias cosas más salen de la colmena y son producidos por el apicultor en el
campo en diversas zonas del país (en todas las provincias hay apicultores)
Los Apicultores argentinos están considerados entre los más eficientes y tecnificados
del mundo, ocupan entre primer y tercer lugar como productores y/o exportadores de
miel desde siempre (años más, años menos)
La calidad de las mieles argentinas es notable en su variedad por su origen botánico y
es demandada por selectos paladares; aún así, su mayor porcentaje se exporta a
granel y sin diferenciarse, mezclándosela con otras de baja calidad para mejorarlas.
Esto también existe desde siempre y claro es un muy buen negocio para quién re-
comercializa la producción mal vendida de materia prima.
“La acción polinizadora de las abejas es de alto impacto en el medio ambiente,
asegura y preserva la cantidad y calidad de especies vegetales que son básicas
en la cadena trófica de animales y seres humanos”
2. Pero el principal producto que logran las abejas en compañía del apicultor es la
polinización de especies nativas e implantadas. Esto significa decir que aseguran que
las especies vegetales puedan seguir reproduciéndose, que puedan correctamente
fecundarse y que en el caso de verduras, frutas, hortalizas y cultivos productores de
semilla los rindes sean óptimos en cantidad y calidad. La polinización dirigida en otros
países genera millonarias sumas de dinero y en Argentina esta actividad ni siquiera
es reconocida. Y esto no solo es perjudicial para apicultor, lo realmente grave es la
falta de polinización entomófila en numerosísimas especies nativas e implantadas. En
USA, solo por las tareas de polinización los apicultores son considerados parte básica
de toda la cadena Agroindustrial. De la facultad de agronomía de la UBA, hace un par
de años se sugería “dejar franjas de maleza (yuyos varios) que albergasen insectos
polinizadores, en los perímetros de los cultivos de girasol”. El objetivo claro está, era
asegurar la polinización entomófila, que hace años ya se había visto disminuida de
manera notable.Tanto que, en girasoles sin abejas, la fecundación no se lograba con
éxito.”.De la misma Facultad también surgen las indicaciones de erradicar TODO lo
que no sea una planta de soja-trigo o maíz….Árboles, pájaros, insectos, mamíferos,
malezas etc. Y de ser posible que ni el dueño del campo se asome….
Producto Premium, precios no tanto…
En momentos en que la crisis del campo involucró a toda la sociedad de Argentina, los
apicultores son apenas un grano de arena frente a un médano de reclamos que nos
3. instan a elevar el tono, a mostrar que la producción de cera y miel ya existía como
líder cuando la agricultura era solo de subsistencia y mucho antes de que llegasen las
mejoras genéticas a nuestra ganadería. A los apicultores argentinos se les exige
“para poder exportar”….( ¿?) la calidad de producto y tareas para obtenerlo que
proponen los compradores de la Unión Europea, pero nadie paga con aranceles del
Primer Mundo. Nuestros compradores en muchos casos poseen una estructura
apícola tan deficitaria como en el peor de nuestros malos ejemplos ( que los
hay…claro)
A esto deberíamos sumar Retenciones, más Aranceles Diferenciales para poder
ingresar a la Unión Europea.
“Con el auge de la agricultura intensiva las áreas de pecorea o forrajeo de las
abejas se redujeron drásticamente.
Se convirtieron en un desierto verde. Las áreas sembradas con especies
melíferas pensando en mejorar los rindes de las colmenas parecen islas de
flores en medio de un mar de soja.”
Un Desierto Verde…
Con el auge de la agricultura intensiva las áreas de pecorea o forrajeo de las abejas
se redujeron drásticamente.
Se convirtieron en un desierto verde. Las áreas sembradas con especies melíferas
pensando en mejorar los rindes parecen islas de flores en medio de un mar de soja.
Ya, en 2002-2003 junto a Herman Zorzin (INTA-Venado Tuerto) hablamos de
Sojización, de Frontera Agrícola en Expansión etc, etc; inclusive contemplamos la
posibilidad de considerar a la soja (Glicyne Max) como fuente melífera y luego
propusimos Sembrar para las Abejas.
El glifosato se utiliza de mal modo, en muchos casos, pulverizando banquinas,
corrales, mangas, alambrados, montes y taperas en donde no se ejercita la
4. producción apícola).Esto junto a la tala de montes se multiplica en casi todo el país
agrícola, así es que se eliminó a muchas especies de interés apícola.
Existen numerosos trabajos científico técnicos que indican que la gran mayoría de los
agroquímicos son “inofensivos e inocuos” y también un número aún mayor donde se
indica y alerta sobre el proceso de envenenamiento masivo de la pampa húmeda.
Pero la mala utilización de “venenos” no solo es competencia de la grandes empresas
que los producen para utilizarlos en agricultura.
Si duda el del glifosato, es un tema complejo. Muchos apicultores despotrican ( a
veces sin fundamento) en su contra; pero que ocurriría si en vez de ser La Soja el
cultivo estrella, fuese La Colza….., esta oleaginosa ( la segunda en importancia a nivel
mundial después de la soja) necesita de insecticidas y glifosato entre otras cosas,
para su correcto desarrollo…..La idea del comentario es lograr que a la hora de
opinar sobre estos asuntos seamos correctos y justos a favor o en contra.
La naturaleza, así en general, está siendo destruida y modificada, básicamente por la
expansión industrial que acompaña a la expansión de la población humana. Esto no
puede detenerse y hoy se especula con la teoría del mal menor. Es decir a partir de
ahora hagamos “lo menos malo”,ya que la Evolución de la Humanidad trae aparejada
consigo la Involución de la Naturaleza. La pregunta consecuente es: “como harán los
apicultores para continuar con su amada actividad si el medio ambiente que sus
abejas necesitan ya no existe…?”
Muchos apicultores creen que esta idea es exagerada y que todo no está tan mal y
que seguramente al final de esta campaña, tendrán 20 o 30 tambores de miel para
vender….Espero y deseo que yo esté equivocado y que ellos tengan razón.
La pregunta consecuente es: “como harán los apicultores para continuar con su
amada actividad si el medio ambiente que sus abejas necesitan ya no existe…?”
5. Algunos apicultores (no solo de Argentina) tienen a triste reputación de ser
fabricantes de productos que no sirven para nada y que además arriesgan con la
posibilidad de contaminar su principal producto: la miel.
La agriculturización, monocultivo, sojización o como se le llame a ocasionado también
la migración de productores tamberos-ganaderos al cultivo soja, por su excelente
rentabilidad comparativa. Esto inutilizó praderas implantadas que representaban un
aporte importante como flora melífera.
El paquete tecnológico agronómico (herbicidas, fungicidas, insecticidas etc.)
diezmaron numerosas especies vegetales naturales que desde siempre fueron la base
productiva del sector y alteraron definitivamente al medio ambiente.
La Argentina fue siempre “el país de las vacas y las grandes estancias”; era su marca
registrada, social, cultural y económica. Ahora es un país que produce porotos.
La falta de políticas de estado que protejan y desarrollen a todo el abanico de
producciones agropecuarias tan diversas gracias a la diversidad geográfica y climática
a trastornado a un sector emblemático de un país que alguna vez fue líder en
tecnología y producción agropecuaria.
Es imprescindible que se protejan aunque más no sea pequeños sectores dentro de
cada explotación agrícola y de este modo se protejan especies vegetales y de
insectos benéficos del mismo modo que aves y pequeños mamíferos que migran de
sus áreas naturales por el cambio drástico del medio ambiente que se modifica al
6. compás de la expansión de la frontera agrícola. La siembra de especies con potencial
melífero en espacios no agrícolas es otra práctica que podría implementarse
masivamente. Los apicultores pierden áreas de pecorea y la humanidad pierde
biodiversidad por la destrucción de enormes ecosistemas.
No puede desaparecer una actividad agroindustrial casi bicentenaria (Urquiza,
Rivadavia y Sarmiento entre otros fueron entusiastas del desarrollo apícola), que
ocupa a varios miles de familias y cuyos productos son resaltados y requeridos por los
países mas desarrollados del mundo y que además gracias a las abejas asegura la
polinización de cultivos y es un fiel monitor de los cambios del medio ambiente.
Esta agricultura debería contemplar la posibilidad de crecer aún más, pero con
inteligencia y aprecio por el medio ambiente y sus ecosistemas.
“Es mentira que la Apicultura esté enfrentada y en guerra con el sector agrícola.
No es verdad que el peor enemigo de los apicultores sea el Glifosato.
Si, en cambio, son perjudiciales los malos usos de ambos.
La agricultura ejercitada por inversores “de ocasión” que no cuidan la tierra
porque no es suya y quienes sin control ni capacitación pulverizan con veneno
donde sea y sin preocuparse por quién lo reciba, el mismo que maneja las
máquinas, las colmenas del monte o los terneros del vecino…..”
Y los productores apícolas deberemos transformarnos, aún más, en multiplicadores de
los conceptos de la verdadera producción agropecuaria racional.
Debemos volver a la apicultura de apicultor, cuidando mil detalles aún teniendo
muchas colmenas. Incorporar, quizás de modo definitivo, el concepto de nutrición,
como en el resto de las producciones animales de interés zootécnico…..Esta idea es,
creo, resistida por todos pero hay que analizarla seriamente.
La idea de la abeja que sola consigue su sustento en forma equilibrada de modo que
ningún nutriente le falte es hoy casi impracticable en la pampa húmeda.
Genera rechazo simplemente porque jamás nos imaginamos que esto sería así.
Entre la nueva agricultura y la sequía persistente la opción es abandonar la
actividad…?No señor ¡ eso queda para los “inversores apícolas” que por definición NO
son apicultores.
El apicultor es ingenioso, desarrolla un trabajo creativo. Existen en Argentina
científicos y técnicos que trabajan para aportar soluciones a las crisis que se empeñan
desde hace mucho tiempo en perjudicar al sector. Pero claro….resulta que este sector
produce algo tan preciado en el mundo entero que difícilmente se caiga. Mejor aún, es
muy probable que sus productos eleven sus valores de venta y que los “mercados” al
solicitar variedad estimulen al sector apícola a mejorar más su perfomance. A mejorar
corporativamente a, de una vez por todas, quitarse el mote peyorativo de
Individualistas- y Autosuficientes….
7. Decía Bob Marley “….el futuro es promisorio…” de nosotros depende.
* Patricio Crespo es practico apicultor (MAA-BA) desde 1991, médico veterinario desde 1992,
especializado en apicultura desde 1996. Apicultor desde 1987.Asesor de grupos INTA Cambio Rural,
desde 1996.Medico veterinario homeópata desde 1996.