Plan de emergencias Venadillo

REPUBLICA DE COLOMBIA
DEPARTAMENTO DEL TOLIMA
MUNICIPIO DE VENADILLO

CONSEJO MUNICIPAL PARA LA GESTION DEL RIESGO DE
DESASTRE DEL MUNICIPIO DE VENADILLO TOLIMA
CMGRD

PLAN DE EMERGENCIAS Y CONTINGENCIA POR
ERUPCIÓN VOLCÁNICAS DEL RUIZ, TOLIMA Y SANTA
ISABEL EN EL MUNICIPIO DE VENADILLO TOLIMA.

CONSEJO MUNICIPAL PARA LA GESTIÓN
DEL RIESGO DE DESASTRE.

JORGE ELIECER SIERRA ALARCON
Alcalde Municipal.

HERMAN ROLANDO TRONCOSO Ñ
Coordinador CMGRD.

JORGE IVAN CASTILLO ROJAS
Secretario de Planeación.

VENADILLO TOLIMA 2013.

“Desarrollo Humano con Participación y Transparencia”
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Cra 5 No. 3-94 Teléfono 2840270 – Fax 2840231
E mail alcaldía@venadillo-tolima.gov.co


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INTRODUCCIÒN

El paisaje volcánico actual de la cordillera central colombiana, se caracteriza por la existencia de
geoformas residuales producto de erupciones volcánicas; los abanicos o piedemontes laterales, ubicados
en el departamento del Tolima son muestra de dicha actividad, los piedemontes de Ibagué, Espinal,
Lérida, Mariquita, Armero y Venadillo son los más destacados.

Estos abanicos están constituidos por material volcánico, transportado a lo largo del cauce principal
de los ríos geográficamente asociados a un foco volcánico. El proceso consiste en una serie de
fenómenos extremos que generan avalanchas, compuestas por material volcánico producto de una
erupción, sumado a material de la cuenca. Dicho flujo de material se encausa por los drenajes y ríos
principales con una velocidad considerable y arrasando todo a su paso. El flujo continúa, hasta llegar
a áreas de depositación que corresponden a las zonas de piedemonte de la cordillera.

En la cordillera central, más específicamente, en el complejo volcánico Ruiz – Tolima, existen
volcanes catalogados como activos, que por sus características físicas, en caso de entrar en erupción
generarían avalanchas, que renovarían los piedemontes laterales, entre ellos el de Espinal, Armero,
Mariquita y Venadillo. De hecho, el abanico de Armero fue renovado tres veces en tiempos históricos
(1595, 1845, 1985) por avalanchas fluvio volcánicas que se encausaron por el río Lagunilla, las
cuales, se originaron debido a la erupción del volcán Nevado del Ruiz, con consecuencias célebremente
catastróficas. El contraste se da con los procesos de colonización y asentamiento humano en los
piedemontes laterales, asociados al complejo Ruiz-Tolima. Poblaciones como Ibagué, Mariquita,
Lérida y Venadillo, están pues en riesgo potencial de futuras avalanchas como consecuencia de las
próximas erupciones de volcanes como el Tolima, Ruiz, Santa Isabel y otros focos volcánicos activos.

El presente trabajo de investigación, se enfoca, en un estudio de caso donde se busca evaluar la
amenaza potencial que representaría las avalanchas originadas de las probables erupciones de los
volcanes ubicados en la parte alta de la cordillera central, que afectarán a la región de Venadillo,
departamento del Tolima. Este trabajo es pues, un aporte al estudio de las amenazas volcánicas en la
zona de influencia del complejo Ruiz - Tolima.

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PLANTEAMIENTO.

En el municipio de Venadillo, existe un abanico de origen reciente, relacionado directamente con la actividad
volcánica del complejo Ruiz – Tolima. Dicha geoforma, está constituido por depósitos del Cuaternario,
caracterizados por rocas sedimentarias y volcánicas, además de flujos de lodo compuestos principalmente por
bloques y cantos de roca volcánica y metamórfica, localmente ínter estratificados con flujos de lava de
composición andesìtica (Kassen, 1974).

De acuerdo con estudios realizados anteriormente sobre la amenaza volcánica proveniente del complejo Ruiz-
Tolima, entre los que se destacan los de Ingeominas (1988 y 2000), se señala que los flujos fluvio-volcánicos que
se originen por la actividad de los volcanes nevados Tolima y Santa Isabel se encausarían por el lecho principal
de los ríos Totare y La China afectando la región de Venadillo.

El río Totare es fundamental para entender la relación del abanico de Venadillo y los focos volcánicos activos,
ya que tiene su nacimiento en el flanco norte, del volcán nevado del Tolima (5200m). Este río recibe aguas, en
la parte alta, del río Totarito proveniente de la cima del volcán nevado Santa Isabel (5100 m). La cuenca del
río Totare se caracteriza por tener profundos cañones y algunos pequeños valles en la parte alta. El cauce
principal del río recorre 80 Km hasta su desembocadura en el río Magdalena. Al parecer, en el pasado más
reciente (Holoceno), el río Totare ha sido el canalizador de avalanchas o flujos de lodo, originados
presumiblemente de las últimas erupciones del volcán Tolima o Santa Isabel, pues su condición de volcanes
activos, permite suponer que al menos las capas de avalancha más recientes y superficiales presentes en el
abanico de Venadillo provienen de dichos focos.

En términos generales tenemos en la región de Venadillo, un abanico de poca extensión y baja pendiente,
además, hay un proceso de disección incipiente originado por el río Totare, Al igual que todos los abanicos
laterales de origen volcánico ubicados en el norte del departamento del Tolima, el de Venadillo tiene asentada
una población rural y urbana.

Por otra parte, la región de Venadillo tiene una población ubicada geográficamente en área de influencia de
flujos fluvio - volcánicos originados del Volcán Tolima y/o Santa Isabel, volcanes que cuentan con un potencial
real de generar dichos flujos, de acuerdo con estudios realizados en la zona de los cuales se hablara
posteriormente, como consecuencia de futuras erupciones; las cuales, se encausarían por el río Totare renovando
con nuevo material el abanico de Venadillo, afectando directamente a la población.

Teniendo en consideración que el abanico de Venadillo fue originado por eventos fluvio volcánicos que se
depositaron en la zona de piedemonte, los cuales, fueron transportados por el río Totare, se llevara a cabo un
especial énfasis en dicho río y la cuenca del mismo. Por tanto, los próximos eventos fluvio-volcánicos, que
amenacen la región de Venadillo se encausarían por el río Totare.

Así pues, proponemos el estudio de la “Evaluación y zonificación de la amenaza por eventos fluvio - volcánicos
para la región de Venadillo – Departamento del Tolima”.

Es preciso señalar que en este trabajo, no se pretende hacer un calculo superdetallado de la amenaza sino una

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aproximación a la misma desde el análisis de una serie de variables físicas, que serán descritas posteriormente,
entre las cuales se va a tomar la Geomorfología y la Hidrología

como los principales indicadores del alcance de los eventos fluvio-volcánicos en la región de estudio. La gente, al
igual que los expertos, suele no reconocer que la amenaza no solamente está relacionada con las estadísticas, sino
con la comprensión del proceso que da lugar a su construcción (Muñoz-Carmona, 1999). Es en definitiva, la
comprensión del proceso que daría lugar a los eventos de origen fluvio-volcánico y su amenaza sobre la
población, lo que se busca realizar en este trabajo.

Algunos expertos recomiendan no utilizar las probabilidades en la elaboración de los mapas de amenaza
volcánica, pues se suele calificar la probabilidad como un “artefacto especulativo”, desafortunadamente
entender los procesos volcánicos también lo es, razón por la cual todo lo que se hace en vulcanología tiene cierto
grado de incertidumbre (Op Cit,). Debido a la naturaleza que rodea los fenómenos de origen volcánico, en este
trabajo, no se pretende llegar a un nivel probabilístico, es decir, para el caso especifico del estudio, llegar a
predecir el periodo de retorno o recurrencia de los flujos fluvio-volcánicos. En conclusión, se realizará un estudio
desde una perspectiva más vulcanológica que probabilística.

PROBLEMA.

Existe la probabilidad real que se presente una erupción en el nevado del Tolima y/o Santa Isabel; en dicho caso
se generarían flujos fluvio – volcánicos, que se canalizarían por el cauce principal de río Totare, afectando la
región de Venadillo y su población. Por ello se evaluará y zonificará la amenaza potencial asociada a
fenómenos fluvio – volcánicos para ésta región.

En caso de presentarse una erupción en el Nevado del Tolima o Santa Isabel, se generarían flujos fluvio
volcánicos que se canalizarían por el cauce principal de río Totare afectando la región de Venadillo y su
población. La hipótesis radica, en que teniendo en cuenta las características físico - ambientales de la región de
Venadillo, y considerando un potencial flujo fluvio-volcánico que podrían suceder, de acuerdo con estudios
previos; los flujos al llegar al sector del ápice del abanico se expandirían en todas direcciones siguiendo un
patrón parecido al de los eventos de avalancha que acontecieron en el pasado reciente (Holoceno) en la
geoforma, esto indicaría que el área de amenaza potencial por avalanchas es MAYOR, pues no solo se limitaría
al extremo sur, también se considerarían otras áreas de amenaza del abanico, entre las cuales se encuentra el
casco urbano ubicado en el extremo norte.

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JUSTIFICACION.

Se parte del hecho de que en Colombia, trabajos desde el enfoque de la geografía para el estudio de los riesgos y
amenazas volcánicas son escasos. Pensamos que la geografía, puede hacer importantes aportes, ya que es una
ciencia que estudia las relaciones sociedad – naturaleza. Es importante señalar, que a la hora de elaborar
estudios de riesgo o amenaza el trabajo interdisciplinario es fundamental.

Consideramos importante que el municipio de Venadillo conozca el verdadero grado de amenaza al que sus
pobladores se verían expuestos, ante la ocurrencia de un fenómeno volcánico extremo, pues es vital tener en
cuenta este tipo de estudios para los planes de desarrollo futuros.

Los fenómenos volcánicos – glaciares (flujos fluvio volcánicos) han incidido preponderantemente en el desarrollo
del relieve y del modelado actual de la Cordillera Central colombiana y de sus piedemontes laterales. El carácter
catastrófico de estos fenómenos, en condiciones actuales de poblamiento, es un riesgo frente al aprovechamiento
del espacio geográfico por el hombre (Flórez, La Rotta, 1986:160).

Los fenómenos fluvio – volcánicos, representan peligros de un alcance geográfico muy amplio, que pueden
afectar poblaciones distantes decenas de kilómetros con resultados catastróficos, como el caso de Armero donde
perdieron la vida más de 20.000 personas al quedar sepultadas por los flujos provenientes del volcán nevado del
Ruiz. Al igual que Armero, existen otras zonas densamente pobladas sobre áreas de influencia volcánica y
potencialmente amenazadas por dichos fenómenos, es el caso de Chinchiná, Lérida, Mariquita, Ibagué y
Venadillo, influenciados por volcanes activos del complejo Ruiz – Tolima.

Ante la amenaza potencial que representan varios volcanes activos pertenecientes al complejo Ruiz – Tolima,
para las poblaciones ubicadas sobre piedemontes como el caso de Venadillo, es importante analizar el tema de las
amenazas y riesgos volcánicos, pues en caso de un aumento de la actividad y una posterior erupción, se tienen
que conocer de una manera más precisa las zonas pobladas, sistemas e infraestructuras que por su inconveniente
ubicación con respecto a la amenaza se verían afectadas en un futuro. Para evitar desastres o grandes perdidas
materiales y para planificar mejor el uso del suelo en la región de Venadillo, es de gran importancia para la
comunidad del municipio, el estudio del tema de amenazas fluvio-volcánicas, ya que a la hora de definir normas
con el fin de regular la planificación de los asentamientos humanos y otras obras civiles en general se tendrá un
criterio más para la toma de decisiones. Así pues, a las diferentes zonas de amenaza se les asignaría diversas
funciones como por ejemplo: forestación, áreas de recreación, cultivos temporales, etc.

Además, aportaría más a las disposiciones técnicas que se deben considerar para la construcción de obras,
también un trabajo de este tipo sería tenido en cuenta por autoridades locales y regionales de planificación, para
que se cumplan eficazmente dentro de sus planes de gestión a nivel territorial.

En cuanto a la pertinencia geográfica, el estudio de los riesgos y amenazas volcánicas y en general de todo tipo
de riesgos naturales o antropicos, la geografía constituye una faceta intrínseca, y su perspectiva es central para
todos los aspectos de este campo. Sanahuja (1999) cita a Hewitt quien,

sintetiza esta “geograficidad” del tema en su libro “Regions of Risk:, a geographical introduction to disasters”

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(1997). Cualquier riesgo dado o evento desastroso es distinguido por su ubicación y escenario geográfico.

En este trabajo, encontramos todo un escenario geográfico con características particulares, a nivel local y
regional; La geografía permite caracterizar probables fenómenos que se llevarían a cabo en un lugar y tiempo
dado, teniendo en cuenta variables físicas determinadas en interacción con una serie de procesos y dinámicas
regionales y locales. Además la geografía, es una ciencia de carácter humano intrínseco; al ocuparse de los riesgos
y amenazas volcánicas considera al hombre como una variable determinante e infalible, pues la relación hombre
y medio natural ha existido siempre y en este trabajo en particular la población rural y urbana de Venadillo es
protagonista.

OBJETIVOS

Objetivo General

Evaluar y zonificar la amenaza por flujos fluvio – volcánicos para la región de Venadillo - Tolima

Objetivos Secundarios

1. Evaluar la amenaza por eventos fluvio-volcánicas provenientes del volcán Tolima y Santa Isabel
2. Llevar a cabo el análisis de diferentes variables físicas que nos ayudan a zonificar la amenaza.
3. Identificar y referenciar espacialmente áreas de población urbana y rural, además de la
infraestructura existente y el uso y cobertura actual del suelo en la región de Venadillo
4. Evaluar los distintos escenarios de probables erupciones del volcán nevado del Tolima y/o Santa
Isabel bajo condiciones ambientales variables en la región de estudio.

5. Elaborar un mapa de amenaza por flujos fluvio-volcánicas para la región de Venadillo teniendo en
cuenta el estudio de variables de índole físico.

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ANTECEDENTES

A continuación, se hará una breve reseña de algunos casos históricos recientes de desastres producidos por
fenómenos de origen volcánico, haciendo un énfasis especial en los acontecimientos que ocurrieron por flujos
fluvio - volcánicos como coladas de barro o lahares. La idea de reseñar los siguientes casos es mostrar un ejemplo
de los eventos que se podrían presentar en la región de Venadillo.

Monte Santa Helena, Estados Unidos, 1980:

Ubicado en la parte suroccidental del estado de Washington, es uno de los estratovolcanes de la Cordillera de las
Cascadas en la región Noroccidental de la costa pacifica. La erupción de este volcán provoco el peor desastre
volcánico en la historia de los Estados Unidos. Según Tilling (1993:101), la mayor preocupación era un
hinchamiento de grandes proporciones en el flanco norte del volcán, el cual, reflejaba que una masa de magma
estaba intruyendo la parte alta del cono volcánico. En la mañana del 18 de Mayo, un sismo de magnitud 5.1 a
unos 2 Km. de profundidad sacudió el volcán, posteriormente el flanco norte del Monte Santa Helena comenzó
a colapsarse, tal como señala el autor, en principio se produjo una masiva avalancha de escombros, una
explosión lateral que devasto un área de 550 km2, flujos piroclásticos y una columna de cenizas que se elevo
hasta 24 Km. de altura. La erupción, también generó flujos de lodo destructivos en varios valles que drenan el
cono del volcán. El saldo trágico de la erupción fue de 57 personas muertas, docenas de heridos y más de 1000
millones de dólares en perdidas materiales por la destrucción de los sistemas de transporte y comunicaciones

Volcán Nevado del Ruiz, Colombia, 1985:

El volcán nevado del Ruiz, esta ubicado en la Cordillera Central en la parte centro occidental de Colombia, es el
volcán activo más norteño del país, hace parte integral de la Cordillera de los Andes que se extiende por la costa
occidental de Suramérica. Los lahares han causado varios desastres históricos en este escenario, por ejemplo,
Cotopaxi en Ecuador ha hecho erupción al menos 50 veces desde 1738 y más de la mitad de estos eventos
estuvieron acompañados por flujos de lava, caída de cenizas y lahares (Smith, 1996:166). El desastre ocurrido
por la erupción del volcán nevado del Ruiz es el peor de los registrados en la historia de Colombia y el peor en el
mundo desde la erupción del Monte Pelée, Martinica en 1902, desde finales de 1984 ya se notaban señales de
inquietud volcánica como incremento de la actividad fumarólica, sismos percibidos y explosiones freáticas. De
acuerdo con la descripción hecha por Tilling (1993:99) el 13 de Noviembre la erupción comenzó a las 15:06 (hora
local) y empezó a depositar una delgada capa de ceniza alrededor del cráter Arenas, las explosiones mas fuertes
ocurrieron hacia las 21:08 y produjeron flujos piroclasticos y caídas de tefra o ceniza volcánica, los productos
piroclásticos calientes arrasaron y fundieron la nieve y el hielo del casquete glaciar del Ruiz, y el agua de fusión
resultante se mezcló con escombros volcánicos tanto de esta erupción como preexistentes, para formar flujos de
lodo. Estos flujos de lodo altamente móviles descendieron a gran velocidad siguiendo los valles angostos y
empinados de las partes altas del volcán. Los flujos de lodo mas grandes descendieron por los cañones de los ríos
Azufrado y Lagunillas, uniéndose aguas abajo para formar una enorme masa en movimiento, con una altura de
40 m y una velocidad de 30-40 Km./hora en dirección de la ciudad de Armero. La descarga pico, del flujo de lodo
del Rió Lagunillas en su aproximación a Armero fue estimada en 47.500 m3/seg. El volumen acumulado de
todos los flujos de lodo fue mayor a 60 millones de m3, de los cuales entre 20 y 30 millones de m3 estaban
constituidos por agua producto de la fusión del hielo glaciar, del 8 al 10 % del casquete fue eliminado debido a
esta erupción. Un poco después de las 23:30 horas, los flujos de lodo barrieron las zonas pobladas causando la

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muerte a más de 21.000 personas en Armero y produjeron la destrucción masiva de toda la infraestructura
existente en esta región. Aun hoy día queda la desazón de que todo este desastre se pudo haber evitado con tan
solo una llamada de emergencia y la evacuación de la población apenas a un par de kilómetros de Armero.

CLIMATOLOGIA

Haremos una caracterización climática general del Norte del Tolima, ya que es en esta región donde se encuentra
nuestra área de estudio, comprende desde la parte alta del Parque de los Nevados hasta el valle interandino
limitado por el río Magdalena. En esta área, se van a tener en cuenta parámetros meteorológicos como la
temperatura y la precipitación, dando mayor relevancia al comportamiento de este último, con el fin de obtener
datos sobre la estacionalidad y los regimenes de lluvias que son claves para el entendimiento de nuestro problema
y para el diseño posterior del mapa de amenaza potencial por fenómenos fluvio - volcánicos.

Dentro de la climatología regional se desprende un subtema que aborda la glaciología pues tenemos en nuestra
área de interés, la presencia de glaciares residuales en las cimas de los volcanes Tolima y Santa Isabel. Se
analizará el estado actual de los casquetes de hielo, mostrando su área aproximada, drenajes asociados y cual ha
sido su evolución hasta la actualidad.

CARACTERIZACION CLIMATICA GENERAL DEL NORTE DEL TOLIMA

Debido a que a la variabilidad orográfica es bastante marcada en el norte del departamento del Tolima, se
encuentran varios tipos de clima dentro de esta misma región. Así pues, encontramos al Oriente, la Cordillera
Central con elevaciones superiores a los 5000 m sobre el nivel del mar, Hacia el Occidente, la topografía empieza
a suavizarse progresivamente hasta los piedemontes y valles que se encuentran, en su mayoría, entre los 200 y
300 metros de altitud. Finalmente, encontramos en el costado oriental el río Magdalena ceñido a la Cordillera
Oriental.

En el piso cálido, correspondiente a la parte baja de la vertiente que hace contacto directo con el valle del río
Magdalena, la temperatura promedio anual suele ser superior a los 24°C. Por otra lado, en las partes altas del
flanco oriental de la Cordillera Central, donde se encuentra el “cinturón cafetero”, a una altura entre los 1000 y
2000 m, las temperaturas varían entre los 18 y los 24°C. El piso frío, ubicado por encima de los 2500 m, se
caracteriza por tener temperaturas entre los 10 y los 17°C, y en el sector de los nevados las temperaturas suelen
estar por debajo de los 0°C en las noches.

En cuanto a la precipitación, la región se caracteriza por una orografía dispuesta espacialmente, de manera tal,
que permite una circulación del tipo Fohn (valle - montaña), en la que los vientos alisios descargan la mayor
parte de humedad sobre la cordillera Oriental, que luego al pasar a los valles la precipitación es sensiblemente
menor, esto explica que los valles interandinos del departamento del Tolima y Huila sean de características
secas, a la vez presentan un bosque ecuatorial tropical seco. Así pues, la distribución espacial de las lluvias en el
departamento del Tolima presenta un patrón muy bien definido: a las partes bajas y secas, correspondientes al
valle del río Magdalena, se oponen las vertientes húmedas a uno y otro lado del valle producto de la circulación
dominante valle montaña. Hacia el norte del Tolima se presenta uno de los sectores más secos de todo el valle del
Magdalena, con precipitaciones en general por debajo de 1.500 mm anuales (IGAC, 1980:21-22).

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En las vertientes cordilleranas la precipitación crece con la altura hacia la mitad inferior, mientras que hacia la
mitad superior ella es decreciente, esto se puede observar claramente en el siguiente esquema:

Figura 7. Distribución de las lluvias en las vertientes cordilleranas

Fuente: IGAC, 1980

El proceso de distribución de las lluvias ocurre de la siguiente manera: La masa de aire sube a lo largo de la
ladera hasta alcanzar su nivel de condensación en alturas medias, en este momento descarga su humedad y,
consecuentemente, va disminuyendo el volumen de las lluvias (IDEAM-CORMAGDALENA, 2001:182).

En el norte del Tolima, el óptimo pluviométrico se presenta entre los 1.000 y 2.000 m. sobre el nivel del mar, con
promedios anuales en general por encima de los 2.000 mm y en algunos sectores por encima de los 3.000 mm. Por
encima de los 2.000 m, la precipitación comienza a decrecer, alcanzando nuevamente promedios inferiores a los
1.500 mm en las partes más altas de la Cordillera Central. En términos generales, se puede decir entonces que la
zona más húmeda del norte del Tolima (vertiente oriental de la Cordillera Central) corresponde con el Cinturón
Cafetero (IGAC, 1980:22-23).

En la región comprendida en el norte del Tolima se presenta un régimen bimodal de precipitaciones, el cual se
comporta de la siguiente manera (Op. Cit: 22): Dos periodos definidos de lluvias, repartidos, el primero en los
meses de Marzo, Abril y Mayo y el segundo en los meses de Octubre y Noviembre. En el primer periodo, el mes
más lluvioso parece ser Abril, mientras que en el segundo periodo no hay un marcado predominio de uno u otro
mes. En promedio, el primer periodo representa alrededor de la tercera parte de las lluvias y el segundo alrededor
de la cuarta parte. Individualmente, los meses de Octubre y Noviembre son más lluviosos que los del primer
periodo. Por otro lado, los dos periodos secos se localizan, el primero de Diciembre a Marzo y el segundo de
Junio a Septiembre. Es preciso señalar que el clima imperante en el valle del Magdalena, en el norte del Tolima,
es cálido y de tendencia seca; en este sector por lo general, son cinco o más los meses secos al año.

Para ilustrar de una manera más clara y comprensiva el comportamiento y la distribución de las lluvias en el
norte del Tolima, y por ende, en nuestra área de estudio regional, se muestra a continuación un mapa de isoyetas

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con la distribución de la lluvia mediana anual en mm.

GLACIOLOGIA

Los glaciares residuales ubicados en las cimas de los volcanes Tolima y Santa Isabel, son una variable
importante en la formación y características de los futuros eventos fluvio - volcánicos. Por ello, hay que prestar
especial atención a la dinámica glaciar que se ha generado en las partes de altamontaña incluidas dentro de
nuestra área de estudio. El objetivo principal de este subcapitulo, es ilustrar cual es el estado actual de los
casquetes de hielo de estos dos focos volcánicos, señalando la dimensión de sus glaciares, su papel en la cuenca y
cuales han sido los procesos que han derivado en su retroceso y disminución; toda esta información es clave pues
nos permite hacernos una idea de cual serian las dimensiones del posible evento que afectaría la región local de
estudio, claro esta, teniendo en cuenta la actividad volcánica del momento.

En primera medida, es importante señalar que los casquetes glaciares de la actualidad se generaron debido a que
en la Tierra han ocurrido periodos en los que las condiciones climáticas varían drásticamente, pues descienden
las temperaturas por disminución de la energía solar que llega al planeta, lo cual conlleva, a un enfriamiento y
una mayor humedad en todo el globo. Estos periodos son conocidos como glaciaciones, y es precisamente en ellos,
donde se facilita la acumulación y la extensión de las masas de hielo (glaciares). Los periodos glaciales e
interglaciares se explican en los ciclos de Milankovitch.

El último periodo glacial empezó hace 116.000 años, con un enfriamiento generalizado y que hace unos 70.000
años presentó un mínimo bastante pronunciado. Esta fase glacial tuvo una duración de aproximadamente
106.000. Hace unos 10.000 años A.P comenzó una fase interglacial también conocida como Holoceno, esta
fecha marca el inicio de unas condiciones bioclimáticas similares a las actuales, aunque con fluctuaciones que
han incidido en la vegetación y en el avance y retroceso de los glaciares residuales de la ultima glaciación
(IGAC, 1992:36).

De acuerdo con Flórez (2002: 160), en Colombia los glaciares (nevados) empezaron a formarse hace unos 70.000
años o quizás crecieron los relictos de una penúltima glaciación. El autor cita a Van der Hammen (1985) y
señala, que en el ultimo glaciar para Colombia la máxima extensión del hielo ocurrió poco antes de 35.000 A.P.
Posteriormente los glaciares disminuyeron, y poco antes de 25.000 años A.P, hubo otro avance glaciar o
estadial y de los 21.000 a los 14.000 años hubo una notable reducción del hielo por ser una fase muy seca
aunque fría. Posteriormente, entre los 14.000 y los 10.000 años A.P hubo varias fluctuaciones con la
alternancia de estadiales e interestadiales.

El avance glaciar más reciente y mejor documentado históricamente, ocurrió como consecuencia de un
enfriamiento de la atmósfera terrestre entre los años 1600 y 1850 (d.C), este fue un cambio global que en
Colombia hizo descender los glaciares residuales hasta 4.300 m en promedio. En el sur del país, los nevados
Cumbal, Pan de Azúcar y Puracé descendieron hasta los 4.200 m, hasta los 4.400 m en los nevados del centro
(Ruiz, Santa Isabel…) y 4.600 m en la Sierra Nevada de Santa Marta, con este avance los hielos cubrieron 374
Km².

A partir del final del siglo pasado, la temperatura asciende como una oscilación menor hasta el presente, lapso
durante el cual desaparecieron ocho glaciares (nevados) en el territorio colombiano. Es evidente, que la isoterma

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de 0°C se ha ido desplazando verticalmente como respuesta al incremento térmico de la atmósfera, lo que explica
el desequilibrio glaciar o fusión (Op. Cit: 164).

En el presente (Op. Cit: 169) solo existen cuatro nevados (glaciares) y dos sierras nevadas como

conjuntos aislados de picos cubiertos por glaciares. Estas masas glaciares existentes son relictos de la última
glaciación y debido al aumento térmico generalizado desde el año 1.850 están en franco retroceso (ver cuadro 3).
De este grupo de glaciares que aun se encuentran en Colombia, destacamos el del Tolima que para el año 1.850
tenia un área de 8.6 Km² y en 1.996 mostraba una área aproximada de 1 Km², y el de Santa Isabel con un área
para 1.850 de 27.8 Km² y para 1.996 de 5.3 Km². Gracias a la interpretación de esta información, es evidente el
claro retroceso que han tenido estos dos nevados hasta nuestros días, además, todo parece indicar que la fusión
glaciar va a continuar paulatinamente no solo en ellos sino en los que aun quedan.

Cuadro 3. Recesión de los glaciares (nevados) actuales desde 1850 (d. C)

GLACIAR AÑO AREA Km²
1. Huila 1850 33.7
1965 16.3
1996 13.3
2. Tolima 1850 8.6
1958 2.7
1996 1.0
3. Santa Isabel 1850 27.8
1959 9.4
1996 5.3
4. Ruiz 1850 47.5
1959 21.0
1997 9.3
5. Sierra Nevada del Cocuy 1850 148.7
1978 38.8
1994 23.7
6. Sierra Nevada de Santa 1850 82.6
Marta 1954 19.4
1995 11.1
Modificado de Flórez, 2002

A continuación, haremos una descripción del Nevado del Tolima y Santa Isabel, ya que estos glaciares tienen un
importante papel en el sistema de drenaje regional, pues se involucran con la cuenca del río Totare y por ende con
la región de Venadillo. Los caudales dentro de esta cuenca, están directamente influenciados con la fusión
progresiva del casquete de estos glaciares.

Nevado del Tolima:

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El Nevado del Tolima hace parte de los municipios de Ibagué y Anzoátegui, las coordenadas de su punto central
son 4° 40´ de latitud norte y 75° 20 de longitud oeste, y su altitud máxima es ligeramente superior a 5.250 m
(5.280 m aprox.).

El nevado del Tolima es un glaciar residual depositado sobre la cima de una estructura volcánica (IGAC,
1992:53). Las aguas que provienen de este nevado drenan hacia los ríos Combeima 52 %, Toche (Coello) 3 %,
San Rumualdo (China) 5.6 % y Totare 41%, ubicados en la vertiente oriental de la Cordillera Central y
afluentes del río Magdalena.

Durante el pleniglacial o mayor extensión de los glaciares, ocurrida poco antes de 35.000 A.P, las lenguas
glaciares del Nevado del Tolima descendieron hasta alturas de 3.000 m. El área de acumulación de hielo estaba
por encima de 3.700 m (+-100m). En esta época, el Tolima no era un glaciar aislado como lo es hoy, sino que
formaba una masa continua de hielo junto con el Quindío, Santa Isabel, Cisne, Ruiz y el área del norte del Ruiz
hasta cerca de Pensilvania en el departamento de Caldas (IGAC, 1992 :57).

La dinámica glaciar representada en el retroceso general y los avances del hielo, se ha generado principalmente
por dos fenómenos: Las fluctuaciones climáticas terrestres y las erupciones volcánicas frecuentes. A pesar de la
actividad volcánica y del retroceso glaciar generalizado, (Op. Cit: 57) el nevado aunque residual aún conserva
una masa mínima. Al final de la Pequeña Edad Glaciar (1.850 d.C), el hielo llegaba hasta los 4.300 m sobre el
flanco sur y a 4.450 m en los demás costados. Actualmente, las altitudes mínimas que alcanza el glaciar son de
4.650 m por el norte, 4.800 m en el sur y el oriente y de 4.650 a 4.800 m por el occidente.

La pérdida media anual del área ocupada por hielo en el nevado del Tolima, se estima alrededor del 1%, valor
similar al de otros nevados, solo que por tener una masa muy pequeña su desaparición podría ser rápida, si se
supone que las condiciones climáticas evolucionan con la misma tendencia actual. Un factor a favor de la
persistencia del nevado, es su altitud de aproximadamente 5.280 m, lo que unido a las condiciones de humedad le
permite acumular aún hielo en su cima. Sin embargo, la acumulación es inferior a la fusión, balance negativo que
condiciona el retroceso (Op. Cit: 58).

Los eventos volcánicos, han ayudado al retroceso de la masa de hielo en gran medida en el nevado del Tolima.
La actividad del volcán y la cobertura de su cima por un casquete glaciar plantean la posibilidad de eventos
volcano-glaciares (Flórez y La Rotta, 1986). Las explosiones volcánicas junto con la fusión parcial del glaciar
han generado flujos de carácter catastrófico en el pasado reciente y para nuestro estudio, esta es una
consideración muy importante a tener en cuenta.

Nevado de Santa Isabel

El punto central del nevado corresponde con las coordenadas 4° 48 de latitud norte y 75| 23´ de longitud oeste.
Las tres alturas mayores, de sur a norte, superan ligeramente los 4.860 m, 5.020 m y 5.020 m, respectivamente.
El nevado se ubica en la divisoria de aguas de la Cordillera Central y en el nacen los afluentes primarios de los
ríos San Francisco, Claro y Otún de la vertiente del río Cauca. Hacia el oriente, nacen los ríos Recio y Totare, los
cuales reciben un aporte de agua de este glaciar del 30% y el 10% respectivamente, y drenan hacia la vertiente
del río Magdalena. El área del nevado hace parte de los municipios de Santa Isabel y Murillo en el

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CMGRD

departamento del Tolima, Villamaría en Caldas y Santa Rosa de Cabal y Pereira en Risaralda (IGAC,
1992:58).

Durante el pleniglacial, las lenguas glaciares más bajas descendieron hasta 3.100 m por el oriente y hasta 3.400
m por el occidente. Sin embargo, el área de acumulación de hielo estaba por encima de los 3.600 m. Durante la
Pequeña Edad Glaciar, que termino hace 140 años, los glaciares aumentaron ligeramente y el límite inferior del
Santa Isabel descendió hasta 4350 m al oriente y a 4.500 m por el flanco occidental y cubrió un área de 27.8
Km². A partir de 1850 d.C (Op. Cit: 60); el comportamiento de este nevado residual (y de otros nevados), se
caracteriza por la recesion, la cual, se puede apreciar fácilmente en el cuadro mostrado anteriormente; de acuerdo
con estos datos, en los últimos 140 años el área cubierta por el glaciar se redujo casi hasta la sexta parte.

Todo parece indicar, que al igual que en el nevado del Tolima, el retroceso acelerado del hielo se debe a la
influencia volcánica. Flórez (2002: 170), señala que por efecto de la erupción del volcán del Ruiz en 1.985 la
fusión se aceleró no sólo en el Ruiz, que perdió aproximadamente un 10% de su casquete glaciar, sino también
en los nevados del Tolima y Santa Isabel por la concentración de piroclastos que concentran la radiación solar,
con porcentajes de pérdida de área que superaron el 4 %.

GEOLOGIA.

Dentro de esta variable, se tomarán en consideración diferentes parámetros que de una u otra forma inciden
dentro del problema de estudio. En primera medida se llevará a cabo una descripción litológica del área regional
de estudio, posteriormente se analizarán las principales estructuras geológicas presentes y también se reseñarán
y caracterizarán los principales focos volcánicos que inciden directamente en la amenaza por eventos fluvio -
volcánicos que será determinada.

DESCRIPCION LITOLOGICA DEL AREA DE ESTUDIO

La litología, donde es importante destacar los grupos y formaciones geológicas, se va a desarrollar teniendo en
cuenta información secundaria tomada de la memoria explicativa del “Mapa geológico del departamento del
Tolima” realizada por Ingeominas, en el año de 1996, a la vez, se tomó como base cartográfica el mapa realizado
por Tassir en 1974, Mapa de Geológico del Departamento del Tolima, escala 1:250000, elaborado también para
Ingeominas.

Dentro del área de estudio, se presentan diferentes formaciones litológicas que van desde el periodo Precámbrico
hasta el Cuaternario. Por tanto, es importante describir una secuencia estratigráfica que muestra la cronología
de las formaciones principales en la zona de estudio, partiendo desde la más antigua hasta la más reciente.

El estudio de las formaciones litológicos presentes en el área de estudio, nos ayuda a entender cuales fueron los
eventos que acontecieron en el pasado y dieron origen a la configuración del paisaje actual en la región de
Venadillo.

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Unidades Litológicas:

Neises y anfibolitas de Tierradentro (PE)

Esta formación aflora como una franja alargada en dirección N-NE, en las estribaciones de la Cordillera
Central, al norte del departamento del Tolima. La litología más frecuente es de neises cuarzo-feldespáticos,
frecuentemente biotiticos, neises anfibólicos y anfibolitas, con menos frecuencia o en forma muy subordinada se
encuentran, en orden decreciente, mármoles, cuarcitas y granulitos. Excelentes exposiciones se encuentran en la
zona de Venadillo – Santa Isabel.

Complejo Metamórfico de Cajamarca (Pe)

Se utiliza este nombre, para describir un conjunto de rocas metamórficas que conforma el núcleo de la Cordillera
Central. El complejo esta conformado por una gran variedad de rocas, producto de metamorfismo regional de
medio a bajo grado, facies esquisto verde hasta anfibolita. La litología más frecuente, es de esquistos de clorita-
albita-epidota, clorita-albita-actinolita, cuarzo-sericita-

grafito, cuarcitas y cuarcitas biotiticas. Los colores dominantes son verdes y grises a negros. Subordinadamente
se encuentran mármoles, esquistos micáceos, esquistos anfibolicos y ocasionalmente anfibolitas. La secuencia
litológica original, debió estar conformada por sedimentos ricos en materia orgánica, arenas cuarzosas, flujos
lávicos y depósitos de tobas, conformando una acumulación volcano - sedimentaria marina. (INGEOMINAS,
1996:17-18).

Batolito de Ibagué (Jcd)

Es la unidad geológica de mayor extensión en el área de estudio, sus afloramientos están situados siempre en la
Cordillera Central. Composicionalmente muestra un amplio rango de variaciones, desde tonalita hasta
monzogranito, pasando por cuarzodiorita, granodiorita, monzonita y cuarzomonzonita. La roca más común es
de color moteada de negro, de grano medio a grueso y compuesta por cantidades variables de cuarzo, plagioclasa
y feldespato potasico, hornblenda y biotita son los minerales oscuros acompañantes. La edad del Batolito de
Ibagué parece estar muy bien documentada y se ubica en el rango 131–151 M.a, que corresponde al Jurásico
Medio a Superior, perteneciente a un periodo volcánico antiguo.

Cretáceo Superior (K)

Se agrupan bajo este símbolo, varias unidades litológicas del Cretáceo Superior, que tienen como característica
común su depositación en ambiente marino. Aquí están incluidos el Grupo Villeta, para la unidad inferior, y el
Grupo Guadalupe en la parte superior.

Grupo Villeta (K2)

Esta formación, aflora en la Cordillera Oriental y en el valle de los ríos Magdalena y Saldaña. Litologicamente,
está constituida por una sucesión monótona de lodolitas de color gris oscuro, y bancos de calizas micríticas y
biomicríticas, con concreciones calcáreas, generalmente fosilíferas. Hacia la parte superior, aparecen delgadas

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CMGRD

capas de limonitas y lodolitas silíceas (chert) con lodolitas calcáreas, areniscas y concreciones calcáreas
fosilíferas. El grupo Villeta corresponde a la parte más alta del Cretáceo Inferior y la mitad del Cretáceo
Superior.

Formación Guadalupe (K1)

Sobre la Lidita Superior se encuentra un nivel de lutitas y arenas y, finalmente, una secuencia de arenas
cuarzosas o conglomeráticas conocido como Nivel de Lutitas y Arenas y Formación La Tabla, respectivamente.
La formación La Tabla, representa la culminación de la sedimentación marina del Cretáceo en la cuenca del
valle Superior del Magdalena. En la parte inferior dominan las areniscas que alternan con lutitas grises, la
parte media consta de lutitas con delgadas intercalaciones de areniscas, mientras que en la parte superior
predominan los bancos de areniscas que gradan hacia el tope a conglomerados de cuarzo, lodositas silíceas y
chert.

Terciario Superior (T)

Corresponde a una secuencia de arcillolitas y lutitas de color rojizo dominante, que ha recibido los nombres de
Formación o Grupo Guaduas. La secuencia consta de arcillolitas y lutitas abigarradas con intercalaciones de
lutitas grises y amarillo crema, de grano fino, algunas veces con aspecto de “sal y pimienta”. Las areniscas
varían en una composición desde ortocuarciticas, en la base, hasta arcosicas, en la parte superior. Localmente se
presentan intercalaciones de conglomerados con

clastos de chert y cuarzo

Grupo Gualanday (T2)

El Grupo Gualanday aflora en el valle de los ríos Magdalena y Saldaña y en las estribaciones de la Cordillera
Central y Oriental. La Formación Gualanday Inferior, esta conformada por conglomerados con clastos de
cuarzo (predominantes) y chert. El tamaño de los clastos varía desde grava fina hasta gruesa. La matriz es
arcillosa y arenosa, el color dominante es amarillo o marrón oscuro. Posee intercalaciones menores de arcillolitas,
limolitas y areniscas de colores rojizo, violáceo y blanco, que separan los paquetes de conglomerados. La
Formación Gualanday Medio consta de un conjunto donde predominan arcillolitas de colores, rojo, amarillo,
azul, gris y gris púrpura, con intercalaciones menores de limolitas, areniscas y lentes de conglomerados.

La Formación Gualanday Superior consta, principalmente, de bancos potentes de conglomerados rojizos, con
formas de rellenos de canal y clastos hasta de 20 cm, de lodosita silicea y chert, principalmente con cuarzo, rocas
ígneas y metamórficas en forma subordinada, están soportados por matriz arenosa con fragmentos de la misma
naturaleza, en menor proporción se presentan capas delgadas de arcillolitas y areniscas de color amarillento y
verdoso. (op. cit: 50).

Grupo Honda (T1)

El Grupo Honda del Terciario Superior, se extiende a lo largo del Valle del rió Magdalena, en una franja que
cruza el departamento del Tolima de sur a norte. En el extremo sur del valle medio del Magdalena, que

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CMGRD

corresponde al norte del Tolima, esta constituida, en parte inferior, por areniscas y arcillolitas de color gris y
rojo, con algunos conglomerados, con escasos fragmentos de origen volcánico. Luego se presentan intercalaciones
de conglomerados, conglomerados arenosos, areniscas con abundantes fragmentos volcánicos, en menor
proporción arcillolitas. En la parte superior hay predominio de capas rojas de lutitas y areniscas de grano fino
sin fragmentos volcánicos.

Batolito de El Bosque (Tcd)

Es un cuerpo intrusivo que aflora en el flanco oriental de la Cordillera Central, al suroccidente del municipio de
Líbano. Esta compuesto por granodiorita biotitica de grano grueso a medio. Mineralógicamente consta de
cuarzo (15-20%), plagioclasa tipo oligoclasa (35-50%), microclina (8-15%) y biotita (5-8%). La roca más
frecuente es fanerítica, de grano grueso y color blanco, ocasionalmente moteada de negro por la biotita. El
Batolito de El Bosque intruye a las rocas metamórficas del Complejo Cajamarca y es cubierto por lavas y
depósitos piroclasticos del Neógeno-Cuaternario, originados en los volcanes del Complejo Ruiz-Tolima.

Depósitos volcánicos del Plio - Pleistoceno (TQp)

Se agrupan bajo esta denominación depósitos provenientes de la actividad de los volcanes del Complejo Ruiz-
Tolima expuestos sobre la Cordillera Central, resultado de esta actividad se producen lavas y depósitos
piroclasticos. Las Lavas forman extensas mesetas o altillanuras, generalmente por encima de 3000 a 3500
metros de altura, las lavas cubren las rocas metamórficas del Complejo Cajamarca y las rocas intrusivas del
Batolito de El Bosque.

Los flujos lávicos son de composición andesítica, con pocas excepciones basálticas y, con relativa

frecuencia, con domos dacíticos como los de Cerro España y los nevados Santa Isabel y Cisne. Las dataciones de
lavas más antiguas hasta ahora conocidas, dan entre 2.7 a 0.19 M.a, que corresponde al substrato o basamento
antiguo de la cadena del Plioceno Superior. Las más recientes, 0 – 0.05 a 0.2 – 0.15 M.a están asociadas a
coladas de lava cortas de la cumbre del volcán nevado del Ruiz, del Holoceno (Thouret et al, 1985).

Los depósitos piroclásticos, de flujo y caída, cubren extensas zonas en el Parque Nacional Natural de los
Nevados, en el departamento del Tolima. Estos depósitos están constituidos por flujos piroclásticos de diverso
origen y capas de ceniza y lapilli frecuentemente pumitico, con bombas, estas acumulaciones volcánicas están
intercaladas con lahares y depósitos lagunares, glaciales y fluviales. Los depósitos piroclásticos cubren todas las
unidades geológicas de la Cordillera Central y el valle del Magdalena, suavizando por lo general la topografía,
la intensidad de la actividad explosiva se observa en la morfología alrededor de los volcanes, las emisiones de
ceniza y lapilli recubrieron y suavizaron la topografía en un radio de por lo menos 50 Km alrededor de los
centros volcánicos, alcanzando 5-6 mts de espesor, en el nevado del Tolima, y 10-12 mts alrededor de Cerro
Bravo. Los materiales piroclásticos provienen de los volcanes más explosivos, entre los que se destacan Cerro
Bravo, volcán nevado del Ruiz, volcán nevado del Tolima y Cerro Machín.

Abanicos (Qsv)

Entre el piedemonte de la Cordillera Central y el rió Magdalena, se presentan, en el departamento del Tolima,

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abanicos o conos de deyección de grandes dimensiones. De norte a sur los más destacados son los de Mariquita,
Armero, Lérida, Venadillo, Ibagué, El Espinal, Guamo y Chaparral. La composición estratigráfica y litológica
de estas acumulaciones es muy variable y son el reflejo de los diversos mecanismos y épocas donde se formaron,
así como los diferentes sitios donde se originaron. Su morfología es plana y están suavemente inclinados hacia el
valle del Magdalena, exhibiendo su forma de abanico característica. Normalmente se presentan muy disectados
formando cañones profundos.

Abanicos Fluvio-volcánicos Recientes (Qsv1)

Dentro de los abanicos recientes se destaca el de Venadillo y El Espinal. Están conformados, en la parte
inferior, por arenas tobaceas con fragmentos de rocas efusivas (90%), plutónicas y metamórficas, la parte media
consta de intercalaciones de arenas tobáceas, con niveles formados casi exclusivamente por fragmentos
redondeados o subredondeados de pumita. La parte superior esta representada por gravas gruesas, pobre a
altamente cementadas, con cantos de rocas efusivas, predominantemente, intrusivas y metamórficas, a menudo
de más de un metro de diámetro.

Los mejores afloramientos se encuentran sobre le río Totare y en el río Coello en el sector de Chicoral. El origen
de estos abanicos esta relacionado con actividad volcánica del complejo Ruiz - Tolima. Dentro de los depósitos
se intercalan lahares y lahares secundarios, posiblemente con flujos piroclásticos dístales y material aluvial y
aluvio-torrencial.

Abanicos Fluvio-volcánicos antiguos (Qsv2)

Dentro de este grupo se destacan en el área de estudio principalmente los abanicos de Lérida e Ibagué. El
abanico de Ibagué es una geoforma antigua y es uno de los depósitos cuaternarios más extensos del
departamento del Tolima, su origen se relaciona con múltiples episodios de actividad volcánica y aluvio-
torrencial en la Cordillera Central, especialmente en la zona del nevado del

Tolima. Los materiales que lo conformaron descendieron por el rió Combeima. El abanico de Ibagué esta
constituido por intercalaciones de depósitos laháricos, aluviales, glaciales, aluvio-torrenciales y flujos
piroclasticos con pequeñas zonas con depósitos de cenizas volcánicas de caída. La fracción gruesa, está
representada por cantos de rocas volcánicas, intrusivas y metamórficas, predominando casi siempre las primeras
en proporciones muy variables. Se trata, casi siempre de gravas, clastos y matriz soportada, con diferente grado
de cementación y compactación, dependiendo del fenómeno que dio origen al deposito (INGEOMINAS,
1996:66).

Depósitos aluviales (Qal)

Asociados a los abanicos recientes se encuentran los aluviones y terrazas. Extensas zonas de los valles de los ríos
Magdalena y Saldaña y sus tributarios, están cubiertas por depósitos sedimentarios aluviales. Los más antiguos
han sido erosionados y presentan formas aterrazadas. Generalmente son depósitos de gravas y arenas, con
intercalaciones limosas y arcillosas, con poca o ninguna consolidación, y selección regular a buena. El espesor de
los depósitos, así como la litología de los fragmentos constituyentes son muy variables, dependiendo del área
fuente y del sitio de acumulación.

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La edad de estas acumulaciones es Holocénica o Reciente, por tanto unas están en proceso de formación debido a
la dinámica fluvial permanente, mientras que otras se han formado en eventos extraordinarios como flujos
torrenciales en épocas invernales.

ESTRUCTURAS GEOLOGICAS.

La orogenia del relieve andino colombiano se generó, debido principalmente a un proceso compresivo que implicó
un estrechamiento o acortamiento en sentido este oeste con formación de pliegues y de fallas o reactivación de
las ya existentes. Las Fallas geológicas en el departamento del Tolima se pueden asociar a tres grupos o sistemas
principales: norte – sur (N-S a N 30° E), este – oeste (N 60° E a E-W) y noroeste (N 30°W a N 60°W).
Dentro del primer sistema se destaca la Falla de Chapetón-Pericos, ubicada en el flanco oriental de la Cordillera
Central. Esta falla separa rocas metamórficas del Precámbrico y el Paleozoico de la Cordillera Central, entre el
occidente de Ibagué y el norte del departamento donde se une con la Falla de Otú. Dentro de las fallas de
orientación este-oeste, se destaca la Falla de Ibagué, la cual, presenta claras evidencias de actividad tectónica
durante el Cuaternario. (op. cit: 75). Esta falla tiene una particular importancia dentro de la configuración del
departamento pues su trazo cruza, con dirección N 70°E la ciudad de Ibagué.

Dentro de los pliegues se encuentran los anticlinales y sinclinales que afectan las rocas sedimentarias del
Mesozoico y Cenozoico expuestas en las estribaciones de las Cordilleras Central y Oriental y también el valle del
Magdalena. Dentro del área de estudio se destaca el sinclinal de Potreritos, ubicado al oriente del abanico de
Ibagué, aunque cabe señalar que se encuentran numerosas estructuras menores.

La siguiente figura evidencia cómo la actividad volcánica y el vulcanismo en general en la Cordillera Central
Colombiana, y en especial, en el Complejo Ruiz – Tolima, esta asociado directamente con la actividad en la zona
de subducción existente entre la Placa de Nazca y la Placa Suramericana. La siguiente figura, muestra la
sismicidad en Colombia desde 1990 hasta el presente, destacando los diferentes eventos ocurridos durante este
periodo y el más reciente que sucedió el 15 de Enero de 2004 cerca de la población de Tulúa - Valle, en las
siguientes

coordenadas: 4º 15´ de Latitud Norte y 75º 93´ de Longitud Oeste a una profundidad de 150 km
aproximadamente, con una magnitud de 4.7 en la escala de Richtter.

La línea en color violeta, muestra la ubicación aproximada de la Zona de Subducción, las líneas verdes muestran
las zonas de contacto tectónico representadas en las Fallas transcurrentes principales, los puntos corresponden a
la ubicación y la profundidad en kilómetros (representada en la escala) de los diferentes sismos.

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CMGRD

Figura 5. Sismicidad en Colombia desde 1990 hasta el presente

Tomada del Sistema Geológico Nacional de los Estados Unidos

FOCOS VOLCANICOS

Los focos volcánicos, pueden generar avalanchas del tipo fluvio volcánico como consecuencia de la actividad
volcánica. Esto depende de las características morfométricas de la estructura volcánica y el tipo de erupción que
ésta puede presentar. Los flujos fluvio - volcánicos se desplazan cuesta abajo, y están compuestos de material
suelto, inestabilizado por acción del agua o la pendiente, dando como resultado una avalancha de gran poder
destructivo que se desplaza como un denso lodo. Dichas avalanchas pueden originarse directamente a la
actividad de un foco volcánico, pues en una erupción se expulsa una considerable cantidad de material como
lavas o piroclástos que pueden acumularse peligrosamente cerca del volcán y sus laderas, llegando a un punto de
colapso formando avalanchas encausadas pendiente abajo. También sobre los focos volcánicos activos, reposan
masas glaciares o nieve temporal que por acción de calor generado por la erupción, se funden desencadenando
avalanchas fluvio volcánicas, por las laderas del volcán. También la erupción de un foco volcánico combinado
con otros elementos de paisaje, es el caso de los flujos que se originan por el vaciamiento o colapso de un lago
glaciar cercano al cráter, liberando una mezcla de agua y material volcánico ladera abajo. Es preciso señalar, que
un evento sísmico generado cerca de los focos volcánicos puede propiciar el colapso de la masa glaciar, y por
tanto la generación de un flujo

Las manifestaciones volcánicas se han presentado en buena parte del territorio colombiano, y se remontan
incluso en épocas anteriores al Cenozoico, como el Mesozoico donde se presentaron eventos volcánicos de tipo

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continental en la cordillera central ancestral. El vulcanismo Cenozoico

se presenta en el Terciario, que comenzó con el Mioceno hace diecinueve millones de años, A.P, con un
volcanismo basaltito submarino en la cuarta cordillera (Serranía del Baudó), para el Mío - Pleistoceno se
presentó volcanismo en la fosa del Cauca. El volcanismo Mioceno en el eje de la Cordillera Central ha
depositado detritos volcánicos en grandes extensiones y lado y lado de la cordillera, dichos depósitos son lavas,
flujos laharicos y flujos piroclásticos, que se presentan de efusiones y explosiones durante el Plio - Cuaternario y
que continúa aun hoy día (Flórez, 2003).

En Colombia se han identificado 8 zonas volcánicas: Complejo volcánico del Norte, (Antioquía), Ruiz - Tolima,
Huila – Silvia, Macizo Colombiano, Huila oriental, El Galeras - Chiles, Sibundoy – Guamuez, Estructuras
residuales en el límite Caldas – Antioquía. Complejos que agrupan las distintas estructuras volcánicas con
respecto a su proximidad y contexto geográfico, más no plantean el origen, litología, geología o actividad de los
mismos, (Robertson. et al. 2002).

En función de nuestra investigación, es de vital interés caracterizar el Grupo Volcánico del sistema Ruiz –
Tolima, o como algunos autores lo llaman Macizo Ruiz – Tolima. Pues existe una clara relación dinámica –
geográfica, entre algunos focos volcánicos de este complejo y la cuenca del río Totare, y a su vez, con la región
de Venadillo, Tolima.

Grupo Ruiz – Tolima

Es el conjunto de focos volcánicos que se encuentran en medio de la Cordillera Central colombiana, entre los
departamentos del Caldas, Tolima, Risaralda y Quindío. Se característica por sus altas cumbres, algunas de
ellas con glaciares o nieve temporal; el macizó se encuentra a 250 Km. al este de la fosa del Pacifico y a 30 Km.
de la zona de fallas de Romeral. El macizo volcánico es de características andesíticas del Plio – Pleistoceno
(Thouret, 1989). El grupo Ruiz – Tolima, localmente es afectado por el sistema de fallas de Palestina, en
particular los volcanes del Ruiz y Santa Isabel.

La gran mayoría de los volcanes que hacen parte del grupo Ruiz - Tolima son estrato volcanes; estructuras más
comunes en Colombia, correspondientes a edificios volcánicos cónicos de composición andesítica y resultado de
la interestratificación de capas de lava, ceniza y escoria. Pueden presentar un cráter central de menos de 1 Km.
de diámetro o cráteres múltiples e inclusive aperturas laterales por colapso o explosiones semidirigidas
(Robertson. et al. 2002).

En el complejo volcánico Ruiz Tolima, se encuentran 35 estructuras volcánicas (Floréz, 2003). De las cuales se
destacan 9 principales estrato - volcanes; en orden de aparición sur a norte: Cerro Machín, nevado del Tolima,
Cerro España, El Páramo de Santa Rosa, volcán Quindío, nevado de Santa Isabel, Volcán Cisne, El nevado del
Ruiz y Cerro Bravo. De estas 9 estructuras, 3 son catalogados volcanes activos latentes entre los cuales están,
El nevado de Santa Isabel, Cerro Machín y Cerro Bravo, los cuales, tienen un edificio volcánico más o menos
bien conservado (Robertson et al, 2002).

Igualmente existen evidencias geomorfológicas de actividad volcánica holocénica, entre ellos los volcanes,
nevado del Tolima y nevado del Ruiz que son catalogados como activos históricos, pues tienen una estructura

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muy bien conservada y han presentado erupciones reportadas históricamente; Por otro lado los 4 volcanes
restantes: Cerro España, Santa Rosa, Quindío y Cisne, son considerados inactivos subrecientes, pues tienen un
grado de disección moderada, glaciados y/o erosionados sin evidencia de actividad volcánica postglacial,
(Robertson et. al). Tenemos pues 5 volcanes en el grupo Ruiz – Tolima, que pueden presentar futuras
erupciones, y por ende algún tipo de peligro con respecto a los procesos de ocupación humana en áreas cercanas o
relacionadas a estos focos volcánicos, (esto sin contar otros edificios volcánicos activos fuera de los 9
enunciados que se encuentran en el complejo Ruiz - Tolima). Para nuestro estudio, se ubicaron volcanes
relacionados hidrográficamente con la cuenca del río Totare y por ende con la región de Venadillo. Se
encontraron pues, 2 estrato volcanes, los cuales son: El volcán nevado del Tolima (activo histórico) y el volcán
nevado de Santa Isabel (activo latente), que remiten la mayor importancia, pues los consideramos estructuras
que potencialmente podrían generar eventos fluvio volcánicos que afectarían la cuenca del río Totare, y por ende,
la región de Venadillo.

El Volcán del Quindío y Cerro España no representan amenaza por eventos fluvio-volcánicos sobre la región de
Venadillo, debido principalmente, a que ambas estructuras drenan hacia la vertiente del río Cauca, además de
ello, ninguna de las mismas posee casquete glaciar. Sumado a esto, en el caso del Quindío este es un foco
clasificado como inactivo antiguo lo cual denota que no ha tenido actividad volcánica hace por lo menos
200.000 años. En el caso de Cerro España, este foco es clasificado como inactivo subreciente, por tanto, su
último periodo de actividad volcánica se remonta a más de 10.000 años antes del presente.

Es preciso aclara que no se tiene en consideración la amenaza que pudiese representar el Volcán Nevado del
Ruiz, pues aunque presenta tres erupciones reportadas en los últimos 500 años, por lo cual es clasificado como
activo histórico, y además los estudios de amenaza volcánica mencionan que los flujos laharicos podrían
discurrir por el río Recio, que marca el limite geográfico natural entre los municipios de Venadillo y Lérida, esta
área en particular no es objeto de nuestro estudio puesto que nos vamos a centrar en la amenaza proveniente del
río Totare como ya se mencionaba.

Debido a la importancia que representan los volcanes Tolima y Santa Isabel dentro de nuestro estudio, a
continuación se hará una caracterización detallada de estos dos focos.

Volcán Nevado del Tolima

El volcán Nevado de Tolima, hace parte del “Parque Nacional Natural de los Nevados”, se encuentra
enteramente en el departamento del Tolima en el municipio de Ibagué y Anzoátegui, ubicado en las coordenadas
geográficas 4o 39´ N y 75o 22´ W.

El volcán Tolima, tiene una altura máxima de 5210 m sobre le nivel del mar. Es un estrato - volcán activo,
caracterizado por su morfología de cono simétrico y elevado por encima de la Cordillera Central. Posee dos
cráteres, uno principal situado al sureste de la cima y otro parasítico al sureste del anterior. Su edificio volcánico
tiene una altura de 1,2 km. con pendiente del 38%, (Murcia y Cepeda, 1988). En la cima del volcán reposa una
masa glaciar de menos de 1 Km2, en la actualidad en retroceso, de la cual reciben un aparte hídricos los ríos:
Combeima, Toche, San Rumualdo – La China y Totare que drenan a la cuenca del río Magdalena. (Flórez,
2003).

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FASES DE CONSTRUCCIÓN DEL VOLCÁN NEVADO DEL TOLIMA

Se identifican 4 periodos en el proceso de construcción del edificio volcánico del Tolima. Modificado de Thouret
(et. al, 1985),
1. Volcanismo Ancestral: Existe Altillanura de tipo fisural basáltica antigua (Plioceno) sobre la cual se
ha construido el sustrato del estrato volcán del Tolima antiguo.

2. Estrato - Volcán Subreciente del Tolima: Se presentan flujos piroclásticos y lavas andesíticas de edad
cuaternaria. A este volcán antiguo (Cuaternario Temprano o Medio) pertenecerían, flujos piroclásticos y
lahares, que ayudaron a construir parte del abanico de Ibagué (río Combeima).
3. Formación de Caldera: Ligeramente visible al SW, NW y NE, está acompañada de varias fracturas
contemporáneas que cortan las coladas anteriores (al NE) y sobre las cuales se ubicaron varios domos
coladas cuyas lavas son cortas, de composición andesítica. A esta caldera, también estarían asociadas
las coladas pumíticas del Sur y SE del nevado del Tolima, entre 5 y 10 Km. en el valle del río Combeima
(El Rancho), así como los flujos piroclásticos de bloques, algo transportados por más de 10 Km. cerca
de Juntas.
4. Volcán del Tolima Reciente: Es la estructura volcánica actual, esta construido por domos e intrusiones
con brechas de chimeneas y piroclástos que se elevan sobre las laderas. Los productos asociados a la
construcción del Tolima moderno, desbordaron sobre las estructuras anulares mencionadas cubriéndolas
en parte. Hacia el sur, los domos emitieron lavas cortas andesíticas hacia el río Combeima las cuales, se
sobreponen a las lavas mas antiguas del sustrato andesítico básico que se extienden hasta los 15 Km. El
cráter es activo, con fumarolas visibles y activas durante el ultimo siglo; la gruesa cobertura de material
eruptivo (lluvia de flujos de ceniza y pómez) sobre las vertientes, atestiguan la violencia del dinamismo
explosivo durante el holoceno.

Los productos típicos del Tolima pertenecen a andesitas; algunas tobas fueron clasificadas como dasitas por
CHEC (1983). Estos productos cubren un área proximal de 100 km2, extendida principalmente hacia el sur, por
la **cuenca del río Combeima. La actividad volcánica del Tolima ha producido flujos de lava, piroclástos y
lahares. (Cepeda, Murcia, 41. 1988), Otros autores como (Herd, 1973), identifican depósitos de lahares
recientes, en la parte alta del volcán Tolima, ubicados en el nororiente, en las cuencas del río Totare y San
Rumualdo ubicados en altitudes de 3400 y 3700 m. respectivamente. Es considerado como un volcán activo
histórico (Robertson et. Al 2002).

Tabla. Volcán Nevado del Tolima - Actividad Histórica
FECHA FUENTE TIPO DE ACTIVIDAD
¿.3.1825 Hantke and Parodi (1966) Explosiva

2.3 1825 Hantke and Parodi (1966) Explosiva

¿.5 A 17.6. 1826 Hantke and Parodi (1966) Explosiva

1918 Krueger (1927) Actividad fumarólica

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CMGRD

¿.3. 1943 Hantke and Parodi (1966) Explosiva

1950 A HOY Simkim et al (1981) Actividad fumarólica
Comunicación oral :
varios
Fuente: Cepeda y Murcia, 1988
Volcán Nevado de Santa Isabel

El volcán nevado de Santa Isabel, hace parte del Parque Nacional Natural de los Nevados, Este volcán
corresponde administrativamente a 3 departamentos. Se encuentra compartido por los municipios de Santa
Isabel y Murillo en Tolima, Villamaría en Caldas, y Santa Rosa de Cabal y Pereira en Risaralda, esta ubicado
en las coordenadas geográficas 4o 48´ N y 75o 22´ W y hace parte del complejo volcánico Ruiz - Tolima.

El volcán Nevado Santa Isabel, tiene una altura máxima de 5050 m sobre le nivel del mar. Es un estrato -
volcán activo, no tiene una forma típica de cono con un cráter visible sino que se trata de un conjunto de domos
y domos colada (Ingeominas, 1992). Se encuentran tipos de depósitos como lavas andesíticas y piroclástos,
presenta también flujos lávicos que rellenan valles glaciares (Robertson et al 2002). Es de forma alargada y
posee una masa glaciar de 5.3 en actual estado de retroceso, de la cual se origina un sistema de drenaje radial,
donde el glaciar del costado occidental aporta aguas a los ríos; Claro que desembocan en el río Cauca, como al río
Otún que drena al río La Vieja; aproximadamente, un 41 % de la masa glaciar total drena en la vertiente
occidental de la cordillera central es decir la vertiente del río Cauca. Mientras que en el lado oriental el casquete
drena a los ríos Totarito 2.0% y Recio 30%, ríos que hacen parte de la cuenca del río Magdalena; también se
encuentra un sistema cerrado de drenaje que drena un 27% a la Laguna Verde (IDEAM, 2000).

Fases de construcción del Volcán Nevado de Santa Isabel.

Se identifican 4 periodos en el proceso de construcción del edificio volcánico del Volcán Santa Isabel.
Modificado de Ingeominas (1992):

1. Vulcanismo efusivo Andesítico – Basáltico: Se presenta en el Cuaternario Antiguo a Medio (1.4 – 0.6
M.a), acumulaciones de lava (lavas antiguas).
2. Emplazamiento del Domo Norte: Se presenta actividad piroclástica asociada, su edad es anterior al
Pleistoceno Superior.
3. Efusión de lavas: Se presenta en el Pleistoceno Superior, las lavas avanzaron hasta 3.5 Km. Las cuales
están afectadas por la glaciación del estadio Otún Temprano (12.000 – 13.500 AP).
4. Generación de domos y domos coladas, con flujos de lava en bloques: Se presentan en el Holoceno
Medio. Se destacan en esta época, el flujo de lava del Otún que cerró el valle glaciar y dio origen a la
laguna del Otún (7400 – 5500 AP).

En la actualidad, la actividad del volcán esta representada por campos fumarólicos y actividad sísmica
superficial, no mayor de 5 km de profundidad (Ingeominas, 1992). Este volcán se cataloga como activo latente,
(Robertson et. al 2002).

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CMGRD

A continuación se muestra el mapa geológico, el cual se elaboró tras el análisis de las diferentes variables
estudiadas en este capitulo. Es preciso señalar, que la base cartográfica fue tomada del mapa realizado por
Tassir en 1974, Mapa Geológico del Departamento del Tolima, escala 1:250000, al cual, se hicieron algunas
modificaciones.

HIDROLOGÍA

La importancia de considerar la hidrología para este trabajo, radica principalmente en que se esta llevando a
cabo un estudio sobre la amenaza potencial por eventos fluvio - volcánicos, los cuales, como ya se mencionó en
anteriores capítulos son una masa de agua saturada de escombros rocosos que fluye ladera abajo por cualquier
canal o cauce que se presente, y ocurren cada vez que grandes cantidades de agua inestabilizan el material suelto
próximo al flanco de los volcanes, esta agua puede provenir de violentas lluvias eléctricas, del colapso de un lago
cerca al cráter y otras veces son asociados a la rápida fusión de hielo y nieve. Se entiende entonces, que el factor
hídrico es un elemento sustancial dentro de la composición del flujo, por tanto, debe ser estudiado con mayor
detalle.

Es preciso entender que la región de Venadillo, está influenciada por la actividad hidrológica que se presenta en
la cuenca del Totare, la cual, está limitada en sus partes altas hacia el extremo norte por una serie de focos
volcánicos entre los que se destaca el nevado del Tolima y Santa Isabel. De acuerdo con la hipótesis, el río Totare
seria el posible canalizador de los flujos fluvio - volcánicos de los mismos, por lo tanto, se desarrollará un
estudio detallado de la cuenca de este río considerando algunas características morfométricas generales como: el
área, el perímetro, la forma y la pendiente. Sumado a esto, se llevará a cabo un estudio de los caudales máximos,
ya que estos están directamente relacionados con eventos hidrológicos extremos, como las inundaciones; se
tendrán en cuenta datos recolectados para un periodo de tiempo de 24 años, todo esto conducirá a determinar el
Intervalo de Recurrencia o Periodo de Retorno de los caudales máximos para este río, con el fin de hacer una
aproximación de la frecuencia con que un evento hidrológico de gran magnitud puede presentarse en la región.

El objetivo final de este capitulo después de realizar los diferentes estudios, es determinar la incidencia que
tienen las características morfométricas y el comportamiento de los caudales máximos en la torrencialidad de la
cuenca, y así definir cual es la posibilidad real de que ocurra un evento hidrológico extremo dentro de nuestra
área local de estudio. La información se obtendrá por medio del análisis estadístico de los datos existentes que
provee el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM), también apoyados en
información secundaria y la interpretación de fotografías aéreas y mapas de la región.

DESCRIPCION DEL SISTEMA HIDROGRAFICO.

En este punto, se mirarán las características generales que presentan las diferentes corrientes hídricas que se
encuentran en nuestra área local de estudio. Así pues, en primera medida es preciso señalar, que el sistema
hidrográfico del municipio de Venadillo está constituido por numerosos ríos y quebradas que drenan el flanco
oriental de la Cordillera Central hacia el río Magdalena. Los principales ríos tributarios del Magdalena, que
atraviesan el área local de estudio de occidente a oriente son: El Venadillo, El Totare y La China (Parte norte
municipio de Alvarado).

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CMGRD

El río Venadillo nace en la parte alta del municipio de Santa Isabel, tiene un área aproximada de 18.621 km²,
la mayor parte de la cuenca de este río se encuentra en el municipio de Venadillo, a esto se debe su nombre. El río
pasa por el extremo norte del casco urbano del municipio.

El río Totare, nace en la parte alta de la Cordillera Central y surge del encuentro entre la corriente que fluye
desde la laguna del Encanto en el flanco norte del volcán nevado del Tolima a una altura de 4.000 m sobre el
nivel del mar, y el río Totarito que nace el costado sur del volcán

nevado de Santa Isabel en la laguna del Totarito a una altura similar. El río tiene una longitud de 80 km. La
cuenca del río Totare hace parte de la gran cuenca del río Magdalena, que a su vez, hace parte del la vertiente
del Caribe. La cuenca tiene una serie de afluentes directos entre los que se destacan los siguientes: Quebrada Las
Escalas, quebrada El Oso, quebrada la Palmillita, quebrada Canaresa, quebrada La Chicharra y quebrada
Guarapo entre otros.

Por su parte, el río La China hace parte de la cuenca del río Totare, nace en la parte alta de la Cordillera Central
a una altura aproximada de 3600 m, y su principal tributario es el río San Rumualdo que nace a una altura
mayor. El río La China atraviesa por el sur del abanico de Venadillo, y desemboca en el río Totare antes de la
llegada de este último al Magdalena.

MORFOMETRÍA DE LA CUENCA DEL RIO TOTARE.

La cuenca del río Totare, está compuesta por tres subcuencas: La subcuenca del río Totare, La subcuenca del río
La China y la subcuenca del río Chipalo. Es preciso señalar, que para este estudio y considerando que el abanico
de Venadillo esta directamente relacionado con la actividad hídrica del Totare, cuando este descarga sus
sedimentos y deposita material al llegar al sector del piedemonte, se hará un mayor énfasis en la subcuenca del
río Totare, la cual, comprende desde el nacimiento del río Totare hasta una zona proximal al ápice del abanico
de Venadillo, es decir, la cuenca alta y la media de este río, esto debido principalmente, a que nos interesa solo
hacer una caracterización de la cuenca muy general pero enmarcada en el comportamiento del caudal máximo y
es precisamente en el ápice donde el río ya ha recibido el aporte hídrico de la mayoría de sus afluentes, además

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CMGRD

allí se encuentra el sitio de aforo y medición. El aporte de caudal al río Totare por parte del río La China y
Chipalo se presenta en un sector donde el Totare se aproxima a su desembocadura en el río Magdalena, por tal
razón, no influencian para nada la dinámica del abanico por lo cual estas subcuencas no son relevantes para
nuestro estudio.

De acuerdo con la fotointerpretación, se puede señalar que en la parte alta de la cuenca el río Totare se presenta
un patrón de drenaje dendrítico, allí recibe algunos de sus principales tributarios. En la parte media de la
cuenca, el río se encuentra encañonado hasta el ápice del abanico, que marca el umbral entre la cuenca media y
baja; en la zona de piedemonte, el río presenta un patrón trenzado que luego se vuelve distributario o semiradial

Siguiendo la geoforma del abanico de Venadillo, en la medida en que el río se aleja del abanico hacia el occidente

Altura Distancia Tangente Pendiente o Pendiente%
4000 - 3500 8km 0,0625 3,58 o
3500 - 3000 5km 0,1 5,71 o 10,00
3000 - 2500 6km 0,0833 4,76 o 8,33
2500 - 2000 6km 0,0833 4,76 o 8,33
2000 - 1500 9km 0,0555 3,17 o 5,55
1500 - 1000 11km 0,0454 2,59 o 4,54
1000 - 500 11km 0,0454 2,59 o 4,54
500 - 250 22km 0,0113 0,64 o 1,13

el patrón tiende a ser meándrico hasta casi recto en su desembocadura en el río Magdalena.
El área de la cuenca (A), es la medida de la superficie de la cuenca encerrada por la divisoria topográfica; hasta
el ápice del abanico es de aproximadamente 487 km², con un perímetro (P) de 135 km. Para determinar la forma
de la cuenca se utilizó el Coeficiente de Compacidad (kc) que muestra una buena aproximación. De acuerdo con
la formula:
p
Kc 
z*  *A

Remplazando se obtuvo el dato de 1.72, este se compara con una tabla que muestra las clases de forma, si el
coeficiente se acerca a 1, la cuenca tiende a ser redonda y por tanto el tiempo de concentración de las aguas es
menor, lo cual significa que es peligrosa. En nuestro caso, la forma de la cuenca de acuerdo con este coeficiente
es Oval-oblonga a Rectangular-oblonga lo cual quiere decir, que la cuenca no es tan susceptible a crecidas.

El análisis de la pendiente de la cuenca, se obtiene relacionando las diferentes alturas por donde pasa el río
(curvas de nivel), con la distancia recorrida en metros por el mismo desde su nacimiento hasta su desembocadura.

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CMGRD

La idea de hacer este análisis, radica en determinar cual es la influencia que tiene esta variable dentro de la
torrencialidad de la cuenca, ya que, si la cuenca muestra en muchos sectores pendientes muy fuertes, esto indica
una mayor torrencialidad, y por el contrario si las pendientes son moderadas o bajas esta será menor. Para tal
fin, se ilustra la siguiente tabla que muestra la pendiente en diferentes transectos de la cuenca acompañada de la
representación
grafica de la misma en el perfil longitudinal del río Totare (Ver figura 10)

Cuadro. Pendiente en grados y en porcentaje por transecto en la cuenca del río Totare.

Altura Distancia Tangente Pendiente o Pendiente%
4000 - 3500 8km 0,0625 3,58 o 6,25
3500 - 3000 5km 0,1 5,71 o 10,00
3000 - 2500 6km 0,0833 4,76 o 8,33
2500 - 2000 6km 0,0833 4,76 o 8,33
2000 - 1500 9km 0,0555 3,17 o 5,55
1500 - 1000 11km 0,0454 2,59 o 4,54
1000 - 500 11km 0,0454 2,59 o 4,54
500 - 250 22km 0,0113 0,64 o 1,13
La tabla muestra que las pendientes mayores se presentan en la parte media y alta de la cuenca, en

este sector la pendiente es moderadamente inclinada a inclinada. En el sector de piedemonte, se presenta un
cambio notorio, pues la topografía se suaviza y por tanto la pendiente disminuye y se mantiene casi constante
hasta la desembocadura del Totare en el río Magdalena. Así pues, el abanico de Venadillo presenta un grado de
inclinación plano a ligeramente plano.

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