El documento resume cómo la recesión económica ha afectado el comportamiento del consumidor, que ahora se muestra más pesimista, desconfiado y oportunista. Busca evadirse de la realidad, sentirse protegido, tener las finanzas en orden y realiza una extensa comparación antes de comprar. Aplaza compras no urgentes y prefiere productos básicos frente a complejos. Sin embargo, no todos los consumidores se ven afectados por igual por la crisis.