2. Umberto Eco, nos narra en esta recopilación como el hombre fue
cambiando el concepto de belleza a través del tiempo.
Desde los comienzos de la humanidad, el hombre ha expresado lo
que consideraba bello y nos ha dejado huellas, en los distintos
ámbitos y ramas del arte.
La obra descripta cuenta con dieciocho capítulos de fácil lectura;
análisis profundos e imágenes que nos permiten vislumbrar
satisfactoriamente los conceptos expresados por el autor y su
intención literaria.
Eco, en esta magnifica recopilación, nos demuestra como la
belleza fue mutando; cómo cada momento de la historia tuvo un
ideal o referente de belleza: desde los griegos con las esculturas;
la música con las proporciones y la geometría, en busca de la
armonía.
Hasta el Renacimiento, con Kepler cambia la cosmovisión del
hombre ya que entra en gran crisis el modelo de la perfección del
cosmos. Es el hito para hacer énfasis en el hombre.
La belleza del cuerpo humano, quizá sea uno de los temas que
más ha profundizado y preocupado a lo largo de nuestra historia;
el pertenecer a una vanguardia selectiva y ajustarse a los
estereotipos del momento en que se vive.
Desde los cuerpos desnudos a los cuerpos vestidos con excesivos
ropajes, adornos como joyas y hasta con los colores de las telas de
las ropas; siempre se ha tratado de demostrar un poder de
adquisición.
Aún así, no se ha dejado ningún detalle al azar; la búsqueda de lo
bello es una búsqueda insaciable, como quien busca la perfección,
y así es como se adaptó a las todas las ramas del arte, en la
literatura, arquitectura, pinturas, utensilios y hasta con la llegada
de las maquinarias. En otras palabras, el mero placer de convivir
con lo bello.
3. Pero de todos modos, la belleza no sería considerada como tal si
no conviviera con lo grotesco, con el horror, con la oscuridad, con
lo gótico.
En cierta forma, hasta se puede considerar bello un objeto
grotesco siempre y cuando se lo viera desde lejos; cuál si fuera un
horror que se contempla como espectador y no como partícipe de
ello.
Umberto Eco nos demuestra acertadamente como involucionó el
hombre en su concepto de lo que es considerado bello.
Los rasgos particulares que se apreciaban en un pasado no tan
lejano, se ven amenazados en la actualidad por la publicidad y el
mercado masivo.
Lo peculiar, lo único, lo innovador; ha sido desplazado por la
producción en serie por lo que la belleza en el mundo de hoy es
un concepto muy relativo.
El hombre se ha convertido en una mera copia de lo que imponen
los medios masivos y resulta casi imposible encontrar un criterio
innovador que no sea haya observado en ningún otro lado con
anterioridad.
Lo que hace un tiempo atrás era considerado bello, puede ser
refutado a nivel masivo, en estos días, con simplemente imponer
un criterio absoluto e irrefutable.
Quedará entonces planteada la interrogación de sí belleza es lo
que nos genera algo cuando lo observamos en un primer instante,
o sí en verdad es bello solo lo que la sociedad considera como tal.