El Consultorio Jurídico Guillermo Peña Alzate de la Universidad de Antioquia ofrece asesoría jurídica gratuita a personas de bajos recursos en Medellín y regiones vecinas. El consultorio, fundado en 1968, busca contrarrestar los prejuicios sobre los abogados y promover el acceso a la justicia. Los estudiantes de derecho brindan asesoría bajo supervisión para adquirir experiencia práctica y cumplir con su función social. A pesar de limitaciones espaciales, el consultorio
1. Reivindicando una profesión
CONSULTORIO JURÍDICO GUILLERMO PEÑA ALZATE: UNA
LABOR SOCIAL DE LA UDEA
El consultorio jurídico de la Universidad de Antioquia realiza una importante
labor social, con una serie de programas que tienen el objetivo de brindar
apoyo y asesoría a la población de escasos recursos de Medellín y regiones
vecinas, en asuntos jurídicos, que son parte de la vida cotidiana y que
muchas veces se dificultan por falta de información. Es una importante
reivindicación para un área, a veces tan desprestigiada como el derecho,
centrada en el cumplimiento de su función social.
Dicen que los abogados son corruptos, “torcidos” o ladrones. Con este prejuicio,
que tienen muchas personas, deben lidiar tanto los abogados ya graduados, como
los que aún no reciben su título, siendo éste, el principal problema para ganar la
confianza de sus clientes, sobre todo para quienes se dedican al litigio. Esta
visión, tan general y rápida, no permite analizar el aspecto mucho más allá de lo
que el común piensa. Es casi seguro que la mayoría de personas repite esta
afirmación por que la escucha frecuentemente y no precisamente porque haya
tenido una mala experiencia con algún abogado.
No se puede negar que la disciplina del derecho es muy polémica, por contar con
posiciones contrarias, leyes a veces mal creadas y un concepto vago de justicia y
verdad. Por lo mismo, ha habido muchos abogados que se han valido de los
conocimientos que poseen para su beneficio y para el logro de intereses que no
siempre van acordes con lo que la mayoría apoya.
La labor que realiza la Universidad de Antioquia con el Consultorio Jurídico
Guillermo Peña Alzate, está claramente encaminada a formar profesionales
íntegros, generadores y trabajadores por una conciencia social altamente ligada a
principios de solidaridad y ayuda a la población del área de Medellín y regiones
vecinas. Se pretende acabar con el prejuicio calificativo de los abogados, como
malvados o corruptos, trabajando desde el interior, en la formación de los futuros
profesionales que ejerzan el derecho, estableciendo un contacto directo con la
comunidad, que permita crear mecanismos para dicho propósito.
Una labor social con historia
El Consultorio Jurídico Guillermo Peña Alzate, dependencia de la Facultad de
Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Antioquia, fue fundado en 1968,
2. tres años antes de que se reglamentara oficialmente esta posibilidad a las
Facultades de Derecho, convirtiéndose así en uno de los pioneros en este trabajo
de práctica para estudiantes y ayuda para la comunidad. Tiene varias
dependencias adscritas a él, que han empezado a funcionar a medida que se han
cristalizado distintos proyectos a lo largo de su historia, todas ellas surgidas como
iniciativa para brindar un servicio comunitario.
Así, por ejemplo, El consultorio jurídico rural, inició sus asesorías en 1970, en el
municipio de Cocorná. Más tarde, en 1987 se extendió a otros municipios y amplió
su cobertura de servicios. El Centro de Conciliación Luis Fernando Vélez Vélez,
creado en 1991, fue autorizado por el Ministerio del Interior y de Justicia (antes
Ministerio de Justicia), por medio de la resolución 1474 del 28 de agosto de 1991.
El programa de atención a desplazados, inició sus labores en junio de 2005,
contando con el respaldo de importantes organizaciones, como la Oficina del Alto
Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y el Consejo
Noruego Para los Refugiado (NRC). Y en mayo de 2009, inició su funcionamiento
el programa Consultorio Jurídico Al Barrio.
Programas adscritos
El consultorio jurídico cuenta con varios programas, todos orientados a la práctica
centrada en la función social del derecho. Estos programas son: Consultorio al
barrio (actualmente trabajando en las comunas ocho y trece de Medellín),
Consultorio Jurídico Rural (en los municipios de Salgar, Fredonia, El Retiro,
Sopetrán y Santuario), Consultorio Alternativo (vinculado a entidades públicas y
privadas que prestan servicio a la comunidad), Radio Consultorio Jurídico (donde
se abordan distintos temas y los oyentes pueden llamar a consultar sobre ellos),
Conciliación (mecanismo alternativo de resolución de conflictos, con la
intervención de un tercero imparcial), Atención a la población desplazada
(acompañamiento y atención jurídica integral a la población víctima de
desplazamiento forzado), Consultorio de Seguridad Social (información e
investigación sobre el Derecho Laboral y la seguridad social en el país), PAIFUCJ
(Programa de Atención Integral a las Familias Usuarias del Consultorio Jurídico) y,
por último, Consultorio Jurídico Urbano (asesoría jurídica a personas de escasos
recursos de la ciudad de Medellín).
Para poder ser atendido en los diferentes programas del consultorio, es necesario
presentar la documentación que compruebe el estado socioeconómico
desfavorable, la pertenencia a estratos 1 y 2 o situaciones especiales, pues la
labor realizada va dirigida a aquellas personas que tienen dificultades de acceso a
recursos jurídicos especializados y por lo mismo, no implica costos.
El caso de las asesorías en Medellín
Las asesorías se ofrecen en las áreas penal, civil, laboral y público. Las citas son
solicitadas con anticipación en las ventanillas ubicadas en el edificio de la Antigua
3. Escuela de Derecho (Calle 49 Nº 42A-39, Ayacucho con Girardot) o vía telefónica.
En ese momento se discrimina el caso por área y se hace una breve descripción
del mismo, para dar una orientación al asesor.
Los asesores no siempre tienen experiencias agradables o sencillas. A pesar de
que el consultorio es muy organizado y tiene una agenda que trata de ser lo mejor
posible para agilizar los procesos, hay ocasiones en que la afluencia del público es
muy grande y se asignan casos sin previo conocimiento de los mismos. Además,
muchas veces allí puede no tenerse respuesta, pues hay situaciones que se salen
de los ámbitos estudiados, o son procedimientos muy sencillos, pero que por el
alto grado de desinformación sobre el tema, se acumulan generando gran
congestión.
Los estudiantes muchas veces encuentran una barrera para acercarse a los
usuarios, pues pueden ser personas que vienen de procesos largos y complicados
y que tienen una mala imagen no sólo de los abogados, sino del derecho en
general; además de que por no tener el título, también hay dudas sobre los
conocimientos que tienen.
Es notorio el grado de desconfianza y decepción general que tienen las personas,
al escuchar expresiones como “ustedes los abogados, recién graduados son muy
buenecitos, pero después se van torciendo”. Tal como este comentario, hecho por
una usuaria a una de las asesoras, muchos similares, se repiten con frecuencia,
influyendo en el imaginario colectivo. La asesora no dejó de mostrar su
incomodidad con el comentario, después de todo, es su profesión a la que se está
calificando con tan negativa perspectiva.
En el momento de analizar los casos, se pide una información detallada del caso,
pero evitando tocar otros asuntos que desvíen la atención del mismo.
Efectivamente, la asesoría que se brinda es jurídica y requiere centrase en este
campo, no en aspectos que puedan resultar irrelevantes y generen confusión.
Además, el tiempo que se tiene estimado para cada caso es de 40 minutos y se
torna necesario seguir este patrón para conservar el orden de la agenda, sin que
por ello se deba dejar a medias el trabajo que requiere cada asesoría.
Cada caso supone un reto
Cuando el asesor conoce anticipadamente algunos detalles sobre un caso
asignado, tiene tiempo para estudiar y buscar recursos en los cuales apoyarse
para hacer su trabajo. Aún así, una descripción tan corta como la que se da, no
permite estudiar el tema a profundidad, pero a cada asesoría se le da la relevancia
que requiere, pues no se trata de una simulación, sino de asuntos reales que
requieren resultados rápidos y efectivos.
4. Cada caso que llega supone un reto, ejercer la profesión con la seriedad,
responsabilidad y pertinencia requeridas, no sólo porque es un requisito para la
graduación y una nota muy importante, sino también porque se está
representando a toda una universidad, tan prestigiosa como lo es la UdeA, con un
programa calificado “de alta calidad” por el Ministerio de Educación Nacional, y
una profesión realmente compleja como el derecho.
La formación integral supone la conexión de conocimientos teóricos y prácticos
con la calidad humana que se espera de estudiantes formados para un área
humana. Ellos saben que están tratando con personas vulnerables, ya sea por el
desconocimiento del tema o por situaciones difíciles que estén afrontando. El
respeto, la responsabilidad, la sensibilidad y el profesionalismo son los retos que
se trazan con cada caso.
Al observar la actividad realizada en el área de asesorías jurídicas urbanas, donde
estudiantes de noveno y décimo semestre se ocupan de brindar, desde sus
conocimientos y bajo la supervisión de un docente, ayuda a la población que
busca recibir orientación sobre asuntos jurídicos, se puede percibir que no sólo la
práctica de la teoría aprendida por los estudiantes de derecho es importante, sino
también el fomento del espíritu de apoyo a la comunidad y la adquisición de
herramientas básicas y esenciales para el ejercicio de la profesión.
El cuerpo del asesor, escenario de la profesión
Una buena parte de los estudiantes tiene la apariencia de juventud apreciable en
toda comunidad universitaria; por lo mismo, sus estilos son variados y tienen
mayor tendencia a usar un estilo informal, característico de la época o etapa por la
que se atraviesa.
En una universidad pública, sobre todo, se defiende la libertad de expresión y el
desarrollo de la libre personalidad, por ello es complicado exigir un tipo de
vestimenta particular a los estudiantes. Pero sí se puede llegar a recomendar, e
incluso los estudiantes por sí mismos tienen la idea de cómo los abogados se ven:
elegantes, formales, pulcros…
Se puede evidenciar que este imaginario colectivo tiene bastante influencia en las
mujeres sobre todo, pues tienen tendencia a usar un vestuario formal, aunque no
muy sofisticado; mientras que los hombres son, en su mayoría, muy informales.
Esto puede tener dos tipos distintos de efecto sobre el público, pues, bien se
pueden llevar una mala impresión (de desconfianza o poca seriedad), o una buena
(de mayor afinidad, al sentirse identificados con una persona de su misma
condición social).
En las mujeres es característico el uso de colores pasteles o neutros, camisas y
sandalias, nada muy ostentoso, pero tampoco demasiado sencillo. En los
5. hombres, es frecuente el uso de tenis, gorras y busos, prendas muy informales,
aunque también se ve el uso camisas.
También se evidencia que los asesores, aunque conservan sus distancias, son
pacientes con el público y su trato hacia ellos es cándido y amable. A pesar de
que el lenguaje que usan es técnico, clarifican lo que dicen en términos
coloquiales que puedan ser comprendidos por los usuarios.
Así, a pesar de que se piensa que la universidad pública, y sobre todo la
Universidad de Antioquia, por ser la más representativa de las públicas en el
departamento, es demasiado “relajada”, el consultorio jurídico Guillermo Peña
Alzate es bastante concurrido y la labor social que allí se realiza, no sólo por ser
gratuita, sino por la atención brindada al público, dignifica y reivindica la profesión.
Problemas a considerar
A pesar de que el espacio está proporcionadamente distribuido y cuenta con sillas
cómodas y otros muebles en buen estado, que le dan confort y cierta solemnidad
al lugar, no es muy amplio y hay poca privacidad, pues con tres cubículos abiertos
simulando una oficina, no se puede evitar que el sonido circule del interior al
exterior, y viceversa, distorsionando y hasta confundiendo la atención. Tienen
recursos tecnológicos que son un apoyo grande para cualquier consulta requerida
y resultan útiles para la sistematización de los casos; pero no deja de ser
necesaria una reforma en la estructura espacial, que seguramente dará más
comodidad y generará mejor ambiente de trabajo. El edificio de la Antigua escuela
de derecho es muy antiguo, considerado patrimonio cultural de la ciudad, tal vez
por lo mismo ocurran este tipo de situaciones.
Trabajo integral de formación
Sin lugar a dudas, todo lo expuesto aquí deja ver que aunque el derecho sea un
área complicada y desprestigiada, no sólo debe verse su parte normativa y
coercitiva, sino también la función social que cumple, al brindar mayores
facilidades a una sociedad para su florecimiento y organización. Tampoco se le
puede ver una sóla cara a la moneda, pues no todo es negativo y las personas no
somos iguales, ni pensamos o actuamos siempre igual. Es posible que cuando los
abogados están en formación tengan ideas muy diferentes a las que en realidad
realizan cuando están ejerciendo, pero ello no implica que en general todo sea
negativo, pues hay entes, como la UdeA, que buscan formar mejores abogados
que luchen por principios y derechos que forjen una mejor sociedad.
La labor que realiza la Universidad de Antioquia, es admirable. Más allá de todos
los inconvenientes, se dan asesorías gratuitas que ponen a los estudiantes en
contacto directo con casos reales que requieren sus conocimientos teóricos y
también la mejor disposición para tratar con las personas que piden apoyo,
6. reivindicando, no sólo la función social del derecho, sino la imagen de los
abogados como profesionales integrales y altamente calificados, con un amplio
sentido humano.
Por: Ana De La Pava Trujillo
BIBLIOGRAFÍA
FINOL, José Enrique y FINOL, David Enrique. DISCURSO, ISOTOPÍA Y NEO-
NARCISISMO: CONTRIBUCIÓN A UNA SEMIÓTICA DEL CUERPO. [en línea].
En: Telos. Vol. 10. No. 3. 2008; pp. 383-402. Disponible en:
[www.joseenriquefinol.com/images/stories/pdf/telos_semiotica_del_cuerpo.pdf].
Fecha de consulta: (3, febrero, 2013). ISSN: 1317-0570.