2. El Alcoholismo:
Concepto:
El alcoholismo es el consumo
exagerado de alcohol, que
ocasiona al bebedor
problemas físicos, mentales,
emocionales, laborales,
familiares, económicos y
sociales.
Desafortunadamente, el
consumo de alcohol aumenta
de manera constante, sobre
todo entre los jóvenes. Las
defunciones por accidentes
relacionados con el alcohol
(choques, atropellamientos y
suicidios) ocupan los
primeros lugares entre las
causas de muerte en muchos
países.
3. El alcoholismo se divide en
abuso de alcohol y
dependencia del alcohol; si
bien, esta diferenciación no
es relevante desde el punto
de vista clínico. El abuso de
alcohol indica dependencia
psicológica, es decir, la
necesidad de consumir
alcohol para el
funcionamiento mental
adecuado, junto con
consumo ocasional excesivo
y continuación de la
ingestión alcohólica a pesar
de los problemas sociales.
El alcoholismo se divide en
abuso de alcohol y
dependencia del alcohol; si
bien, esta diferenciación no
es relevante desde el punto
de vista clínico. El abuso de
alcohol indica dependencia
psicológica, es decir, la
necesidad de consumir
alcohol para el
funcionamiento mental
adecuado, junto con
consumo ocasional excesivo
y continuación de la
ingestión alcohólica a pesar
de los problemas sociales.
4. El alcohol puede originar
serios problemas de salud,
incluso cirrosis, demencia
y destrucción de los
músculos del corazón
(cardiomiopatía). Los
alcohólicos tienen mayor
riesgo de accidentes,
especialmente cuando
están ebrios (borrachos).
El alcoholismo afecta
seriamente la relación del
alcohólico con su familia,
limita las aspiraciones
profesionales del
individuo y, finalmente,
causa la muerte. Evite que
los jóvenes y adolescentes
beban. Las posibilidades
de desarrollar este mal
son mayores entre
aquellas personas que
comienzan a beber en
edades tempranas.
5. Aparentemente el alcoholismo tiene una base química y un
componente psicológico, pero no se sabe por qué algunas personas
pueden consumir alcohol sin hacerse adictas y otras no. Las
investigaciones parecen indicar que hay personas genéticamente
predispuestas. Su predisposición bioquímica se activa bebiendo,
por lo cual tarde o temprano caen en la dependencia.
Otras personas parecen alcoholizarse debido a las costumbres
sociales, a su entorno familiar o a
los hábitos adquiridos. Ciertas características psicológicas parecen
aumentar el riesgo de alcoholismo. Estas incluyen:
Depresión
Comportamiento hostil y autodestructivo
Inmadurez sexual
Ciertos rasgos esquizoides como: Timidez y gusto por la soledad
6. Llamando al
Médico
Acuda al médico lo antes
posible, sobre todo si tiene
problemas médicos a causa
de la bebida. Si la ayuda
ofrecida por grupos tales
como Alcohólicos Anónimos
no da resultado, el próximo
paso debe ser buscar ayuda
médica.
En ocasiones, la familia es la
que se encarga de
buscar tratamiento para el
alcohólico, ya que este rehúsa
someterse a este por su propia
voluntad. Mientras más
pronto se obtenga tratamiento
médico, mayores son las
posibilidades de recuperación
7. Tratamiento
El médico hará un
completo examen físico con
especial atención en los
órganos que más daña el
alcohol: hígado, cerebro y
corazón. Puede recetar
medicación para reducir la
ansiedad y también tratará
problemas subyacentes.
Como los
alcohólicos están a menudo
mal nutridos, hará que
corrija su dieta. Por último
la persona puede ser
enviada a un centro de
desintoxicación y
rehabilitación.
8. El mejor cuidado es prevenir la dependencia al alcohol. Si existe un
historial personal o familiar de alcoholismo, el único recurso para
superarlo es abstenerse por completo del alcohol. Sin embargo, los que no
tienen dependencia del alcohol pueden beber con moderación; para ello
siga estos consejos:
No beba nunca con el estómago vacío (sin haber comido algo sólido)
No beba para levantar el ánimo
No tome bebidas puras; disminúyalas con hielo, agua o refresco
Beba lentamente
Alterne bebidas alcohólicas con bebidas sin alcohol
No beba si está tomando medicamentos
Si bebe, no conduzca ni realice acciones que requieran un perfecto estado
de los reflejos
Amigos y familiares pueden ayudar siguiendo estos pasos:
Aceptar que el alcoholismo suele ser progresivo y que un alcohólico
jamás podrá beber sin riesgo
Entender que el alcohólico es un enfermo y no puede controlar la bebida
No facilitar que el alcohólico siga bebiendo
9. Los alcohólicos manifiestan las siguientes características:
Beber para calmar los nervios, reducir la presión u olvidar
preocupaciones
Disminución del apetito
Beber de un trago
Mentir al respecto
Beber a solas cada vez con mayor frecuencia
Maltratarse a sí mismo o a otros después de haber bebido
Emborracharse a menudo
Necesitar más alcohol para conseguir el mismo efecto
Carácter irritable, resentido o irracional si no se está
bebiendo
Tener problemas de salud, sociales o financieros debidos a
la bebida