El documento explica por qué los nombres de personas en la Biblia suenan graciosos para nosotros. En la época bíblica, los nombres se escogían cuidadosamente y tenían significados especiales relacionados con las esperanzas de los padres o mensajes de Dios. Aunque los idiomas son diferentes, tanto sus nombres como los nuestros podrían sonar graciosos para hablantes de otras lenguas.