La flauta de cristal fue inventada en 1806 por Claude Laurent, un relojero francés que ganó una medalla de plata por su flauta de cristal en la Exposición Industrial de París. Fue el primer instrumento musical presentado en dicha exhibición. Las flautas de cristal de Laurent producían un sonido puro y diáfano, y fueron populares entre la aristocracia europea. Una de estas flautas fue regalada al pintor mexicano Pelegrín Clavé en el siglo XIX y todavía se
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La Flauta de Cristal de Claude Laurent
1. La Flauta de Cristal
Claude Laurent
En 1806 el relojero Claude Laurent (m.1848) ganó una medalla de
plata por su flauta de cristal en la Exposición Industrial de París.
Mozart
Aria de La Flauta Mágica
2. Historia
En todas las civilizaciones se han encontrado flautas de diversos tipos. En Europa
desaparecieron del arte occidental después de la caída de Roma y reaparecieron entre
los siglos X y XI, provenientes de Bizancio.
Después de 1500, durante el Renacimiento, la flauta transversa ó traversa, aparece en
fuentes pictóricas y literarias ya sea como parte de una misma familia instrumental, de
ensambles de instrumentos mixtos, o bien como instrumento solo.
En el Barroco temprano (Siglo XVII), la flauta transversa cayó en desuso. La flauta
renacentista, de diseño cilíndrico, resultó ineficiente para las demandas musicales de la
época.
Sin embargo, los constructores parisinos de finales del siglo XVII diseñaron una nueva
estructura cónica del instrumento e incorporaron una pequeña llave para un séptimo
agujero de Re # (Mi bemol). Estas ventajas convertirían a la flauta transversa en el
instrumento idóneo para la estética de los afectos del siglo XVIII.
3. Entre los constructores parisinos de traversas destacan la familia Hotteterre y Jean
Jacques Rippert (1696 - 1716). Hotteterre fue constructor, flautista y célebre maestro;
asimismo, escribió el primer método para la flauta transversa “Príncipes de la flute
traversiere”, en 1707.
L’art de Préluder constituye una excelente fuente de información sobre ornamentación
y sobre la práctica de la improvisación de la época. En esta obra Hotteterre muestra un
alto desarrollo técnico e incluye numerosas piezas en diecinueve tonalidades.
August Grenser fue el fundador de uno de los talleres de construcción de instrumentos
de viento más famosos en Europa. Grenser (1720-1807), aprendió su oficio en Leipzig
y se trasladó más tarde a Dresde para establecer su taller en 1744, en el que trabajó
junto con su sobrino Johann Heinrich Grenser (1764-1813).
En 1753 el taller obtuvo un nombramiento Real. Las flautas de Grenser eran más
pequeñas que las parisinas; su sonido era menos lleno pero de un matiz más
penetrante. La afinación privilegiaba las tonalidades con sostenidos en lugar de los
bemoles, a diferencia de traversas anteriores. El modelo Grenser varió poco a lo largo
de su vida; sin embargo, hacia 1780, el constructor empezó a hacer flautas con llaves
adicionales.
4. La música para flauta era muy importante en la corte de Federico II de Prusia, pues el
propio rey tocaba e incluso componía para el instrumento.
Johann Joachim Quantz (1697-1773), eminente flautista, constructor de flautas y autor
del célebre tratado “Versuch einer Anweisung die Flote traversiere zu spielen” (1752),
era el maestro de flauta del rey Federico. En la corte predominaba un nuevo estilo,
distinto del contrapuntístico que cultivó J. S. Bach, conocido como Empfindsamerstill
(estilo sentimental); éste coexistía con otros estilos, principalmente el estilo galante y el
“Sturm und Drang”.
Hacia finales del siglo XVIII, la flauta representa el ideal estético del sonido diáfano, de
donde surge toda la paleta orquestal del clasicismo.
El traverso de cuatro llaves era considerado el instrumento idóneo para tocar las obras
de Haydn y Mozart. A finales del siglo XVIII y principios del XIX, los flautistas, al igual
que los intérpretes de otros instrumentos, mostraban un abierto interés hacia los
nuevos mecanismos que se introducían en los instrumentos de aliento.
Las flautas francesas de esa época tenían estructura cónica, como todo traverso del
siglo XVIII, y se experimentaba con distinto número de llaves.
5. La Flauta de Cristal
En 1804 el Conservatorio de París estableció como oficial la flauta de cuatro llaves,
una flauta clásica por excelencia, como las primeras construidas por Laurent.
En 1806 el relojero Claude Laurent (m.1848) ganó una medalla de plata por su flauta
de cristal en la Exposición Industrial de París; por primera vez se presentaba un
instrumento musical en dicha exhibición. Ese mismo año obtuvo la patente número 236
por la fabricación de flautas de cristal.
Dos fueron las innovaciones aportadas por Laurent; en primer lugar, el uso del cristal
como material de construcción en las flautas, ya que hasta entonces se había
experimentado con distintos tipos de madera y marfil.
La segunda innovación fue el sistema de sujeción de las llaves con pilares sobre
placas, el cual sería incorporado más tarde al diseño de todas las flautas transversas y
de todos los instrumentos de aliento de madera.
A pesar de las múltiples opiniones acerca de la dificultad del material utilizado, Laurent
logró una voz prístina y diáfana que no se había escuchado hasta entonces en los
instrumentos de madera y marfil.
Haydn
Trío No.30 en Re Mayor
6. La comisión de especialistas que otorgó la medalla en la Exposición Industrial de 1806,
estuvo formada por François-Joseph Gossec, Luigi Cherubini, Georg Wunderlich y
otros miembros del Conservatorio de París.
La opinión fue unánime acerca de la estabilidad y temperamento de la flauta de cristal,
que resultaba menos vulnerable a los cambios de temperatura y humedad que
afectaban la afinación en las flautas de madera y marfil.
Por otro lado, el instrumento de Laurent era más fácil de tocar, su sonido más vívido y
el mecanismo de las llaves superaba al de las flautas anteriores. La única desventaja
de la flauta de cristal era su peso.
Más allá del lujo que representan los materiales de su construcción, las flautas de
Claude Laurent constituyen un instrumento musical único en la historia de la
organología ya que después de su inventor apenas otro fluthier, J. D. Breton, discípulo
y sucesor de Laurent, se atrevió a construir flautas de este material tan controvertido
aún en la actualidad.
7. La Flauta de Cristal fue un instrumento de colección y de
lujo para la aristocracia y la realeza, muchas de ellas
tenían incrustaciones de piedras preciosas.
8. Para muchos, el método de fabricación de la flauta de cristal sigue siendo un misterio.
Varias razones explican la discontinuidad de su uso, empezando por su alto costo y
complejidad de fabricación, y terminando por la culminación de la etapa de
mecanización del instrumento, con el modelo que presentó Theobald Boehm en 1847 y
que se mantiene vigente hasta nuestros días.
Muy pocos flautistas pudieron adquirir uno de los instrumentos que el relojero francés
fabricó. En contraste, la flauta de cristal se convirtió en un símbolo aristocrático asociado
al Bonapartismo, pues Napoleón I de Francia, el rey Luis Bonaparte de Holanda, José
Bonaparte de España y el Emperador Francisco I de Austria, tuvieron flautas de cristal
de Claude Laurent.
En 1808 el flautista parisino Dubois dio un concierto en Ámsterdam con una flauta de
cristal. Más tarde, el joven Louis Drouët, al ingresar como flautista en la corte de Luis
Bonaparte, recibió de manos del rey uno de los prestigiados instrumentos;
posteriormente, Napoleón lo invitó a París, obsequiándole otra flauta.
Drouët fue un intérprete precoz y famoso. Uno de los conciertos públicos que ofreció fue
el legendario programa en Covent Garden (1816) que incluía obras de Händel, Mozart y
otros compositores de la época.
9. En aquella ocasión, John Quincy Adams, presidente de Estados Unidos (1825-1829),
él mismo un flautista amateur, lo escuchó tocar una flauta que, según refirió el propio
Adams, superó todo lo que había oído acerca de este instrumento.
Por su parte, James Madison, cuarto presidente de los Estados Unidos, obtuvo una
flauta de cristal como regalo del propio Laurent.
Actualmente se conservan algunas flautas como piezas de colección, por ejemplo
exiten 16 flautas de cristal en la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, en la
sección de la colección de instrumentos de viento “Dayton C. Miller”.
Hay entre cien y 120 instrumentos como éstos, pero casi todos se encuentran en
aparadores de museos ó en poder de coleccionistas particulares y muchas de las
flautas no están completas
En México está una de estas flautas, hecha en 1835 por Claude Laurent y es de las
pocas que todavía se utiliza para dar conciertos. La flauta fue guardada durante cerca
de 175 años por la familia del artista plástico catalán Pelegrín Clavé, quien la recibió en
México como regalo del entonces emperador Maximiliano de Habsburgo.
Bach
Sonata en Mi Bemol Mayor
10. La Flauta de Cristal en México
A partir de 2012, se han organizado varios conciertos para conmemorar el 200
aniversario del natalicio del pintor catalán Pelegrín Clavé i Roqué, quien vivió en
México de 1846 a 1867, fue uno de los artistas académicos más importantes del
Siglo XIX, fue director de la antigua Academia de San Carlos y, en la misma
institución, profesor de la cátedra de pintura.
En estos conciertos se utiliza la flauta de cristal transversa, que regaló el Emperador
Maximiliano de Habsburgo a Pelegrín Clavé, como agradecimiento porque cuando
llegó a México con su esposa Carlota, uno de sus discípulos de la Academia, le hizo
un retrato a la emperatiz.
“Maximiliano quería que su lienzo lo hiciera un pintor mexicano. Con ello pretendía no
parecer tan extranjero. Recurrió, entonces, a Santiago Rebull, uno de los discípulos
de Clavé. Para congratularse con Pelegrín y no ofenderlo, le regaló la flauta”.
El retrato, por cierto, se encuentra en el Castillo de Chapultepec, dice Martín Clavé,
actual dueño del instrumento y tataranieto del pintor catalán.
11. La Academia de San Carlos
La Academia Nacional de San Carlos, fue fundada en 1781 durante el reinado de Carlos
III y originalmente se denominó Real Academia de San Carlos de las Nobles Artes de la
Nueva España.
En 1846 se decidió contratar como director de pintura de esta academia, por cinco años,
al maestro Pelegrín Clavé, residente en Roma y casi recién egresado de la Academia
de San Luca.
Pelegrín, llegó a la ciudad de México en enero de 1846, a la edad de 35 años pues
había nacido en Barcelona el 17 de junio de 1811. Desde ese momento se dio a la tarea
de reestructurar el funcionamiento y las enseñanzas de la Academia. Una de las
acciones que emprendió Clavé para dar a conocer y fomentar el gusto por la pintura, la
escultura y las bellas artes en México, fue el establecimiento, a partir de diciembre de
1848, de las exposiciones anuales en la Academia.
Con los múltiples retratos realizados por Pelegrín a los miembros de la alta sociedad
mexicana, se consagró como uno de los mejores retratistas del país.
Después de la fructífera y exitosa estancia de Clavé en México, decidió regresar a su
natal Barcelona a principios de 1868, donde vivió sus últimos años hasta su muerte,
acaecida el 13 de septiembre de 1880.