Este documento presenta varios epitafios notables de figuras históricas y literarias. Algunos epitafios destacados son "Una tumba es suficiente para aquel a quien el Universo no bastara", escrito en la tumba de Alejandro Magno, "Medí los cielos; ahora mido las sombras" en la tumba del astrónomo Johannes Kepler, y "El dinosaurio todavía yace aquí", propuesto para el personaje del cuento corto de Augusto Monterroso.
1. EEPIEFATIE
EPITAFIOS
Un epitafio (palabra compuesta por las voces griegas epi, sobre, y taphos, tumba) es el texto que se coloca en una
tumba para honrar al difunto.
Nos hemos dado una vuelta (virtual) por los cementerios de medio mundo y hemos encontrado algunos epitafios
interesantes, curiosos u originales:
Para empezar, el que figura en la tumba de Alejandro Magno († 323 a. C.):
Una tumba es suficiente para aquel a quien el Universo no bastara.
Luego, el de la tumba del astrónomo Johannes Kepler († 1630):
Medí los cielos; ahora mido las sombras.
Muchos escritores compusieron sus propios epitafios. Lo hizo, por ejemplo, el Marqués de Sade († 1814)...
Si no viví más, fue porque no tuve tiempo.
... el poeta chileno Vicente Huidrobo († 1948)...
Abrid esta tumba: al fondo se ve el mar.
... y el cómico irlandés Spike Milligan († 2002):
Os dije que estaba enfermo.
El del pistolero Jesse James († 1882) lo escribió su madre:
Asesinado por un traidor y cobarde cuyo nombre no merece figurar aquí.
Ya regresando, leímos, a la entrada de un cementerio gallego, éste:
Aquí están nuestros huesos aguardando por los vuestros.
Ya de vuelta en Barcelona, hemos querido escribir un epitafio, y hemos pensado en éste para el personaje del famoso
cuento de Augusto Monterroso, El dinosaurio:
El dinosaurio todavía yace aquí.
Alberto