37. El juicio de París (1757-1759) Autor: Anthon Raphael Mengs Óleo sobre lienzo (226x295,5 cm.)
38. Leda Y El Cisne (1515-1520 Autor: Dalí Óleo sobre lienzo (112 x 86) El baño (1989) Autor: Fernando Botero Óleo sobre lienzo (249 x 205 cm)
39. Madonna (1894-1895) Autor: Munch Óleo sobre lienzo (91x70,5 cm.) Las señoritas de Aviñón (1907) Autor: Pablo Picasso Óleo sobre lienzo (243,9x233,7 cm.)
40. El Sueño (1866) Autor: Courbet Óleo sobre lienzo (135x200 cm.)
41. La vida (1903) Autor: Pablo Picasso Óleo sobre lienzo La Venus de Cnido (350 a.C) Autor: Praxíteles Mármol blanco
52. The Garnden of earthly Delights (1503-1504) Autor: Bosch Óleo sobre lienzo (220x389 cm.)
53. El nacimiento de Venus (1484) Autor: Botticelli Pintura óleo (172,5 x 278,5 cm)
54. Es una de las obras más importantes de Francisco Goya, pintor y grabador español. En todas estas facetas desarrolló un estilo que inaugura el Romanticismo. El arte goyesco supone, asimismo, el comienzo de la Pintura contemporánea, y se considera precursor de las vanguardias pictóricas del siglo XX. Esta obra es de 1790-1800 aproximadamente y es un óleo sobre lienzo El cuadro nos muestra el cuerpo entero de una hermosa mujer tumbada en un lecho y mirando directamente al observador. Se trata de una mujer real El cuadro es de influencia del neoclasicismo, lo podemos observar en el predominio de una gama cromática fría Aunque se ubica dentro de la estética del neoclasicismo, como esta obra de Goya es audaz y atrevida para su época, como audaz es la expresión del rostro y actitud corporal de la modelo, que parece sonreír satisfecha y contenta de sus gracias. También resaltamos el erotismo. Cabe destacar la particular luminosidad que Goya da al cuerpo de la desnuda, luminosidad que contrasta con el resto del ambiente, y junto a esa luminosidad la típica expresividad de los ojos. El artista se ha esmerado en el tratamiento de las carnaduras y sombreados acompañadas por la figuración sutil de las telas, la coloración se hace con un minucioso juego de verdes que contrasta con blancos y rosados, de este modo la maja casi parece suspendida mediante su brillo y delicadeza, suspendida en un espacio oscuro que ella ilumina. 49
55. Es un cuadro de Velázquez (1599-1660), el pintor más destacado del Siglo de Oro español. Representa a la diosa romana del amor, la belleza, tumbada sobre una cama desnuda y de espaldas al espectador , mirando a un espejo que sostiene un niño alado que permite al espectador observar el rostro de la diosa que en un principio estaba oculto. A diferencia de la mayor parte de los retratos de la diosa están ausentes las joyas, las rosas y el mirto. Los personajes son indispensablemente Venus, diosa de la belleza y su hijo Cupido, dios del amor Se trata de un tema mitológico al que Velázquez, como es usual en él, da trato mundano. No trata a la figura como a una diosa sino, simplemente, como a una mujer. En general los colores que predominan en la obra son el blanco, el negro y el rojo, aunque en una extraordinaria gama de matices. En cuanto al dibujo los contornos son claros, la pincelada nítida, suelta pero con poca mancha. 50
56. Esta obra pertenece al autor Luis Royo, uno de los principales dibujantes góticos de nuestra época. Como ya he mencionado el estilo de Royo es el gótico, unas de las culturas actuales que están creciendo con rapidez. La obra es un dibujo y la nombró “Eco de la luna”, pero no muestra en sí la imagen que todos pensamos, sino que la compara con la imagen de una mujer. La forma, las curvaturas, la belleza… en fin el ideal femenino. Como es de esperar, en la obra utiliza su estilo, aunque consigue darle un enfoque espectacular a través del color blanco, consiguiendo que la mujer sea el centro de nuestra mirada. La imagen mostrada es tenebrosa, pero a la vez bella. La tenebrosidad se obtiene gracias al color negro, el cual normalmente se identifica con lo tenebroso y el mal. La belleza es conseguida mediante la figura de una mujer desnuda muy atractiva y joven, pero además, también a través del color blanco, que crea una especie de velo, mostrándonos una forma angelical. La figura de la mujer transmite además elegancia. Elegancia plasmada por la curvatura y modelado de la imagen femenina. Pero esta elegancia, también se ve en la mirada. Mirada cabizbaja con un toque de naturalidad y sensualidad, creada por un rostro joven, además de atractivo. Para finalizar el análisis de los detalles. En la parte inferior de la obra, podemos ver la imagen de una especie de cara huesuda e impactante, creada por una exaltación de la mirada, la boca y las manos de dicha figura. Y la figura de la mujer, que está en el centro de la obra que con dicha luminosidad consigue que nuestra mirada se centre en ella. 51
57. Sandro Botticelli (Florencia, 1447-1510), es considerado << el mejor decorador lineal que haya habido en Europa>>, según proclamaba en el siglo XIX el crítico Bernard Berenson. Botticelli se formó en un taller de orfebrería y en 1470 trabajaba en Florencia como pintor independiente, convirtiéndose en el pintor favorito del círculo neoplatónico de los Medici. La pintura que desarrolla es mitológica y tiene un contenido moralizante. Botticelli pintó para la villa de Castelló de Lorenzo << el magnífico>> dos cuadros singulares: La Primavera y El Nacimiento de Venus, que simbolizaban, respectivamente, el << Amor>> y la <<Belleza>>. Sandro Botticelli en su cuadro, La Primavera, plasma una especie de horóscopo destinado a celebrar las bodas de su propietario. Ante un bosquecillo de naranjos y flores, Venus, que es la divinidad tutelar de la educación humanista, libera por una parte a las Gracias, que bailan a su derecha junto a Mercurio, y ,por otra, a Flora, situada a la izquierda, que es producto carnal entre el viento Céfiro y la ninfa Cloris. Por lo tanto, Botticelli en este cuadro ha representado la doble naturaleza del amor: la gracia de las artes liberales y los vientos de la pasión en un paisaje de ensueño; o, si se prefiere, la novia al mismo tiempo casta y sensual, que siempre hará feliz al esposo. A partir, de 1492, las características de Botticelli: siluetas flotantes, los vestidos de gasa y los tocados complicados desaparecen. Todo el encanto de la línea caligráfica se torna en nerviosismo dramático con la muerte de Lorenzo y la predicación de Savonarola. 52
58. Jeroen van Aken “El Bosco” (1453-1516 Holanda). Fue el pintor favorito de Felipe II, él firmaba sus cuadros con la abreviatura de su villa natal. El Bosco es un pintor que se mueve entre la sátira popular Medieval y la moral propugnada por los humanistas del Renacimiento. Las características utilizadas por el Bosco en sus pinturas son: una técnica miniaturista y un lenguaje simbólico, inspirado en los refranes y canciones populares, que en la actualidad parece enigmático, pero en su época era de fácil interpretación. A partir de estas alegorías creadas por él, forja una visión pesimista de la existencia humana, donde la salvación sólo es posible mediante el control de las pasiones. El cuadro, El Jardín de las delicias, son dos trípticos que resumen la filosofía moralizante del Bosco. En el Jardín de las delicias el Bosco plasma en el panel izquierdo, el Paraíso Terrenal en el último día de la Creación. En el Centro refleja los pecados capitales. En este cuadro, el pintor denuncia la Lujuria y la promiscuidad sexual. Finalmente, en el panel derecho de los trípticos representa el Infierno y la condenación eterna, destierro reservado a quienes se dejan seducir por la avaricia y los excesos carnales. Por último, decir que las fantasías oníricas y la imaginación desbordante del Bosco fueron reivindicadas por los artistas y científicas del S.XX. Los psicoanalistas, lo consideran el descubridor del inconsciente . 50
59. Gustave Courbet, hijo de un granjero, nació el 10 de junio de 1819 en Ornans (Francia). Fue un influyente y prolífico pintor que, con Honore Daumier, fundó el movimiento de arte llamado "realismo", a mediados del siglo XIX. A pesar de haberse destacado como paisajista, son sus desnudos los que a menudo han chocado, mostrando sin vergüenza ni el menor pretexto mitológico, su sólida anatomía. El caso más llamativo es su obra de 1866 "El Origen del mundo". Ese cuadro no fue concebido para ser expuesto en galerías ni museos. Fue pintado por encargo del diplomático y coleccionista turco Khalil-Bey, quien le pidió que pintara "algo que nadie hubiera pintado antes", algo absolutamente original e inédito. El Origen del mundo se salva no obstante del estatuto de imagen pornográfica. La franqueza y el atrevimiento de este nuevo lenguaje no excluyen un vínculo con la tradición: de modo que la pincelada amplia y sensual, junto con la utilización del color, recuerda la pintura veneciana y, el mismo Courbet se reclamaba del Ticiano, de Veronese, de Corregio, y de la tradición de una pintura carnal y lírica. El Origen del mundo, ahora presentado sin ninguna ocultación, reencuentra su debida plaza en la historia de la pintura moderna. Pero sin embargo, no deja de plantear, de manera turbadora, la cuestión de la mirada. 53
60. Se trata de una pintura del arte renacentista, cuyo autor es Sandro Botticelli. El nombre de la obra es El Nacimiento de Venus y pudo ser compuesta aproximadamente entre los años y 1482 y 1484.Siendo, sin duda, una de las obras por las que es conocido dicho autor. En cuanto a la técnica utilizada para realizar esta obra, es claramente visible el uso del temple sobre el lienzo. En general el cuadro representa un uso de colores mezclados, con diferentes tonalidades. El dibujo es claro y preciso, y utiliza líneas claramente marcadas y de limpieza en los contornos. Hay además un uso de la perspectiva, que se aprecia en la diferencia de tamaños entre los elementos del fondo y los del comienzo del cuadro. No obstante, cabe destacar que a Botticelli no le importaban los efectos de perspectiva o volumen, sino que más bien se dejaba guiar por su inspiración.