Este documento describe una muñeca robot sexual llamada Roxxxy que tiene diferentes personalidades programadas y órganos sexuales artificiales. Roxxxy cuesta entre 7,000-9,000 euros y aunque se parece a un ser humano, no puede moverse de forma autónoma. El documento también discute los objetivos, público potencial y costos asociados con el desarrollo de muñecas robot sexuales más avanzadas.