1. De: CEPS Colombia
Para: Samuel Moreno
Fecha: 29/12/2007
Asunto: Líneas Discurso Toma de Posesión
1) Introducción
Compañeras y compañeros de Bogotá,
a) Durante toda la campaña electoral he sostenido que el mayor reto que debía afrontar
el nuevo Alcalde Mayor de Bogotá, es el de sentar las bases de lo que será el
desarrollo futuro de la ciudad: es lo que en el programa de gobierno hemos llamado
Bogotá positiva y que será el lema de mi alcaldía. Bogotá positiva es una Bogotá que
mira hacia delante; una Bogotá que resuelve sus problemas actuales a través de políticas
públicas con vocación de continuidad, con el objetivo de incorporar a todos sus
ciudadanos y ciudadanas al cumplimiento de los deberes y al disfrute de los derechos
que implica la ciudadanía; una Bogotá que se integra en la región y en el mundo con la
intención de mostrar, en pie de igualdad y sin complejos, sus riquezas, sus capacidades
y la particularidad que la hace única.
Por eso desde hoy invito a pensar la ciudad que queremos ser en el 2038, cuando se
celebrarán los 500 años de fundación. Es una convocatoria a todos los sectores sociales
de la ciudad y del país para que realicemos un ejercicio de planeación estratégica a 30
años. Sin duda alguna, los avances que la ciudad ha experimentado durante los últimos
15 años, a través de las diferentes administraciones, se explican en buena parte por los
consensos logrados a través del Plan estratégico Bogotá 2000.
b) Pero sentar las bases del desarrollo futuro no consiste sólo en planificar y ejecutar
nuevos programas y proyectos, sino también en institucionalizar y dar sostenibilidad
a los logros de administraciones pasadas. Durante las últimas cuatro
administraciones, el desarrollo y la modernización de Bogotá han sido notables y se han
producido avances muy importantes en la conciencia ciudadana de que la ciudad es un
proyecto colectivo que requiere del trabajo y la solidaridad de todos y todas. Sin
embargo, no podemos llamarnos a engaño. La pobreza, la exclusión de cientos de
miles de bogotanos y bogotanas del desarrollo social y económico, la segregación social
son todavía hoy, y pese a los avances, el mayor problema que enfrenta la ciudad.
La Bogotá positiva, la Bogotá que mira y avanza hacia el futuro, no puede hacerse sino
con el concurso y la participación de todos sus ciudadanos y ciudadanas. Por eso,
no ahorraremos esfuerzos en lograr que cada vez más ciudadanos participen de manera
real en el desarrollo económico y social de la ciudad, en los beneficios urbanos,
educativos, sanitarios, ambientales y culturales que ese desarrollo genera. Porque sólo
caminando por la senda de la integración social podemos hablar de un proyecto de
ciudad auténticamente colectivo; sólo luchando decididamente contra la exclusión
podemos construir juntos y en pié de igualdad la ciudad que queremos para el futuro. Y
todo ello debemos hacerlo no sólo porque sea un deber constitucional, ético y político
de cualquier gobernante, sino, principalmente, porque Bogotá no puede permitirse el
2. lujo de prescindir de las capacidades de ninguno de sus ciudadanos si quiere seguir
avanzando.
2. Balance y retos
c) La administración del PDA que ahora termina, en cabeza de Luis Eduardo Garzón,
de quién recibo hoy la banda de alcalde, ha significado un progreso muy importante en
este camino de la inclusión social. Hace cuatro años, los agoreros que asistían
impasibles al drama humano de la pobreza en Bogotá, dijeron que la administración del
Polo sería la administración del despilfarro, que comprometería la salud de las finanzas
del Distrito y que pondría fin al desarrollo de Bogotá. Hoy, el Polo presenta la mayor
reducción de la pobreza en la historia de Bogotá; la mayor cobertura sanitaria y en
educación de la historia de la ciudad; los mejores índices de desarrollo humano jamás
conseguidos: en nutrición; en el peso de los niños al nacer; en mortalidad infantil; en
alimentación de madres lactantes. Todo ello, lejos de comprometer las finanzas y el
desarrollo económico, se ha hecho con unos niveles de crecimiento superiores a los de
la media del continente, dejando unas finanzas saneadas y con nuevos instrumentos
fiscales que permiten mejorar la redistribución de la riqueza. Por todo ello no puedo
sino expresar aquí mi felicitación y mi agradecimiento a la administración saliente.
Pero quizá el mayor logro de esta administración del Polo ha sido crear la conciencia
entre los ciudadanos y ciudadanas de Bogotá y de toda Colombia de que sí es posible
hacer políticas públicas que atajen los problemas sociales; que el gasto social, lejos
de ser un peligro para el desarrollo económico, es su fundamento, su motor y su garantía
de futuro. Que una política seria y comprometida sí tiene soluciones para los problemas
del país y que algunos sí tenemos la voluntad política de ponerlas en práctica. Esa fue la
idea con la que nació el Polo y esa es la idea que alimenta la gestión que ahora
inauguro.
d) En estos años Bogotá ha adquirido el liderazgo nacional que le corresponde como
capital de la República. Un liderazgo en lo económico, siendo la mayor economía del
País y en lo social, presentado los mejores resultados sociales y la sociedad más
dinámica del país. Por ello Bogotá no puede ser indiferente a los problemas nacionales.
Hoy hemos asistido a la liberación de tres de los secuestrados que abre una ventana de
esperanza a la consecución de un acuerdo entre el Gobierno Nacional y las FARC que
ponga fin al drama de centenares de familias que tienen a los suyos privados de libertad.
Quiero reafirmar hoy mi más firme compromiso con la paz de Colombia; quiero decirle
a todos los secuestrados, a sus familias y a los ciudadanos y ciudadanas de Bogotá que
mi alcaldía hará todos los esfuerzos y prestará todo el apoyo para la consecución de un
acuerdo humanitario; que sí es posible una salida política del conflicto y que ello no
puede significar una derrota para nadie: porque la paz es siempre un triunfo y un
requisito indispensable para la construcción de ese proyecto colectivo que hoy les
quiero presentar aquí.
e) Pero si son muchos los logros de la administración que hoy termina, son también
muchos los retos que deja. 1.800.000 bogotanos no tienen seguro en salud y la atención
sanitaria para quienes lo tienen, es francamente mejorable. En materia de educación,
debemos avanzar desde la cobertura, hacia la calidad. El caos circulatorio en Bogotá
requiere medidas urgentes tanto en materia de gestión del tráfico y mejora e integración
3. del transporte público, como en materia de construcción y mantenimiento de vías.
Bogotá tiene hoy un déficit de 400.000 viviendas, escasez de suelo susceptible de ser
utilizado para vivienda de interés social y un sistema de subsidios ineficaz. Son muchas
las dudas que los expertos han expresado sobre la sostenibilidad del gasto de la
administración anterior en un contexto de desaceleración económica como el que parece
que afrontará la alcaldía que hoy comienza. El impuesto de la valorización está
sufriendo una fuerte contestación social. El dinamismo de la economía bogotana exige,
para mantenerse en el futuro, una política de competitividad orientada a la creación de
empleo; una política de desarrollo económico dirigida hacia la formalización y la
transformación de las microempresas en pequeñas empresas y de las pequeñas en
medianas empresas. Las obras de la valorización, las de Fase III de Transmilenio, la
recuperación de vías, exigen un plan de obras gradual y escalonado para no paralizar la
ciudad. La contaminación del aire y de las cuencas hídricas pone en serio riesgo la
sostenibilidad ambiental de Bogotá, y exige medidas urgentes en coordinación con el
Gobierno Nacional. El aumento de los llamados delitos de bajo impacto, que son los
que generan una mayor sensación de inseguridad, requiere un fortalecimiento de la
política de seguridad. En Bogotá, las familias más pobres destinan a pagar servicios
públicos un porcentaje de sus ingresos dos veces superior al que destinan las familias
acomodadas. Se trata de una inequidad inaceptable a la que debemos poner pronto
remedio.
Estos retos deberán afrontarse un entorno macroeconómico previsiblemente menos
favorable que el observado en los últimos años. Ante esta situación, tenemos que ser
mucho más creativos y audaces, y ser capaces de iniciativas dirigidas a diversificar las
fuentes de ingresos y multiplicar la capacidad de movilización de recursos.
3. Plan de gobierno: líneas, objetivos y estrategias
Pero ¿cómo vamos a afrontar estos retos? ¿Cómo vamos a construir esa Bogotá positiva
que sienta las bases de su desarrollo futuro?
f) Lo primero que quiero decirle a los bogotanos y bogotanas es que la construcción de
la Bogotá positiva no es sólo una responsabilidad de la alcaldía, sino que es una
responsabilidad compartida entre los funcionarios públicos, el sector privado y todos los
habitantes de Bogotá. Todos, corresponsablemente, debemos aportar para cumplirle a
Bogotá los retos que nos plantea. Por ello, los objetivos que aquí les presento no deben
entenderse como los objetivos del alcalde, sino como los objetivos de Bogotá: como
parte de un proyecto colectivo de ciudad en el que todos están llamados a participar
como miembros de una comunidad solidaria.
Por ello, la principal estrategia que desarrollará la alcaldía para lograr las metas que
están en el Programa de gobierno, será el diálogo, la concertación y la participación
ciudadana. Durante la campaña he recorrido todas las localidades y barrios de Bogotá;
he conversado con la gente y he escuchado sus problemas, lo que ha significado un
insumo fundamental para la elaboración del Programa de gobierno y de las propuestas
para una Bogotá positiva. Ese será mi estilo de gobierno: no seré un alcalde aislado en
el Palacio Liévano, sino un alcalde cercano, un alcalde que estará con la gente allí
donde estén los problemas y los retos. Señores y señoras secretarios de gobierno,
funcionarios y funcionarias de la alcaldía: no quiero una administración encerrada en
sus despachos. Salgan a la calle, conversen con la gente, conozcan la realidad de
4. Bogotá, porque es allí, fuera de los despachos y las oficinas, donde están los problemas
y los retos que estamos llamados a enfrentar y a resolver.
En el frente de la tributación continuaremos con los programas de fiscalización y
control de pago de obligaciones, buscando logros adicionales en reducción de la evasión
y la morosidad. Simultáneamente, es necesario avanzar en la ampliación de las bases de
contribuyentes. En todo caso, tenemos que apostar todo por el fortalecimiento de la
cultura tributaria de la ciudad. Esto exige, ante todo, una atención de calidad óptima
permanente al contribuyente por parte de la Administración Distrital. Los
contribuyentes tienen derechos inalienables como la liquidación y el cobro de impuestos
sobre bases razonables, legales y equitativas; el acceso ágil a información precisa sobre
el estado actual de sus obligaciones con el Distrito; la facilitación de mecanismos
múltiples de pago de tales obligaciones; la socialización oportuna y periódica de los
proyectos de actualización de bases de tributación, las metodologías de cálculo
utilizadas y la liquidación individual.
El mantenimiento de una hacienda sana y robusta es una condición necesaria para hacer
efectivo el derecho a la ciudad y a vivir mejor. Por eso son necesarias las políticas de
austeridad y racionalización de gastos de funcionamiento, aprovechamiento óptimo de
activos, endeudamiento prudente, mejoramiento del perfil de la deuda pública y niveles
de inversión compatibles con la capacidad de ahorro, cuyo efecto combinado garantice a
largo plazo una trayectoria de sostenibilidad financiera.
g) El objetivo principal de la Bogotá positiva que hoy inauguramos es la
satisfacción de los derechos de los ciudadanos y las ciudadanas de Bogotá. Porque la
satisfacción de los derechos no es sólo un problema de garantías judiciales, si no que es
fundamentalmente un problema de políticas públicas orientadas a su cumplimiento y
satisfacción. Por ello, las políticas públicas no pueden estar diseñadas simplemente para
resolver un problema aquí y ahora: debemos pasar del asistencialismo a la
sostenibilidad, de la cobertura a la calidad, de la participación formal y restringida a una
verdadera gestión pública participativa, de la sola inversión social a la generación de
riqueza (económica, social, cultural), de la ciudad a la región capital.
La satisfacción de los derechos de los ciudadanos depende, fundamentalmente, de dos
elementos:
- En primer lugar, y esto es un mandato para todos los secretarios y secretarias de
gobierno, las políticas del Distrito deben estar pensadas, diseñadas y ser ejecutadas en
función de hacer efectivos derechos ciudadanos y de institucionalizar prácticas
administrativas que garanticen su continuidad en el futuro.
- En segundo lugar, debemos generar las condiciones materiales que hagan posible
tanto el ejercicio y la efectividad de los derechos, como la sostenibilidad de las políticas
que los hacen posibles. Estas condiciones son de tipo económico, social, ambiental y
urbanístico y, por tanto, tienen mucho que ver tanto con la política económica como con
el modelo de ciudad que se adopte para el futuro.
Ambos elementos tienen un objetivo común: lograr progresivamente una mayor
participación de los ciudadanos y ciudadanas tanto en el desarrollo social y
5. económico como en las decisiones que afectan a los asuntos públicos. Ello no es sólo
una exigencia democrática, sino un requisito de la legitimidad, la eficacia, la
sostenibilidad y la aceptación social de las políticas públicas.
h) Para lograr estos objetivos hemos establecido unas líneas estratégicas transversales
que estructuran el Plan de desarrollo que en su momento presentaremos al Concejo de
Bogotá.
En primer lugar, Bogotá, ciudad de derechos, que tiene tres ejes prioritarios de
actuación: en primer lugar, la creación de un sistema objetivo de medición del grado de
satisfacción de los derechos ciudadanos; en segundo lugar, actuar simultáneamente
tanto en la cobertura del servicio, como en la calidad de la prestación; y, en tercer lugar,
asegurar la sostenibilidad de las políticas sociales. El Secretario de Hacienda aceptó el
cargo con el reto de diseñar las finanzas distritales de tal manera que se asegure la
financiación del Metro sin afectar la continuidad de las políticas sociales y sin poner en
peligro la estructura financiera distrital.
En materia de alimentación, Bogotá sin hambre debe convertirse progresivamente en
un programa orientado a lograr progresivamente la autosostenibilidad de los comedores
comunitarios, por un lado, y a garantizar la seguridad alimentaria por otro, mediante un
sistema que desarrolle la agricultura regional y ponga a disposición de los ciudadanos
alimentos a precios asequibles.
En materia de educación, seguiremos avanzando en el programa de cobertura para
lograr la gratuidad hasta el grado once. Sin embargo, esta administración quiere poner
énfasis en dos programas fundamentales para el futuro de Bogotá: en primer lugar, un
programa de diseño de estudios técnicos y tecnológicos dirigidos a las profesiones de
futuro con alto valor agregado, con un sistema de información y orientación destinado a
los bachilleres egresados y a los trabajadores que quieran completar su formación. En
segundo lugar, diseñaremos un programa específico orientado al bilingüísmo y el
conocimiento de las nuevas tecnologías en los Colegios y las casas de cultura de las
localidades. Para lograrlo, trabajaremos en la renovación de los Proyectos Educativos
Institucionales, los planes y los programas de estudio, métodos de enseñanza y la
reorganización de los ciclos escolares.
En materia de salud, debemos combinar también la extensión del aseguramiento al
1.800.000 bogotanos que hoy en día no tienen seguro, con el fortalecimiento de la red
hospitalaria y mejoras sensibles en los servicios de salud, para hacer atractivo el paso
del régimen vinculado al régimen subsidiado. La salud será gratuita para los menores de
5 años y los adultos mayores.
El diseño de todos los programas y proyectos que hagan efectivos los derechos de los
ciudadanos deben estar inspirados en la igualdad y el libre desarrollo de la personalidad.
En este sentido, más que una política específica de género, la administración que hoy
comienza tendrá una línea transversal e intersectorial dirigida a atender la situación y las
necesidades específicas de las mujeres. Para que no haya dudas sobre mi determinación
en este sentido, como anuncié durante la campaña, la mitad de los cargos de libre
designación serán ocupados por mujeres.
6. El acceso a la cultura, la recreación el deporte, la política específica de juventud y la
destinada a la tercera edad también tendrán un carácter transversal. Y quiero hacer un
anunció hoy ante todos ustedes: Bogotá será la sede de los Juegos Panamericanos de
2015 y esta administración pondrá todos los recursos necesarios para que la evaluación
de los comisionados internacionales sea la más favorable. Para lograrlo,
aprovecharemos la celebración del bicentenario del grito de independencia como
escaparate internacional de esta Bogotá que estamos construyendo.
i) La segunda línea estratégica transversal, la hemos llamado El derecho a la ciudad y
en ella se incluyen las acciones sobre las condiciones materiales que den efectividad y
sostenibilidad al disfrute de los derechos.
En esta línea cobrará un especial relieve la Secretaria de Desarrollo Económico, a la
que debemos dotar de las competencias y la institucionalidad necesaria para llevar a
cabo las tareas centrales que está llamada a cumplir en esta administración. Ha quedado
ampliamente demostrado que el crecimiento económico, si no se acompaña de las
políticas públicas adecuadas, no es capaz de generar por sí sólo una participación
equitativa en la riqueza. Por ello, la idea que debe guiar la labor de la Alcaldía a este
respecto es la de desarrollo con inclusión, con el objetivo de conseguir empleo estable,
formalizar las actividades económicas y extender la participación social en la riqueza.
Para lograrlo, crearemos instituciones públicas de financiación y crédito con tres ejes
fundamentales de actuación:
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Creación y gestión de fondos de inversión para crear, desarrollar y modernizar
las ventajas competitivas de la economía bogotana;
Financiación, apoyo técnico y seguimiento de la creación de pequeñas y
medianas empresas. Al final de nuestra alcaldía debe haber aumentado
sensiblemente el número de pequeñas y medianas empresas en Bogotá, tanto de
nueva creación como por transformación de microempresas;
Microcréditos a bajos tipos de interés.
En materia de movilidad, debemos desarrollar desde mañana tres acciones estratégicas
para el futuro de Bogotá:
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En primer lugar, el Secretario de movilidad tiene orden de realizar todos los
trámites necesarios para implementar el SIT. Para ello, desde mañana deberá
establecerse un plan de negociación con los transportadores para reorganizar de
una vez el transporte colectivo en Bogotá y tengo la intención de que los
transportadores honren los acuerdos a los que llegamos durante la campaña de
colaborar de forma activa en la chatarrización y la renovación del parque móvil.
Se dejará contratada la construcción de la primera línea del Metro y se pondrá en
funcionamiento el tren metropoliotano mediante un acuerdo con la Gobernación
de Cundinamarca.
Construiremos la ALO, las vías previstas en la valorización y desarrollaremos
un plan ambicioso de recuperación progresiva de la malla vial.
7. En Hábitat, nos hemos fijado dos objetivos fundamentales: luchar contra la segregación
social y reducir sensiblemente el déficit de vivienda. Sin embargo, ello no puede
hacerse sólo construyendo vivienda en aquellos suelos que, por su precio, permiten
vivienda social, sino que tiene que hacerse también a través de la renovación urbana,
que recibirá un impulso definitivo en mi administración. Sólo así lograremos
aprovechar el espacio urbano construido con el objetivo de contener el aumento del
precio de los servicios públicos Vamos a demostrar que sí es posible hacer renovación
urbana, sin desplazar a la población y construyendo vivienda de interés social de tipo 2.
j) La tercera línea estratégica es Región Capital. El futuro de Bogotá depende, en buena
medida, de que logremos integrar la ciudad en el espacio neoeconómico de
Cundinamarca. Para lograrlo, hemos firmado un pacto con el Gobernador electo de
Cundinamarca para la constitución de una Región de Planificación especial. Al final de
esta administración deberá estar creada y en funcionamiento la institucionalidad de
planificación conjunta. Pero además, todo el gabinete debe pensar y diseñar los planes,
programas y proyectos de esta administración teniendo en función del impulso y la
consolidación de las relaciones con la Región.
k) La cuarta línea estratégica es la Descentralización y Participación ciudadana. He
dado orden al Secretario de Planeación para que desde mañana, uno de sus objetivos
fundamentales sea el diseño de una metodología para realizar una gestión pública
verdaderamente participativa, que haga efectiva nuestra intención de gobernar con la
gente. Para lograrlo, generaremos acciones específicas en las siguientes áreas:
En primer lugar, debe generarse tejido social. La participación requiere
de una ciudadanía organizada para la participación y es deber de la
alcaldía fomentar estas organizaciones ciudadanas;
En segundo lugar, debe existir una administración preparada para
interactuar con la ciudadanía organizada en los espacios participativos.
En este sentido es necesario afianzar la reforma administrativa que puso
en marcha la Administración anterior y orientarla a esa generación
progresiva de espacios participativos;
En tercer lugar, es necesario una administración transparente y que
ponga a disposición de los ciudadanos la información necesaria para
poder participar. Que los bogotanos y bogotanas sepan que no permitiré
clientelas ni corrupción en mi administración. En esto soy inflexible.
En tercer lugar, pondremos en marcha una política efectiva de
descentralización: eliminaremos las UEL y fortaleceremos la
contratación local. Aplicaremos la meritocracia en la elección de alcaldes
y alcaldesas locales, e iniciaremos los estudios para revisar el número de
localidades.
l) Los retos que afronta Bogotá y el programa de gobierno que han ratificado más de
900.000 bogotanos, implican una agenda muy importante con el Gobierno Nacional. Yo
estoy dispuesto a que la colaboración sea estrecha y cordial, en los términos
institucionales más adecuados para el beneficio de Bogotá. Pero también quiero decirles
que esa agenda es inaplazable y que el mandato que me han dado los ciudadanos es
llevarla a cabo por todos los medios que estén a mi alcance. Y no dudaré en hacerlo.
Agradecimientos