El poema habla sobre la pérdida de un ser querido que escapaba de las manos del autor. La alegría, bondad y serenidad de la persona se iban mientras el cielo se nublaba y los girasoles lloraban. Finalmente, la persona falleció y sus raíces se enredaban, abriéndose los cielos para que el alma del autor entrara. El poema está dedicado al padre del autor en agradecimiento por su cariño y comprensión.